Martes, 6 de agosto del 2019.
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Mitch observó a Alistair con tristeza, preguntándose si lo consideraría un loco por revelar lo que acababa de descubrir en el interior del fuselaje del avión. El joven hippie se hallaba abrumado, tenso, y sabía que el diagnóstico del médico no era desacertado. Necesitaba descansar, aunque no estaba seguro de que fuera una buena idea.

Puede que ni siquiera estuvieran solos en la isla. "Erik... Erik era uno de ellos" se dijo para sus adentros, muy convencido. "Pero no pudo llegar a la isla solo. Tiene que haber más".

-Lo sé, tronco, claro que necesito descansar -dijo el joven, con un brillo lacrimógeno en los ojos-. Pero hay que dejar a alguien vigilando. En esta isla pasan cosas raras, doc. Hombres que nos dicen que van a ayudar y luego nos dejan tirados en la jungla. Personas que desaparecen. Esa gente muerta en la playa. Y no mola, doc, no mola nada. -La mirada de Mitch estaba puesta en el médico-. Lo vi dentro, tío. Rebuscando entre las cosas. Me he puesto malo cuando me he dado cuenta.

El hippie sabía que debía de estar sonando como un loco y que, siendo un marihuanero como era, su palabra no tenía demasiada credibilidad. "Nunca me creerán" se dijo, convencido de que había revelado el plato fuerte estando en un estado mental que no era el más adecuado. Aquello le había afectado demasiado, pero, ¿cómo no iba a afectarle?

-La verdad está ahí dentro, hermano -dijo Mitch, señalando al avión con manos temblorosas-. Pero no entréis si no os veis capaces. Hay muchos cuerpos, toda esa pobre gente... Me han dado ganas de potar.

El hippie tenía lágrimas en los ojos. Estaba tan afectado por la situación que no reparó en que había llegado una nueva superviviente al improvisado campamento que tenían en los alrededores del avión. Mitch decidió sentarse en la arena junto a las hermanas Cooper. No sabía qué decirle a Ava, las palabras no le salían. Lo que había visto dentro del avión le había desmoralizado por completo, así que simplemente comenzó a llorar en silencio.

Samantha caminaba con dificultad por la arena, casi cayendo un par de veces en ese "camino de la vergüenza" que estaba dando, al menos en el sentido que todos la estaban viendo dirigirse hacia ellos de una forma poco elegante, y mucho menos estilosa, tal y como era costumbre ir ella.

-Hola -Dijo levantando la mano, tratando de llamar la atención de los presentes y casi cayendose al suelo- ¿Sois los secuestradores?. ¡Quiero hablar con el Encargado!. ¡Me han tratado fatal!. Osea, eso incumple las leyes de Ginebra o algo así... ¿Aquí hay hoja de reclamaciones o algo del estilo?.

Una vez llegada al avión echó un vistazo por encima a los presentes, mirando al joven que lloraba con cierta curiosidad, pese a ello, no se le acercó ni lo tocó.

-Tu debes de ser el becario.

Mientras escuchaba a Mitch y Alistair hablar, Ava miró a su hermana. ¿A quién creerle? Mitch había visto el infierno allí adentro y eso podía afectar a cualquiera, pero ¿Podía ser verdad? Ella ya no sabía que pensar. Solo quería sobrevivir y que su hermana lo hiciera también, claro había notado como Kalina no había aparecido hacía rato y al mirar alrededor buscando a Nataly… Tampoco la encontró. —¿Han visto a Nataly? ¿Está dentro del avión aún? — preguntó a todos a su alrededor, aquello solo la pondría a pensar lo peor, porque si dos de ellos habían desaparecido de repente en un par de horas ¿Lo que decía Mitch podía ser verdad?

Lo vio sentarse a su lado y suspiró, arrastrándose lo más que pudo hacía el con cuidado de no lastimarse más, algo que le costó mucho porque se sentía demasiado agotada con ganas de dormirse allí mismo. —Mitch tenemos que ser fuertes, tenemos que sobrevivir — le dijo, pasando un brazo por su espalda con cuidado en una especie de abrazo, no sabiendo si estaba sobrepasando su límite, pero no pudiendo dejar a la única persona que la había estado cuidando hasta llegar allí, en tal estado de desesperación.

