Partida Rol por web

Las direcciones que os dio el señuelo de Hjort os llevan en dirección sur, cruzando el mercado hacia una estructura de madera simple que parece estar en la frontera entre el mercado y lo que parece un distrito residencial con seguridad. Todo parece en calma, aunque hay un pequeño grupo de guardias que están hablando entre ellos de forma evidente en Skald.

Los guardias llevan los colores del castellano...

El sacerdote dudo.

- Que alguien con un minimo de tacto se acerque a preguntar ... el resto estaremos atentos.

-¿A preguntar por qué o por quién? ¿Por Hjort?

- Supuestamente Hjort se iba a hacer pasar por miembros de la Sociedad Pathfinder para atacar la armeria. Yo no preguntaria directamente por el, preguntaria ... por nosotros - no pudo evitar sonreir - es decir, preguntaria por miembros de la sociedad pathfinder dirigiendose a la armeria. Si hacemos caso a las palabras que nos dijeron en la tabrena, si Hjort y su grupo no ha llegado, debe de estar apunto de hacerlo...

Khyron asiente y se acerca hacia los guardias...

RAPIDO! DAD LA ALARMA! ordena con voz autoritaria.
UN GRUPO DE MALEANTES SE DISPONE A ROBAR LA ARMERIA HACIENDOSE PASAR POR PATHFINDERS!

ALARMA!
ALERTAR A LA GUARDIA!

- adios a la sutileza - gruñe el clerigo mientras coge su maza ...

Uno de ellos se queda mirando sorprendido en vuestra dirección y en especial a Khyron. Todos los hombres os miran con cierta desconfianza.

¿Podrías explicarte mejor?

Mejor si, pero apresuradamente. Asiente el explorador.
Mi nombre es Khyron Hassan soldado. Pertenecemos a la afamada faccion de los Pathfinder.
Hemos sido enviados a vuestra ciudad a detener a una banda de Uflen que se dedica a mansillar nuestro nombre, y segun hemos averiguado, están a punto de atacar la armeria, destrozar el lugar, y robar armas.
Segun nuestras averiguaciones, planean realizar ésto disfrazados y haciendose pasar por Pathfinders!

Rapido! Debemos detenerlos. Guienos por favor a la armeria...

Si realmente es como decís, ahí tenéis la armería. Nosotros nos quedaremos por aquí no sea que esos rufianes tengan refuerzos. En cualquier caso, a la salida nos encargaremos de que la ciudad os recompense como merecéis.

El guardia os indica la entrada de la puerta de la armería.

Humm....esto parece demasiado sencillo...
Khyron alza una ceja y dice.

Esperen acá...voy a entrar solo, sin hacer demasiado ruido, para ver con que me encuentro...

El fiel de Pharasma se acerca a la puerta de la armeria, y la abre demasiado rapido, haciendola chirriar...
UH!

-Espera... no vayas solo...

El monje no estaba dispuesto a que su compañero se enfrentase a cualquier peligro en solitario. Comenzó a acercarse al fiel de Pharasma con el sigilo con el que acostumbraba a colarse en la biblioteca del templo en su niñez.

Entráis en la armería. Lo primero de lo que os dais cuenta con la ténue luz que entra por las puertas es que todo está a oscuras. A izquierda y derecha se intuyen unas escaleras y algo más adelante el pasillo sigue y podría haber alguna entrada pero no veis bien...

Solo dos segundos despues de ingresar a la armeria, Khyron se asoma hacia afuera y dice...
Alguien puede quedarse en la puerta con una antorcha? No se ve nada aca´....

Tras su pedido, se vuelve a meter y dobla hacia la izquierda...

Adshareb meneó la cabeza de lado a lado en un gesto cómico, mientras avanzaba hacia la puerta.

- Esperad un momento, os acompaño.

Al llegar al umbral, sacó una daga del cinto y pronunció las palabras de un encantamiento sencillo. Al terminar, la daga empezó a brillar con fuerza, iluminando mucho más que una antorcha normal.

Con la luz de Adshareb ya podéis ver algo más del interior. Hay dos escaleras a izquierda y derecha y al fondo del pasillo hay dos entradas.

- Mmm... ¿creéis que es prudente meternos aquí sin el resto?- dudó Adshareb.