Partida Rol por web

¿Qué podemos esperar de esos mercenarios, Eva? Pregunto. No quiero que terminemos todos en ese hospital. Sobre todo mi gente.

Recibís tres toques en el comunicador, pero no se oye nada. Es la señal acordada para reuniros con Kal en el punto de encuentro.

Supongo que nada bueno Tixa y mirando el comunicador que nos lo cuente de camino, Kal nos esta llamando.

- Me temo que el baño tendrá que esperar, R5 - sonrío -. Tenemos cosas que hacer.

Me dispongo a seguir a mis compañeros tras ajustarme el blaster, un arma más adecuada para estas situaciones. No me gustan especialmente las armas, pero en este caso deberían servir al menos como parte de la identidad de mercenario.

- Debemos tener mucho cuidado. Estamos en un lugar muy peligroso.

- Sí, sí, mejor...- dijo tras escuchar a Jack.

Aun tenía muy presente la pequeña discusión que habían tenido ella y Tixanai. Por eso recibió con cierta suspicacia la pregunta que le realizó y no se decidió a hablar hasta que ya estuvieron de camino al punto de encuentro.

- Dheeron tiene razón, y los mercenarios no son el único problema. Pero contestando a tu pregunta: cualquier cosa. Su única motivación es el dinero. Del mayor postor dependen sus valores, motivaciones, los riesgos y sacrificios que están dispuestos a correr...- deslizó sus dedos entre su cabello separando algunos mechones de pelo que se habían enredado- Y la recompensa por encontrar a quien buscamos sin duda será importante.

No quiso extenderse más, con aquello esperaba que todo quedase claro.

*Peeet dooo dwEEEooot biip*

Defínanse, orgánicos. Primero quieren hacerse daño mutuamente y ahora quieren rescatarlo?

De la armería os dirigís al punto de encuentro con Kal, quien os espera en una calle apartada, y con la seguridad de que nadie le ha seguido, o al menos en eso habíais quedado.

Tilak os dice que va a relizar unas averiguaciones, pero primero se va a dedicar a seguiros a cierta distancia, por si alguien más va tras vuestros pasos. Luego, si no hay nada de lo que informar se irá a hacer sus recados e investigaciones entre gente de Tatooine. Probablemente tenga que salir de Mos Eisley, así que os informa de que puede que no vuelva hasta pasado algún día (Enaitz out).

Pronto llegáis y encontráis a Kal, quien se pone en movimiento sin cruzar palabra con vosotros, hasta llegar a una casucha de las afueras, que Tilak se encargó de alquilar a buen precio para vuestra estancia en la ciudad. Ya que decidísteis que hospedaros en los hostales sería más peligroso.

Una vez cerciorados de todas las maneras posibles de que nadie os sigue, y nadie os ve entrar en la casa, os reunís dentro y empezáis a cambiar impresiones.

Son las 19:00 horas y Tatoo I empieza a descender, acercándose a su crepúsculo, mientras Tatoo II sigue en el cielo a pleno sol.

Kal observaba como todos iban entrando a la casa que ahora hacia las veces de cuartel. Realmente pensó que el punto de encuentro seria la nave, pero al parecer había habido un cambio de planes.

Se acerco hasta el primer asiento que vio, y se sentó lo más cómodamente posible. Había llegado la hora de intercambiar impresiones y de ver cómo evolucionaba la misión.

Bueno, nuestra parte del plan ha surtido efecto. He contactado con una banda de Mercenarios, que están buscando al objetivo. Esta noche entrare en el palacio de Jabba el Hut, tengo una invitación, y así podremos saber que saben ellos y poder controlarlos.

Comentaba como había salido su plan a todos. Aun Eva y Dheeron no sabían como había quedado la cosa.
Suponía que todos entenderían que vigilar a los Mercenarios desde cerca, muy cerca, era una manera fiable de asegurarse de que no capturan ellos a su objetivo.

Paseo la mirada de forma rápida por los integrantes de aquel extraño y variopinto grupo. Y la dejo finalmente sobre el ingeniero. Lo miro fijamente, observando su frente. Tenía que decirle algunas cosas, disculparse y decirle que no había sido algo personal, pero ya encontraría un momento mejor para hacerlo que ahora.

¿Y se sabe algo de nuestro contacto con el otro grupo rebelde? Pregunto. Llevamos bastantes horas investigando esto y a parte del avance con Kal, estamos igual que el resto de mercenarios que están en este planeta. Y algo interesante, ¿alguien tiene algún holo del general? Si no sabemos cómo es es muy difícil localizarlo.

Asiento ante las palabras de Tixanai.

