Partida Rol por web

—Que alguien se ponga el anillo en la mano izquierda... —susurró Marissa antes de salir. 

—Saludos, damas. Como sabéis somos Pathfinders —dijo ganando tiempo— y venimos en nombre del sabio, justo, benéfico y noble Decemvirato. Todo honor y gloria para él. Loor a sus diez sabios miembros. 

—¿Que pruebas tenéis que esos objetos os corresponden? Y, vos, ser alado... ¿Quién sois y qué hacéis aquí? ¿Acaso sois una diablo, servidora de Asmodeo?

- Bueno la situación es como ha expuesto la compañera, tenemos unas órdenes muy precisas y no podemos ir dando las cosas al primero que se presente, sobre todo si uno es una especie de ser infernal... así que mejor que se aparten de nuestro camino, no hemos tenido problemas en eliminar a todo lo que se ha puesto en nuestro camino.

Pava parece enfadarse.

- Teneis una  última oportunidad. Si no, tendré que quitaroslo.

El anillo es mío por sangre.

Y si os interponeis, derramaré la vuestra.

El diablo sonríe: 

- Si, un humilde servidor, cansado de estar esclavizado por los irritantes Irrica, como esta mujer.

Dadme el anillo y me marcharé de aquí.

Cogí el anillo sin pensar en las consecuencias y me lo puse en mi dedo corazón de la mano izquierda. Con la cual le hize un gesto muy mal educado a la señora y al ser infernal.

¿Queréis el jodido anillo? Venid y arrancarmelo de la mano si podeis

Dichas estas palabras amenazantes agarre mi lanza con las dos manos y me puse en posición defensiva.

Al escuchar las voces provenientes del exterior salió a comprobar que estaba ocurriendo, pues no conseguía reconocerlas.

Marissa conversaba con una mujer y lo que parecía ser una demonio, cuya silueta le resultaba familiar. Ambos exigían que los objetos encontrados hasta el momento les fueran entregados, algo que provocó que su natural arrogancia saliera a la luz.

Así que por fin nos bendice con su presencia una de las integrantes de la extinta familia Irrica, un verdadero honor. Vagamente realizó una reverencia. Y este debe de ser su criado, muy estropeado le veo. ¿A que se debe esta reunión tan casualmente establecida? 

*Tu bravuconería nos va a causar problemas...*

Me temo que no está bajo muestra potestad estregar los objetos de los que habla, mi señora. Puedo decirle, con total seguridad, que no me interesan lo más mínimo, tan solo somos unos subordinados, como ha dicho mi compañera aquí presente. Si es usted tan amable, remítase a la.... Sociedad Pathfinder, seguro que ellos tienen todas las respuestas a su caso.

*¿Se puede saber en qué idioma estás hablando?*

Pese a su intento de mantener la calma,  Benito, como alma que lleva el diablo, literalmente, les arrebató el anillo y se lo puso sin pensar en las consecuencias. Las palabras y gestos siguientes aun retumbaban.

Valytria había estado examinando el anillo y posteriormente se lo había pasado a Circe, para que ella también pudiera examinarlo. Pero antes de que pudieran intercambiar impresiones, habían aparecido dos criaturas que pretendían despojarlos de los objetos que tanto les había costado recolectar. Valytria no estaba dispuesta a permitir que eso pasase, sin embargo, antes de que pudiera hablar, Benito le arrebató el anillo a Circe y se lo puso en la mano izquierda.

- Vaya, que impetuoso y apresurado. Esta vez no tendrá ningún problema pero esa actitud podría pasarle factura algún día... Por favor Sarenrae, protege a Benito Malaliebre, es testarudo y algo alocado, pero no tiene mal corazón. Protegelo con tu luz como me has protegido a mí, tu humilde sierva.

Salió entonces caminando con gracia y elegancia para ponerse al lado de sus compañeros.

 - ¿Un diablo dandoselas de misericordioso? Sí que tienes que estar desesperado! Jajaja -Valytria se rio con sorna de la criatura- No querido, ustedes no sabéis lo que es la misericordia, pero Sarenrae si que es compasiva. Y yo, como su humilde sirviente, también lo soy, así que os daré la oportunidad de iros de aquí mientras aún conservais la cabeza, ser vil. Aunque creo que sería más compasiva si te la cortase de un tajo y te mandase de vuelta a tu plano. ¿Qué preferís, horrible criatura?

- En todo caso, quedàis advertidos, tanto uno como otro, si se les ocurre hacerle el más mínimo daño a alguno de mis compañeros... bueno, digamos que en ese caso ya no sería ni compasiva, ni misericordiosa.

El diablo alado observa con odio a Benito y Valytria.

- Tengo todo el tiempo del mundo mortales, antes o después ... lamentareis esto.

Y desaparece.

Pava, furiosa, increpa a los mercernarios.

- Acabad con ellos, ¡inútiles!

Marissa quedó sorprendida por la partida del diablo y por el ataque de los mercenarios. 

La maldita muchacha reaccionó más rápido que ellos con su mala voluntad.

Tanto la marcha tan inesperada de aquel demonio como el ataque por parte de Pava provocaron que no estuviara tan preparada como defería para defenderse. 

Y tú pensabas que acabaríamos mal parados gracias a mí...

Valytria estaba preparada para lo que se avecinaba, sin embargo... no fue lo suficientemente rápida.

Sedrik observa la escena con detenimiento, y cuando va a coger el anillo de los Irrica para ponerselo, Benito se le adelanta y lo blande delante de los nuevos visitantes como si de un arma se tratase. Sorprendentemente el demonio parece que esta sujeto a la magia del anillo y al ver que no se lo vamos a dar de buena gana desaparece dejando tras de si una velada amenaza.

No tanto es así la ultima descendiente de los Irrica, Pava, que al parecer no quiere renunciar a las reliquias de su familia y al control sobre el que antaño fue la baza secreta de su familia. Ella y sus mercenarios estan en pie de guerra y estan dispuestos a entablar batalla.

Mi Señora, me presento; Soy Sedrik Tirentar miembro de este grupo de Pathfinder y como ya se os ha informado no esta en nuestra mano el devolver los objetos que antaño pertenecieron a su familia. Estos objetos, como bien sabe, albergan un gran poder que puede resultar muy peligroso en las manos equivocadas. Nuestro deber como miembros de la sociedad del conocimiento es poner dichos objetos bajo la supervisión de las personas capaces de velar por los intereses de la mayoria y en este caso, este deber nos obliga a negarle sus peticiones y a defender nuestra posición con la fuerza si fuera necesario. Le ruego que se replante su posición y permita a estos pobres hombres el poder volver con vida a sus casas a disfrutar de sus familias...

Pava avanza hecha una furia y golpea con una potencia brutal a Valytria con un tremendo puñetazo.

Valytria sintió como el puñetazo de Pava Irrica le causaba un tremendo dolor. Por un instante parecía que su determinación se iba a acabar ahí, pero miró a Pava enfurecida y decidió contraatacar. Nuevamente empezó a bailar su elegante danza, casi hipnótica y soltó un tajo con su cimitarra, refulgiendo en un brillante azul.

Con elegancia Valytria danza y lanza una estocada certera.

Pava parece moverse todavía más rápido tras el golpe y durante un instante sus ojos parecen brillar, cuando lanza un golpe de canto contra el cuello de la paladina.

- ¡NO SOIS ADVERSARIOS PARA UN ADEPTO ENTRENADO!

La paladina intenta apartarse pero cae al suelo inconsciente.