Partida Rol por web

- Oh vamos chica, no todos son felices con sus padres ni con sus circunstancias. Más que un tema de fe yo diría que es el como les ha tratado el mundo. Tú misma pareces haber tenido una vida dura.- comenta la tabernera dejando claro que no se le ha pasado por alto tus marcas en el cuello.- Algunos lo llevan como tú y se ven como elegidos de su dios otros como una carga y algunos incluso como un estigma. Al fin y al cabo no sois muchos en el mundo y yo te estoy hablando de 4 o 5 más de las cientos de personas que han pasado, sois tan pocos comunes que la gente como yo que ya no se sorprende es rara.- se encoge de hombros y te sigue escuchando.

- Habéis sobrevivido a atravesarlas y a un Biamhac. Realmente tienes a la pálida dama de tu lado, pocos por no decir ninguno pueden decir eso.- abre los ojos como platos ante esa noticia, se la ve un gesto de incredulidad en sus ojos pero que es rápidamente desechado. Como si no pudiese asociar que fueras a mentir sobre eso.- Y si que conozco esas ruinas, no es que esté prohibido ir en sí pero porque no hace falta prohibirlo si es letal. La mayoría de la gente ya las rehuye solamente por conservar el pellejo. Pero bueno, cuéntame como eran por dentro. ¿Había muchos tesoros y joyas?- lo último lo pregunta con un tono más soñador.

El elfo acepta tu falta de planes como algo bastante normal y no insiste en el tema sin embargo cuando preguntas por las tierras del lugar se queda un poco cenizo.

- Pues no mucho más que lo obvio, el legado y la desesperación está sacando lo peor de mucha gente y eso después de una guerra iniciada por uno de los dioses más pacíficos de todos y terminada por los seguidores de la más bélica. La verdad es que es curioso ver a uno de sus hijos dedicarse a nuestro mundo, ¿estás en tu fase de hijo rebelde?- una sombra de sonrisa se asoma en sus labio cuando de repente se levanta.- Bueno voy a mantener el ambiente en la taberna o nos echaran la bronca para holgazanear, vosotros podéis tomaros un descanso más largo.

El humano se mantuvo callado tras la reprimenda del elfo, pero podías ver en sus ojos que aún tenía más cosas que decir. Por lo que cuando su hermano se levanta toma su asiento para estar más cerca de ti y espera a que el elfo empiece a tocar para hablar contigo.

- Pues realmente me han llegado dos rumores interesantes aparte de lo obvio que mi hermano piensa que es lo único importante. Para empezar comentan que hay fantasmas en el antiguo templo de Eothas pero cuando pasé solo vi a un hombre que parecía demasiado asustado como para entrar y luego comentan que Raedric tiene un hermano que protesto por las medidas tomadas y que tuvo que huir, lo interesante de esto último es que dicen que se esconde aquí en Valle del Oro...

En un momento las voces bajan y una flauta, que se oye incluso a través de las puertas llegando a los oidos de Pasca y Morrigan, empieza a tocar una melodía que nadie asociaría al delicado elfo que la está tocando. Poco tarda en ser acompañado por palmadas.

Mi señora - digo con una sonrisa - Realmente me alegra que seamos rivales de debate y no comerciales. Aunque no estemos de acuerdo en nuestras posturas, no puedes negarme que mi primera impresión sobre ti fue acertada: podría pasarme horas hablando contigo.

La música de flauta empieza a sonar y por más que me gustaría bailar con ella igual soy yo el que acaba dándole un zapatazo. Tengo que pedirle al bardo que me enseñe a bailar un día de éstos. Me levanto y le tiendo la mano para ayudarla a incorporarse - Acepto encantado ese paseo...

_{- Bueno, a expeción de que había una estructura de piedra, que contenia elementos de cobre y adra.... no habia nada más de valor -} desde luego el cobre no creyó que llamara la atención de la posadera...¿el adra quizás?

_{- Pero hace bien  manteniendose alejada... Allí suceden cosas bastante extrañ... -} su voz se extinguió con suavidad, como si temiera molestar o incomodar a la melodia que llegaba hasta ella. Buscó el origen de tal tonada con cierta curiosidad. ¿Sería Feniel? Pues no, parecia que era un elfo el que la tocaba.

Su pie comenzó a marcar el compás con cierto brío mientras recogia su jarra para girarse completamente hacia el músico y beber disfrutando de momento de aquella melodia, olvidada de repente, la conversación con Pasca. Realmente ponia de buen humor a una escuchar aquella canción. ¿Acababa de entrar el elfo en la taberna o ya llevaba tiempo allí?¿Porque le interesaba tanto?

El perro seguía comiendo tranquilamente....

Me encojo de hombros ante la pregunta de Elias y tomo el vaso de vino, echándome hacia atrás en el taburete. 

- ¿Qué puedo decir...? Así tengo menos competencia para el amor. - me río, despidiéndome con un gesto de mano al ver que va a seguir tocando. Después me giro hacia el hermano humano que parece que tiene que decirme algo.

