Partida Rol por web

Con Jack a filo de cuchillo, la chica tenia ventaja sobre la situación. Pero aun así, estuvo dispuesta a negociar un poco cuando escuchó la propuesta de Kat. Sus condiciones para sacar este asunto del café no le convenían para nada a los chicos, pues lo mejor era buscar una forma de salir de allí sin llamar la atención de mas nadie. La idea de Midori era entendible, pero la forma en que jugo sus cartas pudo haber sido mejor.

- No juegues con tu suerte imbécil. -Le respondió Ami a Midori- Sin Otto no voy a ir a ningún lado con ustedes. Así que, si me disculpan, voy a buscar a mi compañero.

Al decir eso, Ami comenzó a moverse en dirección a la puerta. Algo tenían que hacer antes de que Jalando a Jack por el cabello para obligarlo a moverse y sin dejar de mirarlos a ustedes, Ami no podía moverse muy rápido, pero tampoco podían simplemente salir corriendo a detenerla, pues aun tenia ese cuchillo al cuello de Jack.

Onosuke se te quedo mirando al ver como Dante interactuaba contigo de esa forma. Parecía estar sorprendido por el hecho de que el gato se pusiese tan amable contigo.

- ¿Dante? -Dijo Onosuke para si mismo- ¿El gato es tu-?

- ¡Ono! -Dijo el peli-rrojo repentinamente- ¿No ibas a buscar a Ami?

Onosuke se quedo en silencio y al cabo de unos, se acerco a ustedes nuevamente y estiró su mano como si fuese a agarrar a Dante nuevamente, pero a medio camino se detuvo. Entonces sacudió un poco su cabeza y miró a su alrededor mientras recuperaba su compostura.

- Carajo… -Dijo el mafioso mientras se daba la vuelta. Yendo nuevamente en dirección hacia la cocina.

Por alguna razón, en el momento te pareció como que si en ese mafioso se obligo a si mismo a dejar al gato contigo en contra de su voluntad. Incluso, algo te decía que el hubiese preferido llevarse el gato consigo o algo por el estilo, pero se obligo a no hacerlo por alguna razón y decidió acudir al llamado de su trabajo y se encaminó nuevamente a la cocina.

Ya cuando Onosuke se habia alejado un poco, Otto te soltó el brazo, dajandote en libertad para sentarte de nuevo. Aunque tampoco podías hacer mucho mas que eso, pues el tipo aun tenia el cuchillo en la mano y sus ojos clavados en ti.

- Pon las manos sobre la mesa y no las muevas ni un solo centímetro.

Tratando de mantener la máximo tranquilidad frente a la situación, escuchaba como la chica respondía alterada ante mi propuesta... sacar esto del local, si tendríamos al Otto de las narices encima también, pero estaría Edward, sería añadir una persona más a cada bando y nosotros estaríamos más cerca del coche. Mi mirada se movía entre todos los presentes tratando de tener alguna idea ¿Realmente debíamos dejar que saliera? ¿Y si había más gente aparte de Otto? ¿Porqué estaría tan asustada si era ella quien tenía supuestamente el control de la situación? Inspiré lentamente, ella buscaba ir por su cuenta hacia su amigo, iba a tomar un riesgo brutal, pero estaba comenzando a hartarme de ser el ratón.

Espiré, levante un lado de mi camiseta revelando la pistola que llevaba, la saque y tire de la corredera para meter una bala en la recámara- Intenta siquiera irte de esta sala y te vuelo la tapa de los sesos -le solté mucho más agresivo que hasta ahora, como si ni me importara el estado de mi amigo- He intentado ser amable, pero me estoy molestando. ¿Sabes que? -fui caminando hacia una de las mesas de la cocina buscando algo mientras levantaba el arma en dirección a Ami- Matarle no te va a sacar de aquí, lo sabes muy bien. Si le cortas la garganta estás muerta... si intentas salir estas muerta... si te pasas de lista estás muerta... -finalmente encontré lo que buscaba, un cuchillo para deshuesar, lo agarre firmemente con mi mano débil y pase el brazo de esta por debajo de la otra mano para estabilizar mi apuntado con la pistola- Acepta la propuesta de mi amigo, suelta a Jack y resolvamos nuestros problemas en un terreno más equitativo para todos.

