Partida Rol por web

Mientras decidís el curso de vuestras futuras acciones, Eredhir os hace notar que desde el norte se acerca un grupo de humanoides. Pero antes de que decidaís si os preparáis para el combate o buscáis refugio en algún edificio cercano, de nuevo el elfo os comunica que se trata de Philius y cuatro de sus lobos.

El cabecilla de los Lobos del Príncipe se os acerca con los brazos abiertos y una amplia sonrisa en la cara...

"Increible, amigos míos. Aunque quizás no seáis consciente de ello, habéis acabado con uno de los mas recurrentes villanos del Bosque de los Temblores" dice mientras observa el cadáver de Ionacu, como queriendo cerciorarse que el Lobo Demoníaco sigue tan muerto como sus secuaces.

"Por ello, sabed que mi tribu cantará durante años odas a vuestra gesta. Perdonadme el atrevimiento pero hice que uno de los nuestros os siguiese discretamente y acaba de volver junto a nosotros para informar de que habíais resultado victoriosos."

Con una franca sonrisa, el licántropo continúa: "Bien, ahora es el momento de honrar nuestra parte del trato. Estamos dispuestos para efectuar un ataque de distracción desde el norte de la plaza para que las fuerzas del Sendero Susurrante se desplacen hacia nosotros y hacer posible que bordeéis la plaza por el sur sin ser detectados. Eso debería ser suficiente para que podáis atravesarla y llegar hasta la torre en ruinas que hay más al este, donde suponemos se hallan los líderes de este macabro culto a la muerte."

A continuación, uno de los lobos le pasa a Philius un carcaj con flechas de plumas rojas. "Aquí tenéis" dice mientras tiende las flechas a Zaev. "Estas flechas se ven envueltas en llamas al ser disparadas. Lanzad dos rectas hacia el cielo separadas en el tiempo por 10 latidos de corazón y sabremos que es el momento de comenzar el ataque de distracción."

"Aunque para asegurarnos de que vemos el lanzamiento de dichas flechas, quizás sería mejor asegurar ese molino como punto elevado antes de que caiga la noche, ahora que Adimarus ha dejado la posición vacante..." finaliza mientras mira hacia la parte alta del molino en ruinas.

- Creo que lo mejor sería descansar, no me atrevo a otro combate sin el apoyo de nuestro mago. Otro como éste y yo al menos no salgo viva, os recuerdo que hoy he estado a punto de morir tres veces, dos bajo heridas y otra bajo la belladona. De todos modos trataré, antes de descansar, de recordar a ver si en algún momento leí algo sobre esa posada. También optaría, por acercarnos a ese fantasma... por las buenas, sin iniciar un ataque hasta saber si es hostil, quizás incluso se pueda negociar con él. 

Tras la charla con Philius Garv escuchó las opiniones de los que restaban. Era cierto que ahora contaban con algo parecido al factor sorpresa, siempre y cuando no hubieran sido alertados sus enemigos ya, pero también el potencial ofensivo mágico del grupo estaba francamente mermado tras semejante enfrentamiento.

Ahora bien, no podía negar que el asunto del fantasma que comentaba Alatar le intrigaba. Toda alma en pena merecía el descanso y, dado que la mayoría de sus compañeros parecían optar por descansar antes de seguir, tal vez pudiera echar un vistazo -Si a nadie le parece mal, en lo que buscáis un lugar para descansar previo al asalto yo iré a la posada. Tal vez pueda ayudar a un ánima en tránsito a alcanzar la paz. Dadas las circunstancias me temo que sólo puedo garantizar mi propia protección, por lo que no os pediré que os arriesguéis-

Tras esperar unos instantes se preparó mentalmente y con una plegaria a Pharasma para que le protegiera de todo mal se encaminó hacia la posada. Una vez allí, antes de entrar, conjuró otro sortilegio que, por la gracia de su deidad, le permitiría detectar a los no muertos con la finalidad de no malgastar tiempo e ir lo más rápido posible a librar a aquella alma en pena.

- Dame unos minutos Garv. Iré contigo.

Y Dalía se sentó en el suelo, metidando, durante unos segundos.

-Gracias Philus, espero que ya no quede nada más que demostrar, casi perdemos a una compañera. Para poder sincronizar bien nuestras acciones, ¿cuánto tiempo tardaréis en aparecer tras la señal?

A continuación se dirije al otro arquero del grupo:

-Ya veremos quien de los dos da el aviso. No me gusta revelar mi posición justo antes del combate, pero mejor no adelantarnos a los acontecimientos. - Tras repartirse las flechas con Eredhir, medita un momento sobre las alternativas que se les presentaban.

-Te cubro, Garv. No sabemos si el fantasma es hostil o no, pero mejor estar preparados. En cuanto a qué hacer después, puede que lo mejor sea descansar, visto como andamos de recursos. De todos modos creo que podríamos atrincherarnos en el molino hasta haber recuperado fuerzas.