Después de hablar con él, doy algunas palmas al ritmo para acompañar a Elias y me fijo en el resto del local. No sé dónde estará Morrigan, pero en cuanto veo que Ekron se levanta con la muchacha le dedico una sonrisa y un guiño de despedida. Muy bien, muy bien, toda tuya... Yo ya elegí antes de tiempo, aunque tampoco me quejo...
 

Al escuchar lo de "fantasmas", los recuerdos de Zankora me llegan a la mente, además de las visiones de las otras figuras sufriendo que había en aquellas ruinas. Estaría bien ir a comprobarlo, desde luego... Por supuesto, lo del hermano de Raedric también me llama la atención, así que cuando termina, miro a Arthur con un brillo aventurero en los ojos.

- No he tenido el "placer" de visitar el templo por el momento... ¿Cuándo se supone que aparecen? ¿Y crees que está relacionado? ¿Es posible que el hermano de Raedric se esconda en las ruinas? - ya sean cuentos de viejas o algo de verdad, tener algo de lo que hablar como esto siempre es interesante.

Al poco de empezar la música la puerta del salón se abre saliendo por ella Ekron acompañada de una joven de cabellos plateados. Por su parte el noble puede ver como la divina de la muerte estaba sentada en la barra parlamentando con la tabernera mientras un perro bastante castigado por la intemperie relamía un plato en el que no quedaba absolutamente nada. Pasca os sonríe al ver a la pareja

- Espero que aún queráis vuestras habitaciones para esta noche, pero si no es el caso avisad que así sabré si están libres.- les informa viendo que parecían dirigirse hacia la salida.

Por otro lado la apertura de la puerta, y aprovechando que la tabernera estaba centrada en otra cosa, permite a Morrigan observar al fin al elfo que ha empezado la melodía y ver por un instante a Feniel hablando con un humano en una mesa con cierto secretismo.

El humano sonríe ante la propuesta del Feniel con un brillo conspiranoico muy acorde al de aventuras del divino. Pero sin embargo se encoge de hombros.

- ¿Te imaginas? Ciertamente suena a lugar donde esconderse, pero no estoy yo tan seguro de que sea buena idea. Espíritus en ruinas siempre hay y por eso solo van aventureros a ellas, bueno por culpa de los espíritus y de los glanfathanos si son como las ruinas de las que escapaste.- sonríe divertido y se nota su curiosidad cuando termina por preguntar.- ¿Piensas ir a comprobarlo? Porque me daría mucha pena que te murieses antes de que te supere de manera justa.

Sólo vamos a dar un paseo para conocer más de este agradable lugar - le respondo a la tabernera - No se preocupe, señora, que estarmos aquí antes de la hora de cierre.

Así que aquí estabas - pienso al ver a Morrigan. Bueno, si algo he aprendido de ella es que sabe defenderse sola.

Tienes la cena pagada - le informo a la divina - Aprovecha y ponte las botas. Nos veremos mañana - le hago un gesto de despedida y salgo con mi acompañante.

Bueno ¿Qué me podrías contar de ti? Que eres culta y de ideas firmes me ha quedado meridianamente claro ¿Puedo preguntar qué te ha traído a este lugar?...

- Ah pues si ese es el caso, dirigíos hacia el sur. Pasada la herrería se encuentra el linde del bosque. Debería ser seguro y a esta hora es un lugar más que bonito para dar un paseo relajante.- contesta la mujer antes de volver a centrar su atención en la guerrera.

Cuando la pareja sale la mujer te mira algo divertida.

- Vaya compañeros de viaje que tienes, no pierden en absoluto el tiempo...- dice mientras se ríe un segundo y te renueva la jarra. Aparte de ponerle otro plato de comida al perro.- Pero me estabas contando, enormes ídolos de adra y cobre y algo sobre cosas extrañas decías...

La joven solo hace un gesto de despedida hacia la las dos mujeres y te acompaña fuera.

- Creo que deberíamos seguir el consejo de la dueña.- puedes notar que evita mirar hacia donde estaba el árbol del ahorcado, que casualmente quedaba hacia el norte.

Fuera el tiempo es bastante agradable y se nota que el mediodía con la humedad del lugar hace el momento ideal para estar al aire libre. Además como la mayoría debía estar comiendo, ya fuese en sus casas o en la taberna, el único sonido que rompía el silencio era el martillar rítmico procedente de una herrería.

Parece que Meriel ha ignorado tu pregunta pero una vez está más segura de que no hay nadie alrededor empieza a contestarte.

- Pues la verdad, es que había oído que el señor de las tierras estaba reuniendo animantes y entre ellos estaba una enana llamada Caldara de Berranzi, sin embargo ya puedes imaginarte cual ha sido su destino... Así que ahora me encuentro sin razón de estar aquí pero cansada del viaje. Probablemente vuelva a Bahía del Desafío o quizás vaya al norte aprovechando un poco mejor esta pequeña escapada.- se le escapa una suave risa ante esa idea.

