Partida Rol por web

Kal estaba curioseando y termino por decirle a el alienigena o la alienigena, no le quedaba claro que no iva comprar nada.

Luego se puso a la altura de sus compinches y les indico que lo siguieran.
Entraron en un callejon que cruzaba la ciudad, era un sitio menos transitado, y mas intimo para hablar mientras caminaban.

Tengo varios planes o uno que tiene varias fases. El primero es contactar con cierto ex-compañero y ver si esta enterado del asunto que nos trae aqui. Si es tan tonto como recuerdo, seguro que sabe algo, y Dekel es un perro ingrato y estara buscando negocios. Asi que sabra algo. Con eso conseguire saber como esta el panorama, y tener vigilado a un posible competidor.

Se tomo un segundo para reflexionar como explicar las siguientes partes de su plan. No veia la cara de Eva, pero sabia que lo que le estaba diciendo no le haria demasiada ilusion.

Una vez echo eso tendremos que introducirnos en un grupo de mercenarios. Bueno, mejor pensado tendre que hacerlo yo. Mejor yo y asi no corramos muchos riesgos. El plan discurre de la siguiente manera. Vosotros sereis mis ganchos. Eva hara de prostita y tu de novio celoso. Te dare un escarmiento, y ellos me aceptaran. Un plan sencillo, a todas luces no entenderan que podamos ir juntos.
Con esto conseguimos introducirnos en el enemigo y conseguir informacion de primera mano.

Luego Dheeron y su cuatro latas nos daran cobertura todo el tiempo. En algun momento tendremos que seducir a algun tipo importante pora conseguir la informacion necesaria. Eva la conseguira y mi nuevo grupo ira a buscar al objetivo. Yo los conducire a donde necesitemos.
Nosotros a traves del resto de la dotacion de la bluemoon informaremos al contacto y a el grupo de rescate.  Estos se adelantaran, o eso espero...... pero para eso estamos nosotros., ¿no?.

Toma aire y mira a sus compañeros de forma decidida.

 Si ese fulano la palma, los.... "nuestros" estaran jodidos. Si estoy dentro de un grupo y lo localizamos primero puedo hacer que tarden mas en llegar a el objetivo o incluso liquidarlos antes. Pero si no somos los primeros en pillarlo, corremos el riesgo de perderlo para siempre. No se si entendeis de lo que hablo. Se que mi plan tiene varias fases y puede ser dificil de pillar, pero es lo necesario para conseguirlo.

Puso cara de consternacion y derramo sus siguientes palabras sabiendo que estaban en un sitio demasiado peligros para andarse metiendo en la boca del lobo. Y la mision era casi suicida, cualquier carta que jugaran podia descubrir tu juego, y eso les pasaria desde el principio. 

Desde que preguntemos una sola vez por el objetivo estaremos marcados. Si yo estoy solo y vosotros me dais cobertura nos exponemos menos y tenemos menos oportunidades de que nos jodan el plan. 

Volvio a sonreir con descaro mirando la cara de sus compañeros.

Bueno, ahora es el momento de las quejas y los inconvenientes. 

*Doo-wii!*

R5 sigue fielmente al ingeniero, lo que tengan que hacer las bolsas de líquidos es problema de ellos.

Escucho pacientemente la concienzuda explicación de Kal. Es evidente que es animal solitario. Una forma elegante de mandarnos a freír Vessels.

Echo una mirada hacia Eva cuando la menciona como posible prostituta. No creo que por ese camino vaya a conseguir su respeto y, por ende, su colaboración. Yo mismo tengo mis dudas acerca de mi papel.

- Entiendo, Kal. Estoy de acuerdo en que podemos ser un estorbo más que una ayuda, pero creo que si nos vapuleas en público, alguien podría fijarse luego en que te seguimos todo el rato, en las sombras, y te ayudamos. Los cazarrecompensas y los mercenarios son gentes de todo tipo y condición. ¿Qué te hace pensar que no encajaríamos? Podríamos ser simplemente un grupo de tres cazadores de recompensas. Un tipo duro, un mecánico y una diplomática...ya sabes, la que se entera de la información y todo eso. Parece un grupo compensado y creíble. Por lo demás, cuanto más cerca estemos entre nosotros, menos probable es que nos vayan eliminando uno por uno.

