Partida Rol por web

El suelo aún sigue mojado. Tres días seguidos de lluvia, y aún así los vapores de la condensación se pueden ver elevándose desde el asfalto. Asfalto, acero y neón. Todo unido en una amalgama casi sin sentido. Por qué cojones siempre hace ese horrendo bochorno cuando llueve en Night City, o mejor dicho, por qué cojones la ropa se sigue pegando al cuerpo durante tres jodidos días.

Habeis parado el coche al lado de la acera. Donde el puesto de tacos de Juan, ese mexicano que parece siempre tener miedo de algo. Se nota en sus ojos de ratón. Claro que tener un puesto de tacos en Night City debería estar considerado profesión de alto riesgo. En la acera se ve una auténtica marea de gente. Predominan los tejidos de latex, las hombreras y el cuero sintético. Una fulana hace la calle demasiado colocada como para que le importe vuestra presencia a escasos metros. Su corto vestido cambia de verde a rojo en cuanto un hombre se acerca a ella y le dice algo al oído. Os fijais en que también su pelo cambia de negro a rubio en cuestión de segundos. Así es Night City, un gigantesco camaleón.

Parece que hoy no hay mucho tráfico, comenta una voz desde el asiento trasero. Tras el lacónico argh... de Jensen, el veterano agente Frasen responde a la chica: No, esta avenida enlaza apenas un kilómetro más adelante con la 4ª, y hoy es primer viernes de mes. Veis a la preciosa pelirroja con cara de no saber por donde van los tiros. El primer viernes de mes los Night City Panters juegan en casa, y la 4ª es la avenida que todo el mundo evita porque dentro de unos 10 minutos la gente saldrá del estadio y aquí se formará un sin dios. Vuestra vista se vuelve al puesto de tacos. Otro joven agente, el agente Li, sigue esperando por los tacos. Y a este ritmo estaremos aquí cuando se forme el sin Dios, comenta Jensen. La chica ríe. Pensais en el momento en el que el capitán os informó de que dos recién licenciados harían el turno de noche con vosotros. Parece el puto día de lleva a tu hijo al trabajo. Había comentado el capitán. En fin, estos son Andrea Renton y John Li. Cuidadlos. Acto seguido había añadido: Las niñas bonitas no deberían ser policías. Observais el relejo de los neones en el asfalto mojado y el fantasmagórico efecto entre la nieblina mezcla de condensación y polución. Y ahora, una canción para un viernes como hoy, anuncia la radio. https://www.youtube.com/watch?v=mGgMZpGYiy8&li...

Al cabo de un minuto de canción observais que Juan por fin ha dado una bolsa a Li, y este se dirige hacia el coche.

La canción se corta acto seguido y por el comunicador integrado una voz conmina: Central a Cobra 7, Cobra 7 responda por favor. Tenemos un 13.14. Asaltantes desconocidos han abatido a una patrulla a un kilómetro de su posición y se dan a la fuga en una furgoneta Chevi negra. Llegarán a su posición en breves. Responda Cobra 7.

Me encontraba sentado en el asiento del conductor del coche policial. Los asientos eran cómodos y el coche era lo suficientemente amplio como para relajarse.  Siempre digo que cualquier momento es un buen momento para relajarse. Todos los días ocurren peligros en esta ciudad y me deber como policía resulta que es estar en todos ellos. En un lugar donde morir esta a la orden del día. Relajarse es lo mejor que puedes hacer.

Y ahí estaba. Pensativo, mirando a la ventana viendo como las gotas de la lluvia caían y como el parabrisas se las llevaba. Aquello me hacía pensar en la lluvia, no en esta que tenemos siempre, en la de verdad. Sustituir el acido por la frescura era algo con la que me atrevía a fantasear en más de una ocasión. Aunque siempre he sabido que nunca seria de esas personas que se jubilan y se mudan a un rancho cerca del Mississippi para disfrutar de los pocos días que me quedaban.

Me estaba tocando, gracias a uno de mis numerosos tics, uno de las clavijas que tenia ciberimplantadas en mi cuello. Nunca lo supe, pero aquel diminuto enchufe morado y de filigrana de plata, cumplía diez años desde que me lo implantaron. Me estaba haciendo viejo, y la edad de mis circuitos estaban llegando a su fecha límite de rendimiento total. En cuestión de meses mis reflejos irían más lentos y yo quedaría para el arrastre. Al menos podía irme con la conciencia tranquila y el trabajo hecho.

