Partida Rol por web

En realidad no puedo darte esa información, muchacha. quizás si pudieras decirme en qué nave ha venido, podría echar un vistazo al registro.

-Dice el funcionario con cara de circunstancias.

- Oh... es que no sabemos la nave en cuestión -digo interviniendo en la conversación-. Sabemos que se quería enrolar con algún grupo de mercenarios ya que con ellos le sería más fácil alejarse de aquí. ¡Será zopenco! ¿Ha visto algún grupo pintoresco? No queremos que le pase nada, y no es que tenga mucho dentro de la cabeza... Ya me entiende.

Ora mira al funcionario con cara de aburrimiento, aunque tambien podría ser de interés, no se nota demasiado la diferencia normalmente. Coge aire profundamente, y mira a su alrededor, vigilando las espaldas de sus compañeros mientras estos hablan con el hombre.

-Pero... es que me están pidiendo ustedes... miren, hay al menos 40 embarques solo entre hoy y ayer, y de ellos muchas naves son de mercenarios o cazarrecompensas, porque de otro modo no se hubiera llenado Mos Eisley de esa escoria. Pero yo no podría identificarlas, pues cuando ellos dan motivo de entrada en el planeta jamás dicen que son mercenarios, ni comerciantes de armas, ni cazarrecompensas. Suelen decir todos comercio, y como aquí la ley es un tanto laxa... pues no se hacen más preguntas. No sé si me entienden.

Vaya que creo que es totalmente imposible que encuentren ustedes esa nave, a no ser que vayan de bodega de amarre en bodega investigando entre las 40 naves llegadas entre hoy y ayer.

Además, sin saber el nombre de la nave en la que viaja tampoco nos serviría de mucho¿Sabe por qué tanto interes por este planeta de repente?¿O a que zona concreta se dirigén todos esos mercenarios? nos han dicho que muchos de ellos van al desierto, pero aquí es casí todo desierto, nos vendría bien acotar un poco la zona en la que buscar a mi hermano. 

-No lo siento, no sé qué buscan, pero sí sé que están todos dando vueltas por el espaciopuerto. Eso se lo puedo asegurar, porque todo el mundo me dice que está teniendo problemas con cazarrecompensas bravucones y, en ocasiones, violentos.

Yo de vosotros me daría unas vueltas por la ciudad, y sobre todo por la cantina, tienda de armas y de deslizadores, quizás por allí lo encontraréis. Suerte chicos.

Esta bien... muchas gracias -Digo a modo de despedida mientras nos alejamos del funcionario-

Una vez estamos a la distancia como para que no nos oiga vuelvo a hablar con mis compañeros

Esta claro que ha venido mucha gente, aunque pudieramos ver las listas de las naves no creo que sacaramos gran cosa. Ellos no saben adonde va todo el mundo una vez han aterrizado, en una cosa tenía razón, sabrá más el vendedor de deslizadores que él, incluso en alguna cantina...
¿por que no probamos a sobornar al vendedor? no creo que necesite mucho dinero para decir todo lo que sabe.

- ¿Sobornar con qué? No tenemos créditos. Lo más que podemos hacer es amenazarlo, pero creo que estará ya acostumbrado. ¿Sabéis algo de ese tal Jabba? Quizá podríamos tratar con él, o sepa algo. No sé, no sé. Contactemos con los otros, tal vez han tenido suerte.

Nos apartamos un poco del resto de personas y activo el comunicador para hablar con el otro grupo.

- Wendy, Maktar. ¿Me oís? Responded. ¿Tenéis noticias de algo?

-Te oígo alto y claro. No hemos descubierto nada nuevo, pero por aquí se ve bastante movimiento. Jarno y Daell están... conversando, con alguien que está contratando un grupo de mercenarios. ¿Que sabeis vosotros?

- Nada, ninguna información salvo que hay muchos grupos por la ciudad. Sin créditos no podemos hacer las preguntas adecuadas. Quizá sea hora de moverse de manera más decidida. Mantenednos informados. Corto.

Carraspeó y escupo al suelo una vez frustrado por los resultados obtenidos.

- ¿Y bien? ¿Se os ocurre algo o por aquí hemos acabado? Ese hombre habló de ir a la cantina u otro lado, pero ya lo tienen controlado los otros. Caminemos por la ciudad a ver cómo es su entorno y si se cuece algo. La gente cuchichea mucho.

