Partida Rol por web

Midori leyó la carta de Brown a su hija con una pesadez poco característica del peliverde en su pecho. Era casi como recordar algo de su propio pasado y eso no le gustaba. Se había convertido en Midori para ser alguien nuevo, no para pasar por lo mismo que venía pasando desde antes de llegar a esa ciudad.

Fue entonces que escuchó lo que dijo Kat y lo miró con interés. ¿Entonces el lugar al que el viejo había vendido aquello estaba justo en el lugar de donde casi no salen vivos en dos ocasiones? Era una molestia saber que tendrían que volver, por lo cual el peliverde cerró los ojos un momento y suspiró - Supongo que tendremos que idear nuevos disfraces para siquiera poder acercarnos - sonaba bastante serio. Con lo del apartamento, era casi seguro que esos dementes estuvieran más alerta y paranoicos que nunca.

La pregunta de Kat lo hizo reflexionar. ¿Era eso lo correcto? Se quedó pensando, aunque sentía que su pecho se encogía de pensarlo. Después de todo, esa situación le recordaba bastante a su vida anterior. Miró la carta de nuevo - No lo sé. ¿Y si viene hasta aquí? -.

Me puse en pie estirándome todo lo que pude, fuera cuales fueran nuestros planes ahora lo primero era asearme un poco para no apestar a sangre en kilómetros a la redonda- Dudo mucho que incluso el tema de los disfraces funcione otra vez si nos cruzamos con ellos... Quizás lo mejor sea esperar un poco de tiempo e intentar colarnos de la forma más discreta posible -me crucé de brazos mirando al suelo- Si la parejita estuviera sería más sensato dejarles a ellos el investigar la tienda. Al menos a mi ya me ha visto dos veces Irving y debería empezar conocer mi tono de voz así que será mucho más complicado que lo engañe otra vez.

Me acerque al baño, recogiendo por el camino la ropa que tiré por el cuarto y la muda limpia, pero cuando estaba a punto de cerrar añadía algo más- Por cierto, no deberíamos dejar que ella venga a esta ciudad. Quien sabe lo que le harían, si consigues su número la llamaré yo -y cerré la puerta tras de mi para darme una ducha rápida con la que quitarme la peste y la suciedad simplemente.

Midori miró a Kat y asintió. No era prudente acercarse tan pronto porque los reconocerían. Era cierto que lo mejor podría ser dejárselo a sus amigos, pero después de lo que habían hecho, empezaba a dudar si se tomaban en serio la situación en la que estaban. De Etzuko no le extrañaba, pero sí de Jack. Él solía ser quien muchas veces era la voz de la razón, pero ahora... En fin, que no valía la pena pensar en eso mucho más. Si debían encargarse ellos, así tendría que ser.

- Tienes razón. Si ellos fueran, sería más seguro para nosotros y no serían descubiertos tan fácilmente - dijo tranquilamente con su tono estoico de siempre.

Observó al pelirrojo irse al baño para asearse él esta vez. Midori asintió con respecto a lo de la hija. Si ella ya tenía una vida, era mejor que esta no se viera afectada por los problemas de su padre, pues parecía que había sido algo recurrente en la vida de ellos la pelea por eso. Mientras Kat se aseaba, Midori empezó a leer la carta de nuevo. No les quedaba nada más que esperar, ¿verdad?

Kat decidió tomarse un baño para cerrar el ciclo del de hoy. Al igual que cuando Midori tomo su propio baño, el agua parecía ser sanadora. La sensación de calma que le provocaba sentir como todo el hollín de la calle caía de su cuerpo mezclado con el sudor y la sangre era incomparable con cualquier otra calma que hallan sentido en días.

Decir que este día había sido un agitado seria decir poco comparado con los días mas locos que han vivido hasta ahora. Literalmente correr por sus vidas en un pasillo mientras les disparaban no era una experiencia a la que estuviese acostumbrados. No era algo que de ahora en adelante fuesen a tomar como deporte, pero de todas formas había algo dentro de sus cabezas que les hacia querer repetir eso. La adrenalina corriendo por sus venas y luego la satisfacción de salir no solo con vida, si no también estropeando los planes de una de las personas de esta ciudad que los quería atrapar era una sensación peligrosamente tentadora.

