Partida Rol por web

Paz y Ego

9. Investigaciones

Cargando editor
04/03/2015, 17:47
Segismundo

El niño miro el torreón desafiante. Tenía dos opciones, o escalar hasta encontrar un hueco por el que deslizarse en su interior o tratar de abrir la cerradura. Se miró a sí mismo y se atusó el pelo agitado por la tormenta. Estaba claro, trataría de abrir la cerradura con su cuchillo, aunque también podía meter algunos dedos para mover los dientes de los pernos.

- Tiradas (1)

Motivo: Destreza+ Fullerías

Dificultad: 1

Tirada (7 dados, se repiten 10s): 8, 8, 10, 9, 6, 8, 8, 2

Éxitos: 6, Éxito

Notas de juego

Tenia pensado que postearte, pero se me había olvidado que no lo había hecho.

Es un niño y es un sluagh asumo que podría meter sus dedos. si no es así dimelo.

Cargando editor
04/03/2015, 18:28
Director

El cuchillo no servía de mucho, pero logró deslizar los dedos en la cerradura. Las manos de Segismundo no eran lo bastante fuertes para maniobrar los pernos en un espacio tan reducido, y tuvo que doblar los dedos y la muñeca en posición antinaturales incluso para un sluagh. Cuando ya pensó que no podía soportar el dolor hubo un sonoro crac seguido de un clic. El último sonido provenía de la puerta, que se había abierto. El primero de sus dedos índice y corazón, que se habían roto al ser aplastados por el mecanismo de la cerradura.

Sacar la mano de ahí supuso un par de minutos más de maniobras y duro trabajo, dificultado aún más por el dolor, pero al final lo consiguió.

Notas de juego

Te llevas un daño letal.

Cargando editor
04/03/2015, 18:36
Segismundo

Solo podía cruzar los dedos para que el feudo le restituyera sus falanges antes de salir de aquí. Se rió con su propio chiste y se adentró en el torreón, entornando la puerta tras de sí. Necesitaba subir a la azotea, aunque la puerta estaba cerrada, no podía asumir que la estructura estuviera vacía, así que se detuvo a escuchar los ruidos del edificio antes de comenzar a subir las escaleras.

Cargando editor
04/03/2015, 19:26
Director

Desde los pisos superiores llegaba el silbido del viento, el arrastrar de pesados cortinajes balanceándose ante una ventana abierta y el tintineo de una gotera. Cuando subió las escaleras se encontró en una sala de semicircular con dos puertas y más escaleras. Más arriba encontró más salones, puertas que probablemente conducían a dormitorios y, finalmente, la puerta que llevaba al dormitorio privado de Lord Marcel.

Al otro lado de la puerta no se oía nada, y además estaba abierta. No se había encontrado con nadie dentro, de modo que no parecía probable que Lord Marcel se encontrase en sus aposentos.

Cargando editor
04/03/2015, 20:03
Segismundo

Tenía una duda profunda, podía investigar los aposentos de Lord Marcel, mejor dicho sus viejos aposentos, o bien podría subir hasta la azotea. 

Lo cierto es que cabía la posibilidad de que su antiguo yo hubiera dejado algo en el dormitorio. Además la tempestad hacia por instantes menos apetecible la idea de subir a cielo abierto. Extrañado de que no hubiera defensa alguna de la intimidad del Conde, cerró los ojos buscando alguna fuente de glamour. Si no, entraría a buscar algún legado que la condesa pudiera haber dejado.

Cargando editor
04/03/2015, 20:20
Director

No había ninguna fuente de Glamour rodeando la puerta, al menos no una que Segismundo pudiese sentir.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: bogus roll

Dificultad: 5

Tirada (30 dados, se repiten 10s): 4, 9, 2, 2, 10, 10, 3, 3, 1, 7, 8, 3, 9, 3, 6, 2, 2, 2, 4, 10, 8, 6, 4, 2, 2, 7, 6, 5, 7, 8, 4, 1, 6

Éxitos: 8, Éxito

Cargando editor
05/03/2015, 09:31
Segismundo

Cauteloso, se adentró en la habitación. No estaba interesado en las cosas del Conde, por buena que fuera la oportunidad para cotillear. Avanzó hasta el centro de a sala y miró en derredor. "si fuera una enorme Troll, guardaría algo importante en un sitio al que solo yo pudiera acceder. Pero, si espero que alguien a parte de mí, lo descubra, lo dejaré en un sitio en que alguien listo lo encuentre."