En eso vio llegar a la mujer  castaña con rubio, la cual caminaba… muy raro ¿estaría bien de las piernas? Y que comenzó a reclamarles cual secuestradores. —Hola, ninguno es secuestrador de nadie, todos somos sobrevivientes del accidente. Tú, ¿Te encuentras bien? — le preguntó más por cordialidad que nada, era mejor saber cómo estaba cada persona que se unía al pequeño grupo, porque debían mantener las fuerzas.

—No vayas muy lejos Alistair... lo mejor es que estemos en las zonas visibles— Comentó al doctor desde su lugar, antes de regresarle la mirada a su hermana tan pronto esta hizo aquello, pensando un poco en lo que había dicho tanto Alistair como Mitch, en verdad este último debía descansar un poco, su condición mental claramente sonaba un tanto quebrada con todo lo que estaba diciendo en esos momentos, pero por otra parte algunas de las palabras que el hippie había soltado eran mas que ciertas ¿Que tanta de verdad podría haber en esas palabras? Tal vez si llego a ver algo dentro de aquel avión que logro darle ese nuevo panorama del que estaba hablando, soltó un largo y pesado suspiro, ahora su mente estaba siendo bombardeada por preguntas de todo tipo y por supuesto, no tenía forma lógica de responder todas estas, por lo que decidió solamente guardar silencio por el momento, mirando a Mitch tomando asiento en la zona donde ella y su hermana estaban.

—Cierto Nataly...— Comentó de manera extrañada, mirando alrededor para ver si lograba ver algo que le diera indicios de donde estaba la chica (O Kalina de igual modo) Habían desaparecido de un momento a otro y eso sin duda, no le daba buena espina para nada —¿Donde se habrán metido? Tal vez fueron a recoger suministros como dijo Alistair antes de la operación, o algo asi ¿No?...— Comentó como la manera mas lógica de pensar, aunque en esos momentos ya no sabía que era normal en esa isla, había visto demasiado, ni loca entraría a ese avión.

Pero antes de que pudiera hacer o decir algo mas, vino aquella señora que comenzó a decir algo sobre un secuestro y exigir hablar con el líder ¿Tenían acaso un líder para empezar? Todo lo que pudo hacer en esos momentos fue soltar una pequeña risita cansada, tomando un poco de arena con su mano y lanzandola para ver como se la llevaba el aire —Ojala fueramos secuestradores... Estaríamos en mejores condiciones sin duda alguna— Comentó intentando tomar un poco de aire, todos se podían ver en mal estado en esos momentos, desde su hermana que estaba literalmente sin poder moverse, hasta el hippie que aunque estaba relativamente bien físicamente, en esos momentos lo habían perdido por un tiempo. —¿Estas herida? Supongo que aquí tendremos un campamento provisional, es mucho mejor zona que la jungla al menos— Terminó de decir, mientras mas fueran sería mejor ¿No?

 Melvin acató las ordenes del doc y se dedicó a descansar en la arena, dormitando un poco debido a su extenuante jornada pero intentando mantenerse atento a lo que le sucedía al resto de sus compañeros. Lo que más le había estado llamando la atención en esos últimos momentos era el estado de nerviosismo que presentaba el joven de pelo largo; que hasta el momento se había presentando tan calmado y jovial. Y las cosas que contaba daban un muy mal rollo,sobre todo lo de la cantidad de muertos que había dentro del avión. Eso si que le daba malas ideas a Melvin, hombre de familia.

- Que alguien le diga al fumado este que se calme, *my god*... que yo todavía estoy buscando ami mujer y a mi hija y todo el rollo de este tío me da MUY mala espina...

Al ver que se acercaba una nueva mujer, refinada pero demandante, el corpulento Melvin quiere tener el gesto de cortesía de levantarse para saludarla. pero su pierna en recuperación le pide un poco de tiempo antes de hacer reverencias innecesarias. Simplemente le hace un gesto de saludo con la mano.

- *We're not kidnappers,lady*... somos solo unos pobres náufragos...bienvenida al grupo...

Antes de marcharse a buscar a Kalina, escuchó la respuesta derrotada de Mich. Le prestó atención de manera analítica tratando de no ceder a sus emociones, tampoco a su cansancio. Era complicado pues el joven parecía estar muy afectado. - Pero exactamente ¿Qué viste?- a falta de pruebas tangibles, necesitaba datos de algún documento, o de cualquier cosa que le diera mayor credibilidad porque de momento el doctor no creía sus palabras, de momento le parecían ideas conspiratorias absurdas.

