Partida Rol por web

Aunque estar rodeados de selva no os resulta lo más tranquilizador del mundo, haber dejado sin contratiempos las ruinas de la ciudad os reconforta. No sabéis si había más bandas como las de los Montero y los de Chafarote, ni qué vais a encontrar cuando regreséis a vuesta nave, pero vuestro único camino ahora es el que estáis siguiendo.
Vuestras motos son relativamente silenciosas, pero aquí, sabéis que se os puede oír a muchos kilómetros de distancia, por lo que avanzáis alerta por cualquier amenaza que pudiera surgir.

Avanzo prestando atencion a todo lo que me rodea, pero parece que todo esta tranquilo.

Ozzy mira a su alrededor extasiado, disfrutando de los colores diferentes y el verde intenso de la selva. Fija su vista un momento y alza su mano para llamar la atención de sus compañeros, señalando un lugar entre la selva. 

Me agarro fuerte a la conductora pasando un brazo por su cintura mientras continuamos le camino.

Veo algo y le doy un pellizco leve para llamar la atención de Cloe mientras señalo con el dedo y aviso por el intercomunicador:

-Atentos a eso...

No tenía claro si era mi paranoia o demasiados años en el ejercito, pero no me fiaba de aquella chica, si era chica, mucho se hidrataba para poco movimiento que habíamos hecho. Los nervios secan la boca, pero no tanto, el no querer compartir esa bebida isotónica, y no querer desprenderse de ella era sospechoso.

Tampoco me pareció normal que colocasen a una civil en vez de un piloto militar con tantos como teníamos.

¿Sería artificial aquella compañera, o mi locura estaba floreciendo?

La mano la coloqué en su abdomen mientras conducía para verificar si había movimientos normales de respiración, y en algún momento coloqué la oreja en su espalda buscando el sonido de un corazón, respiración, o engranajes en funcionamiento.

Sospechaba de ella aunque no se lo había comentado a nadie... algo raro tenía.

Conduzco la moto tratando de absorber el entorno increíble de vegetación exhuberante, cielo azul y oxígeno sin tratar, a la vez que intento no despistarme demasiado para evitar salirme del camino. ¡Qué guai es todo esto! ¡Qué azul es el cielo!

Mientras avanzamos, no puedo evitar soltar un sonoro estornudo. Toda esta mierda de flores y plantas está empezando a joder mi delicada constitución adaptada a la vida en el espacio.

Hay que joderse con la madre que parió a la Madre Naturaleza...

Wolf avanza detrás del doctor, parcialmente tapado por su cuerpo. Wolf mira a los alrededores con algo de preocupación, en este lugar es imposible que un francotirador actúe, pero fácilmente les podrían tender una emboscada. Finalmente el Doctor levanta una mano que la alerta. Sin dudarlo, saca su pistola GT intentando apuntar hacia donde señala.

Estás totalmente segura de que Cloe no es una mujer normal, o al menos no tan normal como aparenta; pero durante el viaje no ves ningún indicio de que pueda no ser humana: su tacto es cálido, respira, tose y bosteza como todo el mundo. Además, no tienes constancia de que existan androides tan perfeccionados.

El viaje a través de un entorno tan extraño como es la selva embota vuestros sentidos; nuevos solores, colores y formas se abren como un abanico de sensaciones que os confunde a medida que las motos se deslizan sobre la senda cubierta de hierba.
Hasta que Ozzy y Vasquez señalan a un punto en el que veis la inconfundible figura de un niño. De pié junto a un tronco, el chaval, de no más de diez años y vestido con escasas ropas, salta hacia el interior de la maleza, desapareciendo de vuestra vista. Sois conscientes de que encontrarle sería algo practicamente imposible, así que seguís adelante hasta que el camino se abre dando paso a unos terrenos llanos sembrados de hortalizas y árboles frutales, más allá de los cuales se levantan algunas chozas de madera.
Media docena de hombres y mujeres que estaban trabajando os ven llegar y huyen aterrorizados en dirección al pueblo.

- Están asustados por las motos, creen que somos una de esas bandas - dice Ozzy bajándose de la moto. Anda un par de pasos hasta quedarse frente a las casas, con las manos en alto, y grita en castellano para que le oigan - ¡Amigos! No venimos para hacer mal, tuvimos un accidente y fuimos atacados por unos tipos en moto. Encontramos a Chafarote y nos dijo que aquí nos proporcionarian comida y refugio.- Se queda pensativo un momento, preguntándose si añadir algo más, pero prefiere callarse y espera en silencio alguna respuesta.

