Partida Rol por web

- Vamos señores. Hemos venido en vuestra ayuda. Ni por asomo nos interesan ni ninfas ni druidas. Nos interesa que ningún humano salga herido, y eso es lo que estamos haciendo. ¿No lo ven?

Marnan se tiró un farol. Sabía mentir, pero ponerse a esta gente de su parte seguramente les evitara más de un problema y además parecía que sabían más de lo que aparentaban.

¡¡¡Habrase visto!!! He pillado una plaga por venir a socorreros, apestosos andoranos. Se indigna Markus.

Cita:

-Calla mariposón, que con esas ropas fucsias y amarillas pareces el primo de la ninfa...- dice uno de los leñadores, al que el único que os habla agradabemente mira bastante mal.

Cita:

El leñador no se corta-Solo hay algo peor que las hadas y son los miserables chelaxianos... ¿a cuantos diablos has adorado hoy mald... cof cof cof cof- El leñador esputa sangre y se dobla sobre si mismo, para recomponerse un poco después.

-¿No podemos comportarnos como personas?- dice el leñador amable mirando a un lado y a otro algo disgustado -¡Nos han salvado la vida!... ¿Pero quiénes sois y qué hacéis en mitad del bosque?-

-Somos los que han evitado que fuerais devorados por estas bestias y hemos sanado vuestras heridas. Si fuéramos vuestros enemigos me temo que hace rato estaríais muertos.- Intervino Anhurmose retirándose el pañuelo con el que se había cubierto las vías respiratorias a modo de precaución contra la enfermedad.- Y, la verdad, no hubiera hecho falta hacer mucho. Simplemente con no intervenir.- Zanjó.- Somos miembros de la Pathfinder Society y venimos de Almas con el único objetivo de acabar con estas aberraciones.- Después se volvió hacia Marnan, confidencial.- Me temo que mi taldano no es todo lo bueno que me gustaría y me pierdo algunas expresiones. ¿Qué es "mariposón"?

Cuando el hombre le responde de esa manera Marnan hace pucheros, se gira y se cruza de brazos claramente ofendido. Hasta que le habla Anhurmose.

- Es algo así como, afeminado. ¿A qué no lo parezo? - después de ver como el clérigo le miraba añade - Vale, no respondas.

Esperó a que el resto tratara de hacerles entrar en razón como el clérigo había hecho. Malditos leñadores, si no fuese porque le daba agovio ver a gente morir, dejaría que los lobos se los comieran ahi mismo. Desagradecidos.

- Teneis miedo. Lo entiendo - interviene Nazredin mirando a los leñadores- Pero eso no quita para que os acabemos de salvar la vida. Si no hubiera sido por nosotros, estaríais muertos. No pretendo vuestro agradecimiento. En mi caso solo he cumplido con lo que mi diosa, la bendita Iomedae, me exige. Es a ella a la que, si lo deseais, podeis estar agradecidos. Pero sea como fuere toda información que nos deis sobre la plaga no será beneficiosa solo para nosotros, también lo será para vosotros. La mayoria estais infectados, y si logramos averiguar como es la plaga, y como sanarla, podremos ayudaros

-Lo véis... ya os dije que eran buena gente...-dice el leñador amistoso-Me llamo Vanick y os contaremos lo que sabemos- el resto parecen menos inquietos después de las palabras de Anhurmose y Nazredin.

-Hace varios días sufrimos un ataque de las malditas hadas, una patrulla de sátiros nos atacó y mató a cuatro de los nuestros...-

-Y no habíamos hecho nada...-interrumpe otro-los nixies que pillamos en el estanque para vendérselos al gnomo estaban ya casi muertos...-

-... bueno- continúa Inor- entonces el Director del campamento Zulch y tres más de nosotros les perseguimos... hasta que llegamos a un claro donde una especie de jardineros estaban cultivando unas flores... los sátiros pasaron corriendo y los jardineros les tiraron piedras... pero cuando nosotros empezábamos a animarles nos tiraron piedras también a nosotros, además de azuzar a esas bestias muertas contra nosotros.-

-Ya estábamos muy cansados y nos volvimos al campamento... pero desde entonces hemos empezado a enfermar, y creo que los jardineros esos nos quieren muertos, porque nos mandan estas criaturas a matarnos... y no tenemos fuerzas para volver al Refugio...-

Visiblemente agotado tras su trance, Klatet-Is comenta.