Dejó unos minutos que pensara mejor en lo que decía mientras iba a buscar a la joven trapecista. Él de paso también reflexionaba. Pensaba en que él no veía nada extraño en lo que estaba pasando; habían tenido un accidente de avión en el que habían muerto muchísima gente, habían desaparecido otras tantas, y eso de que muchos ofrecieran una ayuda que no llegaba... era tristemente más común de lo que creían. Cada cual luchaba por su propia supervivencia, de ahí aquellas promesas vacías.

Empezó a preocuparse por Kalina pues no la alcanzaba a ver. Alzó su voz ligeramente para llamarla pero lo único que alcanzó a ver fue movimiento por la entrada de la selva y la aparición de una joven que parecía estar muy cansada. Rápidamente se movió hacia ella para ofrecer su ayuda pero torpemente ya había llegado hacia el grupo. La miró extrañado cuando empezó a hablar, y lo primero que pensó fue en lo perdida que estaba psicológicamente...

- como han dicho somos más supervivientes del accidente. ¿Viene de la jungla? ¿Qué ha visto allí?¿Se ha cruzado con una joven rubia, ojos claros y cuerpo atlético? También buscamos a una mujer de mayor edad de ojos grandes, alta y pelo castaño. - Esperó que la mujer respondiera por si había visto a sus compañeras. -Yo vigilaré. Aún no estoy tan cansado. Descansad y reponer fuerzas. Lo necesitaréis para buscar comida y al resto.

-¿Secuestradores? -Mitch dio un respingo al escuchar las palabras de la recién llegada. En cierto modo porque sus recientes descubrimientos y la súbita desaparición de dos de sus compañeras iba en la línea de lo que aquella desconocida planteaba. ¿La habrían atacado en la selva?-. ¿A qué te refieres con "secuestradores"? ¿Lo has visto? ¿Un hombre con un traje negro?

Las palabras de Ava le hicieron percatarse de que Kalina no era la única que había desaparecido sin dejar ni rastro. Ahora Nataly tampoco estaba allí. El hippie había estado tan envuelto en sus pensamientos que ni siquiera había hecho cuentas de cuántos se hallaban en la playa.

-Espera... es verdad, Nataly no está. Y estaba aquí hace un momento -recordó Mitch, no muy seguro de dónde habría quedado su compañera-. Cuando salí del avión, ella todavía estaba con vosotros. Vi que le daba a doc una especie como de botiquín. ¿Alguien la vio después de eso? -El joven sabía por qué se lo preguntaba a los otros. Él siempre había sido descuidado, nunca se fijaba en los detalles en circunstancias normales y si Nataly se había marchado en algún momento, no se habría dado ni cuenta por lo afectado que se hallaba.

Mitch escuchó las palabras del doctor, y no supo qué responder. Si entraban en el avión, los demás también sabrían la verdad, pero era imposible que aquello no les afectara, y viendo la gran cantidad de cuerpos que había entre el fuselaje... El hippie quería proteger a esas personas. Porque las consideraba buenas personas y no quería ponerlas en peligro.

-No entre, doc -le pidió a Alistair, temeroso. Prefirió eludir responder a qué había visto. ¿Quién podría creerle si lo contaba?-. Descansemos hasta mañana. Puede que Karina y Nataly estén en alguna parte de esta isla. No es seguro que salgamos a recorrer la isla a estas ahoras, ni ahí dentro -señaló a la oscuridad del avión, a ojos de Mitch bastante tétrico-. Esperemos a mañana...

El hippie sintió que Ava le pasaba el brazo por la espalda. El joven estaba alterado, pero enseguida el acto de la chica le calmó. Había estado cuidando de ella desde que se estrellaron y agradeció con una leve sonrisa triste que ahora ella tuviera intentase tranquilizarlo. "No, no puede verme derrumbarse así" se dijo para sus adentros, tratando de serenarse. "Ella no podía andar y ha logrado llegar hasta aquí sin derrumbarse. Tienes que hacer lo mismo, Mitch, no puedes dejar que lo que viste te afecte tanto...".