Ese mafioso era mucho más de lo que aparentaba y tenía un gusto particular por Los Gatos callejeros, Etzuko poco y nada de caso hizo al que la amenazaba, porque no iba a mantener sus manos en la mesa sino que iba a acariciar a Dante. Ahora la herida del cuello ardía y puso su mano izquierda en ella. La sangre se sentía aún  tibia.

— perdón por no haberte encontrado antes Dante, no pudimos movernos, espero que no hayas pasado algo malo, y que hayas comido bien, — con la otra mano acariciaba la cabeza del gatito, más atenta a él que al grandote que buscaba amedrentarla. Ahora se preguntaba que iba a pasar con Jack, pero no volteó su vista hacia ese lugar, su novia de seguro iba a idear algún plan para ayudarlo. Dolía y mucho. 

La situación se veía bastante mal. ¿Era sorprendente que Midori no lograra negociar? Claro que no. Él no era precisamente del tipo que negociaba, las palabras no eran lo suyo. Por eso siempre prefería guardar silencio y solo dar golpes, pero esto no podían arreglarlo solo a golpes. Si esa chica se iba los de la Royal los verían y estarían en problemas.

Kat hizo su movimiento, inteligente si se podía decir, mientras que el peliverde tenía los ojos fijos en el brazo en que la chica sostenía el cuchillo. La amenaza del pelirrojo debía servir de algo, así que intentó usar su velocidad para moverse por el ojo que tenía cubierto y desarmarla antes de que pudiera herir a Jack. Estaban corriendo un riesgo enorme, pero ¿qué más podían hacer? Ella no quería ceder.

La situación estaba apunto de tornarse muy caótica muy rápidamente.

Primero cuando Kat sacó su pistola de esa forma y le apunto a la chica, ella se detuvo en el instante en que vio el arma. Entonces, Ami miró a el pelirrojo directamente a los ojos por un instante, y entonces, por alguna razón dejo salir una risa que pareció estar completamente fuera de lugar. Pero esa risa se apago de repentinamente, y la mafiosa comenzó a hablar.

- ¿Si quiera sabes como usar esa cosa? -Dijo la chica frunciendo el ceño y clavando su mirada violentamente en Kat- Si crees que puedes darme sin volarle la cabeza a este idiota, adelante hazlo. Pero no te lo recomendaría si es que no quieres matar a tu amigo.

La chica aquella solo tenia un único ojo, pero ese solo fue suficiente como para dejarle claro a Kat que el no estaba tratado con una cualquiera. Ese mirada clavada en el era la de una asesina que de seguro se habia enfrentado a situaciones como esa un sin numero de veces. Una amenaza vaciá como la de un novato como Kat jamas seria suficiente como para engañarla.

Entonces, la chica comenzó a moverse de nuevo hacia la puerta, pero esta vez, se estaba moviendo mas rápido y sin preocuparse mucho por Kat. Al percatarse de que no se estaba enfrentando a gente con experiencia, su preocupación se disolvió y se relajo un poco, pues ya sabia que no debía preocuparse por el pelirrojo con la pistola... Pero eso mismo fue su error.

Ami habia ignorado a Midori creyendo que el chico no seria una amenaza sin un arma, lo cual le dio la oportunidad perfecta al chico para correr hacia la mafiosa por su lado izquierdo sin que ella se diese cuenta a falta de su ojo.

Moviéndose tan rápido y preciso como pudo, Midori alcanzó la mano con el cuchillo antes de que Ami terminara de siquiera darse la vuelta. De todas formas, la mafiosa se resistió a tiempo y pudo forcejear un poco, así que tampoco fue fácil quitarle el cuchillo.

La escena que se armó fue violentamente rápida. Midori tratando de quitarle el cuchillo a Ami quien forcejeaba con todas sus fuerzas y Jack en el medio siendo ahorcado por la mafiosa. Entre el forcejeo, Midori obligo a la chica a retroceder y sin darse cuenta, ambos terminaron saliendo de la cocina y chocando contra el mostrador del café dejando a Jack tirado en el suelo a mitad de camino y llamando la atención de todo el café con el escándalo que armaron al chocar.