Miro hacia los bosques con desconfianza. Mi alergia me está poniendo de muy mal humor y no me fío una mierda de esta gente.

- Wolf, podrías camuflarte y explorar los alrededores mientras nos acercamos a las chozas. Tal vez haya alguien en ellas que no haya podido escapar a tiempo -preparo mi arma mientras aguardo a que los demás decidan- No veo nada que nos haga pensar que han contactado con la Expedición, pero tal vez tengan algún souvenir escondido.

Bajo de la moto de un salto hacia atrás cuando está parada, y camino con el arma en horizontal escrutando las casas.

Le pego una mirada a mi arma, y en el contador de balas pone el número 31 de color verde.

-¿qué diablos le pasará a esta gente?

Freno sin dejar pasar la oportunidad de hacer un derrape en el barro, luego apago el motor y me bajo de la moto.

-¡Vasquez! -le grito a la terrana-. ¡Vuelve aquí, los vas a asustar aún más con tu arma! -luego me giro hacia Ripley-: Tal vez deberíamos dejar las armas aquí antes de entrar en el poblado...

Sigo con la mirada a Vasquez mientras escucho los comentarios del resto. Me quedo sentada en la moto pensando. Es obvio que se han asustado, la pregunta es, porque? Analizo la escena que acabo de presenciar. Hemos aparecido en moto, pero nuestro aspecto no tiene nada que ver con Chafarote y los suyos. De que tienen miedo? de nuestro aspecto o de la gente que tiene motos? Si es nuestro aspecto quiere decir que han tenido algun contacto con la expedicion desaparecida, si son las motos..., no tenemos mas que demostrar que no somos como ellos. Sea como fuera, sigo sentada en la moto, bebo un trago de mi cantimplora y espero para ver cual es el plan. Con un poco de suerte encontrare la nave perdida entre la maleza y tal vez tambien un condensador con el que reparar nuestra nave.

Muestro una sonrisa torcida al escuchar la sugerencia de Leroy.

- Yo no sé lo que haréis vosotros, pero yo no me separo de ésta -espeto, mientras palpo mi arma- ni por todo el oro del mundo. Y vosotros deberíais hacer lo mismo. 

Después señalo a Wolf de nuevo

- Os lo vuelvo a repetir: tenéis una exploradora, usadla. Cuando diga que está despejado registraremos esas cabañas mientras ella asegura el perímetro -me rasco la barba pensativo- No todo el mundo puede correr y es posible que haya algún anciano o niño rezagado que nos pueda dar alguna pista de lo que está ocurriendo en este mundo de mierda.

Sin dejar de mirar espectante para todos los lados y haciendo giros inesperados comento por el intercomunicador a Leroy:

-Entrené para cagar y disparar sin caerme al suelo y no tener que soltar el arma en ningún momento, y por la noche la utilizo como si fuese mi gusiluz. Tsk, Va a ser que no saco a RAID de mi arnés bajo ninguna circunstancia querido...

Sigo con el dedo en el pulsador acariciándolo como si fuese un clítoris...

Wolf observó con atención la actitud de los pueblerinos y rápidamente hechó una ojeada al lugar, exhaustivamente. Quería comprovar antes de hacer nada cómo de peligroso podía llegar a resultar ese lugar. Una vez finalizó el primer examen visual, recordó las palabras de Ripley.

- Hecho, Ripley. - contestó de nuevo al veterano del grupo y se escabulló entre los árboles.

Lentamente iría metiéndose entre matorrales y maleza hasta estar segura que nadie la observaba. Sólo entonces activaría su traje de camuflaje y empezaría la exploración del lugar

Te metes con dificultad entre la maleza y al instante te ves rodeado por el más denso manto de hojas, ramas y troncos que jamás hubieras imaginado; a pesar de sentirte completamente invisible, activas el camuflaje de tu traje y te mueves tratando de no desorientarte.

Los nativos se alejan de vosotros al comprobar que vais armados además de motorizados, y podéis observar como muchos d eellos se introducen en una gran cabaña que destaca entre las otras. Podría tratarse de un lugar emblematico del poblado.
En ningún momento veis armas en sus manos.