Partida Rol por web

Antes del alba los compañeros, aliviados en gran parte de los dolores de la enfermedad gracias a la noche de descanso y curación en el límpido ambiente del Bosque de la Luna Oscura, se dirigen de vuelta al pueblo de Refugio del Halcón.

Nada más llegar...

Cuando después de ocho horas de caminata os estáis aproximando a la ciudad veis como unos niños están jugando en las calles de las afueras con una pelota hecha de trapos.

Los niños llevan collares de flores.

Cuando miráis hacia dentro de la población veis un carromato tirado por un par de mendigos que va ofreciendo collares de flores a los paseantes, amas de casa, otros mendigos y leñadores en día de descanso.

Veis que tres casas más adelante de vuestra posición los mendigos dejan el carro enfrente de la tienda de "Raíces y Remedios" y se acercan a la entrada.

Esta vez no llevan flores.

Khyron corre hacia la casa de la herborista y al ver que los mendigos están por entrar, grita el nombre de la mujer mientras mira hacia una callejuela lateral oculta de la visión de los repartidores de flores. Al mismo tiempo, saluda con la mano como si hubiera alguien allí...
¡Laurel! Te estaba buscando! Necesito tu ayuda! Estoy enfer...cof...cof cof....Tose, evidentemente producto de su verdadera enfermedad.

Algunos de los mendigos, miran hacia donde Khyron saluda, mientras el explorador corre hacia esta calleja, que casualmente queda camino a donde los mendigos están por entrar.

Los mendigos parecen que ven a través del engaño de Khyron, y reconociendole como algún tipo de adversario, se preparan para defenderse.

Tu aguda percepción te hace ver que ambos mendigos están infectados, igual que los jardineros.

Tu aguda percepción te hace ver que ambos mendigos están infectados, igual que los jardineros.

Te das cuenta que ambos mendigos están infectados, bastante más desfigurados que tú.

Tu aguda percepción te hace ver que ambos mendigos están infectados, igual que estaban los jardineros.

Mierda!!!!! Es posible que lleguemos a tiempo... Al menos hay que evitar que maten a la herborista. Lamentablemente los niños casi seguro que caerán presos de la enfermedad, pero al menos podremos curarles...

Mis pensamientos corren tan rápido como lo hacen mis piernas al reaccionar ante la visión de los mendigos. Mi gesto ceñudo se agrava al apretar los dientes y salir corriendo en dirección a los cultistas disfrazados, y mientras avanzo saco mi urgrosh en la mano izquierda y una de las hachas arrojadizas en la mano derecha, dispuesto a lanzarla cuando esté cerca de ellos antes de cargar...

¡Estan enfermos, y van a matar a la única persona que puede salvarlos!!! Es que son idiotas ademas de pordioseros!??
Grita Khyron mientras carga contra uno de los mendigos.

Cuidado al pelear, estan contagiados!

Aviso a mis compañeros, corriendo tras ellos pero quedandome unos pasos por detras

Me mezclo entr el resto de compañeros, gente y niños mientras me acerco desenvainando la rapier.

El pequeño bárbaro observó la situación y, pese al desagrado que le producían los habitantes del lugar no puedo menos que indignarse ante el intento de contagio a los niños. Con todo, sus ojos permanecieron atentos y al observar como los mendigos, esta vez sin flores, intentaban ingresar en una casa que, por los comentarios de Khyron era la de la herbalista

Casi sin darse cuenta tomo una bala de la bolsa que colgaba de su cintura y la introdujo en la cazoleta de su honda - Quietos! - gritó dirigiéndose a los mendigos - Si entráis estaréis muertos - agrega seguro de si mismo

-Pero si sólo estamos repartiendo flores a las buenas gentes de Refugio del Halcón- dice uno de los mendigos socarronamente mientras su cara pálida y picada por los granos se convierte en una mueca horrible.

Seltyel desenvaina su espada y se embraza al escudo al tiempo que, sin apartar la vista de los mendigos, advierte a las gentes que están cerca:

Alejaos. Portan una virulenta enfermedad. Hemos venido desde Aroden con órdenes de ayudar a acabar con ella.