Partida Rol por web

Palabras de paz, vientos de guerra

Escena de Juego

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02/05/2023, 13:07
Antonio de Cuellar

El franciscano , que así lo mostraban las túnicas grises amarronadas hasta los tobillos, de capucho basto, y con cinturón de cuerda, miró a Diego, y también a la suya espada. Sin duda que el Virrey no solo le había confiado a él el asunto del Arze, sino también a dos hombres y una mujer (porque aún no sabía nada de Apotecario).

Bueno es saberlo -respondió a Diego, asintiendo y sonriendo-.

Señor -le dijo entonces a Lucca-. Ya he preguntado por ese capitán, y también por el fraile. El primero no se encuentra en Tecuila, según me han informado, y el otro andábase de paso, y no he podido averiguar su nombre. De los indios liberados que vos nombra... no hablaba la lengua de Dios, sólo se perdieron en la jungla para que alertaran a sus congéneres de lo que les ha de pasar por levantarse en violencia. Dios los libre... -se santiguó-.

En cuanto a la manutención, un servidor se aloja  en el palacio de don Juan Márquez de Coria, alférez de esta ciudad. Es hombre amable y al ser joven, bien dispuesto. Fue él quien me informó de casi todo cuanto sé, puesto que los vecinos, ya se sabe, siempre andan al cuidado. Quizá puedan alojarse en el mismo palacio, que es grande. Siendo vos también enviados del Virrey, no creo que haya problema.

Luego miró a Ratona Beatriz.

Sí, señora, eso cuentan. Mas he decirles -añadió-, que no es del todo cierto, bueno, sólo en parte. Un servidor ha tratado con ellos, tratando de catequizarlos en la Palabra Preclara, y he andado un par de veces en varios poblados suyos. Saben que no todos los españoles son de la misma manera. Por lo que a mí me parece, tiénenme cierto aprecio. Por eso les digo que, si gustan, puedo guiarles hasta los poblados Chichimecas si quieren indagar en algo más -apoyando la idea de la mujer exploradora-.

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02/05/2023, 13:08
Tlatoani

Tras llenar el estómago, unos más que otros, salísteis un rato después de aquella taberna. Diego pensaba en Apotecario, y pronto dejó de hacerlo, puesto que se lo encontró allí, en la plaza, junto a la iglesia, cerca de un callejón.

Parecía estar charlando con un hombre, el cual acabó por marcharse justo antes de reunirse con sus compañeros. Finalmente, delante de aquella iglesia de nueva construcción, los cuatro enviados se reunieron de nuevo. Apotecario vio que venía con sus compañeros un clérigo franciscano, y entendió éste que el licenciado era también amigo de ellos.

Notas de juego

(Este pequeño post es para todos)

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02/05/2023, 13:08
Antonio de Cuellar

Antonio de Cuellar, para servirle a vos también -le dijo el fraile a Apotecario, entendiendo que también era otro enviado por el Virrey-. No tardó el lincenciado en saber que el fraile había sido enviado unos días antes por el Ilustre virrey Mendoza también, para encontrarse con todos ellos por el mismo asunto. Un refuerzo en la búsqueda de claridad en este asunto de violencia.

Notas de juego

Estáis en la plaza.

Con vuestro siguiente post, decidid qué hacer. Ya sabéis que podéis separaros. La misión era ver el grado de abusos de Juan de Arze, así como comprobar el nivel de violencia de los chichimecas. Es decir, no es realizar algo en concreto, sino ahondar en el asunto.

Postead ya para todos.

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02/05/2023, 14:24
Apotecario Gutiérrez

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   Tras agradecer el mensaje al hombre, reflexiono. Como lo de andar por barriadas a solas no es lo mío, me vuelvo hacia donde están los demás, que a ver si me llevo un mal puyazo y termino destripado en cualquier calleja.

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02/05/2023, 14:26
Apotecario Gutiérrez

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   - Gutiérrez, apotecario. Sin apellido por ser de clase bajuna, al servicio de Dios y del Virrey. - Asiento con una muy leve inclinación de cabeza.