Al salir del baño, Kat se sentía refrescado. Aun no tenia suficientes energías como para salir a dar una caminata por la calle, pero definitivamente se estaba sintiendo mejor que antes. De todas formas esa calma que ambos, el y Midori, estaban sintiendo en ese momento fue repentinamente interrumpida cuando alguien abrió la puerta sin llamar o pedir permiso de ninguna forma. Obviamente se trataba de Edward. De seguro ya había terminado de resolver el asunto del auto y ahora estaba yendo a echarle un ojo a los chicos para ver que habían encontrado. Ambos estaban conscientes de que el regresaría, pero lo que si no esperaban era que llegase acompañado de Francis. También era lógico, pero aun así no era una sorpresa agradable.

- Hey, -Dijo Edward al entrar- ¿como les va?. ¿Encontraron algo?

Edward entró a la habitación y se apoyo contra una pared mientras sacaba un cigarro. Por su parte, Francis simplemente busco una silla para sentarse y se quedo allí en silencio esperando a escuchar lo que los chicos habían encontrado.

Fue un momento fugaz pero mientras me duchaba, dejando que me cayera el agua en la cara de frente y sintiendo como los restos de sangre se iban de mi cuerpo no pude evitar reír un poco entre dientes... Estaba deseando disfrutar así otra vez pero mi instinto de supervivencia me mantenía con los pies en el suelo, quizás un día eso dejara de pasar.

Salí del baño al poco rato, realmente me tome en serio de darme una ducha rápida, al hacerlo curiosamente fue completamente vestido. Lo extraño es que parecía mostrar algo más de pudor ahora respecto a ir descamisado frente a Midori, cosa que antes era mucho menos importante para mi, tampoco es que fuera frecuente pero no me importaba en absoluto. Eso si, lo primero que hice fue tirarme en la cama- Creo que podría quedarme muerto aquí hasta mañana -dije medio ahogado ya que estaba aplastando la cara contra la almohada. Por desgracia para mi eso sería imposible porque segundos más tarde la puerta se estaba abriendo, provocando que de forma instintiva me pusiera en pie de inmediato con la guardia bien alta.

Suspire al ver quien era- ¿Sabes? Deberías tocar la puerta o avisar al menos, me vas a matar de un infarto -dije sentándome de nuevo en la cama- Oh, Francis ¿tu por aquí? -comenté al verle con fingida sorpresa- Bueno, no gran cosa pero tenemos una pista -me estiré para recuperar el recibo- Nuestro querido amigo guardaba esto con cuidado, es una venta de algo a un local particular. Normalmente no sería algo relevante pero teniendo en cuenta que lo guardaba entre las facturas importantes de su negocio la cosa cambia... -le extendí el papel hacia Francis- Creo que si vamos allí quizás podamos averiguar algo sobre lo que buscáis.

Kat se tomó bastante en serio lo de una ducha corta y, cuando Midori lo vio salir vestido, le pareció curioso. Él era bastante más tranquilo, pero tampoco lo culpaba. Si le molestó o no, no lo dejó ver en su rostro. Lo que sí pudo notar el pelirrojo es que Midori estuvo leyendo la carta y releyéndola varias veces, mientras observaba la factura de compra.

Cuando este se dejó caer sobre la cama y dijo aquello, soltó una sonrisa de medio lado divertida por la forma en que había hablado, mas dejó la carta a un lado cuando la puerta se abrió sin más. Obviamente la adrenalina de todo lo sucedido bajaba, pero no quería decir que no estuvieran alerto. Cosa rara, se sintió aliviado al ver que era Edward con Francis y, afortunadamente, tenían novedades por reportar.

El pelirrojo se le adelantó y Midori lo miró con su rostro sin alguna reacción específica para luego asentir a lo que dijo - Tenía planes de salir de esta ciudad en un futuro próximo - aunque no sabía si entregar la carta de la hija -. Seguro lo vendió para financiar su partida -. Ante lo dicho por su amigo, solo agregó - Pero recién estuvieron a punto de matarnos, así que seríamos un blanco fácil. Nos reconocerían de inmediato -.

- Que, ¿tienes un corazón de niña o que? -Dijo Edward con una sonrisa burlona en la cara cuando escuchó el comentario de Kat sobre tocar la puerta.

Edward, como todo buen adulto adicto al cigarro, no se tardó mucho en encender el cigarro que saco al entrar a la habitación.

Por su parte, Francis se dispuso a contestar el comentario sarcástico de Kat.