-Sobreviviremos -le dijo a su compañera, intentando sonar esperanzador. "Ayer estábamos solos, hambrientos, tirados en una playa. Ahora al menos hemos encontrado un grupo, tenemos un médico, podremos salir adelante. Sé positivo"-. Yo... Gracias, Ava. Me alegro de que estés aquí. -Miró a Alistair, confundido, y agregó-: Doc, puedo... ¿puedo acompañarle en el inicio de la guardia? Aún puedo aguantar despierto un par de horas más.

Martes, 6 de agosto del 2019.
Noche, temperatura 26ºC
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La mujer ni se inmutó en absoluto por las respuestas de los que estaban ahí, era evidente que iban a negar ser secuestradores. ¿Quién en su sano juicio admitiría haber cometido un delito que ni siquiera ha prescrito aún?. ¡Por favor!. ¡Si incluso se está llevando a cabo en estos momentos!. - Con un gesto, de muñeca recoloca su peinado.

-¿Un hombre con traje negro?. -Preguntó- ¡Ese seguro que es el Encargado!. Los Encargados han de ir con traje, pues representa un estatus de poder, no como... -dice mirando al resto de presentes con cierta cara de asco- ... la chusma.

Aún así, y con ciertas dificultades para caminar, se acerca al hombre herido que la saludó de una forma poco cordial con la mano. ¿Acaso no sabía de modales?. ¡Hay que levantarse ante una dama!. ¡Aún con una pierna herida!. Pero pese a ello, esta no fue a quejarse ni a pedir una hoja de reclamaciones por su comportamiento, tan solo se acercó y apretó sus mofletes.

-¡Uy! -Dijo mientras manoseaba sus mejillas- ¡Eres igualito que el perro que tenía de niña, Rufus, un bulldog frances!.

Samantha miró a los ojos del hombre y sonrió. Mientras, lentamente pasaba sus esqueléticas manos y sus aún más filosas uñas por el enorme cuello del hombre hasta subir hasta la oreja, de la cual tiró de ella hasta su boca.

_{^{-Rufus tuvo un accidente y se le rompió una pata... y fui yo quien tuvo que darle fin a su sufrimiento mientras el babeaba. Recuerdalo Ru-Fus.}}

Con estas últimas palabras soltó con mala gana, tirando de la oreja hacia atrás al hombre, poniendo los brazos en jarras y mirando a todos los presentes con aire de superioridad.

-A ver. -Dijo- ¿Dónde está el Menú del día?. ¡Menudo desastre de Secuestro es este!.

Llegó a la zona del avión y vió a una mujer amenazando claramente a otro tipo herido.

Genial, llevamos casi nada aquí y ya se nos está empezando a ir la olla. - pensó Arthur.

¿Qué-qué está pasando? ¿Secuestro? - el joven confundido miró a su alrededor. - ¿Alguien puede explicarme que ocurre? ¡Por Dios! Estamos en una isla desconocida, cansados y heridos. Lo último que debemos hacer es discutir entre nosotros.

 Aquella extraña mujer se le acerca y le toma de los cachetes, apretujándolos sin misericordia ante la mirada perpleja de Melvin. El corpulento hombre no sabía bien como reaccionar frente al acto, pero no estaba bien. Sus cachetes le pertenecían a su esposa; sea donde sea que estuviese esa mujer en aquella isla. Si bien no aparta a Samatha mientras esta tira de sus mejillas, se puede notar una mirada de enojo en el herido hombre.

- ¡Señora, contrólese, que soy un hombre casad- *Gulp*

 Aquella sutil amenaza cortó todo gracioso malentendido para transformar la situación en un momento tenso. Melvin fue soltado nuevamente en el suelo, con gotas de sudor corriendo por su frente mientras miraba estupefacto a la elegante dama. Sin embargo, contrario a lo que creerían muchos, no eran gotas de miedo, sino más bien de excitación. Aquella particular amenaza fue de las cosas más extraña e impredecibles que Melvin pudiera haber experimentado. Para él, un cuarentón con una vida monótona, monogámica y monocromática, aquella exótica mujer presentaba algo nuevo y misterioso. No le molestaría conocer más de ella.

 Se queda mirándola, embobado, con la boca semiabierta.

