Partida Rol por web

Pétalos de cerezo en el lago

Cap.2-El vuelo de la urraca

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29/09/2011, 20:20
Lyranden

El semielfo fue hacia los bueyes para ayudar a atarlos de nuevo al carro. No le gustaba lo que habían contado Mindo y Valverde. En el lugar del que venía, las posesiones eran asociadas a actuaciones directas de los demonios y de los dioses malignos enviados a cumplir misiones en nombre de sus terribles amos.
-No creo que sea buena idea dejar que ningún ente te posea, y menos aún de forma voluntaria... - dijo pensando en alto. - además, ¿de dónde demonios salió el bicho verde antes de entrar en el lobo? - preguntó.

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01/10/2011, 14:45
Darius Balzar

Las nuevas de mindo y Roger eran turvadoras, sabia que habia algo raro en ese lobo... tendria que echarle un vistazo, convencer a Mindo de lo pesima idea que era, el viaje hasta el pueblo,las gallinas gigantes... en la mente de Darius se arremolinaban un monton de tareas para solucionar el percal en el que se habia metido.

Gracias a los dioses parece que los demas veian el suceso desde su mismo punto de vista - Al menos no parecen una pandilla de animistas... - penso riendose para si cuando Borateo le pidio ayuda para llevar a mindo hacia el carromato asi que agachandose a recoger a su compañero le dijo - Vamos amigo, te llevaremos a que alguien te ayude, no te utilice... - intentando que la puya haga le entrar en razón pero no se sienta regañado...

Notas de juego

Darius llega a la carreta e intenta colocar a Mindo lo mas confortablemente posible, de manera que el cadáver del lobo no le moleste, si es necesario le coloco una manta de sobra o la mia encima para separarlo de Mindo.

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01/10/2011, 14:56
Darius Balzar
Sólo para el director

Bueno a ver, tirada de sanar, un +1, un 16 muy aceptable :)

Por otro lado al intentar tapar un poco al lobo par que no moleste mucho a mindo, me fijo, es el mismo que nos topamos donde la piedra y la cadena y la sangre rara?

- Tiradas (1)

Motivo: sanar, muerte de los enanos

Tirada: 1d20

Resultado: 15(+1)=16

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01/10/2011, 15:40
Director

Darius encuentra en la piel de los mineros las manchas de algún tipo de explosión. Los cortes en el cuerpo muestran coagulación, como si fueran producidos cuando la sangre ya no circulaba por el cuerpo. Por tanto, la explosión fue anterior a las heridas, y las heridas fueron posteriores a la muerte. No es posible determinar si la explosión fue lo que les mató, o si ya estaban muertos cuando explotó la mina. Ninguna de estas cosas es cohartada suficiente: haber profanado unos cadáveres con vuestras armas puede llegar a ser casi tan mal visto como si sospecharan de los mercenarios como autores de las muertes.

Notas de juego

El "cadáver" del lobo está con vida. Inconsciente.

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01/10/2011, 15:50
Esvatt

Mindo no responde a los intentos de quitarle la idea de la cabeza. Otros puntos de vista le han alertado de su insensatez, aunque sigue teniendo el convencimiento de que si no hubiera otra opción para volver a andar... tal vez... Pero por lo menos no os replica.

Pronto os ponéis en camino. El carro os libera de vuestras cargas y avanza a buen ritmo. La sendra transcurre nítida entre altos acantilados y rocas afiladas. Las ruedas han hecho suficientes veces este viaje como para marcar dos líneas en el suelo fáciles de seguir. Los bueyes tampoco dan problemas. Estuvieron inquietos en el momento de la explosión, pero han tenido tiempo de tranquilizarse.

El camino dura dos buenas horas. Pasa del mediodía. El camino termina en una agrupación de casas de madera, y un par de calles más allá las casas pasan a ser de piedra, y un par de calles más allá un enorme edificio de piedra de tres plantas sobresale por encima de los tejados de las otras viviendas.

En la entrada del pueblo os aguarda una cara familiar para algunos de vosotros. El enano Esvatt está sentado sobre un taburete que se ha traído expresamente al centro de la calle para esperaros con más comodidad.

