Partida Rol por web

Protegido por el buen hacer de los marines, De Bligh, se relajo en sus tareas de vigilancia mientras se concentraba en Bocazas y en los planos y consejos que iba dando. procuraba ser sigiloso y aprovechar las sombras aunque de vez en cuando levantaba la cabeza de sus propias meditaciones y veia que los marines no solo eran fuerza bruta, podian ser sutiles.

-Como en el regazo de mi madre-penso con una media sonrisa.

Al llegar al nivel cero empezo realmente su tarea, el sistema de seguridad de la torre era profesional, pero no de categoria militar o de proteccion de valores cruciales, era asumible. Ayudado por un poco de suerte pudo ir hackeando sin problemas dignos de mencion los distintos sistemas de vigilancia. Bien era cierto que la eficaz ayuda de los marines, que no permitian que tuviera distracciones ni peligros ayudo mucho a la hora de concentrarse.

Pero segun iba subiendo se iba poniendo mas y mas en alerta, llegaria el momento que el factor humano seria un problema real, bueno quizas el factor robotico dado las especiales caracteristicas del planeta y ahi es donde podrian comenzar los problemas.

Tambien le inquietaba que unas instalaciones tan importantes tuvieran un sistema de seguridad que dado que eran de unas instalaciones de investigacion era de segunda, quizas, en este planeta de investigadores, tampoco era tan importante, pero aun asi...

23:30 - 117-1097

Ha pasado media hora y no hay noticias del equipo enviado a la Torre de Essus. Ninguna comunicación. Aunque probablemente aún es pronto para tener noticias suyas.

23:30 - 117-1097

Los siete primeros niveles resultan ser bastante fáciles de recorrer para el equipo de incursores. Los pocos robots con los que os habéis ido cruzando estaban ocupados en sus quehaceres y no ha sido difícil esquivarlos. Y Pavel ha conseguido hackear las cámaras de seguridad con bastante sencillez. Por el momento, todo va bien.

Los niveles inferiores que ya habéis recorrido eran un lugar de frenética actividad, con máquinas que en su mayoría parecían estar fabricando a toda velocidad componentes que no habéis podido identificar. ¿Robots? ¿Componentes cibernéticos? Lo único claro es que se trata de unas fábricas de alta tecnología, tan alta como es posible encontrar en el Tercer Imperio, en Drinax o... bueno, o en cualquier lugar que hayan visitado en toda su vida.

Al fin llegaron hasta el nivel cero. En este lugar a pie de calle las instalaciones eran mucho más "humanas", en el sentido de que se podían encontrar oficinas, salas de reuniones y grandes salones. También espacios mucho más abiertos, protegidos por cámaras automáticas. Al menos existían una serie de conductos de ventilación que podrían utilizar para avanzar, así como huecos de ascensores o incluso ventanas. 

La mayoría de los habitantes del lugar parecían seguir siendo robots, algunos humanoides y otros no tanto. Pero en su subida hacia los niveles superiores, los incursores vieron que también había algún que otro humano vestidos con batas blancas de científico, el uniforme oficial del universo para los investigadores.

- PAVEL DE BLIGH - chilla Bocazas, en un momento dado. - PUEDO INTENTAR ENTRAR EN EL SISTEMA DE LA TORRE DESDE UN TERMINAL DE ESTE NIVEL, PERO PREVEO QUE AQUÍ SOLO TENGO UN 2,78% DE POSIBILIDADES DE LOGRARLO SIN SER DETECTADO. ¿DESEA QUE LO INTENTE?

- De Bligh, ¿tiene un control de volumen esa maldita cosa? – gruñó Doble por lo bajo antes de volver a estudiar los planos y su situación respecto a las “fuerzas enemigas”, por ridículo que pareciera llamar así a unos nerds con batas limpias y sus robots… pero seguro que no sería tan ridículo si los sistemas de protección se activaban. – Ese porcentaje de éxito es absurdo. Prosigamos.

Tras sopesarlo se decantó por un hueco del ascensor que parecía estar en una zona menos vigilada, por el aspecto parecía un ascensor de servicio menos usado. Se lo señaló a sus dos compañeros.

- En línea recta subiremos más rápido y confío en que De Bligh pueda bloquear el sistema del ascensor el tiempo suficiente para que subamos algunos niveles.

Me adelantaré para asegurarme. Susurro y empiezo a trepar por el cable, como si fuera un ejercicio de la Academia. Me paro en cada puerta y compruebo escuchando con atención que nadie va a llamar al ascensor justo cuando estemos subiendo. Cuando voy por la tercera planta les hago un gesto a mis compañeros para que me sigan. Espero que la suerte dure hasta la séptima...

-Lo dudo, es muy temperamental-contesto a Malta.-Bocazas, la informacion que nos quieras dar que sea en un volumen audible solo para nosotros, por favor.

Me quede mirando unos instantes a la bola dudando, bastante, que me fuera a hacer caso.

-De todas maneras, Malta, tiene razon. Es una verdadera puta mierda de porcentaje. Pero no me siento muy comodo subiendo mas pisos. Tanto va el cantaro a la fuente que al final la liare.

-Me parece que subir mas pisos, si queremos completar el encargo, no es opcional, como bien dice el señor Malta.

De Blight se puso de nuevo a la tarea, pero sea porque estaba mas nervioso, sea porque la seguridad habia aumentado el hackeo le resulto bastante mas complicado y en varias ocasiones estuvo al borde del error. El sudor le empezaba a bañar la frente.

-Sigamos, pero esto se esta complicando, no se cuanto tiempo podre cubrir nuestras huellas, esto se esta poniendo serio-susurre.

Se quedo pensativo un momento y le dijo a Bocazas.

