Partida Rol por web

Se disipa y la niebla y, con asombro, compruebo la desaparición de nuestros compañeros.
Y su lugar es ocupado, por un grupo de extrañas figuras. No me importa de donde hayan podido salir o la pinta que tienen. Unicamente me inquieta el paradero de nuestros compañeros desaparecidos.
Abandono mi escondite al oír a Rogrigo y corro hacia las figuras mientras desenvaino mi sable.
Y no dudo en lanzar una estocada recta sobre el pecho del primero de estos engendros.
resuena el acero en el callejón cuando la punta de mi sable alcanza a mi oponente.
Con celeridad retiro la hoja y la alzo en posición de guardia mientras digo.
Uno vivo. Uno solo y nada mas. Veamos cuanto nos duran estas ratas miserables.
Y ahora, es mi risa la produce ecos en el callejón.

El primer enemigo cae descountado al suelo, con un ruidito extraño, como si miles de huesos chocarán entre sí, como si un castillo de naipes se viene abajo.

Los otros tres enemigos avanzan hacia vosotros al mismo tiempo que extraen de sus túnicas unas espadas enormes, blancas como la leche.

Miro como mi oponente se derrumba sobre si mismo a causa de mi estocada. Y, de una patada, aparto a un lado el montón de huesos mientras digo.
Aparta que molestas.
Inmediatamente avanzo encarándome con otro de estos mal nacidos sean lo que sean.
Silba mi acero cortando el aire cuando descargo un potente tajo sobre el cuello de otra de estas criaturas.
Aunque el golpe es perfecto en su ejecución, la estrechez del callejón le resta eficacia. Pues mi sable es demasiado largo como para blandirlo libremente.
No obstante, sin dejar de prestar atención al bastardo que tengo delante, digo.
¡Rodrigo!. Uno liquidado y otro tocado. ¡Vamos!. No podemos perder mas tiempo con esta morralla.

El esqueleto es cortado por el certero espadazo de Peter de Vries, que golpea en su hombro, haciéndole perder el equilibro. Tan fuerte ha sido el golpe, que no puede contraatacar y para peor, se golpea con su espadón en la pierna, cayendo al suelo despatarrado.

Los otros dos, en cambio, atacan a cada uno de los piratas. El que ataca a Rodrigo golpea con fuerza su brazo, abriéndole una brecha que va desde el hombro hasta su codo, mientras que el otro, hace lo mismo con Peter, abriéndole un tajo en la espalda, justo cuando atacaba al anterior enemigo, haciendo que su espalda se arquee hacia atrás del dolor.

No puedo evitar un gesto de horror al ver a lo que nos estamos enfrentando, toda la vida sin creer absolutamente en nada que fuera paranormal y ahora estoy luchando contra algún tipo de fuerza del más allá. La sorpresa, y porque no decirlo, el miedo, hacen que pierda un segundo y reciba un corte en el brazo, en seguida me repongo y cargo contra otro de los malditos esqueletos.

ahh!! me han herido, No creo que estos vayan a darnos mucha información, ¡¡hay que desacerse de ellos cuanto antes!! Le grito a Peter mientras ataco

Otras dos criaturas aparecen detrás de los enemigos, justo en el momento cuando el buen Doctor Spade y Stanley Westen se asoman al callejón.

Vargo parece que todavía está entre la basura, intentando salir del sopor que le ha producido la niebla extraña de hace un rato.

Al sentir el tajo en la espalda, me giro mientras se me escapa un rugido entre dientes. Mis ojos se estrechan hasta convertirse en dos rendijas.
Sin embargo, no pierdo el autocontrol pues eso es fatal en un duelo de esgrima.
Soportando el dolor del tajo recibido, observo a mi oponente en medio de las sombras del callejón.
Y de repente, adelanto mi pierna derecha mientras mi brazo derecho sale disparado hacia delante como impulsado por un resorte.
Mas he aqui que mi oponente logra cubrirse a tiempo y ambas hojas, se cruzan produciendo ecos en el callejon.
Escucho entonces el comentario de Rodrigo y replico.
No te falta razón. Pero quizás seria interesante presentarnos en el burdel de antes con uno vivo a modo de trofeo. Creo que así si que lograríamos algo mas de información de la jefa del mismo.
Digo esto sin perder de vista a mi rival mientras me mantengo en posición de guardia.
Y en ese momento, resuena un disparo.