El alcalde me lo advirtió. Dijo que volveríais antes de tiempo. No se equivocaba. ¿Qué hay de los mineros? ¿Porqué no volvieron con vosotros? Las cosas están muy agitadas en la alcaldía. Algo se cuece. Algo grande. Mi olfato no falla para esas cosas. Y a mí se me deja de lado. Soy el maldito alguacil de Holmet. Eso antes significaba algo. Ahora me mandan esperar a la entrada del pueblo como un perro abandonado.

Los cadáveres están apilados bajo una sábana, con lo que Esvatt no ve las atrocidades que habéis debido de pasar. Tampoco ha visto desde su posición al lobo y a Mindo.

¿Y esos dos?

Esvatt señala a Lyranden y Darius, con desconfianza.

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01/10/2011, 17:03
Borateo Belarson

 El severo rostro de Borateo, quien andaba junto al carro, refleja la seriedad de las circunstancias. El montaraz apoya el extremo romo de la lanza en el suelo y apoya su peso en la asta, su rotro parece fatigado y más pálido de lo que se mostraba esa mañana al partir, la pérdida de sangre que le ha causado la dentellada en la unión entre el cuello y el hombro a pesar de haberse limpiado muestra un mal aspecto.

 - Las cosas han cambiado mucho Esvatt. Hemos hecho progresos por lo que respecta al asunto de los elfos asaltadores... pero algo más urgente ha sucedido. En la mina. Condúcenos ante Cléquetto... también sería bueno que se reuniera Vórtimer, tenemos noticias muy malas para dar, pero sería mejor hacerlo en privado. El tiempo apremia.

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01/10/2011, 18:55
Wilbur

Wilbur se ha pasado todo el viaje ensimismado en quien sabe que oscuras meditaciones. Al llegar al pueblo lanza una huraña mirada al alguacil pero no dice nada y se limita a otear los alrededores como un sabueso olfateando un rastro.

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01/10/2011, 21:17
Esvatt

Hasta este mindundi pasa de contarme cosas...

Ya, claro. Vórtimer y Cléquetto están reunidos en la alcaldía. Seguidme.

El enano abre el paso. Humanos y enanos comparten espacio en las calles del pueblo. La gente mira extrañada los bueyes. Pocas familias en Holmet no tienen que ver con la minería, así que conocen de sobra quién y para qué debería estar usando ese carro. Y aún es pronto para que esté de vuelta. Sin embargo, cuando el séquito pasa y pueden ver a Mindo tirado en la parte trasera, se tranquilizan. Todos llegan a la misma conclusión: un elfo muerto, y mercenarios que traen el cuerpo para cobrar la recompensa.

Poco a poco, los aventureros se van acercando al edificio gigante de aspecto señorial. La planta baja no tiene ni puertas ni ventanas, tan solo unas escaleras que llevan a la puerta, ya en el piso inmediatamente superior. A uno y otro lado de la puerta hay amplias balconadas bajo techo cubierto. En una de esas balconadas, tras la balaustrada de piedra, un hombre negro con cara de aburrido se mantiene en pie sosteniendo una lanza. En la otra balconada, una humilde mesa y dos sillas.

Fin del trayecto. Por algún motivo, el alcalde no me ha convocado a ninguna de esas reuniones que lleva teniendo a lo largo de la mañana. Eso significa que no os voy a acompañar hasta dentro.

No soy un mozo de cuadras. No voy a llevarme el carro al almacén. Podéis dejarlo aquí, a la vista de Guzmán. Nadie se acercará mientras ese guardia perezoso no se duerma. Luego preguntad. La gente os dirá dónde se almacena, y... ¡Válgame Moradin!

Mientras se alejaba, Esvatt bordeó todo el carro y pudo ver desde la parte trasera su interior.

Pensé que ese elfo estaba muerto, ¡pero que me aspen! ¡De pronto movió los ojos en mi dirección! Bueno, ya sé. Es urgente... no tenéis tiempo para contarme... el tiempo apremia... ¡Cómo odio este trabajo!

Notas de juego

¿Suben todos a la mansión? ¿Llevan a Mindo en brazos con ustedes? ¿Dejan a Roger/Valandil con el carro?

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01/10/2011, 21:56
Borateo Belarson

 El montaraz saluda con un gestoa Guzmán a medida que llegan, una vez ante la mansión se gira y comunica.