-Bocazas, ¿podrias ayudarme a hackear los sistemas?

23:59 - 117-1097

Pasa otra media hora, sin noticias del equipo. 

23:59 - 117-1097

Conseguís abriros paso por el hueco del ascensor. Hay un momento en el que un ruido extraño os hace quedaros completamente quietos. Pero no pasa nada. Cuando Valdés da la señal de "despejado", seguís avanzando. 

Paráis en el tercer nivel de la torre. Parece una planta residencial, pero no veis apenas gente aquí. Os escondéis en una habitación en la que existe un terminal de datos. Quizá es buen sitio para intentar hackear el sistema, aunque sería más fácil desde una terminal más "central".

- RECALIBRANDO. - chilla Bocazas una vez más - volumen ajustado. Pavel de Bligh, puedo hackear los sistemas, pero al hacerlo me expongo a ser descubierto. Existen pautas de programación de mi creador, el Doctor Kimota, que el Doctor Essus conoce y contra las que se ha prevenido. De ahí el utilizarlos a ustedes como incursores. Pero si quiere que use mis sistemas para cubrir vuestras huellas, puedo hacerlo.

La IA hace unos sonidos extraños por un momento. - He realizado un escaneo de baja frecuencia durante 0,00001 segundos. He determinado que desde esta estación hay un 28,28% de posibilidades de realizar una incursión exitosa en los sistemas.

- Demasiado bajo todavía – gruñó Malta por lo bajo maldiciendo y comprobando de nuevo los planos y perdiendo la vista un momento en números que aparecían en su dispositivo HUD y otros que fluían directamente a su cabeza.

- Tenemos el doble de posibilidades de éxito de subir el siguiente tramo de pisos. – dijo en voz baja – Si tenemos suerte será suficiente, pero me huelo que probablemente tendremos que subir hasta el sexto piso para tener una probabilidad de éxito aceptable, al menos de un 70%. 

Miró a Pavel.

- Mantenga los nervios de acero, caballero. Contamos con usted.

Miró a Valdés.

- Proceda guiándonos. Al girar en dos pasillos a la derecha debería haber una puerta que da a unas escaleras de servicio.

Con los pies encima de la computadora, Lorna encendió otro cigarrillo. Aparentaba más calma de la que sentía pero un mando no podía dejarse llevar por los nervios. 

Con todo el sigilo posible me adelanto sin mediar palabra ante la orden de Mark. Por los pasillos procedo usando el oído y mirando los reflejos de las superficies pulimentadas de la residencia. Nada nos molesta aunque la presencia de cámaras y sensores es patente. Como Pavel no bloquee la señal estamos jodidos. Llego hasta la puerta y nos colamos en la escalera de servicio. Sin embargo al empezar a subir escucho claramente como una puerta se abre en un piso superior. Con un gesto advierto a mis compañeros para que se detengan y yo me quedo lo más quieto posible. Las pasos descienden. Apresto mi arma en silencio y espero escondido a ver qué ocurre. Cuando parece que los pasos llegan hasta nosotros se escucha otra puerta que se abre y los pasos se pierden en la lejanía. Miro a mis compañeros y veo el sudor y el nerviosismo en su rostro, así que no puedo evitar sonreír y decir: ¡al palo!

Si había pasado algo, seguro se comunicaría por radio. La piloto, con paciencia, se puso a rastrar las frecuencias, y como además, era una acción pasiva, no podría nadie detectar que estaba … "escuchando".

Darko se mostraba cada vez más impaciente. No saber de los demás le iba poniendo más y más nervioso, sobre todo ante la aparente impasibilidad de la capitana. Pero no se atrevió a decir ni una palabra, el escalafón era el escalafón. Cuando había pasado casi una hora se limitó a levantarse y pasear de arriba abajo por la cabina, mientras miraba por encima del hombro lo que estaba haciendo Adriana en las pantallas, lanzando de vez en cuando una mirada de soslayo a Lorna. 

El rastreo de Scharhorst no arroja ninguna indicación de llamadas por parte del equipo de incursores. Tanto la piloto como el marine que observa con atención las pantallas terminan rindiéndose ante la evidencia de que no hay noticias de sus compañeros.

Mientras, detrás de ellos, la Capitana se fumaba el enésimo cigarrillo de la noche.

Aunque todos aparentaban tranquilidad... ninguno se marchó a dormir.

-Tranquilos: estarán bien. Son profesionales. Hay que tener un poco de fe en tus compañeros...

-Y tratar de comunicarse con ellos podría revelar su posición. Dejadles hacer su trabajo tranquilos.

Dijo esto último con cierto retintín. 

La piloto sonrió antes los comentarios: - No jefa, si sólo voy a escuchar las "noticias". Una sonrisa picarona afloró como si hubieran pillado al niño travieso, pero aun así fuera a cometer su fechoría.

No pensaba emitir. Eso era malo, y además, podría alertar a cualquier cotilla, que hubiera "pegado la oreja a las ondas". De todas maneras era pronto para que pudieran haber hecho algo, pero como decían los "viejos": - Ausencia de noticias, buenas noticias.

Darko decidió conocer un poco mejor a sus compañeras de tripulación para distraer la mente, tal vez así el tiempo pasaría más rápido, y no estaba de más saber qué había llevado a ese grupo tan variopinto a ocupar una misma nave. Ignorando el tonillo de la capitana, volvió a asomarse por encima del hombro de Adriana, mientras miraba las pantallas fingiendo que entendía algo.

–¿Cuánto tiempo llevas haciendo esto, Adriana? Se diría que naciste unida por un cable a una consola de mandos...

El tono del marine era un tanto inseguro, como si el hombretón no estuviera del todo acostumbrado a ese tipo de relaciones sociales.