Partida Rol por web

Al ver que los hombres armados les atacan sin provocación ninguna y que el hacha golpea a Ethelnir, Clarissa se ve llena de justa indignación y, nerviosa porque es su primer combate como miembro de la Sociedad Pathfinder se dispone a actuar.

-¡Miserables que atacáis injustamente sin provocación a la gente legal! ¿Es así como funciona la civilización por aquí? Pues en el nombre de Abadar os nombro enemigos de la civilización y seres prescindibles para ella. ¡Vosotros os lo habéis buscado!.-

Se acerca a Grachius y apoya la mano en su hombro, el guerrero nota que sus movimientos son más mecánicos, más perfectos...

 Ethelnir intenta golpear a su atacante con todas su fuerzas.

- Atacais sin provocación, recibireis vuestro justo castigo, ¡malditos!

Sin embargo el ataque de Ethelnir se ve obstaculizado por las ruinas, que le impiden alcanzar a su adversario.

Vistas las hachas que aparecen me lanzo a la carga contra el mas cercano, dejando que ese sentimiento que me invade guie el golpe, que resulta en un golpe mecanico, correcto, aunque ninguna maravilla

Lorik se mueve con rapidez, tratando de cerrar espacios con sus compañeros. Levanta el espadón mientras anda, haciendo una hoz en el aire con el filo. Sin embargo, el soldado le estaba esperando y salta hacia atrás con gracia, esquivando el ataque del mercenario.

El golpe de Grachius hace una fea herida a su oponente, que se retira, saca un pequeño frasco y se lo bebe. La carga ha hecho que el chelaxiano esté desequilibrado y que sea un blanco fácil para otro de los ulfen que lanza un golpe mientras vocifera palabras en su idioma.

El tercero trata de atacar a Lorik, pero el guerrero detiene el golpe de forma muy profesional.

Durnak corre hacia el enemigo más cercano, Thug 1, mientras saca su hacha de batalla enana y casi sin poder ver por la furia por la que, tal vez demasiadas veces, se deja llevar, pega un hachazo en diagonal a su oponente.

Al ver que su primera daga no llegó bien al objetivo, pues no tenía demasiada fuerza como para lanzarla tan lejos y que pudiera herir a su oponente, el mediano se escurrió detrás del enano, usándolo como escudo y volvió a lanzar una de sus dagas algo mas cerca, esperando dar en un punto vital.

El ajetreo del combate hace que la daga de Neblin falle por muy poquito mientras que por su parte, el ulfen que parece el líder del grupo saca una nueva hacha y trata de golpear a Ethelnir con pobres resultados.

Clarissa se coloca detrás de los guerreros, y vuelve a tocar a Grachius, dándole el poder de la ley...

 Ethelnir intenta nuevamente alcanzar al asaltante de armadura metálica.

- ¡Pagarás cara tu arrogancia!

Grita Ethelnir mientras descarga un poderoso y certero golpe.

-¡Buen golpe Ethelnir!- Dice Clarissa desde detrás.

 Curioseando el PRD veo que los elfos tienen un +2 racial a percepción, lo apunto salvo que me indiques lo contrario

El espadazo de Ethelnir prueba sangre y el ulfen se resiente mirando al elfo con odio por su atrevimiento...

Tras detener el espadazo que le propinaba su adversario, Lorik volvió a levantar el espadón con el fin de terminar de una vez por todas con aquel, y poder ayudar a sus compañeros, alguno de ellos en apuros. Pero con la misma precisión que en el ataque anterior, el filo de la hoja impacta en la armadura del contrario, sin hacer daño ninguno a la persona que protegía.

Maldita sea.

Sin cambiar por un momento mi cara al recibir la herida descargo un nuevo golpe sobre el que me habia herido, volviendome a dejar llevar por ese mismo sentimiento, haciendlo de forma tecnica y precisa

El ulfen detiene con dificultades el golpe de Grachius y aprovecha la bajada de las defensas para asestarle un tremendo hachazo. Sus compañeros hacen lo propio contra Lorik y Durnan, pero sus heridas son menos profundas...

Harto de ver como sus dagas eran desviadas con facilidad, Neblin desenvainó su pequeño estoque y arremetió contra uno de los tipos que tenía cerca, aunque por el revuelo del combate y el movimiento de sus compañeros, apenas pudo atinar un poco y con muy poca potencia, con lo que acabó fallando el ataque.