La escena dio un giro inesperado para todos aquellos que estaban sentados en el local de una forma que ni siquiera la chica de cabello azul pudiese haber imaginado. De un momento a otro estaban tomando sus bebidas con calma y disfrutando de su comida si problema alguno, y al otro instante todos pudieron ver como dos personas salían de la cocina y bruscamente se chocaban contra el mostrador, tirando al suelo varios platos y tasas de decoración. La chica que atendía en la caja registradora dejo salir un grito de pánico al ver como esas dos personas se estrellaban y todos los comensales y el gato voltearon a ver hacia la fuente del ruido.

Las dos figuras que salieron de la cocina parecían estar peleando por algo. Una de ellas tenia el cabello verde, mientras que la otra parecía ser una chica de cabello negro y un parche en un ojo. El chico peli-verde alzo una mano y golpeo a la chica en la cara haciendo que esta gruñera adolorida a la vez que soltaba el cuchillo que tenia en la mano y lo dejaba caer junto al mostrador a la vez que lograba separarse un poco de el chico que la habia golpeado.

Algunos de los comensales comenzaron a gritar confundidos, pero de entre ellos, hubieron dos que reaccionaron de forma particular, uno de ellos, un chico con el cabello naranja y vestido de forma elegante inmediatamente saco un revolver de se chaqueta al ver la situación, y otro pelirrojo con pintas de peligroso se levantó de su mesa con un cuchillo en la mano, dejando a una chica de cabello azul junto a un gato sentada sola en la mesa.

- ¿¡Que mierda esta pasando!? -Gritó el chico de cabello naranja con el revolver en mano.

Esta era una reunión entre dos grupos de personas. Unos quienes llevan días cazando a los otros, pero que aun así, no esperaban encontrar a sus presas tan rápido y otros quienes llevaban escapando durante días, rezando que esto que esta ocurriendo no ocurriese jamas.

No necesitaba mucho, solo que la chica se olvidara de él. Por eso, se paró en el punto ciego de esta y apenas vio que toda su atención recaía en Kat mientras este le apuntaba con un arma. Así fue muy fácil que Midori se abalanzara sobre ella y lograra tomar la mano que tenía el cuchillo. Lastimosamente, la chica cayó junto con Jack y se golpearon en el mostrador, reflejando todo lo que estaba pasando allí. Midori chasqueó la lengua y golpeó a la chica para que esta no pudiera intentar arremeter contra él o su amigo de nuevo, pero entonces se escuchó la voz de ese condenado pelinaranja.

Si bien ese chico tenía un arma, ellos eran más... aunque estaban en una clara desventaja. Empujó a Jack como mejor pudo para que se fuera por la parte de atrás e hizo él de cortina a sus dos amigos. No alzó del todo el rostro para que Onosuke no viera toda su expresión, pero sabía que su cabello era lo suficientemente llamativo como para ser reconocido con facilidad. No habló porque lo suyo no eran las palabras, pero si esa chica intentaba decir algo, la golpearía de nuevo.

Por supuesto que la provocación de esa niña me llego hondo ¿qué si sabía usar un arma? Podría apostar a que lo hacía mejor que ella y por eso mismo fue que en vez de dudar me puse apuntar mejor hacia su cabeza. Y fue lo justamente necesario para que Midori llegara por un lado placándola.

La pelea se alargo y desplazo en la peor dirección posible, saliendo hacia la parte pública del local donde estaban sus amigos. Ya era difícil que entrara ahí alguno de los dos sin llamar la atención, pero hacerlo forcejeando y rompiendo todo hizo que inevitablemente todos se fijaran en esas dos figuras. Lo único bueno que teníamos es que a mi no me habían visto, por lo que volví a apuntar a la figura de la mafiosa, solo que con mi amigo de por medio y revolviéndose era difícil apuntar... esperé, con el arma alzada en dirección a los dos, hasta que tal como esperaba Midori se separo de ella. Entonces la pregunta que Onosuke lanzó al aire fue respondida por un gatillo siendo disparado.

