Partida Rol por web

Por mí de acuerdo.

Si los demás también lo están lo pondré tras la etiqueta “común” además lo pondré en historia para que sea visible para todos.

- No, sobre el amuleto no tengo más información y no puedo detectar nada más... De hecho ¿Qué tal si hacemos una prueba y le ponemos el amuleto al primer bicho que nos crucemos a ver que pasa? ¿Os parece si me quedo yo por el momento con el brazalete y el amuleto?

 El pelirrojo monteraz frunce levemente el entrecejo.

 - No me gusta eso de ir probando objetos de brujaría en otros, para probar a ver qué sucede. Uno de ellos ya has detectado que es maldito. Tenemos que ser responsables con estos objetos. El brazalete tal vez lo podamos usar en un futuro si tenemos que reducir a alguien más fuerte, pero antes de usar el medallón debemos descubrir que hace exáctamente.- Mirando al resto añade.- Por lo que respecta a quien portar esos objeto, no tengo inconveniente en que de momento lo lleves tú, siempre y cuando recuerdes que pertenece al grupo.

 Dando un vistazo en dirección al camino primero y al firmamento después, añade.

 - Mejor que nos pongamos en marcha en cuanto antes, ahora iremos más lentos, espero que lleguemos antes de que anochezca.

Valandil mira con preocupación a la carne de las avestruces. Solo de pensar que en algún momento fueron humanos y que ha pensado en probar esa carne le repugna pero por otro lado la carne se ha transmutado del todo y no queda rastro alguno de humanidad en esos cuerpos.

Ante tan ambiguo sentimiento no deja de expresar su preocupación en voz alta:

Y si ese conjuro tuviera una duración limitada y mañana en el mercado quién halla adquirido un par de alas, ¿no se encontrará con un par de brazos humanos en su despensa? Maese Wilbur,, tú que tienes estudios, ¿qué opinas? ¿puede tener este conjuro un efecto temporal y mas cuando el medallón que tal vez lo ha originado está algo alejado?.

Y tienes razón, Borateo. Esta armadura es un incordio, y mas en verano. Pero me ha salvado la vida mas de una vez. Quizás deba buscar algún otro cacharro inservible en la mochila del cual deshacerme... Lo siento de veras, pero debo reconocer que nunca tuve prisa por llegar a ningún sitio y nunca di importancia a caminar demasiado despacio.

- No creo que pueda pasar tal cosa, porque el medallón estaba cosido al interior del cuerpo, no lo llevaban puesto, que hubiese sido lo normal en el caso de que se hubiesen transformado al ponérselo. Y aunque ese hubiese sido el caso, al habérselo quitado probablemente se hubiese revertido el proceso.

Además, esos bichos no pueden habérselo cosido ellos mismo, no tienen manos.

Bah, dejémonos de elucubraciones y vayamonos ya de aquí.

Las heridas habían hecho mella en el bárbaro, que había pasado los últimos momentos sentado, la espalda reposando en el tronco de un árbol, hasta que sus compañeros decidieron el orden de marcha.

Con un gesto de aquiescencia y un gruñido de dolor al levantar su peso Nugruk comienza a caminar, perdido en sus pensamientos.

Maldita brujería, siempre es lo mismo. Toca a los pobres desgraciados que no pueden defenderse y les obliga  acosas monstruosas. Espero que esto se encuentre en nuestro camino… Aunque por ahora tenemos otro objetivo.

Fe de errata: los elfos tenían esconder +12 -> dificultad 22

Los vieron halcón, Nugruk, Roger, pero los dos últimos no ganan la iniciativa, y el halcón la retrasa hasta los elfos.

Asalto sorpresa:

Elfos, halcón.

Asalto 2:

Borateo, Nugruk (-5) y Roger.

Elfos, halcón.

Asalto 3:

Borateo, Nugurk (-5), Roger, Valandil y Wilbur (-4).

Caminan cuesta arriba por el camino de montaña, poco a poco con su pesada carga. Una tarea ardua. De pronto el halcón lanza un chirrido y todo se precipita...

Desde el bosque, a ambos lados del camino, un grupo de asaltantes os rodea. Se trata de seis elfos, todos ellos vestidos con una simple armadura acolchada de trapos.

Dos cierran el paso de Borateo hacia Holmet. Uno de ellos porta una espada corta, otro de ellos una daga.

Roger se ve rondado por dos de ellos a la vez, uno de ellos con una daga, el otro de ellos parece un músico que puede ponerse a tocar el laúd en cualquier momento.

Wilbur tiene a otro con él, desarmado y aparentemente indefenso.

A Valandil, cerrando la retirada por detrás, le sorprende un elfo con una cimitarra.

¡Nedaal!, gritan cuatro de ellos. ¡Ázansdur!, gritan los que están con Wilbur y Valandil.

En ese momento, el halcón se precipita desde las alturas clavando sus garras en el enemigo de su compañero.

 Apoyando la larga lanza en el suelo a modo de soporte, el rudo batidor grita.