   Les pongo al día, en voz baja.

   - He oído hablar entre susurros que por lo visto, hace unos meses, tras varios ataques de los indios chichimecas a las encomiendas de la zona, el gobernador Cristóbal de Oñate decidió dar un castigo ejemplar para acabar con la situación ordenando a un capitán de soldados, llamado Domingo de Artaga, que ejecutara a un grupo de chichimecas capturados. -

   Recordando las palabras del Virrey, añado. - Lo que se nos había dicho de que los nativos se habían redimido pacíficamente, no concuerda de está versión. - Termino lo poco que he averiguado.

   - Además, pareciera que los encomenderos tienen ahora miedo de los indios chichimecas. A mi me da que se barrunta una rebelión en ciernes. -

   Luego sonrío.

   - También me han encomendado que dirija mis pasos a un fraile llamado Antonio de Cuellar, que parece que vuecencia es del agrado de las gentes del lugar. -

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02/05/2023, 16:09
"Ratona" Beatriz García

Salimos a la plaza y nos encontramos con Gutiérrez. Este nos refirió lo mismo que nos había dicho el franciscano.

-"Sí, es posible que los indios chichimecas se estén organizando para atacar, pero sin duda debe de ser por algún motivo. Si es verdad que Arce los trataba mal, no es de extrañar su reacción. Creo que debemos de partir de inmediato e ir a verlos, contando con que fray Antonio nos acompañe. Aparte de guiarnos, usted sabe su lengua y puede servir de traductor." Propuse a los demás.

Teniendo las provisiones que nos había dado el virrey y con la información obtenida, no sería necesario investigar más en Tecuila y sí ir a esos poblados indígenas para escuchar de primera mano la versión de los indios. Además, que si se estaba preparando una rebelión, podríamos confirmarlo y avisar al virrey para que preparara a las tropas.

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02/05/2023, 17:17
Diego "El bizco"

Al momento de salir de la taberna se encontraron con Apotecario, que estaba allí en la plaza hablando con una persona. Y lo que le dijo, coincidía con lo mencionado por el fraile.

Y aunque no tenía ganas de dejar tan pronto aquel pueblo, reconoció en las palabras de Ratona que era lo que más les convenía. Algo les pasaba a los Chichimecas.

-Soy  del mismo parecer, cuanto antes podamos hablar con los Chichimecas, antes podremos llegar al fondo de este asunto.- Pero también era conveniente hablar con el capitán Domingo de Artaga, así que añadió.-Y de paso tratar de dar con capitán que se encargo del escarmiento, que tampoco parece estar aquí.- 

El de buena gana habría disfrutado un día con su correspondiente noche de la hospitalidad del Alférez, pero era esta empresa del virrey, hombre al que no conviene hacer esperar.

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03/05/2023, 18:13
Lucca Alciato

Se quedo pensando un rato.

-Si las cosas están tan calientes lo mismo pasamos a ser parte del menú de esta noche, si es cierto lo del canibalismo. ¿No hay manera de tantearlos aquí, algún familiar, alguien que nos introduzca, en ese ambiente?. Mal vamos hacer nuestro trabajo metidos a trozos en un puchero. Aunque coincido que puede ser urgente que tanteemos la situación. Tampoco podemos olvidar que estamos cargando las tintas en un solo lado, a lo mejor había buenas razones para obrar así y no estamos confrontando todos los puntos de vista. Me disgusta la tarea pero habría que investigar los restos, y a que no creo que podamos hacerlo. Para ello debemos tener la presencia del sacerdote, imagino, que no es cuestión de que confundan esto con una profanación. No soy ducho en derecho canónico pero supongo que es algo serio. Tambien deberíamos pensar como atajar el problema si existe un riesgo de insurrección, ¿podemos dejar avisado a alguien?.

La mayor parte de las preguntas estaban centradas en el padre Antonio, no llevábamos más que un rato en la población y ya nos metíamos de lleno en el avispero, sin contactos y sin respaldos. Y bien sabia dios que la cosa urgía, pero le gustaban las cosas más pausadas y meditadas.