Hago una pequeña pausa. No es mi terreno.

- No sé. No encuentro tan inconcebible que vayamos simplemente tres interesados por información de manera discreta e independiente. Si tu contacto "no se entera" no sospechará, y ya tendremos algo por lo que empezar.

Como siempre estos orgánicos nos ven com parte del paisaje hasta que alguien tiene que sacarlos de un apuro y se acuerdan del "monón de fierros" que casualmente sabe abrir puertas a distancia, apagar las luces y reparar los escudos de su nave torpemente pilotada.

Bueno, intentar seducir un hombre para sacarle algo de información –cosa que había propuesto ella-, y hacerse pasar por una puta eran dos situaciones bastante diferentes, o al menos eso creía ella. -¿Diplomática? ¡Diplomática! Realmente todos los de esa maldita nave me ven como una frágil princesita. Hace tiempo que dejé esa vida…- Aun así, solo por el hecho de que el mecánico la considerase incapaz de hacer la tarea que se le pedía se decidió a cumplirla. –Voy a tener que cerrar muchas bocas.

- Por mí bien, Kal- respondió completamente convencida, alejando de sí todo atisbo de duda que pudiera haber albergado. –Al fin y al cabo a los que nos tienen que temer es a nosotros.- añadió con una sonrisa recordando la conversación en la cantina que había mantenido con él. -¿Pero hablar con Dekel? ¿Estás seguro? Desde que nos separamos se habrá pasado todo el rato de borrachera y jugando al sabacc. Seguramente ya haya malgastado toda la recompensa sin enterarse de nada.

Echó mano a la bolsa que colgaba de su hombro y la abrió para comprobar una vez más que llevaba todo lo que necesitaba para su nueva… “tarea”. –Yo estoy lista.-, dijo mientras se acercaba contoneándose a Dheeron.-Todo va a salir bien porque...- Había dejado la frase incompleta, un silencio que aprovechó para acercar sensualmente sus labios al oído de Dheeron, mientras deslizaba su brazo tras la espalda y posaba su fría mano sobre su nuca.* Se lo tomó con tranquilidad , como si moverse fuese trabajoso y se necesitase emplear cada segundo para llegar a donde quería. 

Cuando terminó de susurrarle alejó lentamente su rostro de la cara del mecánico eternizando lo que de otro modo no llevaría más que un instante. En sus labios se dibujaba una sonrisa divertida, de pícara adolescente, como si de algún modo le divirtiese aquello. Alzó su dedo índice extendido y lo puso sobre la boca de Dheeron invitándole a que callara. Se giró y miró a Kal -Bueno, ¿qué tal lo he hecho?- preguntó alzando los hombros.

Kal mira de hito en hito a sus dos compañeros. La explicaciones de Dheeron no estaban mal, pero parecia no haber captado la esencia del mensaje.

Bueno, no se entera de que intento salvar su pellejo y que ademas, ellos dos hacen la parte mas complicada y resolutiva de la operacion. Pero no debe de estar acostumbrado a trabajar en la sombra, o al menos no ha jugar a los dobles agentes.
Con la informacion o vas un paso por delante o te quedas sin trozo del pastel.

Se rasca la cabeza cuando su amigo termina de hablar. Y antes de que Eva empiece a quejarse añade.

Bueno, lo que tu digas chaval. Pero crees que de ese modo podremos hacer frente a contingencias del estilo, los malos pillan al objetivo.

Menea un poco la cabeza como sopesando todo lo que ha dicho el mecanico. Si bien no pensaba hacerle mucho caso, lo cierto es que no discurria del todo mal. Seguramente le terminaria cayendo bien, si no lo mataban pronto.
Finalmete miro para Eva, sabia que estaba guardandose algo para ella y estaria a punto de estallar, asi que espero el vendaval.

Sin embargo la reaccion lo tomo un poco por sorpresa, sabia que era una mujer capaz. Pero lo que le hizo al mecanico me dejo sin habla.
Despues del sobresalto incial consiguio apuntar.

Bueno, pues ahora solo tenemos que ponernos deacuerdo, verdad compañeros.