Habéis demostrado valor al querer enfrentaros a esos cultistas. Pero si Urgathoa está detrás de vuestros males, debéis decirnos cuanto antes cómo llegar a ellos. Nosotros os ayudaremos en cuanto podamos. Hemos de ver si esta plaga tiene cura...

- ¿Dónde está ese jardín de flores?

Markus prefiere callarse y dejar que su compañeros traten con los leñadores. Esto pasa por fomentar el libertinaje y las herejías. Un buen batallon de Caballeros del Infierno y esto no pasaría. piensa Markus.

- Markus, acompañadme un momento, si os place - digo mirando al chelaxiano

Vamos dice Markus

El paladín se llevó un instante aparte al chelaxiano y le miró con franqueza

- Las flores esas que hemos visto son las que propagan la enfermedad. Inhalarlas o ingerirlas, sin duda, haría que alguien cayera enfermo. Pero también lo haría ser herido por alguien enfermo. En este caso, y dado lo vicioso del golpe... lo siento, Markus, no hay forma de decir esto con suavidad: estais enfermo. Dado el tipo de enfermedad no conozco remedio, ni mágico ni mundano. No puedo curarte, y visto el estado de los aldeanos no dudo que las consecuencias se harán notar pronto, aunque tengo la esperanza de que podais soportar mejor los efectos de la enfermedad por vuestra mejor constitución. Debeis quedar exento de todas las guardias, puesto que precisais ocho horas completas de descanso nocturno cada noche, hasta que os curemos. Yo revisaré la herida y vuestro estado, pues creo poder retrasar y minimizar sus efectos - Nazredin mira al guerrero- Y se bien que pertenecemos a dos culturas antagónicas, y a dos modos de entender el mundo contrarios. No quiero ni pensar lo que opinareis sobre mi. Sin embargo, si deseais descargar vuestra conciencia, o simplemente hablar en esta hora tan dificil, estaré a vuestro lado

Narzredin y Markus se retiran un instante y el paladín habla con el chelaxiano

Disculpa. ¿Que flores? Querria tomar algunas por si algun experto de Absalom puede estudiarlas

Nazredin señaló las flores que habían caido del cuerpo muerto de los zombis.

- Esas... pero aunque son la causa no sirven para el antídoto, y al no conocerse aun cura, de poco o nada pudiera servir que te las llevaras. Me temo que salvo aumentar las posibilidades de una agravación de la enfermedad por inhalarlas tú, o alguno de nosotros,  accidentalmente, no sirven para nada

¿Y que puede empeorar? Markus hace un saco con un jiron de tela y guarda un puñado de flores

Mientras Andorano y Chelaxiano se enfrascan en una conversación animada que el resto no oís, Shaire le pregunta al leñador:

- ¿Dónde está ese jardín de flores?

Y el leñador contesta.

-A una hora de camino de aquí, os puedo llevar si luego prometéis escoltarme fuera del bosque y llevarme a la ciudad... creo que allí está mi única esperanza, hay una tienda de remedios con una bruja o alquimista llamada Laurel... que probablemente pueda sanarme... ella curó a los infectados del tizne negro hace años... -

Por otro lado Klatet habla con el resto de los leñadores...

-Habéis demostrado valor al querer enfrentaros a esos cultistas. Pero si Urgathoa está detrás de vuestros males, debéis decirnos cuanto antes cómo llegar a ellos. Nosotros os ayudaremos en cuanto podamos. Hemos de ver si esta plaga tiene cura...

Y estos le responden.

-Siempre ha habido muchos mendigos en la ciudad... y muchos de ellos, locos, adoran a Urgathoa... estan como cabras...-