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05/05/2023, 10:38
Antonio de Cuellar

Apotecario contó en bajo lo que había escuchado, y cómo le habían encomendado a un franciscano para mejor enterarse, el cual ahora estaba junto a vosotros. Justo después, Beatriz proponía visitar a los Chichimecas para esclarecer los hechos. Antonio de Cuellar, como ya había dicho a casi todos en la taberna, conocía los poblados y había establecido contacto con ellos, sobre todo para llevarles la palabra de Dios.

Diego opinaba como Ratona y también quería encontrar a ese capitán Artaga, aunque ni tan siquiera el fraile franciscano había podido averiguar su paradero.

Aquí en Tecuila no hay nativos Chichimecas, sólo indios cristianizados o ganapanes que respetan a los españoles y trabajan para ellos -respondió el fraile a Lucca-. He estado en Huaynamota y Huzamota, poblados de ellos, y más de una vez me han recibido con los brazos abierto. A veces es tan simple como no mostrar hostilidad para hacer bien las cosas. Además, si quiere indagar en los restos del encomendero como dice, están allí a las afueras de uno de los poblados. Podríamos preguntar por ellos.

Luego se echó la mano al mentón.

Si quiere, podemos dar a aviso al alférez don Juan, no hay problema. Su palacio está ahí mismo, detrás de esta iglesia. Los poblados están a un par de días de Tecuila, yendo al norte. Si lo tienen a bien, les diré qué vamos todos nos por lo de los asuntos de don Juan.

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05/05/2023, 10:38
Tlatoani

Fuísteis todos, entonces, hasta el hogar de Juan Márquez. No tardásteis ni dos minutos en llegar, puesto que bordeásteis la iglesia, salísteis de la plaza de armas de Tecuila y os encarásteis antes un palacio de dos plantas con balconadas, muy bello, encalado en blanco por sus muros excepto en su portada, donde la piedra se veía, y había un par de escudos de armas y un lazo pétreo decorando el portón.

Ante el portón, el fraile golpeó dos veces y un criado con libreas oscuras os abrió. Reconoció enseguida a Antonio, aunque miró al resto.

No tardó Fray Antonio en presentaros como siervos del Virrey Antonio Mendoza, y pedirle que os llevaran ante el señor don Juan; y el criado no tardó el criado en hacerlo posible, ni en dudar de aquellas palabras clericales-. Enseguida cruzásteis un diáfano zaguán (únicamente con un mueble en un lateral como decoración, y salísteis a una especie de patio interior, casi como un claustro monacal. El palacio contaba con dicho espacio a cielo abierto, con un suelo empedrado, y tenía algunas macetas en cuencos de barro, todo plantas de la zona. En pocos minutos vísteis que, a través de unas escaleras que daban a dicho patio, bajó una persona.

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05/05/2023, 10:43
Juan Márquez de Coria

Buenos días padre... -dijo, justo antes de llegar a vosotros-. Una vez que estaba delante, os miró un instante. Era un hombre de poco más de cuarenta, con canas en su cabello y mechones de plata, y vestía ropas negras de lino muy apretadas. Parecía estar muy en forma. Dígame, ¿a quien trae con vos?

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05/05/2023, 10:44
Antonio de Cuellar

Don Juan, he aquí a cuatro enviados del Virrey Mendoza -respondió-: Diego, Beatriz, Apotecario y Lucca -recordó vuestros nombres-. Vienen por el mismo asunto que le dije, el del don Juan, y ahora hemos unido fuerzas.

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05/05/2023, 10:44
Juan Márquez de Coria

¿Habéis averiguado algo más? -preguntó intrigado-.

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05/05/2023, 10:45
Antonio de Cuellar

Bueno, algunos datos, pero no más de lo que vos me dijo. Venimos a decirle e informarle de nuestros pasos, antes de marcharnos. Iremos a los poblados Chichimecas, a esclarecer qué ocurrió -respondió el fraile-.