Stan levanta su arma, que llevaba desenfundada durante su persecución y apunta al encapuchado que ha aparecido más cerca de él. Le dispara por la espalda, aprovechando que todavía no se ha dado cuenta de su presencia.

Mira al buen doctor mientras empieza a recargar su arma.

-¿Por que siempre tenemos que sacarles de los líos?

Joder.. - murmura aún aturdido por esa espesa bruma extraña mientras se intenta levantar de entre la basura.

Spade se percata de que la pólvora no ha ardido. Acerca la nariz al percutor, oliendo la sal.

- ¡Maldia sea!

Mientras se retira dos pasos, intenta sacar la polvora mojada del arma, rebuscando en su bolsa por un trozo de algodón para limpiar el cañón.

- ¡No lo sé, Westen! ¡Necesito un momento para limpiar esto!

Rodrigo ataca al enemigo con un buen golpe de su espada mientras que Westen, detrás de los demás, dispara contra el enemigo que ataca a su compañero, perforándole el craneo con la bala de plomo y haciendo que termine con todos sus huesitos en el suelo.

Ahora sólo quedan tres enemigos, los cuales comienzan a elegir blancos.

El buen doctor logra limpiar el arma de todo resto de humedad y se dispone a cargarla nuevamente, para hacer sufrir a los enemigos.

-Por diós Doctor, no seas tan estirado.- Westen saca tranquilamente su otra pistola y dispara al hombre que está frente a Spade.

Stranley el Vigía y el buen doctor, aparecen en una de las bocas del callejón.
Muy oportunamente. Pues, tras el disparo de Stanley, intento golpear con un sesgo al esqueleto que tengo delante pero no me percato de un trozo de madera podrida que hay en medio.
Al tropezar, acabo clavando mi Sable en una de las paredes del callejón mientras suelto una ronda de maldiciones.

Westen logra impactar contra otro de los esqueletos, dejándolo bastante maltrecho. Dicho esqueleto pierde la fuerza y golpea con su espada sobre su pierna, rompiéndola en mil pedazos y cayendo al suelo totalmente desarmado.

Los otros dos enemigos que han aparecido, atacan al doctor y a Westen con furia. Sus espadas cruzan el aire golpeando a ambos en los brazos que sostienen las pistolas, abriendo sendos tajos que van desde el hombro hasta el biceps, los cuales sangran profundamente.

Todos podéis ver como Peter clava su espada sobre la pared, quedando esta clavada hasta el mango, siendo imposible que la extraiga.

viendo que la situación se esta complicando muchisimo ya que varios de mis compañeros están ahora desarmados y heridos, arremeto contra las horribles criaturas sobreponiendome a mis miedos, probablemente cuando el combate acabe tendré que hacerme muchas preguntas, pero ahora no, es hora de acabar con lo que quiera que sea lo que tenemos delante.

Uno de los esqueletos intenta alcanzarme con su espadon arrinconandome contra una de las paredes del callejon, lo cual aprovecho para dar un par de pasos sobre esta y saltar haciendo un mortal sobre él cayendo perfectamente justo detras de él, quedandome con su espalda completamente al descubierto, lo demás facil, apunto a su fragil cuello y con un movimiento lateral separo la cabeza de su cuerpo, un flacucho menos...

Rodrigo despedaza a uno de los enemigos que quedaban, ahora el otro, se gira con ansias asesinas. En sus cuencas vacías podéis ver una llama de odio...