- ¡Onosuke! ¡¿Tu por aquí?!Perdona las molestias solo venía a por mi amigo y ya nos vamos, pero deberías ponerle un bozal a tu perra! -le grité sin tener línea de visión directa, aún así sonreía con prepotencia. Acto seguido le señale a Midori para correr, la ayude para tirar de Jack fuera, lo sacaría incluso si era arrastras, pero teníamos que correr fuera y a la de ya.

Seguía acariciando al gatito, con una sonrisa en los labios y aun el cuello ensangrentado, y se mantuvo así aunque se escuchara todo ese ruido y platos que estaban sobre el mostrador, sólo cuando escuchó la voz de Jack se giró hacia ellos. estaban ahí, todos, Etzuko pestañeó bajando la mirada sacando su mano de su cuello y dejándola apoyada en la mesa. Dante seguía con ella. 

A pesar de su postura tranquila y desconectada de lo que estaba pasando, esperó a que el pelirrojo se uniera a la batalla, cosa que de seguro haría, si eso pasaba, tomaría a Dante para llevárselo, aunque algo le molestaba de todo aquello, Onosuke había sido muy bueno con ella, la había recogido en medio de una crisis y cuidado de ella, pero por otro lado, sólo una palabra de él bastaba para que atacara a Kat, Midori y Jack. Arrugó el ceño y cuando estuvo sola, tomó a Dante y caminó hasta donde estaba todo, poniéndose delante de Onosuke y sus compañeros.

— Deja que se vayan, lo que buscas, ninguno de nosotros lo tenemos, ni siquiera sabemos, pero yo si puedo ayudarte a encontrarlo... me ayudaste y es lo mínimo que puedo hacer, además, quiero saber porque Dante te quiere — se mueve para ponerse en la línea de disparo de sus compañeros, manteniendo una calma que era abismal, sin girarse hacia sus compañeros, casi como si no estuvieran ahí. 

La situación se torno caótica con mucha velocidad. El disparo de Kat alerto a todo el mundo en el café y la gente comenzó a gritar cuando la detonación de la pistola inundo los oídos de todos los comensales, quienes comenzaron a gritar en pánico cuando la bala que disparo el chico hizo reventar un frasco de vidrio que decoraba una de las mesas.

Ami quedo inmóvil cuando sintió como la bala prácticamente rozó una de sus mejillas. Kat habia fallado el disparo, pero fue por apenas un par de centímetros, lo cual fue suficiente como para detener a la mafiosa en seco al ver como el chico la tenia directamente en la mira. Onosuke parecía tener intenciones de disparar, se le veía en la cara por la forma en que reacciono a las palabras de Kat. Una sonrisa malévola propia de el hombre al que llaman El Sabueso se pintó en su cara a la vez que comenzaba a apretar el gatillo decidido a resolver esta situación a punta de pólvora y sangre.

- ¡Te voy a cerrar esa puta boca! -Grito llenó de furia.

Pero entonces, esa expresión agresiva se borró de su cara al ver como Etsuko se paró frente a el. Inmediatamente alejo el dedo del gatillo y miró a la chica peli-azul con una expresión de sorpresa y confusión, no teniendo muy claro que hacer continuación, pero no dejo de apuntarle a la chica.

- Tu...

La situación pareció haber llegado a un alto gracias a Etsuko deteniendo a Onosuke y a Kat amenazando a Ami. Esta era una buena oportunidad para tratar de hablar en vez de caerse a tiros.

Los clientes del café estaban en pánico, pero ninguno se habia atrevido a tratar de escapar, pero entonces, una pareja de adolescentes identificaron que la situación se habia calmado un poco y salieron corriendo desde una mesa hasta la puerta, pasando cerca de Etsuko y Onosuke y, justo antes de llegar a la puerta, frente a Otto, el pelirrojo de Onosuke.

Ni Midori no Kat fueron capaces de ver el momento exacto, pero justo cuando los chicos estaban pasando frente a el, Otto lanzó el cuchillo que tenia en su mano hacia Kat con tal velocidad que el arma pareció haber salido desde uno de los chicos que estaban escapando.