_{- Oh, cálmate tonto corazón...}

-Ouuuuh shiiiiiit! -exclamó Mitch, ante la estrambótica situación en la que se encontraba.

Por un lado, estaba aquella mujer extraña que pensaba que todo lo que había sucedido en la isla era un secuestro orquestado contra ella y que, en opinión del hippie, quizá no fuera algo totalmente descabellado en parte. La desconocida había sujetado por los cachetes a un malherido Melvin y, si no había entendido mal, había comparado al rechoncho hombretón con un bulldog llamado Rufus que había tenido un trágico final. Y lo cierto es que sí, a ojos de Mitch, Melvin guardaba cierto parecido con un bulldog francés.

Aunque lo verdaderamente sorprendente fue ver al chico de los cocos, totalmente confundido y preguntando acerca de lo que había sucedido. El hippie recordaba que la última vez que había visto a Arthur estaba rebozándose al sol cerca de los cadáveres de la playa. Había intentado hablarle, pero el muchacho estaba absorto, envuelto en sus pensamientos.

-¿Has visto a Kalina? -le preguntó, intrigado, razonando que si la rusa se había marchado en esa dirección, lo más lógico es que alguien se la hubiera cruzado.

Aquella mujer estaba completamente fuera de si ¿Verdad? Si debía ser eso, al menos en la lógica de Alisson, pues una persona mentalmente sana no podía ser asi de ciega ¿Cierto? Aquella situación solo estaba siendo cada vez mas ridícula, miró con cierta sorpresa como aquella mujer tomo de esa manera a Melvin, si no estuviera tan cansada seguro se le podría lanzar encima por aquel acto tan desconsiderado por su parte, despues de todo el hombre estaba saliendo de aquella herida claramente mortal y que recién se estaba recuperando ¿Y como que un bulldog francés? Terminó por asentir un par de veces para ella misma, le daría un pequeño punto a la mujer, aunque no le había agradado para nada aquella comparación con un perro moribundo y mucho menos el como soltó la cabeza de Melvin.

Su primera reacción ante la rareza de esa mujer fue buscar la mirada de Alistair, era en quien mas confiaba (Después de su hermana) y bueno, sabía que no estaba aun tan dañado mentalmente y podría tener algo de sentido común. Apoyarse en esos momentos era lo mejor y no estar peleando por un evento tan ridículo como un secuestro. Pero no estaba en su mejor momento como para decir mucho. —Si bueno... puede haber comida dentro del avión, si gusta buscar... También subir palmeras puede ser una buena opcion— Comentó de manera un tanto sarcástica, no dudaba que en avión de hecho, pudiera haber comida, pero no estaba muy dispuesta a investigarlo, no despues de lo que le paso a Mitch.

Al no poder hacer mucho por lo agotado que ya estaba su cuerpo en esos momentos, terminó por acercarse un poco mas a su hermana y a Mitch, quienes estaban mucho mas cerca de ella que cualquiera de los otros presentes en esos momentos, al menos no estaba sola y eso era bueno. —Apoyo al chico ¿Porque estamos peleando por un secuestro que claramente no existe? Necesitamos comida y agua o de lo contrarió todos pereceremos aqui— Terminó de decir un tanto cansada de todo, en realidad aquello era lo que mas le preocupaba, no importaba si habían descubierto alguna conspiración o si habían salvado a Melvin, si no actuaban rapido las propias condiciones de ese lugar terminaría por matarlos, y este era sin duda su mayor miedo.

Y aprovechando aquella cercanía que tenía con su hermana y el hippie, ladeo la cabeza hacía ellos despacio para poder susurrarles, lo suficiente como para que solo ellos dos pudieran escucharle. —Porque siento que no podre dormir con esa mujer actuando asi...— Soltó sin mas, porque bueno, realmente no podía confiar en alguien que de buenas a primeras llego de esa manera, sacando conclusiones tan ridículas e incluso amenazando a un herido. 