Al escucha a la centralita desde la radio del coche solo pude volver a mí ser y soltar con voz ronca un Maldita sea. No podía ni tener una cena tranquila. Aquí Cobra 7. Recibido Central, nosotros nos encargamos del 13.14. Dije tocándome la oreja derecha. Parece ser que al final sí que vas a tener acción en tu primer día jovencita. Encendí el motor del coche y puse la sirena para poder cortar la calle lo mejor posible.

Una vez situé el coche de policía  en una zona segura de la carretera, me puse el sombrero para taparme de la lluvia y salí del coche. Eh Iron. Ven y échame una ayudita para colocar los pinchos en la carretera.  Me dirigí al maletero del coche para coger los pinchos y mi fusil. Prepárate para lo peor pero espera siempre lo mejor me dije en voz baja.

Jensen sonrríe socarronamente mirando a su compañero.

Parece que es un buen día para partir culos, ¿no crees Falcon? -se queda pensativo unos instantes- Deberíamos buscar algo para hacer de obstáculo y que choque la furgoneta... ¿alguna idea?

Empieza a buscar alrededor del coche patrulla algo que que pudiese usar para ese fin.

Espero encontrar algo...no quiero gastarme munición a lo loco disparando...a no ser que apunte...a las ruedas?

Li, Falcon, intentad poner los pinchos en medio. Renton, pide refuerzos por si acaso -saca su fusil, abre la puerta del coche a modo de cobertura y apoya su arma ahí- Yo me pondré en posición por si eso falla...

Tranquiliza su pulso y comienza a apuntar a través de su mirilla a la espera de ver sus ruedas.
 

Apenas habeis movido el coche y bajado cuando veis como un par de haces de luz cortan la neblina y se acercan a toda velocidad. La susodicha furgoneta aparece esquivando los pocos coches que circulan. Podeis oir los disparos de armas automáticas y las sirenas del coche policial que sigue a la furgoneta. La gente se agolpa en las aceras, mientras los neones, impasibles siguen cambiando los colores de la noche. Un punki borracho, litrona en mano, grita algo que no llegais a entender mientras se hecha a reír.

Falcon sabe que no dará tiempo a poner los pinchos y Jensen que no podrá apuntar como le gustaría. A escasos 50 metros la furgoneta choca contra un coche, enviándolo contra una boca de incendios. El ruído consigue apagar todos los sonidos de la calle y un gran chorro de agua surge del suelo. El coche continúa sin control y se empotra contra la fachada de un edificio. Los gritos, los cristales rotos y las carreras no consiguen despistaros de vuestro objetivo. Lo tendreis encima en cuestión de segundos...

Joder... este cabrón va a toda leche...-Jensen se sorprende al ver la velocidad de la furgoneta pero recupera la frialdad- ¡¡Pero no te dejaré huir!!

¡¡Falcon!! ¡Sal del camino!

Cambia su objetivo de la rueda por el propio conductor y dispara.

El  disparo parece alcanzar a su objetivo. La furgoneta realiza un fuerte virage que a punto está de hacerla volcar.

Fraser se quedaba quieto viendo como en frente estaba virando el coche salvajemente. Rapidamente cogió su fusil y disparo a la cabina del conductor. Tras las ráfagas del disparo se giro y empezó a dar grandes zancadas al coche policial

Maldita Sea! La próxima vez sigue el protocolo. Es un orden. Le dice bruscamente a Jensen.

La furgoneta serpentea a la vez que Jensen se echa a un lado tras su certero disparo. Sune a la acera, donde gracias a dios, la gente se ha apartado, para volver, al segundo siguiente, a la carretera, desde donde prosigue su camino.

Desde el coche patrulla, la joven conmina: Vamos tras ellos!

La furgoneta se aleja por la 9ª avenida, con dos coches de policía detrás, en el cielo aparece un helicóptero. Una voz metálica anuncia: Policía de Night City, detenga su vehículo o procederemos a su inmovilización.

Los disparos, que cesaron unos segundos vuelven a rasgar la noche.
 

Jensen no muestra un ápice de alteración o vergüenza por su acto y sube al coche en el asiento de copiloto.

¿Preferías seguir el protocolo o hacerlo así y cortar de raíz la mala hierba? -cierra la puerta a la espera de su compañero- Admite que aunque sea poco ortodoxo, así tenemos menos viudas y huerfanitos, ¡¡así que no jodas y arranca ya que se largan!!

Adam nunca fue muy propenso a respetar las jerarquías dentro del cuerpo y menos en situaciones de peligro. Valoraba más un trabajo acabado que lamer culos.