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05/05/2023, 10:45
Juan Márquez de Coria

Debéis tener cuidado, esos salvajes no hacen más que lanzar flechas y saltar encima de los hombres a caballo -respondió-. Tiempo ha que les han perdido miedo a las bestias y a los cañones, sin duda.

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05/05/2023, 10:46
Antonio de Cuellar

Por eso mismo, si es menester y así os lo ruego, tardaremos unos cuatro o cinco días en volver, tal vez alguno más, o tal vez menos...  ¿estaría vos pendiente de estos pobres que sólo cumplen órdenes del Virrey? -parecía que el franciscano tenía una lengua capaz de encandilar a muchos-.

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05/05/2023, 10:46
Juan Márquez de Coria

El alférez volvió a miraros, algo más serio. Pensó unos segundos.

Claro, estaré atento a vuestra llegada. Espero que estéis seguros de lo que hacéis, pues aunque veo en vosotros ciertas armas -se fijó sobre todo en la espada de Diego, y en las bien dispuestas ropas de la Ratona para andar por la selva-, uno no puede fiarse. Por cierto... ¿tenéis pensado visitar la encomienda del de Arze? Hasta lo que yo sé, aún viven allí algunos esclavos.

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05/05/2023, 10:46
Antonio de Cuellar

El fraile se encogió de hombros, se giró y os miró dudoso un instante.

No lo sé, señor -respondió-. Sé que está de paso, a medio camino entre los poblados y Tecuila. Yo haré de guía, pues mis compañeros son quienes han de decidir.

Quedaron el alférez y fray de Cuellar mirándoos.

Notas de juego

Podéis charlar con el alférez. Si queréis pedirle algo de importancia , acompañad vuestro post con tirada de Personalidad (+20 si contáis con la destreza Persuasión; para Lucca le doy un +10 por su oficio de comerciante). Si creeis necesaria cualquier otra tirada, hacedla (1d100 por la característica y, si es el caso, añadidle un 20% por destreza y/o un 10% por oficio, dentro de lo razonable).

Dudas a la escena Off.

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05/05/2023, 19:20
Diego "El bizco"

Diego no estaba cómodo en ambientes tan finos, el palacio muy bonito y el alférez muy elegante y al parecer hombre de bien. Pero el no era de los que se movían bien en esas esferas. Aun así, no dudo en intervenir cuando lo vio oportuno.

-Si nos pilla de camino, y aun hay esclavos viviendo allí, creo que deberíamos visitar la encomienda de Arce. Y preguntar allí lo que puedan decirnos.- Y luego estaba lo de las necesidades para la empresa que les esperaba, y ahí no sabía mucho, pero le parecía que tal vez necesitasen de más víveres.

-Si que nos vendrían muy bien algunos víveres para los días que nos esperan. Mendoza nos aprovisiono, pero esto se alargará, y mala cosa sería pasar hambre y sed en los caminos de la selva.- Algo de pan, y alguna otra cosa, comida y bebida, lo básico, eso esperaba que no les negase. Y esto le hacía pensar en el virrey, y lo poco que les había provisto, teniendo en cuenta los trabajos que les había encargado.

Notas de juego

Como es lo básico, comida y bebida, espero que no haga falta tirar. 

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07/05/2023, 17:43
"Ratona" Beatriz García

Tras las presentaciones y el saludo de rigor, le pedí al alférez víveres, como había hecho Diego.

-"Mi señor, como bien dice mi compañero, necesitaríamos algunos víveres más, ya que lo otorgado por el virrey no durará mucho tiempo. No queremos abusar de su amabilidad, pero si pudiera proveernos de algunas cosas más, aparte de los víveres, como cuerda, teas y equipo básico, le estaría muy agradecida." Le comenté al alférez. "Y creo que sería buena idea pasarnos por la encomienda de Arze si nos queda de paso." Añadí sonriente.

Allí tal vez los esclavos nos confirmaran si ese comendador era buena persona o trataba a los indios con malicia y despotismo. Yo era contraria a la esclavitud, dado que al ser mujer, prácticamente lo era desde que nací, por lo que comprendía lo que era estar privada de libertad.

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