Partida Rol por web

Aguardaste unos segundos esperando alguna respuesta mas no obtuviste ninguna. Te quedaste en tu cama por quien sabe cuanto tiempo hasta que por tu mente se cruzo la idea de buscar algo en tu computadora. Algo que te distraiga, algo que ponga de manifiesto si lo que te pasó no es más que un mal sueño producto de fatigas o fantasías relacionadas a algún videojuego...

Se levantó y encendió la luz, dando un vistazo a la sala. Tomó la laptop del escritorio y volvió a apagarla, tras chequear el reloj de pared.

Ya que no puedo dormir supongo que abriré Acharia un rato. Con suerte si bebo bastante café por la mañana pueda compensar la falta de sueño.

Con el movimiento, notó nuevo resentimiento por la contusión en la espalda que volvía a tratar de recordarle el asunto.

Ugh...esto no se irá pronto.

Con un poco de dolor recorriendo por tu cuerpo vuelves a encender la laptop que habías apagado tan solo un momento atrás solo haciendo algún movimiento cuando la pantalla del escritorio finalmente aparece frente a tus ojos.

Una vez con todo eso, te diriges instintivamente al Launcher de Acharia...

Abrió el juego a prisa. La conversación final antes de desconectarse aún estaba en su mente.

¿No te habías ido?

Si, pero dio la casualidad de que volví y estabas así de desprevenido, naturalmente tenía que aprovechar.

¿Y mi equipo?

Andaba buscando un par de estas piezas desde hacía rato, me da mucha pereza sacar los materiales con el tiempo que lleva. Es tu culpa por ir tan a la ligera con ellos.

Aún adormilada, se había alegrado un poco en cuestión de minutos con un botín nuevo. Tarareaba una melodía bastante alegre para acompañar, mientras se decía que mejor no andaba demasiado cazando gente. Le dolía un poco el brazo aún y no quería ser atrapada con la guardia baja  o algo similar. El personaje (una caballero en ENORME armadura pesada negra) se quedó en la seguridad de su santuario privado mientras Haruna aprovechaba a cambiar de postura para ver si encontraba una pose cómoda.

Mientras buscas la postura adecuada en la pantalla del juego aparece el signo de un correo parpadeante:

TIENES (1) MENSAJE NUEVO.

Tu PJ parecia que se había quedado estatico al momento de que entro el mensaje. Sin embargo, el juego parecía seguir funcionando, al menos eso creias puesto que la música de ambiente seguía funcionando. Al igual que las animaciones del santuario igual funcionaban.

Suspiró.

¿Quien manda mensajes a esta hora? Ha de ser algún mensaje automático de spam o alguna de esas promociones.

Minimizó la pantalla del juego, frotándose los ojos. Se sentó con las piernas cruzadas dejando el portátil a un lado, y luego lo apoyó sobre sus rodillas para poder chequear el mensaje de forma cómoda, aunque prestandole atención al nombre para captar si era algo que cantara ridículamente que era un virus.

El remitente indicaba el siguiente NICK: PHIL. En el mensaje se leía lo siguiente...

Buenas noches Haruna. Aqui te dejo algo de información por si quieres seguir explorando este mundo de Sombras y Personas.

El mensaje terminaba en un link. Un link que llevaba a una pagina de Tumblr, una cuyo nombre era: "The Dark Hour"

¿Que? En ningún momento le dí mi dirección de correo.

Miró alrededor de repente, extrañada, aunque mas por gesto instintivo que por esperarse algo.

Supongo que puedo darle un vistazo, pero esto se aleja cada vez mas de lo normal. ¿Ha estado haciendo averiguaciones sobre mi como para llegar hasta mi correo?

Sacudió la cabeza levemente, pensando en esa idea, y naturalmente no le gustó nada imaginarlo. Deslogueó a Mordred, de todas formas, y abrió el link. Mientras este cargaba, prendió la luz y se envolvió en una manta para paliar el frío de esas horas.