Kat sintió entonces como el cuchillo inesperadamente apuñalaba su brazo derecho, haciendo saltar un poco de sangre a la vez que el un intenso dolor asaltaba su cerebro. Inmediatamente, al ver como el cuchillo hacia que Kat se descontrolase por un instante, Ami volvió a saltar sobre Midori golpeándolo primero en la cara para luego agarrarlo de un brazo para tratar de someterlo contra el mostrador.

A la vez que esto pasaba, Otto salió corriendo a toda velocidad, sacando un segundo cuchillo de su chaqueta y saltando sobre el mostrador del café con intenciones de caer sobre Kat para matarlo. Kat no tenia tiempo suficiente como para reaccionar por culpa del dolor, el mafioso iba a matarlo sin lugar a dudas, pero entonces, repentinamente, otro disparo se escucho acompañado de el sonido de vidrió rompiéndose a la vez que un chorro de sangre salia disparado desde la espalda de Otto mientras este aun estaba saltando sobre el mostrador.

- ¡Otto! -Gritó Amy.

El asesino calló al suelo prácticamente frente a Kat, inmóvil y sangrando gravemente por el agujero en su chaqueta. Atrás de el, Kat pudo ver la figura de Edward con el revolver aun humeando a través de la ventana completamente rota frente a el y una sonrisa arrogante en su cara.

Onosuke, quien hasta el momento no habia reaccionado de ninguna forma, y solo se habia limitado a mirar a Etsuko, inmediatamente reaccionó al escuchar el disparo de Edward. Con su mano libre aparto a la peli-azul a la vez que disparaba hacia la ventana donde estaba Edward, fallando el disparo pero haciendo que Edward se apartara de la ventana en busca de cobertura. Entonces, tomando una decisión de ultimo minuto, Onosuke inmediatamente se volteó hacia Etsuko y antes de que la chica pudiese reaccionar, se puso a su espalda y le paso un brazo alrededor de la garganta, y le puso su revolver a la cabeza.

- ¡Escuchen! -Gritó una vez agarró a Etsuko como rehén- ¡Tu, el desgraciado del revolver, si te vuelves a asomar por algún lado le voy a reventar la cabeza a esta desgraciada! ¡Igual ustedes malditos niñatos! ¡Si intentan algo pasará lo mismo! -Le grito a Kat y a Midori- ¡Ami! ¡Dejate de estupideces y recoge a Otto! Hay que salir de aquí antes de que llegue la pasma.

Onosuke estaba claramente alterado. Todo se habia movido demasiado rápido como para poder enfrentar la situación de forma calmada. Ami tardó un instante en reaccionar a las palabras de su jefe. Forcejeó un poco mas con Midori, aun tratando de someterlo contra el mostrador, pero al ver que el chico no cedía, termino por empujarlo para alejarse de el a la vez que bufaba exasperada, mirando con ojos llenos de furia a el chico. Pero sin decir mas nada, inmediatamente corrió hacia Otto, y comenzó a alzarlo para sacarlo de allí.

Midori empezaba a frustrarse. Lo que dijo Etzuko lo dejó a cuadros - ¿Qué? - murmuró más para sí. Tal vez ese pequeño descuido fue lo único necesario para que la chica lograra someter al peliverde, haciéndolo forcejear. Afortunadamente, había logrado empujar a Jack para sacarlo de ese lugar y que el pelinegro fuera hacia la parte trasera del restaurante*. Ya ese era un problema menos.

Esa chiquilla del parche era bastante testaruda y Midori empezaba a cabrearse, pero él solo quería irse de allí. Si Dante y Etzuko se habían ido con ese malnacido, el peliverde no los detendría.

Malditos traidores.

Eso lo hizo sentirse bastante herido, motivo por el cual solo se preocupó cuando Kat fue apuñalado - ¡NO! - y sus ojos se inyectaron de ira. Si podía mataría a ese imbécil de "Otto". Claro que Edward se le adelantó. Fue entonces que el pelirrojo miró cómo apuntaba a Etzuko con su pistola, pero para Midori... ella era una maldita traidora. Estaba sentada con ese tipo dejando a Jack solo. Se fue del hotel por su cuenta y planeaba hacer lo mismo en el parqueadero... Para el estoico chico, ya era una traidora, sentimiento que le transmitió a la peliazul en sus ojos. Que la golpearía si no fuera porque su "jefecito" parecía dispuesto a volarle los sesos.

