Partida Rol por web

Clarissa se sienta encima de un cascote.

-Buff, estos norteños son muy duros de pelar...-

Suspira... -Bien ¿Qué decía el manual del aventurero sobre vencer a enemigos que atacaban por sorpresa? Registrar para descubrir porqué nos atacaron...-se le ilumina la mirada-Es posible que tengan alguna poción todavía de esas que se bebían.-

-Si os parece podéis ir atándoles, luego lanzaré una curación para curarnos a todos y ver si alguno se despierta y ya le interrogamos.-

-Yo les registraré..-

Cada uno de los matones lleva una poción, varias hachas de mano, una armadura (camisote de mallas) y un escudo. El que acabáis de noquear tiene una cota de mallas, varias hachas de mano, un escudo de acero y una bolsa con 50 piezas de oro. Además lleva dos notas escritas en sendos pergaminos.

Por la suma de 50 coronas de oro, tú y tus mercenarios tenéis que vigilar la residencia de Rognval Skagni en el límite de la ciudad durante dos meses. Ignorad a los saqueadores o ladronzuelos, en vez de eso debéis buscar Pathfinder. Si los veis, matadlos. Cualquier de los tuyos que pueda probarme que dio un golpe mortal a uno de esos demonios asesinos se ganará una bonificación de 100 coronas de oro.

Hjort Fastaxe

Haz como Hjort te ha ordenado, pero tienes que hacer algo para mí: captura al menos a un Pathfinder, preferentemente un líder de expedición. Tráemelo por tu cuenta y te recompensaré con 100 coronas de oro adicionales.

Runa White

 Ethelnir frunce el ceño ante la información que aparece en los pergaminos. 

- Al menos sabemos que el ataque no es debido a un problema oficial con las propias autoridades ni un profundo odio de la población ulfen. Llevemos a los asaltantes ante las autoridades, para que hagan justicia. Y pensemos en como localizar a nuestros nuevos amigos ... sabiendo que aquí somos extraños y no tenemos ni idea de quienes son ... pero esta claro que es gente con bastante dinero y un extraño interés en la Sociedad.

Mientras tanto, intenta estabilizar a los heridos, lanzado una mirada de extrañeza a la alegre clérigo que es capaz de dejar morir a enemigos indefensos.

Piensa para él mismo:

- La debo la vida, pero no dejan de resultarme chocantes algunas creencias. 

Clarissa mira con tristeza a Ethelnir... -Ellos empezaron el ataque.- dice meneando la cabeza y prueba las pociones para ver de qué son.

Luego exclama...-¡Qué baratos eran estos mercenarios!-después de leer los pergaminos.-Debemos saber quien es el Señor Fastaxe y porqué nos considera demonios asesinos.-

Los prisioneros no dan mas que problemas, habria sido mejor que hubiera caido, aunque asi le podemos preguntar

Me giro mirando a la clerigo

Y ademas deberiamos tener unas palabritas a cerca de ese precio que ha fijado para nuestras cabezas, me resulta indignante

Los dos primeros matones están bastante mal pero estables (-4 y -9), el tercero que examinas está muerto. El capitán de los hombres no corre peligro.

-Evidentemente sus habilidades para tasar no estaban a la altura no, nuestras cabezas valen mucho más, de todas maneras... ¿Podéis atar a esos miserables para que pueda curaros?, de paso curarles a ellos y luego interrogarles...-

- Quizás ellos no quieran que les cures. A veces, para un guerrero es mejor morir en combate que vivir humillado por la derrota. - dijo Lorik. No se iba a negar a que les curaran, claro, pero lo decía de manera seria, sin un ápice de ironía o de burla en su voz.

Ethelnir se dispone a atar a los prisioneros con su cuerda.

Se dirige a los prisioneros:

- Espero que colaboreis con la justicia.  Vuestras vidas dependen de ello.

Una vez están atados los prisioneros Clarissa vuelve a invocar los poderes de su dios para curar a sus compañeros y de paso a los prisioneros atados.

Sólo despierta el jefe, que puede escuchar las palabras del paladín.

Mientras su compañeros se afanan para capturar e interrogar a aquellos guerreros que aún seguían con vida, Neblin empezó a deambular por las ruinas de la casa, y mirando alrededor, a ver si había alguien en las cercanías, quizá con todo el jaleo que habían montado, alguien que pasase cerca se habría alertado.

El hombre que llevaba la cota de mallas y los mensajes abre los ojos lentamente aunque sigue bastante aturdido del puñetazo de Ethelnir. Empieza a moverse y al ver que está atado os mira con odio...

Durnak parece algo ausente, mirando alrededor todo el rato como si pensara que más gente va a salir de entre las ruinas para atacarles. Incluso se podría decir que paranoico.

Aunque después contesta a Ethelnir.

- Creo que sería más sencillo hacer que éste - dice señalando al jefe del grupo - nos lleve hasta "nuestros amigos". Para llevarles ante la justicia hay tiempo. Para descubrir qué ocurre aquí puede que menos, pues si han contratado a éstos, pueden contratar a más.

Cuando vé cómo el hombre se despierta y les mira con odio sonríe. Una sonrisa que no augura nada bueno.

- ¿Acaso creíais tener alguna oportunidad? - le pregunta con voz calmada. Acerca la cara a la suya (para lo que no tiene siquiera que agacharse) antes de seguir hablando - ¿Te ha valido con lo que has recibido hasta ahora?  ¿O quieres más antes de decirnos lo que queremos saber? Sé listo, y ahorranos hacerte las preguntas.

El hombre espeta unas palabras en su idioma a Durnak, palabras que no parecen ser muy amigables...

 Ethelnir respira profundamente, anticipando una situación desagradable ...