* –…tienes cara de aficionado a las prostitutas- bromeó acabando con toda la tensión que pudiese haber creado.

Escuché las palabras de mi compañera con extrañeza primero, con sorpresa al oírlas y con pura indiferencia después.

- Pues la verdad es que no, aunque supongo que de donde vengo sería raro confesarlo.

Me encojo de hombros, no entiendo por qué la chica parece ofenderse por todo lo que se menciona de ella. Si supiera más sobre la gente, diría que es una especie de problema de adaptación, o quizá de propia inseguridad. No es que me importe mucho, pero necesitamos gente templada para hacer esto bien.

- De acuerdo, Kal. No me gusta la idea, pero estoy en minoría. Así que ahora deberé hacerme el novio ofendido cuando tú coqueteés con Eva, o ella contigo, y tú me darás una tunda para quedar como un machote. Cuando eso pase, los mercenarios te abrirán las puertas a su exclusiva cofradía y tendremos información gratis... Siempre y cuando me garantices que nadie recordará nuestro rostro después para que podamos movernos sigilosamente tras de ti y ayudar con la información, tendré que aceptarlo, pero te advierto que no soy buen actor, así que imagino que tendrás que pegarme un buen golpe.

Lo miro con gesto neutro, como puntualizando un hecho. Es posible que no me entere de qué va esto, pero supongo que es parte del pago por haber permanecido tanto tiempo aislado, tanto tiempo eludiendo a la gente.

Kal volvio a sonreir.

Bueno, tenemos un plan. Y lo de no reconocerte sera sencillo. Solo tenemos que vestirte para la ocasion y desvestirte luego. Ellos no se fijaran demasiado, y ademas, no iremos cuando esten sobrios. Lo pillas.

Hizo un gesto levantando las cejas.
De nuevo camino un par de pasos.

Tenemos que ir al mercado. Pillar algo de ropa y algunos enseres, y luego montarnos unos puntos donde intercambiar informacion de manera facil y fiable.
La parte mas importante la hareis vosotros dos. Mientras yo sea parte del grupo tendreis que seguirme y hacer de enlace con el resto.

Iva caminado y rascandose la cebeza. Tenian que atar cabos y hacerlo rapidamente.

Despues de media hora y unos cuantos creditos se encontraban en otro callejon vistiendo a el mecanico como un nativo.
Osea ropa practica y corriente. Nada ostentoso.

- No sé si habrás visto a los idiotas que se suelen reunir en las cantinas aquí, en Tatooine.- dijo mientras revolvía unos cuantos trapos en busca de algo que le gustase o pudiese serle útil a la hora de disfrazarse.- Pueden ser muy cautos cuando están sobrios, pero cuando llevan un tiempo bebiendo solo se preocupan de beber más y de su entrepierna. Se vuelven estúpidos, orgullosos y saltan a la mínima. A nadie le parecerá extraño que te golpeen en un asunto relacionado con mujeres.- añadió con indiferencia, como si tras ver aquellas reacciones, aquellos comportamientos, se hubiese acostumbrado a ellos y se limitase tan solo a describirlos. -¿Es que no hay nada que valga?- musitó hastiada tras no encontrar nada que la gustase.

Veo unas ropas que podían ser interesantes. Un poncho de color vistoso y una especie de gorro típico que protegía del viento y de los soles, todo en colores llamativos. La idea es que se fijen antes en el atuendo que en la persona, con eso podría valer. Veo el precio y rebusco en

los bolsillos. Con tanto ajetreo, lo cierto es que no sabía si podía pagar el coste de un disfraz de este tipo. Mientras compruebo si daría el pego con ello puesto, meto prisa a mis compañeros. Son ellos quienes quieren empezar con esa farsa, después de todo. Noto mi corazón acelerándose al pensar en ello. No soy un buen actor, ni siquiera se me da bien hablar con la gente. Lo mío son...son las máquinas, no esto. Es algo tan alejado de mi mundo.

- Venga, si vamos a hacerlo, no perdamos el tiempo.

Bien ahora vamos a una cantina. Alli encontraremos a las victimas.

Ya estaban haciendo algo. Infiltrarse en un grupo con esta tactica iva a ser coser y cantar. Y para lo demas tenia su blaster.
Solo faltaba que Eva y Dheeron hicieran la parte complicada. El se dedicaria a beber y ser un gañan, nada complicado.