Gracias señora - me despido de Pasca con un gesto de la mano y acompaño a Meriel hacia la linde del bosque mencionada - No recuerdo si vi alguna enana... en los árboles. No era algo que me gustase mirar, de todas formas. Me pregunto qué clase de desesperación podría llevar a alguien a actuar de esa manera tan brutal. - suelto un bufido entre asustado y enfadado. Tratar con tiranos es como caminar por el filo de una espada: como te descuides vas a acabar muy mal, motivo por el cual ambas actividades son de lo menos recomendables - Entonces ¿Eres como tu amiga? - digo refiriéndome a la ocupación de Caldara sin mencionar la palabra "animante". Nunca se sabe - Acabáramos. Supongo que habré debido parecerte un niño intentando rebatirte.

Camino junto a Meriel hasta que llegamos a la linde del bosque y aspiro el aroma que emana de él - De camino hacia aquí nos encontramos con un hombre que nos dijo que su amigo había sido devorado por un oso. Juro por mis ancestros que como ese condenado animal aparezca por aquí cojo mis bártulos y te acompaño a Bahía del Destino, al norte o a donde sea...

La divina habia estado centrada en observar a aquel elfo, embargada por la maravillosa melodia. Aunque Feniel también sabía tocar maravillosamente bien. Cuando Ekron pasó por su lado, rompió el contacto con la escena para mirarlo y poder responderle con un suave asentimiento de cabeza mientra el perro alzaba la cabeza brevemente para olisquear curioso a ambos

_{- Tened cuidado -}

Se habia percatado de la conversación del divino de fuego, pero no pensaba inmiscuirse. Eso parecia privado, y si quería que ellos lo supieran.. ya se lo diria.

Suspiró con pesar ante la acertada afirmación de la posadera _{- No te puedes imaginar el viajecito que me están dando ambos -} añadió resignada para luego reir por lo bajo, dandose cuenta que si se fijaba bien, realmente estaba siendo muy divertido.

Carraspeó antes de llevarse otra cucharada de comida a la boca mentras Pasca volvia a atacar con más preguntas. Masticó y tragó con calma antes de responder

_{- Bueno... -} se aseguró que no habia nadie más cerca antes de continuar _{- habia como proyecciones.. proyecciones de gente. Y no parecian estar pasandolo muy bien -}

Aventureros o desesperados huyendo por su vida. Me encojo de hombros, sin poder recriminarle dicha afirmación. Sin embargo, sí que amplío mi sonrisa con esa pregunta. 

- Pena ninguna, te quedarías todas las mozas para ti solo. - termino riéndome y dándole un sorbo al vino - Y no te voy a mentir, no estaría mal echarles un vistazo aunque fuera de lejos. Si al final no me quedo las tierras de aquí, tampoco pienso irme con las manos vacías. Y créeme: Las historias de fantasmas y espíritus suelen llamar la atención de muchos. - alzo ligeramente la ceja, dejando claro que obviamente no me refiero solo a las monedas. Le observo con curiosidad un momento y finalmente decido preguntar lo que me ronda la cabeza - ¿Por qué lo dices? ¿Tú también vas a echar un vistazo o te da más miedo tu hermano que lo que pueda haber en las ruinas? ¿O es que acaso estás preocupado por mí? Que puede que me equivoque pero cualquier consejo para mi seguridad será bien recibido... - se me escapa media sonrisa divertida. 

- Nos carteamos alguna que otra vez, pero nunca la vi en persona hasta hoy. No me consideró una en pleno derecho, soy más teórica y ella podría haberme enseñado tanto...- te contesta de manera algo renuente está claro que hablar de un cadáver, así que cuando te disculpas por la discusión anterior medio sonríe.- Bueno, un niño sí pero al menos de los más listos de la clase.

Por otro lado cuando ya cambias de tema hacia el bosque y el oso abre los ojos de manera desmesurada.

- ¿Un oso tan cerca? No creo que se acerque tanto al pueblo pero supongo que deberíamos ir con cuidado.- comenta pasando por alto el que parecía que ya habías decidido acompañarla a donde fuera. Podía ser tanto como que no te lo tomaba en serio como que no se había dado cuenta de lo que implicabas...

La mujer se ríe contigo cuando le respondes y niega con la cabeza como confirmando que no podía ser de otra manera con tunantes así. Por otro lado cuando vuelves al tema anterior con tanto cuidado y misterio, se te acerca toda curiosidad.

Se lleva las manos a la boca sorprendida por lo que escucha y te mira con admiración.

-  No me lo puedo creer, vistes almas en pena y tu sigues teniendo la tuya. Hay rumores de espíritus en las ruinas del templo de Eothas pero palidecen en comparación con lo que me cuentas chica. Estoy segura de tienes un futuro de leyenda por delante.- dice sin ningún rastro de burla en su voz.- Porque ya pago tu compañero que si no te invitaba a la comida.