Os ponéis en marcha hacia el exterior y paseáis por las calles donde véis algunos rudos cazarrecompensas que están cargando un deslizador y montando mucho escándalo. Parecen un poco pardillos, pero vosotros pasáis al lado sin haceros notar. Son casi las 19:00 y Tatoo I se está poniendo, aunque Tatoo II sigue alumbrando con todo su esplendor y sigue haciendo mucho calor.

Pronto llegará la hora de encuentro con los vuestros, así que decidís no complicaros mucho las cosas, para poder intercambiar impresiones con el otro grupo. Quizás ellos hayan tenido más suerte.

Llegada la hora señalada, os acercáis a la bodega de amarre donde descansa vuestra nave, pues es allí donde os encontraréis con vuestros compañeros.

Dejáis a vuestros compañeros en la bodega de amarre, y os ponéis a deambular por la ciudad, en busca del refugio del otro grupo. Para ello callejeáis en dirección sur por lugares poco recomendables encontrandoos con la fauna local, y sobre todo la foránea, cazarrecompensas. Tratáis de pasar inadvertidos ante todos, pero... en un callejón estrecho, oscuro, y solitario, veis una escena que os interesa. Un devaroniano está de rodillas en el suelo, mientras tres hombres con el distintivo blindaje de cazarrecompensas le dan una paliza. Uno de ellos desenfunda una pistola bláster, le apunta a la cabeza y le pregunta:

-Nos vas a decir lo que queremos saber o acabarás muerto de verdad

No han reparado en vosotros, o si lo han hecho parece que les da igual. Están a 20 metros.

Al ver lo que tenemos delante comienzo a caminar más despacio y a poner todos mis sentidos en la escena que se está desarrollando, cuantos son, posibles coberturas para esconderme en un tiroteo, gente inocente que pasa por allí, conversación que mantienen. Una vez echo esto miro a Kotar decidida haciendole un pequeño gesto mirando a la cartuchera que llevo debajo de la cazadora, esperando que tome una decisión y me haga alguna señal.

Si se ha de liar, lo mejor sería que disparáramos nosotros sin preguntas previas...

Parece claro que son tres tipos, uno de ellos con armadura completa de cazarrecompensas, y los otros dos con chalecos protectores. Detrás de ellos el pasillo sigue, así que no sabéis si hay más, pero parece poco probable.

Vosotros estáis entrando en la calle desde el norte, y podéis seguir hacia el sur, hay bastantes salidas, aunque cobertura más bien poca. Lo único el muro de las casas por las que habéis entrado y a unos diez metros de donde estáis, continuando calle abajo, en dirección contraria a los asaltantes, hay una calle que gira hacia la izquierda, y otra hacia la derecha, la de la derecha es un puente bajo que cruza bajo una construcción, una especie de pasaje, allí podríais parapetaros. Más allá la calle sigue.

No hay nadie más en las calles cercanas. Al menos no a vuestra vista u oído.

¿Qué hacéis?

La escena era cuanto menos curiosa, pero poco significativa. Un grupo de cazarrecompensas a punto de matar por información relevante. Algo prácticamente "habitual" y sin mayor importancia, si no fuese porque todos los cazarrecompensas del lugar tenían un mismo objetivo, el mismo que ellos. Quizá aquel hombre realmente sabía algo.

- Shhhh, avanzad tras de mí. Buscad cobertura y en cuanto abra fuego, hacedlo vosotras también -susurré en voz baja-. Centrad vuestro fuego en el mismo, el que tiene el arma. Vamos, vamos...

Corro lo más sigilosamente posible buscando algún tipo de parapeto donde poder cubrirme mientras voy desenfundando mis dos armas.

Ora, con su habitual expresividad, asiente en silencio y mira hacia los hombres que están en pie. Coge su arma y tensa su cuerpo, esperando la señal de Kotar. Aunque las sobras de su capucha evitan que su expresión sea clara, parece que su mirada está más animada de lo habitual, algo que siempre sucede antes de entrar en combate.

Me pego a la esquina que tenemos al lado, me detengo y  saco mi arma, con la intención de disparar al cazarrecompensas del arma y esconderme en cuanto Kotar lo estime oportuno.

Vamos Kotar... dispara...

- ¡Abatidlos y no permitáis que el otro escape!

Abro fuego con mi blaster contra el cazarrecompensas que porta el arma en cuanto lo hace kotar, cumpliendo sus ordenes. Después de lanzar una ráfaga contra él me escondo usando como cobertura la esquina.

Empieza la fiesta...