Partida Rol por web

-No, no te pongas en contacto con él. Ponte en contacto con el oficial que os haya enviado a por mí. Sí, sé que la holovisión es cara, pero no pienso daros el más mínimo crédito hasta estar seguro de quiénes sois.

Me acerco a Tixanai mientras guardo en su funda la pistola blaster, aunque sin alejar ni un apice la mano de cerca de su empuñadura, observando a los "desconocidos" celosamente y guardando silencio para no meter la pata, esta claro que lo mio no es ni las relaciones sociales ni los disparos de cantina.

Amiya atiende a las palabras del anciano y le avisa antes de hablar con sus superioeres - para hablar con ese oficial debo ponerme en contacto con el encargado de comunicaciones de mi grupo, por motivos de seguridad no tengo acceso directo de comunicación con el puesto de mando, lo que si le puedo decir es que las ordenes vienen del comandante Mon Calamari y que gracias a Arno, al que también hemos tenido que proteger, hemos llegado hasta usted-

Amiya se lleva su mano derecha al intercomunicador, toca uno de los botones y comienza a hablar por la linea compartida con Maktar y con Kotar:

"Atención, soy Amiya, hemos encontrado a Adar Tallon. Para asegurarse de que le estamos diciendo la verdad y venir con nosotros necesita hablar con el Comandante Mon Calamari, solicito comunicación via holográfica con él por medio del droide que se encuentra con nosotros, ¿puedes confirmarmelo Maktar?"

Tilak no dice nada y tiene pinta de estar un poco en su mundo.

- Que coñazo esto de la diplomacia ... casi parecemos mercaderes.

*Pooo Boo WEEi!*

Veee esta! quién le dijo que podía usarme sin permiso!

El comunicado de Amiya no parece ser recibido por Maktar, no hay respuesta. Kotar si contesta, indicando que continuará intentando contactar con Maktar.

En ese momento ocurre algo inesperado. El tipo encapuchado coge a la mujer de Tallon por el cuello y le pone un bláster ligero en la sien. El desconcierto en la sala es apabullante, y todos giran sus bláster hacia él:

-Pero... Quist qué demonios haces?

-Lo siento viejo, pero las cosas son así, que nadie intente nada o ella morirá.

Dice el tipo mientras recula hasta ponerse cerca de una puerta.

-Quiero que os quedéis todos aquí muy quietecitos mientras hablamos. Que nadie se ponga nervioso.

-Estaos todos quietos. Tranquilos, tranquilos.

Dice el general haciendo gestos para que todo el mundo guarde la calma.

Hace ya un buen rato que vuestros compañeros han entrado en la fortaleza, y cuando empezáis a desesperar hay una comunicación de Amiya que dice:

"Atención, soy Amiya, hemos encontrado a Adar Tallon. Para asegurarse de que le estamos diciendo la verdad y venir con nosotros necesita hablar con el Comandante Mon Calamari, solicito comunicación via holográfica con él por medio del droide que se encuentra con nosotros, ¿puedes confirmarmelo Maktar?"

Al parecer es una comunicación tanto a Maktar como a Kotar, pero Maktar no responde. Kotar le dice a Amiya que seguirá intentando contactar con Maktar, cuando de pronto ve algo que le deja estupefacto.

Unos 20 hombrees en formación de a dos salen de detrás de una duna, y se dirigen a la fortaleza. Están bien armados y con armaduras de combate casi todos. Forman un escuadrón temible.

¿Qué hacéis?

- ¡Atención! ¡Atención! ¡Aquí Kotar! Unos 20 soldados están rodeando el edificio. Están armados y preparados. ¡Buscad una vía alternativa! Os mantenemos informados y pensamos algo.

Maldigo varias veces y resoplo sobre la arena. Tras unos segundos me dedico a mirar en torno a la fortaleza buscando algún tipo de posible ayuda o idea viable.

Cuando todavía estáis asimilando lo que sucede dentro de la sala, el comunicador de Amiya empieza a pitar:

- ¡Atención! ¡Atención! ¡Aquí Kotar! Unos 20 soldados están rodeando el edificio. Están armados y preparados. ¡Buscad una vía alternativa! Os mantenemos informados y pensamos algo.

