Partida Rol por web

Janis lanza su feroz grito de guerra

- ¡Por la marihuana y la coca que me sale gratis! ¡AAAAAAAAAAAAAH! - grita triunfal agarrando a Vincent y alzando el puño en actitud guerrera

Al sentirse cojido por sorpresa vincent intenta correr, mas tropieza y cae de boca; una vez en el piso y a cuatro patas hecha a correr como alma que lleva el diablo hacia el interior  de la nave.

 Entro a la nave y echo un vistazo al interior, todo repleto de máquinas, botones verdes y rojos, asientos al lado de una ventana, pantallas de 64 pulgadas de plasma incrustadas en las paredes.¡¡¡ Es como estar en otro mundo!!! Vamos Barón, ocupa tu asiento de piloto y salgamos pitando de aquí antes de que mas guardias se nos echen encima, yo vigilo la puerta mientras tanto. Apoyado en la puerta con mi pistola láser y con la adrenalina recorriendo  mi cuerpo, espero a que todos esten preparados  para iniciar la marcha.[¿Qué estará haciendo Vincent por ahí dentro? Espero que no tropiece con ninguna máquina.] Sonrío levemente tras mi pensamiento. 

Ser Vesa contempla la nave con satisfacción. Pone los brazos en jarras y declara:

- La empresa ha llegado a buen puerto, no hace falta que me déis las gracias. - hace un gesto desdeñoso con la mano

Después se da media vuelta y toma uno de los asientos más cómodos de la parte de pasajeros

Kit observa todo lo que hay en la nave, con cuidado de no tocar nada que trastoque el sistema. Mira a Barón Von Ratt emocionado, esperando que ponga en marcha la nave.

Ante la imposibilodad de entrar sigilosamente empieza a examinar su alrededor buscando alternativas, cuando, repentinamente sus companeros inician una alocada carreta hacia la nave. Carrera en la que se tropiezan con todo lo que se interpone en su camino.

Dentro de la nave una amplia sonrisa aparece en sus labios. -Nos vamos!!

Janis y Kit se acomodan también al escuchar las imperiosas palabras de Barón Von Ratt.

¿Listo, Ratt? - pregunta ella haciendo un gesto de seguridad con la mano.

Sin dudarlo y casi sin mirar, el veterano piloto Barón Vonn Rat arranca la nave.

-Todos sentados, que no espero a nadie-

-Aaaah… el placer de pilotar-

 Por fin volamos hacia nuestro destino, ya era hora. Barón te felicito por el despegue, ni una sola turbulencia. Me desplazo desde la puerta de embarque hasta un asiento y por fin puedo guardar la pistola y descansar, espero que el viaje sea relajado. 

Efectivamente: el despegue ha sido un éxito. A toda velocidad, cierran las compuertas a la vez que los motores empiezan a elevar la nave. Desde las ventanas laterales, veis como los guardias del puerto especial comenzaban a rodear la nave para sacaros de allí. Un turbo a los motores y abandonásteis la atmósfera del planeta a una velocidad pasmosa.

Janis empieza a vitorear y a aplaudir con entusiasmo, mientras Kit deMol ocupa la posición de co-piloto para trazar el destino a seguir.

Ante la felicitación de Betxinenck y los vitores de Janis, Vonn Rat se hincha de orgullo. -Una vez mas ha quedado demostrada la superioridad Iti.-

-No me deis las gracias por un acto tan mundano. Para un Iti, esto es pan comido. No encontrareis mejores pilotos en la galaxia.-

Kit aplaude con sinceridad y con una gran sonrisa.

El viaje transcurre con apacibilidad, y nada parece perturbar esa paz. Entre tanto, Kit toma fuerzas, suspira y carraspea para atraer vuestra atención:

- Creo que les debo una explicación sobre mi jefe, el señor Julius Rafftein: es un afamado científico e inventor. Colaboraba con el señor Madness en la fabricación de naves espaciales de larga distancia y sistemas de defensa avanzados. - hace una pausa para organizar la información. - Claro que, una mente tan brillante no podía quedar limitada por asuntos económicos: empezó a trabajar en solitario, por su cuenta en su mansión... Empezó a trabajar con esos mismos sistemas de defensa, y terminó creando armas que los burlaran.

Tiembla levemente ante lo que va

- En definitiva, ¡acabó creando armas de destrucción masiva!

¿A-a-armas? -pregunta timidamente VIncent. Quien en estos momentos lleva una charola con bebidas refrescantes (no alcoholiclas) y un poco de comida.

¿eso-eso no es peligroso?. ¿Era el profesor alguien malo?

- O quizás solo sea un chiflado... - deja caer colocando las botas en el asiento que tiene delante, y tomando una calada de su cigarillo

- ¡Para nada! ¡No era un mal hombre! Tan solo buscaba su límite en cuanto a creación... claro que, de un modo un poco erróneo... - reflexiona para si el pequeño Simer

-Señor mol, ¿y cual era su trabajo?¿que trabajo hacia para el profesor?

Dice vincent, mientras termina de repartir los bocadillos y las bebidas.

-Soy su ayudante, al menos lo fui, ya que cuando empezó a diseñar sus armas y otros inventos desquiciantes prescindía de mi ayuda

Tras terminar estas palabras, suspira desconsoladamente.

Introduce la ruta en el ordenador y busca con la mirada algo en concreto. En el lado superior derecho del panel de mando que se encuentra delante de él, en un botón pone "PILOTO AUTOMÁTICO ". Lo pulsa.

-Un científico que crea armas de destrucción masiva... Ya, bueno. Y ¿qué hay de esas naves espaciales de las que has hablado? -

- La mayoría eran prototipos de las que el ejército echaba mano para sus proyectos. Todos eran válidos, realizables. Creo que... - comienza a pasarse un dedo por la barbilla - Tal vez...

Se abalanza sobre la mochila de Vincent como un perro cazador sobre su presa. De allí, saca unos planos enrrevesadamente plegados entre las páginas de algunos libros.

- ¡Ahá! - dice triunfal mientras muestra los planos de unas naves dedicadamente dibujadas y especificadas.

Para Vonn Rat, aquellas son joyas de un tesoro inaudito