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Monasterio de San Vardishal - Fireday 8 de Sarenith 4719 A.R., 13:21

Nuestros cinco héroes parten del campamento de la Garra del Sultán rápidamente, recogiendo sus cosas y montando en sus respectivos camellos. Elnara surcaba el cielo desde el lomo de Roxie, vigilando por si alguien acechaba al grupo. Los Baldíos de Uwaga, las enormes tierras desérticas que rodeaban Kelmarane, justo al sur de los Picos de Bronce, eran una tierra yerma, desprovista de mucha vida más allá de algún que otro árbol raquítico que se retorcía en busca de agua.

Viajando a través del polvoriento camino, se cubrían de los rayos del sol como podían y sus camellos avanzaban hacia delante, en pos del abandonado monasterio. A través de un pequeño cañón, avanzaron hacia el montañoso macizo donde se alzaba un antiguo monasterio sarenita, abrigado bajo la sombra de un recodo de la montaña que cedía hacia dentro, creando un saliente natural que proveía de sombra al monasterio.

Abandonado hace años, el monasterio parece estar en completas ruinas, las paredes agrietadas y la pintura saltada, la mayor parte cubierta por escombros resultado de las vigas del techo cediendo, y la mayor parte de la capilla, que otrora mostraba lujosas vidrieras ha colapsado encima de sí misma, dejando sin techo la mayor parte del edificio. La vegetación ya ha empezado a tomar estas ruinas y el pasto comienza a rodear al monasterio en la zona de sombra, junto con algunos granados que empiezan a crecer alrededor.Un estrecho camino serpentea hacia el monasterio, y se bifurca para dar a dos entradas donde en mejores tiempos hubiera habido puertas, pero ahora solamente hay huecos en la pared. Un extraño silencio ocupa todo este lugar, llenándolo de un aura de reverencia.

Todo eso es interrumpido cuando, de lejos, mientras os acercáis por el camino, se oye el horrible berrido de un pugwampi.

Pugwampi: ¡съешь мою задницу!

Edriel se encontraba encantado con la cabalgata, el polvo, el calor, la sudad que llevaba encima... todo le daba igual ante la perspectiva de la expedición arqueológica. Por eso cuando escuchó las voces de los Pugwampis, se llevó un buen chasco. El elfo bajó del camello y se apoyó en su gran lanza.

-Maldita sea. Y yo que soñaba con una exploración pacífica... 

El Investigador aprestó el oido para intentar identificar cuantas voces distintas se oian

Elnara le pegó un varitazo a Roxie y otro a sí misma y luego emprendió el vuelo alrededor del monasterio, muy de cerca de la fachada, para ver si detectaba movimiento dentro y, si era posible, identificar otras posibles entradas. 

-Por las voces, diría que hay al menos 3 pugwampis ahí dentro. Pero es de suponer que hayan más. Quizás sea todo un nido de ellos.

El elfo se bebió uno de sus extractos y un escudo translúcido fantasmal apareció frente a él durante medio segundo, antes de desaparecer.

-Vamos a tener que limpiar.

El enano iba malhumorado, como siempre que le tocaba montar a ese camello cabrón que debía tener sangre de los planos inferiores. Aún así se animó mas al ver el monasterio y aún mas al ver que habría jaleo y pelea. Una gran sonrisa se dibujó en su rostro mientras acudía a sus poderes psíquicos para controlar a la tierra y aceleraba al camello.

Siempre era mejor tener poderes psíquicos, no es que Guijarro los comprendiese mucho, simplemente funcionaban. Pero tenía ventaja no ir diciendo ridiculeces y haciendo bailecitos o suplicando a un dios que bien podía darte la patada si lo ofendías.

Elnara y Roxie vuelan alrededor del monasterio, mirando a través de las múltiples ventanas que aún se aguantan.

A1 es una amplia columnata en ruinas llena de escombros. Parece que hay por lo menos un pugwampi en esta sala que se ha burlado groseramente del Elnara al pasar.