- Cosas de la vida. -Dijo el con un tono serio. No se le daba bien el sarcasmo. No parecía que la broma de Kat le hubiese gustado, pero aun así contesto- Como sea, que fue lo que encontraron.

Después de saludar, era el momento de hablar de negocios. Francis tomo el recibo y lo reviso por encima mientras escuchaba las explicaciones de Kat y Midori sobre lo que habían encontrado. En un principió pareció un tanto confundido al ver la clase de recibo que le habían dado, pero conforme los chicos explicaron todo, su expresión dejo claro que habia entendido todo el panorama que habían descubierto.

- Salir de la ciudad… Tiene sentido. -Dijo para si mismo a la vez que le entregaba el recibo a Edward después de escuchar lo que Midori dijo- Estuve investigando un poco sobre el Viejo Brown y encontré un par de cosas interesante. No es seguro pero, hay rumores que sugieren que en el pasado estuvo mezclado con la Royal. No se como estaba involucrado o que hacia allí, y no parece que nadie en esta ciudad sepa algo de eso, pero eso puede explicar como fue que el llego a tener el articulo antes que nadie… Sea lo que sea que halla pasado, el evidentemente no estaba en buenos términos con la gente de la Royal. Tal vez por eso era que quería salir de la ciudad.

Desde un principio Brown siempre fue un personaje misterioso, pero no fue hasta ahora que los chicos se estaban enterando de lo abismalmente poco que ellos conocieron al Viejo. Lo único que ellos sabían de el era que era el dueño de un bar abandonado por dios en una calle aleatoria de esta ciudad. Pero ahora, resulta que tiene familia y que, para remate, puede que halla formado parte de la organización que esta cazándolos por toda la ciudad. Al final no podían evitar preguntarse ¿Quien era Brown en verdad?

- No tenemos tiempo que perder -Continuó Francis después de una pausa- Si nosotros nos enteramos de esto, ¿que dice que los que estaban registrando el apartamento no lo hallan hecho ya? Edward me dijo que Alderson fue al que se encontraron en el apartamento, ese desgraciado sabe lo que hace.

Después de escuchar a Francis hablar, Edward dejo salir una nube de humo a la vez que comenzaba a hablar.

- ¿No escuchaste a la... el chico? Que salgan ahora es peligroso. -Señaló Edward- Puedo apostar que Irving esta como loco buscando el auto donde escapamos por toda la ciudad… Ademas, ya conoce nuestros rostros. Ya no hay forma de pasar cerca de el sin que nos reconozca. -Después de decir eso dejo salir una pequeña risilla para si mismo- Lo de hoy fue un puto milagro… ¿Que me dicen de los escurridizos de sus amigos? Podemos llamarlos y pedirles que busquen la tienda esa por nosotros. Así nadie se pone en peligro ni nada.

La respuesta por parte de Edward me hizo fingir una indignación como si sus palabras me hubieran dolido para reír un poco acto seguido y pasar al tema importante con Fran, quien parecía un sentido del humor totalmente nulo para mis bromas. Tras que no solo yo si no también Midori diéramos toda la información que conseguimos él mismo nos hablo sobre sus propias investigaciones en torno al Viejo. Y consiguió quitarme el habla con lo que nos conto... fui abriendo la boca por la sorpresa lentamente ¿Qué cojones pasaba con Brown? Su vida parecía ser un absoluto caos y creíamos conocerlo, pero no sabíamos nada hasta que murió.

Ensimismado como estaba con ese problema escuche de fondo a Francis volver a hablar así que volví a la realidad, esbocé media sonrisa cuando "elogió" a la persona que acababa de timar y burlar. Aunque esta desapareció en cuanto Ed casi llama de esa forma a Midori ya que de inmediato le lancé una mirada asesina completamente seria- Si no vuelven en cinco minutos les llamare con las novedades, ellos deberían poder hacerse cargo de eso -respondí en referencia a la idea de que Jack y Etzuko fueran a la tienda

La actitud de Edward se había relajado, y eso era bueno. Después de todo, estarían juntos por un tiempo más, al menos mientras encontraban aquel objeto que tanto les interesaba a la Royal. Escuchó con atención todo lo que dijo Francis, pero casi en sincronía con Kat, miró de manera fulminante a Edward cuando este casi le llama "chica". Afortunadamente cambió de idea al instante, así que fingió tranquilidad.