Ni corto ni perezoso Segismundo comenzó a registrar el cuarto, deslizandose bajo los muebles, y mirando en todos los rincones. Pego su orjea al suelo y las paredes en busca de compartimentos secretos que con golpecitos esperaba oír a hueco al otro lado.

Cargando editor
05/03/2015, 13:40
Director

Cuando entró en el dormitorio trastabilló. Una mano invisible se le había metido en el pecho y trataba de privarle de aire. El corazón se le aceleró tanto que pareció que iba a estallar. Por un momento pensó que se había tropezado con algún encantamiento protector, pero aquello no era magia, sino recuerdos.

El dormitorio de Lord Marcel estaba ricamente amueblado, con una cama adoselada y las paredes cubiertas de tapices y cortinas. También estaba más desordenada de lo que hubiera cabido esperar del Conde, aunque a juzgar por los cajones tan llenos que no cerraban del todo, las sábanas arrugadas y la ropa acumulada sobre los sillones, el desbarajuste era obra de Seve.

Pero no siempre había sido así. Hacía mucho tiempo unos muebles diferentes con una disposición diferente habían sido el refugio de otros amantes. Segismundo recordaba la sensación de una cabeza apoyada en su pecho, alguien mucho más pequeño que él. Recordaba haber pasado horas y horas sentado, simplemente mirando a su amante. Recordaba limpiar sus lágrimas, y compartir sus risas. Lo que no recordaba, sin embargo, era un nombre o un rostro.

Cargando editor
06/03/2015, 20:17
Segismundo

Esas emociones, complejas, adultas y sobre todo, ajenas al niño, superaban su capacidad de comprensión. Pero no por ello eran menos intensas, ni le permitían tener una mayor claridad de lo recordado.

Había tenido un amante, eso era normal en el mundo de los adultas. Pero ¿Acaso este, o esta amante, era su asesino? ¿Tenía cuernos en la cabeza su amante? Aunque recordaba las emociones, las sensaciones de alguien preciado, su cara o sus rasgos se escapaban de su alcance. Solo tenía clara una cosa, su amante no era un troll.

¿Sería Seve? Un escalofrío de repelús recorrió su espalda como un rayo helado. No, no. Sus recuerdos tendrían un carácter mucho más caótico. Necesitaba enterarse de quienes estaban en este feudo hacía diez años, y si no podía preguntar directamente a los anteriores vasallos, tendría que acudir a la Duquesa...o a quién ha dejado al cargo. Aunque era mejor idea hablar con la Meneos, le gustaba demasiado cotillear.

Pero eso podía esperar, si no encontraba información útil propia, nada le impedía aprender algo sobre lo ajeno. Había cumplido con la obligación, tocaba un poco de devoción. Se dispuso a enterarse de todo lo que pensaba realmente Lord Martell sobre su enemiga Lady Ágata.
 

Cargando editor
06/03/2015, 23:06
Director

Poco había en la habitación que pudiera responder a sus preguntas, y los dedos rotos ralentizaban mucho su tarea. En los armarios y cajones había ropa. La de Marcel, elegante y cuidadosamente doblada y colgada en perchas. La de Seve, arrugada, barata y desgastada. Había otras prendas, demasiado estrechas para pertenecer al sidhe pero de mucha mejor calidad que las de Seve, que sólo podía suponer que habían sido regalos.

Encontró también algunas novelas y cuadernos en francés y libros de texto con las páginas dobladas, los lomos rotos y llenos de garabatos a bolígrafo. Lo único extraño que encontró fue una bota desparejada, y todo quedó explicado cuando encontró la otra mordisqueada bajo la cama.

Cargando editor
07/03/2015, 00:16
Segismundo

Frustrado en su tarea de descubrir la raíz de la enemistad entre los Condes, el Infantil abandonó el lugar. Visitaría a la Meneos, pero antes, pasaría por donde Cortapanes a entregarle su regalo de cumpleaños con retraso.

Cargando editor
07/03/2015, 13:19
Cesi

6 de marzo de 1999, 19:15

Cuando entró en el bar Cesi estaba poniéndole un café a un anciano con boina, y Cortapanes estaba sentado en un banco contra la pared, viendo un canal de deportes. El bar tenía contratados muchos canales, y cuando no había mucha gente Cesi le dejaba poner dibujos animados.

La pooka sonrió e hizo un gesto para que se acercara mientras desaparecía detrás de la barra para servirle un pincho de tortilla.