Seguía caminando a zancadas mientra la lluvia me mojaba. Si hubieses seguido el protocolo como te lo manda un superior ahora no tendría que estar persiguiendo a unos bandidos. ¡Quedara en el informe, agente! Y haz el favor no digas ni una palabra mas ni a mi ni estos novatos que no han tocado un arma en su vida y mucho menos la funda que la lleva. No era una buena manera de empezar una persecución. 

Me conecte al vehículo y este empezó a rugir. En menos de lo que tardan mis neuronas en enviar un impulso al motor, todos los marcadores del salpicadero se pusieron en rojo.

Tras una impresionante arracada, con derrape incluído, seguís a la furgoneta, a medida que avanzais esquivando los pocos coches que hay en la carretera os vais acercando. Desde el aire, un foco corta la oscuridad siguiendo a la furgoneta. Delante vuestra Cobra 3, tambien reduce distancias. Los disparos suenan cada vez más fuertes. El otro coche zigzaguea como puede levantando humo del asfalto.

Al llegar a un cruce, la furgoneta gira a la derecha y se encuentra con otro coche, al que enviste sin miramientos, tras un par de trompos, Cobra 3 consigue esquivarlo, para vosotros ya no es un problema. Ha salido disparado a la acera, a la que se ha subido para chocar contra una pared con un golpe sordo.

Fraser controla el vehículo cuando éste pierde la tracción trasera al esquivar a un coche que amenazaba con un choque frontal.

Atrás, los tacos salen volando junto con las coca-colas, llenándolo todo de mierda.

Joder Li, exclama Renton.

En ese preciso momento, el coche de policía que va delante vuestra se envuelve en llamas y comienza a zigzaguear de izquierda a derecha. Fuera de control, deja a su paso una estela de llamas y humo.

En algún lugar perdido de mi mente. Justo entre la fría interfaz del ordenador, las imágenes rápidas del parabrisas que desfilaban por mis ojos y el enorme motor bravo y rugiente; podía sentir como la salsa del burrito me manchaba la gabardina.

Necesitaba su mente a plena potencia y sus neuronas más rápidas para conseguir alcanzar a esa furgoneta y salir vivos en el intento. Nada mas encender el coche con su mente, se aseguro de poner la sirena. Tenía tres vidas que proteger y prefería no hacerme el valiente al volante.

La habilidad de Fraser al volante va camino de ser legendaria. El coche incendiado, se abalanza sobre el vuestro. Instintivamente os preparais para un impacto frontal, sin embargo, cuando todo parece perdido, un brusco giro, acompañado de una frenada con el freno de mano, consigue minimizar el impacto. El coche incendiado colisiona con el frontal derecho de vuestro coche, apartándose violentamente y explosionando lanzando sus piezas por doquier, acompañadas de una gran llamarada.

Por la colisión, salís desviados hacia el carril contrario, a escasos metros de un par de faros que os iluminan de frente. Fraser, con habil golpe de volante os devuelve a vuestro carril. Sanos y salvos, aunque amoratados después de tan violentas maniobras.

La radio de la policia deja de emitir unos segundos. Vuelve la radio normal. Aquí Radio Night City. Nos acabamos de enterar que hay una persecución. No está muy claro por qué todavía, pero bueno, con la poli de Night City nunca se sabe. Comenta el locutor. De todas formas desde esta casa queremos apoyar a nuestra inútil policía con un tema clásico. https://www.youtube.com/watch?v=uHZJej98_T0 La música comienza a sonar a la vez que desde la furgoneta os llueven ráfagas de balas. A por ellos chicos, comenta el locutor.

Los ciberconectores eran uno de los mejores inventos que había visto la humanidad en el siglo XXI. Al contrario de lo que se piensa, los cientificos que la crearon no sabian muy bien lo que hacían. Solo trataban de buscar nuevas maneras de crear agujeros a los que poder conectar cables. Claro que después de meses de pruebas, lo empaquetaron y lo vendieron en masa.

Todavía no se descubre el porque una persona conectada a un vehículo puede sentir el dolor de un accidente. Aunque eso no importaba a la hora de perseguir a los malos. Fraser estaba totalmente concentrado y no podía escuchar las absurdas quejas de su compañero Iron. Ni siquiera podía saber si estaba recibiendo su cuerpo las ráfagas de las balas enemigas. Solo podía sentir el dolor de recibirlas. De algún modo, pudo encontrar concentración en todo ese caos. Y un rugido se oyó dentro del coche.