Ellos sin duda no podían encargarse de ello por su cuenta, así que tendrían que confiar en los otros dos. Solo esperaba que aquello no fuera perjudicial, pues ya habían demostrado ser bastante egoístas en el pasado. ¿Cómo seguían vivos?

Asintió a la idea de Kat - Es lo mejor. Ellos cuentan con las capacidades necesarias, así que espero que no haya problema con ello - dijo serio como siempre, y pensando en posibles reacciones de esos dos. En verdad esperaba que aceptaran sin más. De lo contrario, sería bastante difícil para ellos, pues no los dejarían ir sin más, y aún peor si ese Irving era tan listo como decían.

Francis escuchó la propuesta de los chicos sobre esperar un poco mas y asintió con la cabeza dejando claro que estaba de acuerdo. Esperar un poco mas a Jack y Etsuko no les quitaría mucho tiempo, pero Edward, por su parte, no pareció estar muy de acuerdo, y no tardo nada en dejar claro su posición.

- ¿No escucharon a Francis? -Dijo el repitiendo la frase que le dijo al propio Francis hace nada- No hay tiempo que perder.

Mientras hablaba, Edward sacó un teléfono distinto al que los chicos le vieron esta mañana e inmediatamente se puso a llamar a Jack y Etsuko. La llamada tardó un poco en caer, pero al después de un rato, la comunicación se estableció con éxito.

- Ah, hola. -Dijo mientras se daba la vuleta y le daba la espalda a Mat y Midori- Muchachos, escuchen, tenemos una pista del articulo que encontraron sus amigos y queríamos preguntar si ustedes nos podían echar una mano con eso.

Francis volteo a ver a Edward con una cara de desaprobación, pero no le dijo nada al respecto. Al fin y al cabo a el también le interesaba que todo esto se hiciese lo mas rápido posible. De todas formas, después de mirar a Edward por un par de segundos, el chico volvió a ver a Kat y Midori.

- ¿No encontraron nada mas en el apartamento? -Preguntó.

Edward no tardo en saltar, completamente aterrorizado por la idea de esperar cinco míseros minutos, tal vez era mejor salir ahora corriendo por la puerta y morir inútilmente. Yendo a toda prisa por su móvil para llamar al resto tras recriminarnos ante la mirada de desaprobación por no solo de su jefe sino también la mía.

- ¿Algo más? -mire pregunte a mi mismo tras que nos preguntara Francis haciendo un poco de memoria, solo había una cosa que no había mencionado, y aunque habría preferido guardarlo para mi era perfectamente posible que Ed no fuera tan callado así que simplemente metí la mano hacia la parte trasera de mi pantalón sacando de la cintura el arma- Esto... No es nada raro, es decir en su situación y conociendo ahora su pasado cualquiera tendría un arma guardada en su casa. Así que me la quede para estar un poco más seguros... ya sabes...

La imperiosidad de Edward le sorprendió un poco, aunque de cierta manera podía entender de dónde venía, pues si sabían que alguien más estaba tras Brown, de seguro estarían extremando medidas para poder dar con el objeto antes que los intrusos que les eran ahora conocidos y obviamente enemigos jurados.

Notó el hastío de Kat, y aunque no lo mostró, este lo compartía. ¿No estaba ya hablándoles? En fin, que se encargaran de ello, pues los habían dejado solos. La pregunta de Francis lo puso a pensar. La verdad es que había olvidado el arma de Kat y sacó la pistola que él le robó a quien intentó matarle - Yo le quité esta a uno de los hombres de la Royal cuando Edward lo mató. Pero lo cierto es que ya habían revisado buena parte de ese lugar cuando llegamos. También había una carta a su hija, pero no es gran cosa. Solo un padre intentando reparar su relación con su hija - dijo restándole importancia. Al estar en otro lugar, era poco probable que resultara involucrada, ¿verdad?

Edward seguía hablando por el teléfono por su lado mientras los chicos hablaban con Francis. Al parecer el era una de esas personas que no se podían quedar quietas mientras tenían un teléfono al oído. Recién comenzó a hablar, caminó de un lado a otro hasta que termino por salir de la habitación en sus vueltas sin sentido, así que Kat y Midori se quedaron solos con Francis.