-Hola, tesoro. ¿No es un poco tarde para que andes por ahí ya?

Cargando editor
10/03/2015, 10:42
Segismundo

El niño saludo a su madre postiza desde la puerta, y avanzó hasta sentarse en un taburete de la barra. Solo podía comerse la tortilla, con la patata muy hecha, casi deshecha que tanto le gustaba. 

-Nha, aún es pronto.- Comió la punta del triángulo.- Ummmm, está buenísima, Cesi. ¿Qué tal todo por aquí?

Cargando editor
10/03/2015, 18:22
Cesi

-Oh, ya sabes. Esto y aquello. ¡Cortapanes, ha venido Segismundo! -El troll hizo un gesto de asentimiento sin dejar de mirar la tele con gesto alelado. Cesi suspiró y negó con la cabeza antes de volverse hacia el infantil-. ¿Qué tal estás, chaval?

Cargando editor
10/03/2015, 19:44
Segismundo

- Pues ha sido muy chulo. He tenido un sueño sobre el pasado, y he investigado sitios prohibidos, y....-estaba realmente emocionado, ciertamente ahora tenía algo a lo que dedicarse. La vida de un infantil en un orfanato era muy aburrida y fuera con otros niños faéricos, solo podía jugar como si fuera un niño normal....o eso esperaban los adultos.- ...y he traído un regalo para Cortapanes, aunque sea con retraso, pero es el mejor de todos los regalos. ¿A que no puedes encontrarlo? Lo llevo encima.

El niño se puso de pie y dio un par de vueltas sobre si mismo, sonriendo ante la extrañeza que imaginaba en la cara de Cesi. Su imaginación, más exagerada que la realidad, le hacía reirse solo. Al parar se quitó la funda para el cuchillo de Cortapanes del cinto y la dejó encima de la barra.

-¿A qué esta guay?

Cargando editor
11/03/2015, 19:03
Cesi

Cesi aplaudió y silbó con entusiasmo incluso antes de que Segismundo se quitase la funda del cuchillo para mostrársela. Silbó de nuevo, esta vez de admiración, y lo cogió con una mano mientras con la otra le hacía gestos a su marido.

-¡Julio, deja de mirar la tele, que se te queda cara de gilipollas! ¡Ven, mira lo que te han traído! ¡Julio!

Cargando editor
11/03/2015, 19:03
Cortapanes

Cortapanes parpadeó y apagó la tele antes de acercarse para revolverle el pelo a Segismundo con una de sus enormes manos. Cesi le había devuelto la funda al sluagh para que pudiera entregar el regalo él mismo.

-A ver, qué pasa.

Cargando editor
12/03/2015, 09:51
Segismundo

-Sé que llega con retraso, pero como todo el mundo te ha hecho regalos chulos quería que el mío fuera el más mejor de todos. Cesi ya sabe lo que es.-Pensó por un momento en hacer lo mismo que antes, pero se dio cuenta de que a Cortapanes las sutilezas sobraban.- Toma.-Dijo entregándoselo y tapandolo un poco con las manos.- Lo siento, no tenía nada para envolverlo. Es una vaina invisible, si la gente no sabe que la llevas encima, no podrán verla. ¿Que te parece? La he hecho yo.- Decidió omitir la parte en la que Eli hacía la vaina de cuero.

Cargando editor
15/03/2015, 23:14
Cortapanes

Cortapanes cogió la vaina entre oes y aes de admiración, y la examinó desde todos los ángulos antes de introducir en ella su cuchillo. Encajaba a la perfección, y una vez que lo tuvo en la cadera, aun sabiendo que estaba ahí a Segismundo le costaba localizar el arma.

-Esto es increíble, campeón. ¿Lo has hecho tú? ¡Vamos a tener que venderte a Lady Liliana! -Soltó una risotada que hizo sobresaltarse a los parroquianos y se inclinó para darle un beso brusco en la coronilla-. Muchas gracias. Es el mejor regalo que me han hecho.

Cargando editor
16/03/2015, 20:26
Segismundo

Con el pecho hinchado de orgullo, sonrió satisfecho el pequeño Sluagh, para poco después bostezar. Había sido un día muy largo y había hecho muchas cosas, notaba sobre sus hombros el peso de las actividades realizadas pero la curiosidad sobre su pasado le espoleaba a seguir preguntando.

-Cesi, Cortapanes ¿Cuantos años lleváis en este pueblo?