- Así es. Necesitamos saber qué sucede con el contacto. Me parece bien que tomemos la iniciativa de la situación, pero me tranquilizaría saber que estamos comunicados con la otra parte implicada. Esto es un ejercicio de coordinación. Estamos completamente perdidos si vamos por separado, de eso estoy seguro.

Hago una pausa, mientras considero otras opciones.

- Has adelantado mucho, Kal, debo confesar que me sorprende, pero mejor que mejor. Si puedes averiguar la información de una fuente directa, nosotros tenemos poco que hacer aparte de intentar ratificar esa información mediante otras fuentes. ¿Qué sugerís que hagamos los demás? ¿Puedes llevar gente contigo al palacio de ese tal Jabba, Hal?

Kal se mecio en la silla.

Podemos intentar sobornar a alguien para entrar. No es tan poco comun. Pero no creo que pueda yo entrar con nadie mas. Si lo hacemos, me pondre directamente un cartel con la palabra "matame" en la cabeza.

Penso un par de segundos. Y no se le ocurrio nada mas intersante que decir asi que espero a ver como evolucionaba la cosa.

*Dooo dEEt boo wiiiooot*

Y qué? seguro a mi me tratarán como un droide para servir jugo de Jum...

Me encojo de hombros. Quizá Hal sirva para todo. No se me ocurre mucho más que hacer. De todos modos, lo mío no es ser cazarrecompensas, desde luego que no.

Sonrío a R5.

- Tranquilo, nadie te pondrá de bar ambulante si puedo evitarlo. Pero bueno, supongo que esto significa que volvemos a dividirnos, y que dependemos de ti. Será mejor que busquemos la forma de apoyarte si por lo que sea te ves envuelto en algún lío.

El comunicador que tenéis para contactar con el comandante Akor, zumba, con una señal entrante. Es una llamada de holovisión, y al aceptar veis el holograma del comandante Akor, con su habitual porte serio.

-Aquí mando. Informad de la situación.

Son las escuetas palabras que dice.

Adelante Reina, dile al calamar lo que hemos logrado hasta ahora.

Dice señalando a la joven capitana de la nave que tenía que haber sido su salvadora, y que ahora estaba tan medida en el fango como el mismo.

En un día, solo había cambiado de su vida, el jefe y el precio por el que trabajaba. Esperaba ver más cambios más adelante, eso si salía con vida.

¿Reina? Lanzo una mirada asesina a Kal antes de mirar el holo del Comandante. Hemos conseguido infiltrar en un grupo de cazarrecompensas a Darkside, en estos momentos estamos ideando un plan para apoyarle desde fuera sin que se note demasiado. La buena noticia es que aún no le han encontrado. Hago una pausa. ¿Existe algún holo del general? Sin conocer su aspecto, se nos hace más complicado encontrarle.

-Entiendo. Los planes han de cambiar entonces. Kal Darkside tendrá que perder el contacto con el resto, e infiltrarse completamente entre las filas de los cazarrecompensas. Allí, infiltrados, hay también cuatro rebeldes del otro grupo. Su identidad será secreta de momento, por motivos de seguridad, aunque se revelarán en su momento.

El resto del grupo se quedarán en el refugio, ya que he cargado las coordenadas a otros rebeldes que irán a vuestro encuentro a reunirse con vosotros. Ya tenemos un camino secundario, que es seguir a los cazarrecompensas, por medio de los infiltrados, hasta donde vayan. Pero dado el número de adversarios se antoja una misión muy  complicada, por lo que es de gran importancia encontrar una vía alternativa para llegar antes que ellos a Tallon, y así asegurarnos la victoria.

Cuando llegue el otro grupo, pasaréis lo que queda de día tratando de averiguar algo más, ya que los cazarrecompensas parten al primer alba hacia el desierto.

Cuando acabe el día me pondré de nuevo en contacto con vosotros para recibir el último informe y hacer el plan de acción para el día siguiente.

En cuanto a Tallon, cargo imagen holográfica del comandante, durante una de las batallas en las guerras clon.

Tened suerte muchachos.

-Suerte dice digo en un susurro esto cada vez se va volviendo mas y mas complicado, todo es mas sencillo a bordo de una nave digo dirigiendome a mis compañeros.

-No te envidio Kal, pero quien mejor que tu para una mision tan peligrosa, espero que todo te vaya bien.

Se pone en pie y se mete las monos en los bolsillos.

Bueno, pues si tengo que jugarme el pellejo otra vez, sera mejor que me ponga guapo para la ocasion, jeje.
Se acerca a la puerta. Se gira un instante antes de desaparecer.

A, Dheeron, siento el golpe.