Pero que hacéis! meteos ya en la cama!

Ya voy yo con el clérigo, que parece que el que no va a poder descansar en paz va a ser él, si no da paz a todos los muertos con que se cruce... Dijo el enano haciendo referéncia al en exceso bien hacer con los muertos de Garv.

Venga te sigo cuando estes listo. Dirigiendose al clérigo.

Garin sigue a Garv con las armas guardadas, para no asustar al fantasma. Al pensar en ello al enano se le dibuja una pequeña sonrisa en la cara casi inapreciable por su espesa barba y murmura en voz muy baja y para sí mismo: Para no asustar al fantasma, manda huevos...

Recuerdas haber leído en alguna parte que alguien llamado Ulcris Sedmir se ganó la infamia durante la Guerra Sin Rivales por haber presionado al consejo de Feldgrau para aprobar una ley que favorecía la neutralidad política del pueblo y permitía suministrar víveres a ambos bandos.

Como existen en toda la guerra, Ulcris era seguramente un colaboracionista que alimentaba a los mismos hombres del conde Neska que posteriormente acabaron plantando fuego a Feldgrau y asesinando a sus habitantes en la plaza pública...

"Te aseguro, amigo, que el momento en el que empecemos a atacar al Sendero Susurrante será más que evidente, sobre todo para ellos. Hemos asegurado la antigua tienda de un alquimista y encontrado unos cuantos viales que estaremos encantados de arrojar a los cultistas, con explosivos resultados... Esperad hasta que veáis los fogonazos." responde Philius a la pregunta de Zaev.

A continuación realiza una breve reverencia y se despide. "De acuerdo entonces, habrá alguien siempre vigilando esperando vuestra señal. Estaremos atrincherados hasta entonces en el almacén donde nos encontrásteis."

El inquisidor toma las flechas que le ha tendido Zaev y asiente, avanzando con su arco preparado: "Hacia la posada entonces. Guíanos Garv, yo también te cubrire."

Entráis en la posada por la puerta de la fachada norte. Empujando la doble puerta, en el interior se pueden ver los restos de un antiguo carro de tiro. El eje se ha podrido y uno da las ruedas yace separada del resto del carro, a un lado. Al fondo se adivinan unos cuantos barriles de aspecto envejecido. Todo ello se haya cubierto de una gruesa capa de polvo.

Es evidente que esto no es la entrada principal de la posada, si no posiblemente el lugar por donde entraban los suministros de la misma, seguramente mendiante el carro que veis. Al fondo un amplio mostrador separa el área de almacenamiento de un corredor oscuro que se extiende hacia el sur.

El conjuro de Garv identifica facilmente la presencia de un no muerto en la zona aproximada donde Alatar dijo haber visto la fantasmal presencia. Armándoos de valor cruzáis el pasillo para entrar en lo que parece ser la recepción de la posada. Y tras otro mostrador más pequeño que el de la otra habitación por fin lo véis.

Una figura translúcida se encuentra tras el mostrador, sobre el que se haya clavada un hacha también incorpórea. Tiene el pelo ensortijado y bolsas bajo los ojos y su cara muestra un aspecto desencajado que podría ser de terror o una sádica sonrisa...

"¿¿Qué se les ofrece hoy, oficiales?? ¡¡¡Sólo lo mejor para el noble ejército de Barstoi, ese es mi lema!!!"

- ¿Ulcris Sedmir quizás?

Al avanzar por la posada, Garin se fija en que ha sido construida sobre buenos cimientos y los muros están en buen estado pese a los daños que ha provocado la intemperie y el fuego que devastó el piso superior.

Podría ser un buen lugar para descansar si el grupo decide hacerlo aquí. Habría que cubrir la doble puerta al norte y la entrada de la recepción. Y buscar el acceso al piso superior y ver es practicable y/o se puede bloquear de alguna manera.

Y  al pasar cerca del mostrador donde está el fantasma se da cuenta que varios tablones han sido quitados y vueltos a reponer en su sitio: los clavos son de distinto color y además la madera se ha hinchado al acumularse humedad bajo los tablones. Ahí debajo hay algo, seguro. Claro que ahora mismo no es momento de investigar porque el fantasma está justo encima...

Dalía sabe que los fantasmas son muertos vivientes incorpóreos que se encuentran vinculados al lugar donde murieron en circunstancias traumáticas. Si son hostiles atacan con su toque corruptor que produce el envejecimiento prematuro y puede ser letal. Además algunos tienen capacidades adicionales de dañar a los intrusos con ataques de mirada, auditivos, lanzamiento de objetos y a veces tomar posesión de un huesped al fusionar su forma espectral con el cuerpo del anfitrión.