Partida Rol por web

Papá por la borda

Guía turística de Brindlewood Bay

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03/12/2025, 19:40
La Guardiana

LUGARES DE INTERÉS EN BRINDLEWOOD BAY

The Candlelight (la librería):

Convenientemente alejada del bullicio costero, la pequeña librería The Candlelight recibía a sus clientes con una pizarra. Escrito a tiza había un par de mensajes:

Libros de bolsillo en oferta. ¡No vaya a la playa sin su ejemplar de Blackwater!

Club de lectura de las Expertas del crimen: Primera planta.

Y así, si uno pasaba la gran mesa central atiborrada con los últimos best seller y se dirigía a la escalera de la derecha, podía oír las risas y comentarios de nuestras cinco protagonistas. Mientras discutían sobre el último libro de su saga favorita, Los misterios de la corona de oro —que narraba las aventuras de la superdetective trotamundos Amanda Delacourt—, alguien se aproximaba subiendo pesadamente los escalones.

 

Jimbo's (cerca de la lonja):

Jimbo's era una cafetería cercana a la lonja y uno de los locales preferidos por la policía. Una de sus especialidades eran precisamente los donuts caseros. De entre los más famosos se encontraba el donut rosa pinkman, con glaseado rosa, virutas del mismo color y rellenos de mermelada de frambuesa. El segundo más solicitado era el rosco de centeno Pumpernickel, con mantequilla y semillas de amapola.

Nada más abrir la puerta, el olor a bollería y café recién hecho les dio una reconfortante bienvenida. Etienne había tenido una idea estupenda: no había mejor lugar del que recuperarse del frío, las balas perdidas y la inesperada caída de bacalaos.

Etienne pidió una ronda de cafés, chocolates e infusiones mientras las Expertas tomaban asiento en una de las mesas. Un par de policías que se estaban tomando un descanso les dedicó un tímido saludo al reconocerlas. Sin embargo, había una presencia no demasiado grata para Mildred en aquella cafetería. Se trataba de Jared Tyrmand, uno de los camareros y ocasional pretendiente de su nieta clara.

Jared era un torpe y un creído. Por poco le tira un café encima a Mildred cuando estuvo a punto de servirles los refrigerios. De hecho, habría jurado que lo había hecho en serio. El muy insolente solía burlarse de su podcast siempre que tenía ocasión. Decía que nunca podrían superar Brod-cast el programa que tenía en la radio local con sus amigos —igual de insoportables—, en el que hablaban de criptomonedas, teorías de la conspiración y cómo hacerte millonario invirtiendo en no sé qué.

 Millie no pudo evitar resoplar con desagrado cuando vio a Jared Tyrmand sirviendo detrás del mostrador. «Ese patán no le llega a la suela del zapato a Clara», pensó, apretando los labios cuando lo vio casi derramar los cafés. «Por poco», se dijo para sus adentros, con el convencimiento de que lo hacía para fastidiarla. No le cabía ninguna duda de que aquel inútil no tenía ni una posibilidad con Clara. Su nieta era muy inteligente, demasiado, como para juntarse con un tuercebotas como Tyrmand. Además, Millie había escuchado su desagradable podcast en el que de cada tres palabras, cuatro eran un bro. Era un programa lamentable; se entrevistaban a sí mismos como si fueran individuos relevantes y no un par de mocosos con el moco todavía colgando, hablaban de cómo conquistar a mujeres de calidad y cosas más machistas que lo peor que decían los hombres cuando Millie era joven, de que la tierra era plana y que los pájaros no existían, y también hablaban de inversiones, cripto monedas y de vivir como ricos, pero todos ellos eran pobres y el propio Jared trabajaba en aquella cafetería ganando una mísera. Pero lo peor de todo era esa incontinencia impertinente con la palabra bro; parecían utilizarla incluso como elemento de puntuación. Allí donde una persona normal ponía un punto o una coma, ellos ponían un bro. Y para colmo, ¿se suponía que tenía que dejarle una propina a ese genio del trading? Afortunadamente, Mildred había traído su pequeña bolsita cargada de monedas de un centavo. 

 

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03/12/2025, 19:49
La Guardiana

DRAMATIS PERSONAE
(PNJ de interés)

Wyman Dalrymple
El sheriff de Brindlewood Bay. Algo gruñón, pero un buenazo en el fondo. Cumple el estereotipo de muchos policías estadounidenses, pero se las arregla para ser eficaz con los pocos fondos de los que dispone.

Gunter

Gunter era el pequeño chihuahua que el señor Dalrymple se compró pensando que sería un pastor alemán y podría convertirlo en un fiero perro policía.

Wendy

Una vez que llegaron a la lonja el blanco felino despertó, como si hubiera tenido una alarma puesta, saltó del carrito y corrió hacía el puesto que tenía la cara de Rosa, estaba regentado Hans, un hombre que ya se acercaba a la edad de la jubilación, pero en aquella ocasión se encontraba su hija, Wendy.

El gato se sentó frente a ella, esperando algo de ella. 

-Buenos días Wendy- Saludó Agnes a la mujer, le encantaba aquel lugar pero no por ella, sino por las buenas migas que hacía su gato con todos los comerciantes. No solo le conseguía descuentos, sino que siempre se llevaba algún premio.

Etienne Beauregard 
Uno de los pescaderos más adinerados de Brindlewood Bay. Trabajó durante años como pescador hasta que, gracias a un generoso préstamo de Albert Krause, pudo comprar un gigantesco almacén frigorífico y comenzar su nueva carrera como empresario. Se siente en deuda con este último y lamenta profundamente su muerte.
Parece tener un vínculo especial con Rosa Pinkman, una de las Expertas del Crimen.

Jerónimo Finchdale
Hermoso ejemplar de Ara Ararauna y excelente memorizando contraseñas. Por desgracia, no es demasiado bueno guardando secretos. Ahora que vive con Agnes, ha establecido un pacto de no agresión con su gato, Mr Pickles. Le encantan las galletas.

Emily Krause
Tras los trágicos asesinatos en La Dama Regia, Emily ha ido a vivir a Boston con un pariente cercano. Ahora estudia en un internado de Europa, aunque pasa los veranos en Brindlewood Bay, visitando a Luna y al resto de Expertas siempre que puede.

Notas de juego