Pero aun quedaban cosas que discutir.

De camino a la cantina tenemos que elegir los sitios para intercambiar informacion.
Fijaos en lugares y decidme cuales quereis. Yo me acordare de todos.

Kal empezo a andar para hacercarse a la cantina, estaban un poco lejos, pero haria lo que fuera necesario.

Finalmente había encontrado algo con lo que hacerse pasar por meretriz, mejor que la ropa que había sacado de la nave. Antes de entrar a la cantina debía cambiarse de ropa y, quizá, recogerse el pelo. Si en su camino como decía Kal encontraban un buen lugar en el que poder reunirse para intercambiar información esperaba que fuese lo suficientemente discreto como para hacerlo. Tenía que guardar también la bolsa de ropa, la armadura y sus armas si no quería perderlas y ya que no podía llevarlas no encontró a nadie mejor que las llevara que una de las personas que lo acompañaban.

- Dheeron, te importaría llevar esto mientras… ya sabes.-dijo mientras permanecía algo rezagada con respecto a los dos hombres del grupo. -No puedo ir con esto por ahí cuando haga de lo que tengo que hacer.

A medida que pasaba más tiempo perdía algo de la seguridad que había demostrado inicialmente. Se le ocurrían miles de cosas que podían ocurrir para que aquello no fuese tan bien como tenía que ir y en muchas de ellas era ella la culpable. Aun así al contrario que con su fuerte temperamento (la principal causa que la preocupaba pues se imaginaba abofeteando o diciendo algo que no debía por él), procuraba no exteriorizar aquello que pudiera ser causa de debilidad y por ello continuaba caminando con aplomo sin decir nada más que lo que fuera estrictamente necesario.

Os dirigís los tres a la cantina del espaciopuerto, ya que es la que mejor se adapta a lo que queréis.
La cantina de Mos Eisley, localizada en la sección más antigua de Mos Eisley donde todavía florecen viejos vicios, fue uno de los primeros edificios del espaciopuerto. La variada naturaleza de los transportes aparcados en el exterior apenas sugiere la surtida variedad de la clientela. El edificio se encuentra parcialmente enterrado para proporcionar cierta

protección contra el calor. El interior sombrío, junto con la entrada brillantemente iluminada, proporcionan a los que se encuentran dentro una clara ventaja para ver a los recién llegados antes de que estos los vean a ellos. Durante la mayor parte del tiempo, una sorprendente variedad de seres frecuenta la cantina, pero la actual llegada de visitantes a Tatooine hace que las abigarradas instalaciones estén aún más abarrotadas. Hay criaturas de un solo ojo y de mil ojos, criaturas con escamas, peludas y otras con una piel que parece estremecerse y cambiar constantemente. Tentáculos, garras y manos aferran utensilios de bebida de diferentes tamaños y formas. Un incesante murmullo de lenguas humanas y alienígenas llena la sala de ruido.

El estruendo de la muchedumbre cubre la sala como una tupida sábana. Pero por encima del ruido, se puede oír una música pegadiza y contagiosa. Es un ritmo alegre y la banda alienígena lo interpreta a todo volumen. El mismo bar está surtido de frascos, botellas, vasos y tubos de forma extraña rebosando líquidos extraños y conocidos. El barman es un humano alto y entrado en kilos.

Eva y Kal entran solos y se colocan cerca de un grupillo de tipos de aspecto peligroso, que están sentados en una mesa, al lado de los reservados, pero fuera de ellos, y que a pesar de que el local está abarrotado, tienen espacio a su alrededor, como si el resto de tipos no quisieran "molestarles".

Son un alienígena bajo peludo con orejas puntigudas, colmillos afilados y una larga cola, una humana alta de pelo oscuro, con una apariencia imponente, sensual y con un algo peligroso. Lleva una capa suelta y una larga pica de fuerza en la qu ese apoya sin miramientos. Y por último un humano con armadura de cazarrecompensas y casco protector, bajo el que se intuye una poblada barba.

El plan sigue su curso, y Kal empieza a coquetear con Eva, cuando hace su aparición Deheeron.