 - ¿Qué es eso? ¡Que nadie levante las armas!- Girándose hacia Roger y Valandil les dice.- Preguntad que pasa, por que nos asaltan ¿es un error? ¡No estamos aaquí para luchar contra ellos! Valandil haz que tu halcón se vaya.

Estaba a punto de intentar desenvainar para defenderme cuando me detiene la reacción de Borateo y quedo expectante a que Valandil hable con los otros elfos.

Debe conocer mucho mas la cultura élfica porque yo tengo la impresión que están dispuestos a llevarse todo lo que tenemos. Si quisieran hablar no nos hubieran rodeado con las armas desenvainadas.

De todas maneras dejo la mano en el pomo de la espada.

Puede que no tuviéramos que haber cargado con esta carne. O que estemos profanado con nuestra presencia uno de sus bosques y necesiten nuestra sangre para purificarlo. Si Borateo insiste en ofrecer su cuello que lo haga yo no pienso dejarme matar sean elfos, hombres o lo que sean.

Wilbur, sin hacer el menor ademán violento, se gira para colocarse en mejor posición para escuchar a los que que hablan.

Me coloco de tal manera que el hechizo rociada de color afecte al mayor número de enemigos posible y al menor número de amigos, quizá subiendo una casilla hacia arriba y apuntando a los dos elfos que están a la izquierda y abajo.

Preparo acción: lanzaré el hechizo rociada de color hacia esos dos si es que algún elfo, sea el que sea, aun a pesar de haber escuchado nuestras dialogantes intenciones, prosigue con el ataque. Así que voy recordando el hechizo y concentrando mi mente.

¡¡¡PARA, PARA MI EMPLUMADO AMIGO!!!. TU FIEL VALANDIL NO ESTÁ EN PELIGRO.

Dice el druida alzando el puño para que su valeroso y fiel compañero retorne cual ave cetrera y se pose en él.

Seguidamente se vuelve hacia sus emboscadores y comienza a hablarles con toda la calma de la que es capaz:

Valandil-hic o ho cholla ghasda. As do laimh-s' gun o ho Earbainn tapaidh trom eile. Chall eile bho chall a ho ro, chall eile bho chall a Oronar, chall eile huraibh i chall a ho ro
'S haoi o ho trom eile as do laimh-s' gun; Earbainn tapaidh Mharbhadh Tighearna o ho Ach-nam-Breac leat trom eile
 

Mi nombre es Valandil y vengo de la lejana comarca de Oronar. Lamento profundamente que mi emplumado compañero os haya agredido, pero tiende a ponerse muy nervioso si cree que estoy en peligro. Yo y mis compañeros nos dirigimos al pueblo de ********. Venimos armados pero no venimos en son de guerra. Parlamentemos.

El elfo armado con una espada levanta un brazo y mantiene la palma abierta.

¡Maravull!

Todos los demás elfos se mantienen expectantes. Su líder empieza a hablar con los extranjeros. Pero sin dignarse siquiera a acercarse a Valandil, mantiene su posición. En realidad, todos los elfos mantienen su posición, con la vista fija en los intrusos. La conversación transcurre en élfico, y muchos de vosotros contempla con impotencia cómo se juzga el destino de sus vidas sin poder entender ni una sola palabra...

 El pelirrojo monteraz mira a los dos elfos que tiene delante, el sudor le corre a reguerones por el rostro y el cuello por el esfuerzo de la carga y la marcha abriendo camino. Su pecho se mueve como si se tratara del fuelle de una forja.

 El esfuerzo de la carga y la monotonía del camino me adormecieron los sentidos, no los vi. No los vi hasta que se echaron encima nuestro. ¡Maldición!

 Se mantiene inmóvil, con su parte de la carga en el hombro.

Tras gritar Maravull, palabra élfica con una traducción similar a "pausa en las hostilidades", uno de los elfos que estaba con Borateo, blandiendo una espada, se alza en portavoz...

Así que os dirigís al pueblo de Holmet, ¿eh? No es de extrañar... este camino se abrió en la montaña solo por los pasos de los que fueron y vinieron a nuestra aldea antes que vosotros.

El halcón retoma el vuelo, con el elfo de la cimitarra llevándose la mano libre a la herida.

Muy bien, Valandil de Oronar, así que quieres parlamentar... Bien, te escucho.

 Seis contra cinco, ellos listos y nosotros con Wilbur y Nugruk heridos de consideración. Roger no es un combatiente, al igual que Valandil. El parlamentar es nuestra mejor posibilidad.

 La mente de Borateo analizaba la situación, mediante suposiciones y valoraciones objetivas, o eso creía hacer. No le gustaba asumir riesgos innecesarios.

 Si la sangre tiene que correr, sea, pero si lo podemos evitar mejor. Si son guardias no debería haber problemas, no hemos cometido problema alguno, y si tienen relación con las aves, ellas nos atacaron en mitad de la noche, en nuestro campamento. Nos defendimos y afortunadamente, no tenemos bajas que lamentar a pesara de los heridos.

 Si son bandidos no parlamentarían... y hubieran atacado directamente y posiblemente desde la espesura.

 Ese pensamiento le hizo preguntarse si no habría más elfos en la espesura de los lados del camino...