¿Tumblr no es esa página de imágenes?

La página mostraba el titulo: "Dark Hour"   y solo contenía un post. Un post que apenas llevaba una hora. Al parecer ese perfíl se había hecho muy recientemente.

El post relataba la vaga historia de un chico ingles que había llegado ese mismo día a Japón, el cual tuvo un encuentro con un hombre como el que se ve en la imagen, mientras iba de camino a su residencia estudiantil. También aclaraba que primero vio a una mariposa de color azul volando cerca de él...

¿De nuevo? Dicen que las mariposas azules conceden deseos, pero...¿no vi un par cuando la carta azul de ese chico desapareció? A lo mejor esta sea su historia.

Dio un par de clicks frustrada.

Esta imagen es tan pequeña...pero aparte de que tiene una nariz particular y es bajito no puedo verlo en detalle. Esta noche ha sido extrañísima. Tampoco sé que es esto de cuentas creadas recientemente y sabiendo mi correo...ugh. Haría bien en poder dormir algo, pero ni siquiera eso parece que pueda esta noche.

Se puso de pie y camino con lentitud a la ventana, mirando frustrada al exterior.

¿No llamó a otra criatura para que enfrentara al gigantón?

Te quedaste observando la noche desde la seguridad que te brindaba el cristal de tu ventana. La noche era tranquila pero tenia algo que te hacia sentir rara, fuera de lugar. La luna se apreciaba mas grande de lo que normalmente era, o eso te parecia...

Entre contemplaciones y pensamientos de no poder dormir y pensando en la historia que habias leido, habias perdido la nocion del tiempo y justo cuando se te cruzo la idea de dejar la ventana, la viste.

Flotando en la inmensidad del cielo nocturno, dejando caer un polvillo azul, alli estaba la mariposa del relato de recién...

Frunció los ojos. Miró la delicada mota azul que aleteaba en la noche, cerró la cortina, volvió a abrirla y volvió a mirarla. Entonces, sacudió la cabeza levemente.

Woa, ¿que? Las mariposas azules son bastante raras. -Se cruzó de brazos, calentando los antebrazos de los mismos con las palmas- ¿Ahora que? Escuché hace mucho que las mariposas azules cumplen deseos. Y esta se ve muy...no se, como un espíritu. Pero, no es justo que te hagan pedir un deseo tan de súbito. No lo se, quizá que Mordred pudiese destruir cosas como la que me lastimó en el tren. Ese chico...no llamó algo para que hiciera algo semejante? Tsuku...si, Tsukuyomi, el dios de la luna. Pero, no se...no se veía como un dios, precisamente, aunque ¿que sabré yo? Por ahora...

Mantuvo la vista en la mariposa unos momentos mas, entonces, saco la laptop y la apagó, metiéndose en las sábanas de nuevo.

Debería dormir realmente, me siento muy cansada. Si las cosas son como parece que se muestran, ¿mañana debería encontrar un hombre extraño en el camino a la escuela? Ugh...no quiero pensar mas al respecto, al menos por hoy.

No le diste más atención al pensamiento y te arropaste debajo de la seguridad de las sabanas. Tu cuerpo ya iba ganando calor mientras que tu mente se iba desconectando de la realidad. Tu último pensamiento del que fuiste consciente fue... la mariposa azul...

...

No tenías ni idea de cuanto tiempo había pasado cuando una canción empezó a invadir tus sentidos. Estabas recuperando tus sentidos y, lo primero que notaste fue, que no estabas acostada sino sentada. El lugar no se sentía como tu habitación. No, era algo como místico, era real pero no al mismo tiempo. Finalmente abriste tus ojos: te encontrabas en una habitación revestida y dominada por el color azul, azul terciopelado. Y frente a ti se encontraba sentado un hombre de aspecto bizarro...

Bienvenida al Velvet Room. Mi querida Señorita. Mi nombre es Igor...

