Partida Rol por web

Kiko se tomó una poción de escudo de la fé y salió afuera junto a Curro para negociar bisarma en mano.

Algún voluntario para colocarse el anillo en la mano izquierda?  Susurró el pícaro para que los visitantes no le escucharan...

Curro cogió el anillo y lo enseñó, vaya así que queréis el pequeñín, pues bien venir a buscarlo... dijo el bravo bandolero mientras se lo ponía.

Hay que proteger a Curro de esa bestia! Seguro que intenta arrancarle el anillo de los dedos!
 

Agradeciendo el torniquete y la ayuda prestada Arlanzor se pudo de nuevo el guantelete mientras veía a sus compañeros salir de la casa. Al momento escuchó una conversación con una mujer a la que se unió otra tercera que no logró descifrar.

Enfurecido por la herida sufrida, el guerrero salió arma en ristre para ver quiénes eran aquellos que se habían presentado y que querían quitarles las cosas.

-Tiempo habéis tenido para encontrar las joyas y demás objetos de los Irrica. Ahora son nuestros y nosotros tenemos la misión de encontrarlos y entregarlos y así se hará. Si queréis podéis hablar con nuestros superiores para que os los cedan, pero ya no es nuestro problema.

Dicho esto se posicionó esperando un ataque o algo similar.

Os diablo observa a Curro intensamente mientras la mujer eleva el tono.

- ¡No hagáis algo que podáis lamentar después! Si me lo dais ahora, no tiene porqué haber ningún enfrentamiento.

¡Y tu la del hacha! ¡Retrocede ahora mismo!

Stryga sentía la llamada de Irori. No era momento para palabras, sino para la fuerza y el combate. La sacerdotisa alzó su otra varita y la activó. Una esfera de color azul translúcido tan grande como ella misma (3m) la rodeó durante un segundo y luego desapareció. Su lanza, de unos 8 metros en aquellos momentos, aún brillaba con su hechizo de luz en la punta.

-No teneis opción, señora. Os enfrentais a un grupo de Pathfinders experimentados en misión oficial. De mujer a mujer, daos la vuelta y, si quereis el anillo, acudid a Abasalón a pedirlo. Tú, criatura, espera tu turno.

Permaneciendo en silencio siente lo que le ha pasado a Arlanzor, pero todavía no tiene la capacidad para curar esos problemas.
Tras escuchar las voces me pongo en tensión. Señorita hemos trabajado duro, para conseguir estos objetos. Ahora no se lo daré a cualquiera.
Tu criatura, no hacemos tratos con los diablos

La criatura parece no belicosa a priori.

La heredera esta desesperada por el anillo.

El diablo alado observa con odio a Curro.

- Tengo todo el tiempo del mundo mortal, antes o después ... lamentarás esto.

Y desaparece.

Pava, furiosa, increpa a los mercernarios.

- Acabad con ellos, ¡inútiles!

Thiran avanza hacia el enemigo naranja y le suelta un potente golpe con su arma

Kiko se desplazó pero falló el ataque..

Arlanzor se lanzó a por los enemigos espada en alto para atacar a sus contrincantes y acabar cuanto antes con aquella situación.

Thira golpea en el pecho a su adversario (naranja), que cae sin emitir un ruido siquiera.

Pava carga con un grito de furia hacia Thiran al ver caer al guardia y le golpea con fuerza en la nariz, haciendole sangrar.

- Os di una oportunidad.

Haré os daré una lección.