Partida Rol por web

Spade saca la pistola y dispara sin mediar palabra contra uno de los hombres.

Al oir el disparo pegro un gritito y me tapo la cabeza, despues abro los ojos para ver lo sucedido

- ¿Estas loco? - grito al doctor

- Ellos son unos asesinos pero tu no! - digo muy nerviosa volviendo a taparme la cabeza como si asi pudiera evitar lo que pasaba

Al ver lo que hace el doctor Stan cierra un ojo para apuntar mejor, saca la lengua (también para apuntar mejor), y dispara al otro hombre.

Los disparos de los dos piratas dan en el blanco. El disparo del doctor impacta en la columna vertebral del bandido que escapaba cargado de utensillos y bártulos varios, astillándole la columna y dejándolo tirado en el suelo con todos los enseres que llevaba en la mano desperdigados por doquier. No puede moverse, ya no posee más esa habilidad, y podéis ver como sus esfinteres se aflojan y aparecen sendos manchurrones en sus pantalones.

El de Westen, en cambio, recibe un impacto de bala en el hombro derecho, lo cual hace que suelte una de las cabras, sin embargo, prosigue su movimiento de escapatoria con facilidad.

-¡Maldita sea!- dice Stan, y comienza rápidamente la ceremonia de recargar su arma, con la intención de volver a disparar contra el hombre tan pronto como le sea posible.

-¡Que se escapa Doctor! ¡Y no le des a la cabra!

Saco mi arma y me dispongo a disparar al que Stanley a dejado herido

¿Estos son los asesinos? ¿y vienen a por 4 cabras algo de chorizo?

¡¡Os va a salir caro el haber vuelto!!

Spade recarga metódicamente la pistola, mirando al hombre que se aleja. Tras terminar, se acerca al hombre del suelo y le descerraja un tiro en la nuca. Después se vuelve hacia María. Lentamente, se acerca hasta quedar a una pulgada de su rostro, con la mirada opaca y la voz carente de toda emoción.

-No tienes ni idea quién soy. He matado a más hombres de los que llegarás a conocer en toda tu vida.

Elevo la mirada lentamente hasta que mis cristalinos ojos se quedan fijos en los del doctor, estaba cristalinos no solo por el increible verde de mis pupilas si no tambien por las ganas de echarme a llorar, demasiadas emociones juntas ...

- No me importa ni quien ni como eras antes de que yo te conociera, hasta hace 10 minutos para mi eras un hombre al que podia y debia respetar por sus conocimientos y sus pensamientos - mi voz es suave y apagada

- Desde ahora, seras un hombre al que respetare por sus conocimientos y temere por sus acciones - cierro los ojos tratando de ocultar asi mis emociones

El disparo del español se aleja por los aires, impactando en una paloma. Todos pensais que hoy cenaréis paloma. En cambio, el doctor recarga su pistola como un profesional, colocándose al lado del que ha caído y descerrajandole un tiro en la nuca, lo cual hace que sus botas queden empapadas en sangre, pedacitos de huesos y materia gris del bandido.

En ese momento de locura, cuando María se cubre los ojos para no mirar, el español sale en busca del que se escapa con la otra cabra, recargándo su pistola al mismo tiempo.

Salgo corriendo a grandes zancadas detras del que ha quedado vivo mientras oigo otro disparo que suena sordo, el otro bandido estaba en el suelo a si que seguramente ese habra sido su fin. Mientras lo sigo recargo mi pistola y vuelvo a disparar.

puede que escapes a los disparos pero a correr no me ganas!!

PUM!!!

Para cuando termina de recargar el arma el ladrón y Rodrigo ya están correteando por ahí.

-Bah- dice, y vuelve a guardarse la pistola.

Después busca con la mirada a la cabra. Agarra un matojo de hierba y se acerca despacio hacia ella.

-Ven aquí pequeña... ven aquí, esto... ¡Copito de Nieve!

La cabra parece reticente a hacerle caso al pirata, al cual mira con una sonrisa de oreja a oreja. Acto seguido, sale corriendo alrededor de la chabola, intentando que no la pille.

Por un segundo desvio la mirada de los ojos del doctor y veo a Stanley persiguiendo a una de las cabras, la cual claramente parece mofarse de el, suspiro ...

En vez de perseguir a la cabra Stan se agacha y coge una pera que se le ha caido al hombre que ha matado el Doctor.

-Creo que ya no la vas a necesitar.

Cuando Copito da la vuelta entera a la caravana se encuentra de frente con Stan que sujeta la pera en su mano.

-Vamos pequeña. ¿Estás segura de que no quieres una pera?- Stan se agacha para ponerse a la altura de la cabra y parecer menos amenazador.

Stanley parece mucho más listo que la cabra, la cual se queda embelezada por la pera que sujeta entre sus manos. Copito de Nieve agacha la cabeza, y se acerca lentamente a Westen, con miedo, pero poco a poco se le va pasando mientras comienza a dar mordizquitos a la pera que Westen sujeta entre sus dedos.

Mientras la cabra come de la manzana Stan la acaricia con cuidado para ganarse su confianza

-Ay pero que bonita que es mi cabrita... ¡Hay que ver que leche más buena que me va a dar! Y mantequilla... y nata... ¡Pero que guapa!

Sin dejar de acariciarla o de sujetar la pera alza la vista hacia el Doctor y María, esperando a ver que hacen ellos.

Spade se enfunda la pistola en el pantalón y se aleja hacia la caravana, entrando a ver qué hay que pueda ser aprovechable.