A17 es un algún tipo de comedor. Elnara no ha visto nada de interés aquí.

A18 parece ser algún tipo de sala de descanso llena de camas. Tampoco ha visto a nadie aquí.

A5 es un amplio pasillo que da al frondoso patio interior de un claustro.

A10 es una pequeña sala circular en la que unos chillidos horribles agudos y estridentes de unas criaturas probablemente pequeñas y voladoras que hay en su interior disuaden a Elnara de acercarse mucho.

En A1b parece haber una enorme losa de piedra con inscripciones.

En A2b hay la enorme y derruida capilla, cuyas vigas aún se aguantan y, desde las cuales, un grupo de 7 pugwampis se asoman, mientras una voz más grave y corpulenta grita:

???: ¡лучники, готовые к стрельбе! ¡в настоящее времяяяяя!

Al dar la orden, los pugwampis sueltan una andanada de flechas diminutas encima de Elnara y Roxie. El roc vuela hábilmente entre las flechas, rápidamente alejándose del edificio lo suficiente para salir del rango de estas criaturas y vuelve con el grupo.

Con resignación, preparo la honda. No soy el mejor con ella, pero lo prefiero a el tener que recibir tantas heridas como me sucedió ayer.

"Quizá sea demasiado tarde, o quizá demasiado pronto, pero... ¿Alguien sabe ALGO acerca de los Pugwampis?"

"Aparte de que no me gustaron NADA, por supuesto... y que parece que tenemos que volver a enfrentarnos a ellos"

Creo que ya te conté sobre los Pugwampis en la Garra del Sultán, pero son unos duendes malignos del desierto que traen mala suerte a quienes están cerca suyo. Se regocijan gastando jugarretas sucias y causando sufrimiento a otras criaturas. Adoran a los gnolls como dioses o seres superiores y siempre se encuentran cerca de sus campamentos.

Como todas las criaturas feéricas, su piel es resistente excepto contra las armas de hierro frío y además exhiben cierta resistencia a la energía mágica, no es fácil afectarles con un hechizo.

Sólo sé decirte lo de antes,  que son unos duendes malignos del desierto que traen mala suerte a quienes están cerca suyo. Se regocijan gastando jugarretas sucias y causando sufrimiento a otras criaturas. Adoran a los gnolls como dioses o seres superiores y siempre se encuentran cerca de sus campamentos. Como todas las criaturas feéricas, su piel es resistente excepto contra las armas de hierro frío y además exhiben cierta resistencia a la energía mágica, no es fácil afectarles con un hechizo.

-Y son expertos en tocar las narices, añadiría yo.

El Investigador parecía concentrado y ansioso por entrar en accion. Tenía en la mano otro extracto y jugueteaba con él, pasándoselo entre los dedos.

-Os parece que entremos por la puerta más cercana a la capilla y vayamos a por ellos directamente?

Las últimas palabras de Elnara me llaman la atención

"Epa EEEEEPA ¿Hierro frio has dicho?"

Tras esto, de los saquillos que cuelgan en mi cinto, cambio rápidamente la munición que estoy usando. Utilizo unas balas de color rojizo. El color del hierro virgen. El hierro nunca fundido.

"Tengo unas pocas balas más ¿Alguien más está interesado? Tambien llevo plata ¿Que? La munición de honda es barata. Apenas me valieron unas piezas de plata en el mercaddo."

Se me escapa una leve sonrisa. Causan mala suerte a su alrededor. Esto significa evitar sus cercanías, y machacar desde la distancia.

Una bandada de palomas sobrevuela a nuestros héroes de mientras se situen oyendo gritos y muecas molestos viniendo desde el monasterio, como si los pugwampis no conocieran el concepto de "modular el volumen".

Con un poco de suerte se darán cuenta de mi señal.

Edriel se dirigió a Guijarro. El elfo se fijó en Lybious e hizo lo mismo, cambiando lanza por arco

-Cuando quieras, enano. Tú primero.