Partida Rol por web

Conduzco lenta y relajadamente por las calles de la ciudad, no tengo ninguna prisa en llegar a casa

Me temo que sera pronto, el señor Gold a dicho que a primera hora, a las 8:00, yo aún no se donde vives, que por cierto tendras que decirmelo si quieres que te lleve a casa y no te secuestre y te lleve a la mia, sonrio. De todas formas aún es pronto y tenemos tiempo para descansar.

Dijiste en manhattan no? vaya tengo un buen trozo hasta mi casa, yo tendré que madrugar y tu algo menos porque su despacho también esta en la isla, ahora calculamos el tiempo

Sí, en el número 20 de la calle 32.

Le digo a Nico con una sonrisa.

Jajaja, secuestrarme dices? ummhh suena tentador. Pero mejor hablemos de cosas serias, mañana a que hora te irá bien recogerme?

El rubor cubre mis mejillas, miro hacia adelante, intentando evitar su mirada hasta que el rubor desaparezca...

Al llegar a la isla pongo rumbo a casa de Jane, la calle esta llena de turistas que jamas han visto tantas luces y publicidad junta.

A las 7:15 te recojo... tengo curiosidad por saber que nos quiere contar el señor Gold...   

Después de unas pequeñas instrucciones llegamos a la puerta de los apartamentos en los que vive Jane, justo antes de detener el coche me giro hacia Jane con cara de pillo

y hablando de cosas serias... ¿no vas a invitar a tu novio a cenar?

Sí, yo también siento algo de curiosidad.

Estamos llegando a mi calle, miro por la ventanilla y veo a la chafardera de la vecina mirando con la boca abierta hacia el coche, en este momento escucho como Nico me dice lo de la cena. Me giro a mirarle con los ojos bien abiertos.

Qué? Como? Aiss.. Perdona, quieres cenar en mi casa? aunque... La verdad, no esperaba visitas y no se ni lo que tengo para ofrecerte... Yo...

De repente me doy cuenta de que estoy diciendo tonterías, que me he puesto bastante nerviosa y prefiero callarme. Me quedo mirándole a los ojos, perdida en su mirada.

No es obligatorio Jane, si tu casa no esta visible o no tienes nada para cenar me voy, mañana a las 7:15 te recojo, descansa.

le doy un pequeño beso en los labios.

Sí, será mejor... Me gustaría poder ofrecerte alguna cosa, pero quizás sea mejor así.

Le digo mientras le devuelvo el beso en los labios. Salgo del coche, y antes de entrar en casa me giro y me vuelvo a despedir con la mano, mirando como se aleja.

El Aston Martin se acerca lenta pero ruidosamente a la puerta de Jane y se detiene cerca de ella suavemente. Me siento muy agusto en el interior del coche, protegido del frio y la humedad de la mañana, me hundo en el asiento y enciendo la radio para ir escuchando las noticias mientras espero a Jane.

Al llegar la hora en la que he quedado con Nico, bajo para esperarlo en la puerta. Observo como ya se encuentra esperándome. Me abrocho bien la chaqueta y saliendo al frío de la mañana me dirijo hacia el coche. Antes de entrar le saludo con la mano, para no sorprenderle abriendo la puerta de improviso.

Buenos días

Le doy un beso en los labios al entrar en el coche, una sonrisa cruza mi rostro.

Qué tal esta mañana?

Veo a Jane llegar y saludarme con la mano, protegida dentro de su chaqueta, abre la puerta y se sienta.

Buenos días... fresco como una rosa, ya llevo un rato levantado y he ido a correr, así que completamente despejado, hace una mañana bastante fría... y a ti como te ha ido ¿estas cansada? 

Mientras hablo me pongo en marcha hacia la dirección que nos dio el señor Gold

La verdad, he descansado muy bien esta noche. Has ido a correr con este frío? buff.

Digo frotándome las manos, mientras me imagino corriendo en el frío de la mañana.