 - Lo sensato sería que uno o dos se quedaran para que no se acerquen demasiados curiosos, Roger tu habilidad con la gente puede ser lo mejor en este caso. Si pasa algo está Guzmán, el guardia del ayuntamiento. Mindo quédate también, mejor que intentes pasar desapercibido, primero informaremos, dentró está el sanador del que te hablé. El resto iremos para informar.

Sin añadir más, el joven se acerca hacia el guardia de tez oscura saludando.

 - Saludos Guzmán, tenemos noticias importantes para transmitir a Cléquetto y cosas para tratar con Vóltimer.- Dijo a la vez que hacia ademán de dejar su larga lanza y quitarse el carcaj y el arco.- ¿Puedes hacernos llegar ante ellos?

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03/10/2011, 10:04
Lyranden

Lyranden había entrado en el pueblo con el grupo observándolo todo con avidez. Las miradas de la población eran en el mejor de los casos de sospecha y el sabía lo peligrosa que pódía ser una multitud de campesinos descontrolados.
Respiró más tranquilo cuando el enano les condujo al edificio principal de la población. Parecía que a Borateo le tenían en consideración y Lyranden se mantuvo cerca del pelirrojo comportándose de igual manera que hacía el joven humano.

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03/10/2011, 14:56
Guzmán

Hola, Borateo. Me dieron instrucciones precisas sobre vuestra llegada. Os esperan.

El guardia abre el paso por una pequeña recepción corta y ancha, decorada con tapices iluminados con la luz del sol que atraviesa los cristales. Recrean escenas de batallas, seguramente en las que el padre de Cléquetto era protagonista. El color de la habitación parece un brindis para los visitantes, a los que se les intenta dar una buena impresión.

La mañana ha estado movidita-dice bajando la voz-. La gente no paraba de entrar y salir. Comerciantes. No como los pomposos de la capital. Mercaderes humildes con humildes negocios. El tipo de ciudadano que solo viene a la alcaldía a arreglar papeleo legal.

Después, se pasa a una habitación más alta, con una escalera central parecida a la de la recepción, que asciende hasta un gran ventanal y se bifurca a los lados, a las habitaciones del tercer piso. Como dos pequeñas casas que flanquean la escalinata, dos cubículos con una puerta cada uno. Y sobre cada cubo de piedra, una estatua de un enano, dispuestas de modo que sus ojos juzgadores miran a cualquiera que ose ascender a lo más alto.

Ahora mismo, en el despacho, el alcalde está acompañado del párroco Vórtimer y del presidente del gremio de comerciantes, un mediano llamado Willemberg. También hay un humano al que no conozco. Creo que no es del pueblo.

La estatua de la derecha representa a Cléquetto, el actual alcalde, con ropas nobles. La estatua de la izquierda representaría, por lógica, al otro dirigente que tuvo esta ciudad, solo que con ropas de guerrero y portando un martillo. Guzmán os lleva por la puerta de la izquierda. Tres escalones bajan para compensar lo bajo que está situado el dintel, pero aún así el enorme guardia se ve obligado a agachar la cabeza para pasar. Se queda firme junto a la puerta mientras pasáis delante de él.

Alcalde, los mercenarios que esperaba.

Cléquetto parece refunfuñar un poco, tal vez porque su voluntarioso y torpe guardia se ha olvidado de llamar a la puerta.

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03/10/2011, 15:32
Director

El despacho es un pequeño cubículo de viejas estanterías llenas de libros. Al fondo hay un ventanal que se ocupa de iluminar la habitación, y grandes cortinas rojas para cuando se requiere intimidad. Y no es para menos, las vistas desde aquí son los desiguales tejados de las casas. Cualquiera subido a uno de los tejados vería la habitación. Quizás no sea tan fácil, pues los reflejos del cristal podrían ser un inconveniente para las miradas indiscretas. Sobre el escritorio que ocupa la parte central de la habitación, un pequeño cofrecillo y, apartados, pluma y tintero.

El humano y el mediano están sentados en sillas de comedor, especialmente traídas para la ocasión por todas las visitas de las que os habló Guzmán. Un viejo enano con parche en el ojo está sentado a un lado del alcalde, acariciando un vaso de coñac, ron, brandy o vete-tú-a-saber-qué.

Veo caras nuevas... Bienvenidos, pasad. A Vórtimer ya le conocéis, por lo menos la mayoría...