Apenas él habló y la chica dejó de forcejear con él, suspiró y se movió hacia Kat, esperando cubrirlo. Le dijo por lo bajo - ¿Qué tan terrible es? - sin quitar los ojos de la pistola de Onosuke. No le dispararía a la peliazul. Era de las suyas, después de todo. Sin embargo, sí le preocupaba que les disparara a ellos. Si la situación lo permitía, saldría corriendo con Kat de allí. Claro que si ellos planeaban irse primero, no los detendría. Se dedicó a cubrir a su amigo para que no pudieran lastimarle más.

Feliz de ver la rabia que sufría el jefe del otro bando ya me estaba girando para salir corriendo, aunque hubiera perdido la oportunidad de darle un tiro en la cara a Ami al menos la había detenido en seco y podíamos salir echando hostias del bar. Aunque al dar un par de pasos y no escuchar un disparo sino una voz muy familiar me vi obligado a mirar por encima del hombro horrorizado, frené en seco, me estaba poniendo pálido. Piensa imbécil, piensa... Alcé de nuevo el arma en contra de Ami, si él tenía a Etzuko yo haría lo propio. Trataba de estar atento a todo, pero no podía y un cuchillo surgió de la nada para apuñalarme el brazo, lo bajé por el dolor y comencé a cambiar el arma de mano para poder apuntar con la izquierda, pero Otto ya estaba sobre el mostrado con otro cuchillo en la mano, apreté los dientes y fui levantando el brazo izquierdo, no me rendía, pero no hizo falta, sonó un cañonazo a su espalda... Una sonrisa aterradora se dibujó en mi cara, había aparecido la torre de mis piezas en el tablero, comenzaba a preguntar cuanto tardaría. Ambos nos miramos el uno al otro compartiendo un momento de felicidad, rápidamente aproveche la situación para patear un cuchillo lejos de Otto y pisarle en la espalda mientras seguía apuntando a Ami. 

- Viviré otro día, solo me temo que esta noche tendré que usar la izquierda... -bromeé con un chiste que probablemente solo me haría gracia a mí- ¡Quieta! -le ordené a Ami para chocar contra lo dicho por Onosuke- Estamos en la misma situación, y ambos queremos largarnos cuanto antes, Onosuke, vamos a no estorbarnos el uno al otro, tu sueltas a Etzuko y nosotros a Otto, cada uno consigue lo que quiere y para cuando llegue la poli estamos todos lejos. No es un mal trato ¿Qué me dices? 

La situación era solo un hervidero de violencia, golpes y matanzas. Etzuko se mantuvo con ese rostro inexpresivo, pero de pronto su respiración se comenzó a acelerar. Nuevamente el ataque estaba volviendo, la ansiedad comenzaba a subir más y más y las luces se volvían más intensas mientas que las voces se volvían lejanas. Dante se acomodaba más en sus brazos pero lo estaba apretando y una mordida del Gato la hizo volver para solo ver como apuñalaban a Kat y esa bala silbaba cerca de su oído. 

El pelirrojo la sujeto con fuerza por el torso y el cañón caliente lo sintió contra su sien. Le dolió pero no se movió, aunque agradeció ese nuevo dolor que la traía de vuelta. Sus ojos se fijaron en Kat, le preocupó que estuviera lastimado y no encontró a Jack en ese momento. Debió irse con su novia, de seguro. Novia. La joven inclinó su cabeza hacia bajo.

— ya deja que se vayan… no saben nada de lo que buscas, o disparame de una vez, me aburre estar en este lugar y a ellos no les importa lo que me pase, no soy un buen rehén… — le susurra a Onosuke, aún sujetando a Dante. Etzuko estaba tensa, aún sentía sus sentidos híper estimulados, pero aún no volvía a caer en el estado que hizo que saliera de ese lugar.