Cuando Francis escuchó que ahora ambos tenían armas alzó una ceja como si estuviese pensando en que tan bueno seria que las tuviesen, pero al parecer no le pareció tan mala idea, pues no les dijo nada con respecto a eso. Por otra parte, lo que si pareció llamarle la atención fue la mención de la hija de Brown. Ella era un nombre que no tenia ni tendría nada que ver con todo esto, pero de todas formas el hecho de que Brown tuviese una hija era lo bastante peculiar como para llamarle la atención a cualquiera.

- ¿Una hija? -Preguntó Francis- Quien diria que un hombre como Brown tuviese una de esas… Como sea. Escuchen, de hora en adelan-

Francis fue interrumpido a mitad de frase por el fuerte sonido que hizo la puerta de la habitación al abrirse violentamente. El que la abrió fue nuevamente Edward, y con solo ver la expresión que tenia en su cara se notaba que estaba muy alterado. Parecía como que si hubiese visto un fantasma por como se veía.

- Francis, necesito las llaves de tu auto ¡Ya! -Dijo Edward alterado.

- ¿Que esta pasando? -Pregunto Francis confundido.

- Es el otro chico, el del gato. -Contestó Edward haciendo obvia referencia a Jack- La peli-azul me acaba de decir que el chico del gato esta teniendo un ataque de pánico en un café de la zona roja donde gente de la Royal va a pasar la tarde.

En un principio Francis no pareció reaccionar a lo que Edward decía. A pesar de que lo que acababa de escuchar era bastante preocupante e importante, no pareció reaccionar en lo mas mínimo y no contesto por alrededor de un segundo completo. Pero al cabo de un rato, pareció reaccionar e inmediatamente sacó de sus bolsillos unas llaves de auto que le entregó a Edward quien tomo las llaves y salió corriendo sin decir nada mas.

Por su expresión, Francis parecía estar mas confundido de lo que debería estar. La explicación de Edward fue lo suficientemente clara como para que cualquiera la entendiese, y aun así, Francis parecía como que si no hubiese entendido.

El chico era muy excéntrico. Le recordaba a Etzuko. ¿Sería como ella? Tal vez. Aunque estaba de acuerdo en que nunca habría pensado que el descuidado y perezoso Brown podría tener una hija. Aunque claro, no era descabellado que no pareciera haber sido un buen padre y que por eso había tenido que poner tanta distancia entre ellos.

Mientras pensaba en todo eso, se alarmó por un momento con el portazo de Edward. Este le pidió apresurado las llaves a Francis y, tras contemplarlo, este se las dio. Midori chasqueó la lengua fastidiado - Mierda - dijo suavemente. ¿Qué diablos? En primer lugar, ¿qué hacían allí? ¿Estaban realmente buscando el objeto o solo seguían con su escapada infantil? Lo primero que se le ocurrió fue reprenderlos, o gritarles... Aunque siendo Midori, no gritaría, pero los miraría mal. A ambos por descuidados. Se sentía molesto y miró a Edward.

- ¿Vamos los tres? - preguntó, aunque se estaba preparando para acompañarlo, metiendo la pistola entre sus pantalones y ajustando su ropa. Francis tardaba mucho en pensar, así que miró a Edward. Él reflexionaría su respuesta más rápidamente.

Apenas un gesto, encogerme de hombros fue lo único que di como respuesta a las primeras palabras de Francis antes de que este fuera interrumpido, para cuando los tres nos dimos cuenta de que solo era Edward yo ya me encontraba con el culo despegado de mi asiento, aunque el hecho de que fuera una cara familiar solo me relajo durante medio segundo ya que no tarde en adoptar parte de su angustia por algo que ni siquiera sabía.

Con prácticamente una orden a su superior me dio la suficiente información como para terminar de ponerme en pie, por lo que su explicación sobre lo que pasaba solo termino de confirmar mis sospechas- Joder, entonces no lo han encontrado... -obviamente no iban a dar con el gato en una ciudad tan grande sin ninguna pista pero tenia esperanza. Y respondiendo a la pregunta de Midori ya corriendo detrás de Edward a toda velocidad- ¡Tenemos que rescatar a nuestro amigo, luego hablamos Fran! -grité según me alejaba por el pasillo asumiendo que no tardaría en seguirme Midori, ni siquiera me había fijado en la confusión que tenía el jefe por la situación actual porque solo pensaba en el peligro que corrían los otros dos.