Pues yo no vi ninguna de estas caras de extranjero en la vida-el párroco parece mucho menos borracho que en otras ocasiones.

Este hombre, al que tal vez os hayáis cruzado en la posada, es Onzanio, un mercader que vende sus productos de forma itinerante y que para su mala fortuna estaba aquí cuando todos esos bandidos elfos cerraron nuestras vías de comunicación a base de robos y asesinatos.

Yo diría que fue algo más que mala fortuna. Los dioses siempre conjuran contra los honrados comerciantes.

Y por último, y no por ello menos importante. El mediano presidente del gremio local de comerciantes, el señor Willemberg.

La posada también ha sido para mí un escenario en el que conocer a esta gente. ¿Qué tal, chicos?

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03/10/2011, 17:59
Wilbur

- Psche.

Wilbur responde con un incierto monosílabo mientras se dirige directamente hacia el ventanal, cediendo el protagonismo a cualquier otro que desee intervenir. Permanece unos segundos observando los alrededores antes de darse la vuelta para prestar atención a los acontecimientos de la sala de reuniones.

- Tiradas (1)

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 19(-1)=18

Notas de juego

¿Se ve alguna actividad sospechosa?

En concreto busco curiosos que estén espiándonos, pero, naturalmente, también me intereso por la presencia de algún francotirador apostado con una ballesta mágica.
 

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03/10/2011, 22:31
Borateo Belarson

 El pelirrojo montaraz saluda con un rudo asentimiento al humano y al mediano a quienes no conocía.

 - Traemos noticias y... algo más. Tenemos unas delicadas noticias para informar y creo que lo adecuado sería el hablarlo en privado. También sería bueno que el sacerdote Vóltimer estuviera presente.- Mirando a los desconocides comenta.- No es nada personal, supongo que se harán cargo.

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04/10/2011, 16:14
Darius Balzar

Darius intenta seguir al grupo manteniendose en un discreto segundo plano... pero sus pensamientos estan con Mindo y en que aun se siente tentado por aquel ente... Por lo menos no creo que intente manifestarse aqui en medio de la ciudad...

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04/10/2011, 17:24
Cléquetto

Entiendo... Entonces resolvamos primero el asunto que atañe a Willemberg y Onzanio, para que puedan irse. Señor Guzmán, cierre la puerta al salir.

El guardia abandonó la habitación y volvió a su puesto obediente. Cléquetto hace una pausa asegurándose de darle tiempo a Guzmán para alejarse de la puerta sin poner el oído.

Ayer preparé, antes de acostarme, este pequeño cofrecillo con vuestro pago por el servicio de escolta de los mineros. No es una cantidad en piezas de oro, ni en piezas de plata, sino en pepitas de oro.

Abre el cofre y esparce el contenido sobre el escritorio. Pero no son pepitas de oro, como dijo, sino pequeños trozos de carbón.

Las pepitas se estrajeron de nuestra mina. ¿Qué ha pasado para que lo que ayer era oro hoy sea un trozo inútil de piedra? Vórtimer ha detectado trazas de magia en el carbón. Estaba bajo el influjo de una ilusión. Y yo me pregunto, ¿qué deshizo la ilusión? Algo ha pasado hoy en la mina, y ustedes me dirán qué. Alguien engañó a todo un pueblo para que creyese que la mina daba oro, y quiero su cabeza. Pero... me temo que hay un asunto más prioritario que una investigación...

Para empezar, he de decir que cuando hace cinco meses encontramos la veta de oro, cometí un error. Debido a esta nueva riqueza fui licencioso en las atribuciones de mi cargo. Dejé de cobrar impuestos. Ya no era necesario que los bolsillos de mis vecinos se resintiesen, teníamos el oro. Esa equivocación ha sumido a las arcas municipales en la ruina. Ahora estoy intentando enmendar mis fallos.

No importa que no tengamos oro ni monedas con los que pagar sus servicios, señores mercenarios. Mi padre fue un gran héroe de guerra. Acumuló ciertos artículos mágicos en sus campañas. Ese tesoro familiar es el que ahora sacrifico para poder pagarles. Por supuesto, muchos de esos objetos alcanzan precios desorbitados. Lo que hace que el pago de un caro y único objeto a repartir entre media docena de hombres sea inadecuado.Y ahí entra Onzanio.