La primera reacción que quiso tener Haruna fue saltar en su sitio, pero por alguna razón y con lo extraño de la situación, sentía el sitio un tanto familiar y tranquilizador. Realmente, de alguna forma, sentía que no había ningún peligro en esa sala azul.

-Oh, es...si, es igual que lo que había visto, las cosas van en un orden extraño, aunque no se bien encaminadas a qué. No soy la primera persona que viene aquí, ¿verdad? Mi nombre es Maeda, Haruna.

Tal cual había sido predicho, luego de la mariposa, este hombre hacía acto de presencia. De cierta forma, había cedido un poco a que los hechos se dieran así, no parecía haber forma de evitar que las cosas profetizadas tomaran lugar...y quería saber de qué se trataba todo ello.

- Veo que nuestra nueva invitada se encuentra informada sobre su llegada a este lugar. Al menos, de manera parcial. -

Igor tenía una sonrisa particular, de oreja a oreja, enseñando toda su blanca dentadura mientras que sus ojos, que parecían que se iban a salir de sus cuencas, ahora mostraban un brillo distinto al de hace unos segundos atrás.

- Es cierto que un joven ha sido invitado aquí hace poco. Sin embargo, no esta en mi poder revelar su identidad pero si puedo decir que ese joven puede estar íntimamente ligado a su destino.

-No pretendía preguntar al respecto...uhm, y ¿qué es este sitio, y para qué estoy aquí? -a pesar de su extraño interlocutor, Haruna se sentía bastante inclinada a hacer preguntas sin mucha reserva. Azul, azul, azul...el cuarto entero era azul, incluso los muebles y accesorios parecían ser azules. Lo único que no lo era, resultaba ser el anfitrión. Debería estar extrañada, pero algo le impedía estarlo, como si conociera el sitio de toda la vida, o mas bien, como si este le conociera a ella.

Igor pasó su mano sobre la mesa que estaba puesta entre ustedes dos, un libro rojo aparecio y se abrió en una página en la que se leía la palabra "Contrato" en letras negras y góticas con cierto brillo.

- Vera, esta habitación existe entre los sueños y la realidad. La mente y lo material. Es un cuarto en donde solo  aquellos elegidos que tienen un gran destino frente a ellos pueden entrar. Sin embargo, solo aquellos que firmen el contrato tendrán derecho a ser llamados huespedes y recibir mis servicios. Su futuro esta en sus manos asi que la decisión recae en usted... -

Igor chasqueo sus dedos enguantados y frente a ti apareció, flotando, una pluma brillante de color azúl...

-¿Que es esto...? ¿Un contrato...?

No terminó de digerir del todo la explicación, tan simple pero a la vez tan etérea que le fue ofrecida al respecto de ese sitio. Extendió la mano para tomar el libro, y elevó otra para sujetar la pluma azulada. Curiosa, abrió la tapa, y levó el papel contenido entre las tapas duras, imaginando que por lo ofrecido, habría algo dentro que leer...y firmar.

Para evitar que mi futuro se rompa y desvanezca para siempre,

yo he elegido tomar mi destino en mis manos

tomando la responsabilidad y las consecuencias de mis actos.

Todo esto empleando mi libre albedrío.

Firma:

Las palabras del contrato estaban escritas con una tinta azúl opaca. Apagadas y casi sin vida, casi contrastando con el brillo que tenía la habitación.

-Que términos más extraños. Es lógico que uno quiera hacerse cargo de su propio destino.

Giró la pluma entre dos dedos, mirándola con curiosidad. No era como algo que usaría para escribir o firmar nada, pero...imaginaba que estaría preparada. Acercó la punta a la firma, y comenzó a firmar con su nombre. Por alguna razón, el sonido del papel al ser rasgado por la pluma le llegaba muy nítido a los oídos, como si hiciera un eco imposible en la habitación.

-Está listo.