Partida Rol por web

Por fin la criatura cae, un combate duro a pesar de ser sólo una, si hubieran aparecido más...

- Sedrik ven que te eche un vistazo.

Muchas gracias Jarlan, me siento mucho mejor, aunque creo que el veneno todavía corre por mis venas... supongo que con un descanso prolongado o con los servicios de un sanador cuando lleguemos al proximo pueblo podre recuperarme completamente.

Ahora voy a echar un vistazo a ver si consigo encontrar algo.

Tened cuidado que estas criaturas son inteligentes y por lo que se de ellas son dadas a poner trampas en sus escondrijos...

Marissa fue a sanar al pobre envenenado, pero se le adelantaron. 

A ver si esta vez sí... —¡Milani, sana nuestras heridas! 

—¿Como va eso del veneno, Sedrik? —dijo mientras comenzaba a examinar la habitación. 

Los dos brazos de Sedrik continuaban temblando sin control bajo el efecto del veneno.

Mientras algunos intentaban extraer el veneno y aplicarle un torniquete, Benito y Marissa revisaron los restos del edificio.

Encuentran los restos de un caballero infernal que en su mano izquierda porta un elaborado anillo. Parece contener elaboradas inscripciones en un idioma desconocido.

¿Será acaso el anillo de Dremlut Irrica? Marissa sospecha que sí, reconoce algunas palabras aisladas que podrían formar parte de invocaciones.

Benito tropieza con una pesada piedra. Al moverla, descubre que es una pequeña estatua de piedra de Asmodeus, enterrada entre los deshechos. Un doble fondo oculta una bolsa con 326 monedas de oro chelaxiano.

—Este es el anillo del que hablaban. ¿Alguien quiere ponérselo en la mano izquierda? Tiene instrucciones en infernal y no creo que siente bien a mi aura divina. 

Valytria se acercó al anillo y empezó a examinarlo con cuidado.

- Mucho cuidado con ese anillo, puede hacerte algo terrible.

Jarlan y Colmillo estaban listos para saltar si hacia falta.

De puntos de vida estoy completo. Lo único que me falta es curarme del veneno. Creo que con las tiradas de fortaleza que hice y vuestra ayuda en sanar valdrán... El master dirá si tengo que hacer algo más. Supongo que lo único que puede pasar es que este con un penalizador a la DES hasta que descanse

Mientras parte del grupo ayudaba a Sedrik a recuperarse del veneno, fue junto a Valytria para examinar el anillo.

Con los ojos resplandecientes de color blanquecino, examinó las inscripciones que poseía a la vez que lo rotaba con sus dedos índice y pulgar.

Fui hacia Sedrik para intentar ayudarle. Parecía estar sufriendo los efectos de algún tipo de veneno. Examine sus heridas con detenimiento, pero jamás había visto yo algo así. Intenté tratarle como pude, usando los remedios más comunes de medicina que conocía. Sedrik seguía retorciéndose de dolor, parecía ser que mi ayuda no estaba sirviendo de nada.

Tras unos instantes Sedrik parece recuperarse al menos parcialmente. Sin embargo sus manos permanecen ligeramente temblorosas y hasta que no repose un tiempo no estará probablemente recuperado.

Mientras Marissa y Jarlan advierten de los posibles riesgos del anillo, Circe y Valytria lo examinan con interés.

Ambos estais convencidos de que es el verdadero anillo, y por lo que entendeis, protege al portador (si lo coloca en la mano izquierda) y a sus aliados de los ataques del diablo vinculado.

Desde fuera escuchais una voz femenina.

- ¡Pathfinders! Soy Pava Irrica y creo que habeis estado viajando por Isger, recogiendo las reliquias de mi familia. Sin embargo, estoy dispuesta a perdonar y olvidar mientras me los entregueis pacíficamente.”

Los que salís o estais al lado de la puerta, veis a una mujer, Pava Irrica por lo que dice, vestida con una túnica roja.

Pava espera un instante, esperando que explique Gliss  que cosas feas son esas ... pero termina frunciendo el ceño y sonriendo ligeramente.

- Esos objetos son míos por derecho de nacimiento y las autoridades ...

Y una voz, hermosa pero rota la interrumpe.

No sabeis bien de donde, pero un ser alado, hermoso pero pálido y oscuro, ha aparecido de la nada sobre uno de los muros derruidos. Se parece a la visión fantasmal que algunos de vosotros visteis en la mansión Irrica.

- Ah, veo a la familia Irrica no está completamente eliminada todavía. Esos objetos me han esclavizado durante siglos.

Os mira a vosotros.

- Mortales sois un entretenimiento tibio en el mejor de los casos.

Pero yo soy misericordioso. Dadme los objetos que habéis recogido y dejaré que todos viváis.

Sus alas negras se mueven alrededor de su figura protegida por una armadura de cuero ajustada, mientras la criatura empuña un arco largo. Sus ojos totalmente oscuros os observan.

Pava replica a la criatura alada, "Sirves a los Irrica, diablo; sé que no puedes hacerme daño. Ahora ustedes, rápido, dadme el anillo, y le ordenaré que os perdone".