No posee suficiente dinero como para comprar el equipo que mi padre llevaba en la batalla, pero es un comerciante de objetos mágicos. La idea es que yo les pago con un objeto. Si lo quieren, se lo quedan, y ya verán entre ustedes quién lo utiliza. Si no lo quieren, pueden ir junto a Onzanio para que les dé varios objetos mágicos de pequeño poder. Así que como ven, nuestra ruina no socava vuestros bolsillos. Antes de seguir, ¿estarían de acuerdo en aceptar esta forma de pago? ¿Objetos mágicos en lugar de oro?

Notas de juego

Nada que ver por la ventana, salvo el paisaje.

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05/10/2011, 09:09
Borateo Belarson

 Borateo se sorprendió ante las palabras. Se había olvidado del tema de una recompensa, el solo echo del peligro que corrían esta gente y el pesar de los familiares, le había motivado infinitamente más que cualquier recompensa material... una intensa punzada de pesar le atravesó las víceras al asomar en su recuerdo las imágenes de Rebeca, Carlota, Juls, Arnold... Con una leve pero intensa sacudida desizo de su mente estos recuerdos dolorosos... volvió a enterrar el pasado.

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05/10/2011, 09:14
Borateo Belarson

 Tras unos momentos de ensoñación el montaraz sacudió levemente la testa y alzó los hombros un momento antes de responder.

- Yo no tengo problema alguno con esto. Siempre y cuando no necsitemos el oro para costearanos nuestra estancia en el pueblo.

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06/10/2011, 21:58
Cléquetto

Sobre la estancia también hay novedades... Pero lo dejaremos para después.

Esta mañana ha llegado al pueblo un pequeño destacamento real. Cobradores de impuestos. Vienen a llevarse un dinero que no se ha recaudado. Y Holmet va a quedar un poquito mal con el Rey...

Como todos los años, entregamos un cofre cerrado con el dinero de los impuestos. Este año, en lugar de monedas, cuando lleguen a la corte y abran el arca descubrirán un montón de piedrecitas de carbón, que de buena fé puse ahí pensando que eran pepitas de oro. Pero ese baúl nunca llegará a su destino. Y ahí entra Willemberg.

Willemberg, además de ser presidente de su gremio, también es un miembro muy activo de la comunidad. Cada primavera ayuda en nuestras fiestas locales con disfraces y maquillaje... Tenemos un evento muy popular llamado el Bufón de los Elfos, muy entretenido... Un lugareño, generalmente enano o humano, se disfraza de elfo con ropas chillonas y corre por las calles repartiendo caramelos entre los niños y la gente le tira verduras y huevos... Willemberg tiene una receta especial de avena, que hace así... como textura de pasta... y moldea esa pasta para hacerle las orejas postizas al Bufón de los Elfos. Pero me estoy yendo por las ramas...

El plan...

Willemberg les pone a ustedes unas orejas postizas de avena para que parezcan elfos. Pasarán esta noche en el pinar que bordea el camino a las llanuras. Y al amanecer, se apostarán ocultos en el camino. Esperarán allí todo el tiempo que haga falta. Cuando el destacamento pase por ahí con el cofre, ustedes los asaltan y les roban... Atribuímos a los bandidos elfos el robo y nos deshacemos del cofre. ¿Qué les parece?

Por si acaso hay algún superviviente que pueda delatarles, y coincide que viene de nuevo a Holmet, para que no pueda reconocerles deberán dejar de alojarse en el... ¿Cómo se llamaba esa posada...? El Vélvet Azul. He dispuesto una casa para ustedes, que podrán disfrutar usufructuariamente. Para el tema de la comida... Mi doncella les llevará los alimentos a casa. Los días en los que no vaya a estar nadie en la casa, dejen una nota sobre la mesa con la lista de la compra.

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07/10/2011, 09:47
Borateo Belarson

 Poco a poco, a medida que iba hablando el alcalde, una expresión de disgusto o distanciamiento se va alojando en las facciones del barbudo montaraz.

 - Antes de que empiece a darnos más trabajo y asuntos varios, alcalde. Le recomiendo que escuche lo que le he venido a decir.- Haciendo una pausa añade.- Es muy posible que el asunto del cofre de carbón le resulte una soberana frivolidad comparado con lo que hemos venido para contar.

 La expresión de Borateo se mantiene en un rictus serio.