Alistair esperó una respuesta que no llegó, Mitch debía estar trastornado, tanto como él mismo que empezaba a ver cosas donde no las había, por eso no pudo hacer otra cosa que sentir pena por él. Tampoco creyó lo de los secuestradores. ¿Secuestradores en una isla desierta? ¿Qué sentido tenía? Todo le estaba dando dolor de cabeza. — Pedí que buscaran algo de comer. Tal vez Karina esté tardando más porque anda subiéndose a algún árbol para coger más dátiles. Tened en cuenta que acaba de recuperar la movilidad de sus piernas.  De todos modos iba a buscarlas cuando me encontré con esta mujer. - Señaló con el mentón a Samantha. — De acuerdo, Mitch, quédate conmigo parte de la primera guardia, pero no te esfuerces demasiado en quedarte despierto. Llamaré a los siguientes cuando les toque. — Y esperaba no volverse a quedar dormido como la última vez.

Samantha hablaba como si estuviera seriamente perturbada. Pero lo que no le gustó en absoluto es que se hubiese atrevido a manosear y a dirigirse así a Melvin. — ¡Eh! ¡Usted! Acaba de salir de una operación complicada. ¿Qué hace?  — La ofensa verbal no le importó tanto en aquellas circunstancias, solo había que ignorarla. No dudó de ponerse entre los dos una vez ella lo soltó, y la miró como si fuese una amenaza. Cuando la gente perdía la cabeza, podían cometer actos inesperados.

Y de pronto volvió Arthur, ¿dónde había estado? Se alegraba de que estuviera bien, pero sinceramente, necesitaban comida… ¿seguiría teniendo esos cocos en su poder? Había enviado a las chicas que no aparecían a por comida y no regresaron. — ¿Dónde has estado? — Preguntó a Arthur. — Nadie va a salir ahora, ha anochecido y toca descansar.  Espero que estés descansado, Arthur, porque serás el siguiente al que llame. Y si tienes aún algo para comer, compártelo primero con Melvin, es quien más lo necesita. — Miró a éste último, y la cara que tenía no le daba señal alguna de que lo había pasado mal con el trato de la mujer… Carraspeó y le dio lo mismo, no iba a permitir que se le acercara de esa manera otra vez. — Si Arthur no tiene comida, vamos a tener que esperar a mañana, es de noche, no se ve nada… Solo espero que Kalina y Nataly estén bien, solo que les ha pillado la noche y se encuentran descansando. — Estaba preocupado por ellas, en especial por Kalina pues era con ella con quien había estado desde un principio, cuidándola. Resopló se sentó sin perder de vista nada de su alrededor, le tocaba la primera guardia.

-Yo tampoco me fío de ella -confesó el hippie, observando con una profunda desconfianza a Samantha Smith. Le preocupaba lo que aquella mujer pudiera querer hacerles a él o a sus compañeros-. Lo del secuestro que parece una chaladura de ella es lo de menos, lo que le ha dicho a Melvin... No sé, a mí me ha sonado como una clara amenaza. Tal vez debamos hacer turnos de vigilancia para asegurarnos de que no hace ninguna locura.

Frunció el ceño a las palabras de la mujer, no podía creer que incluso allí, perdidos en la nada tenían que encontrarse con gente así. Pero estaba demasiado cansada como para discutir con nadie, si no fuera en efecto por la llegada de la mujer, hace mucho se hubiera recostado de su hermana o Mitch y se hubiera desmayado tranquilamente. Evitó realmente abrir la boca y quedarse más sorprendida de lo que estaba cuando la mujer fue a molestar a Melvin… Bueno molestar según ella, porque la reacción del hombre fue la cosa más rara que vio desde que cayeron allí y eso era decir mucho.

Sonrió un poco ante la idea de su hermana a la mujer, necesitaba verla subir a alguna palmera, sería hilarante realmente, pero dudaba que fuera una acción que fuera a ver realmente. —En efecto Allie, no es momento para peleas sin sentido. Chico ¿Estás herido? — preguntó de inmediato al joven que acababa de llegar, aunque parecía que el doc del grupo lo conocía de antemano. Suspiró acomodándose un poco contra su hermana y luchando por no dormirse aún, realmente no se sentía cómoda o segura en aquellos momentos a pesar de que era la primera vez que estaba tan acompañada desde que había ocurrido todo.

—Me da muy mala espina, siento que nos clavara algo o nos sacara los ojos si nos dormimos con ella cerca. Es decir, si no está inventando nada y en realidad cree que es un secuestro, la veo capaz de hacer algo así — respondió en el mismo tono al par. No le gustaba nada aquello y había llegado además en el momento más vulnerable de todos.

Martes, 6 de agosto del 2019.
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