En cuanto me dejaste me tomé un baño caliente y me acosté enseguida, lo necesitaba. No llevabas mucho rato esperando, verdad?

El coche avanza lentamente en la fria mañana y el otra vez denso tráfico de Manhattan, el despacho del Señor Gold no quedaba muy lejos de allí pero la primera hora del día en la isla era siempre demencial.

Acababa de llegar no te preocupes...voy a correr todas las mañanas... me ayuda a comenzar el día despejado y con las pilas cargadas, además tampoco soy de dormir mucho.

Detengo el coche ya que un semaforo se acaba de poner en rojo

mmm... ¿te digo una cosa Jane?. Me hubiera gustado estar en ese baño. Bromeo y acto seguido le doy un largo y sensual beso en los labios

Siento como se acelera mi pulso al sentir la proximidad de Nico. Me pierdo sintiendo sus suaves labios. Instintivamente llevo mi mano a acariciarle el pelo, enredando mis dedos con suavidad. Un sonido hace que de repente vuelva a la realidad, presto atención y me doy cuenta de que son bocinas de coches. Al abrir los ojos me doy cuenta que el semáforo ya está en verde, y la gente empieza a ponerse nerviosa...

Nico, el semáforo.

Le digo apartándome para dejarle conducir. Me doy cuenta que un suave rubor cubre mis mejillas.

me aparto fastidiado por el claxon y todavia excitado por el beso. Vuelvo a poner el coche en movimento.

Si tienes razón... ¡¡ya voy!!

pronto aparece el edificio en el que se debe encontrar el despacho del Señor Gold, vamos a  un aparcamiento privado que marca el GPS cerca y bajamos del coche. 

Bueno Jane... pues ahora al trabajo... lo dicho, participa en todo lo que te veas capaz y no dejes que te intimide el ricachon, digo guiñandole un ojo.

No te preocupes, intentaré estar a la altura.

Le digo con una sonrisa en los labios, aunque en cierta manera me siento un poco nerviosa, él me da seguridad. Salimos del aparcamiento y nos dirigimos hacia los ascensores. Sujeto con fuerza la bolsa con el portatil, y la carpeta donde llevo la documentación. Al llegar a los ascensores un señor me cede el paso y se lo agradezco con una sonrisa, me subo y espero a que Nico pulse el botón de la planta, ya que ahora mismo no recuerdo a que piso nos dirigimos.

El ascensor sube como una exhalación al piso en el que se debe encontrar el piso del señor Gold. Intento centrar mi mente, el trabajo va a comenzar y tengo el presentimiento de que será importante. Jane me mira con esos increibles ojos y me detengo otra vez admirar su belleza.

Bromeando le digo ¡¡No me mires asi!!

Sonrío ante el comentario de Nico, y miro de reojo al otro ocupante del ascensor. Parece discreto y no mira en nuestra dirección. Baja dos plantas antes que nosotros y nos quedamos solos en la intimidad del ascensor.

Aprovechando la corta intimidad, me acerco a Nico y le doy un rápido beso en los labios susurrándole en el oído. No puedo evitarlo. Rápidamente me coloco en una posición adecuada antes de que se abran las puertas.

Tink!!

Una verdadera lastima que el viaje en ascensor haya durado tan poco.

le hago un gesto con la mano para que pase ella primero y salimos al hall del despacho del señor Gold

Salimos del ascensor a un hall bastante amplio. A un lado veo a la que debe ser la secretaria del sr. Gold, está al teléfono. Parece enfrascada en algún tipo de conversación bastante animada. Levanta la vista y mira en nuestra dirección. Rápidamente se despide de la persona con la que está hablando y  nos hace un gesto para que nos acerquemos.

Nos dirigimos hacia su mesa, la cual está muy ordenada. No se parece mucho a la mía, que siempre está con montañas de papeles que me cuesta hacer reducir.

Buenos días, teníamos una cita con el Sr. Gold

La calefacción aquí está muy alta, y siento como mis mejillas arden.