Cielos.

No puedo evitar sonreír. La situación era bastante inevitable, en el fondo, pero había que dar el paso. Me dirigo hacia el secuestrador, sin moverme para no parecer una amenaza.

- Pues hablemos, pero no vamos a entregar al Tallon. Si crees que tienes ahora mismo una posición de poder, es probable que debas replantearte la situación. Tus amigos nos suponen una medida de presión y no tenemos claro que queráis dejar testigos en todo caso, así que quizá la amenaza de tus amigos nos obligue a ser menos colaboradores...y eso no es bueno para ti, que estás aquí solo.

Así que habla y no te entretengas. Es probable que tengamos que defendernos de todas formas.

Intento parecer lo más convincente posible. Un mercenario no es alguien precisamente fácil de influir.

Estupendo, deberíamos habernos quedado en la Blue Moon para traerla cuando fuera necesario. Murmuro a Jack. Ahora estamos en una ratonera. Miro a mi alrededor buscando una salida para todos. Creo que tendremos que matar a esos cazarrecompensas para salir de aquí.

El tipo que retiene a la mujer de Tallon se queda mirando a Dheeron con una mirada extraña, entre la duda, el miedo y quién sabe qué. Son unos segundos en los que se ve claramente que no sabe bien qué hacer.

- Si, ya puedes empezar a hablar y rápido, porque como no nos guste lo que dices lo mismo caes en la cuenta de que podrían lloverte 8 o 10 tiros antes de que puedas disparar tu blaster ...

Dicho esto, Tilak se pone a apuntar tranquilamente al secuestrador apoyándose contra cualquier cosa cercana en una elegante postura, como si se tratase de una competiión de tiro al blanco y tuviese todo el tiempo del mundo para prepararse agusto.

La cosa se complica en sólamente unos segundos, resulta que alguién había metido a un topo entre los hombres de Tallón, al parecer con no muy buenas intenciones... para colmo, Kotar me informa por el intercomunicador de que aproximadamente 20 mercenarios están rodeando el edificio dispuestos a entrar, muy esperanzador...

-Atención compañeros, tenemos compañia, un escuadrón entero de mercenarios está rodeando el edificio y al parecer quieren venir a ver que es lo que se cuece aquí adentro- dice de manera completamente socarrona- no se si serán amigos del tal Quist, el nos lo aclarará en unos momentos, pero habrá que ir pensando en sellar las puertas e intentar salir de aquí como sea- Esto último lo digo casí ordenando a los hombres de Tallon que se pongan a ello cuanto antes, mi intención es preguntarle a tallón si el fuerte cuenta con alguna "salida de emergencia" pero no puedo hacerlo delante de Quist porque si es amigo de los de mercenarios se adelantarían a la jugada -¡¡Vamos, hay que sellar las puertas!!- reitera la piloto, últimamente se está acostumbrando a tomar la iniciativa y a dar ordenes, cuestión de supervivencia...

Vuelvo a sacar el blaster que tan poco me gusta tenerlo en la mano, por mi poca practica y por lo que significa tenerlo desenfundado y me acerco a una ventana para echar un vistazo, susurrandole a Tixa en el oido -Otra vez estamos metidos hasta las cejas en un lio, voy a ver que  hay fuera.

La cara de Quist es un poema, y bajo su capucha y su barba se adivina un labio torcido, como si pensara que su plan no ha ido del todo bien. Al estar ya en la puerta, y viendo como se presenta el panorama, continúa saliendo de la habitación encañonando a la mujer, hasta que solo podeis verla a ella, ya que el tiene todo el cuerpo fuera de la sala de música. Una vez eso sucede el traidor patea a la señora que cae de boca al suelo, mientras él echa a correr tapado, de momento, de la previsible lluvia de blásters.

Las reacciones no se hacen esperar:

-Sellad las puertas y descabezad a Quist.

Es la sencilla orden de Tallon, pero es futil, ya que todos estaban ya en movimiento.