Partida Rol por web

Pues me metí en una cueva. Comentó Hiroshi y después le comentó todo lo que había sucedido allí dentro. Cuando le habló de su nuevo pokemon, Hiroshi sonrió y se alegró mucho por ella. Eso está genial. ¡Me alegro mucho! Yo ya tengo cuatro pokemon. ¿Te apetece hacer un combate uno contra uno para probarlos? ¿O has atrapado alguno más?

- Vaya, me parece increíble que haya gente en el mundo que trate tan mal a los pokémon. Ya no solo a los salvajes, sino a los suyos propios. Es imperdonable! Hiciste bien en machacar con tu magnemite a ese cara dura! - Comentó Mari. Su reacción ante los acontecimientos era de auténtica indignación y no dudó en felicitarte por haber actuado como un auténtico héroe. - En cuanto al combatir con Juvia... hehehe - le salió una risa nerviosa - la pobre solo conoce el movimiento Salpicadura. Ahora mismo en combate es tan útil como un Magikarp. Tengo que conseguir alguna MT para ella jejeje.

En ese momento la sirena del coche de policía se escuchó de fondo y en cuestión de segundos la agente Mara se personó allí mismo. Iba acompañada por un Herdier que resultaba muy intimidante. 

- Hiroshi Ikura? Soy la agente Mara. Eres tan amable de conducirme a donde está ese criminal? Vamos a ponerlo bajo arresto - dice la agente Mara mientras saca sus esposas - De paso puedes ir contándome con más detalle lo que ha pasado.

Hiroshi asintió ante las palabras de Mari y le dedicó una amplia sonrisa pues sabía lo débil que podía ser un Magikarp y lo fuerte que podía convertirse un Gyarados. Cuando escuchó la sirena miró en su dirección y en cuanto vio a la agente Mara se alegró de verla. Adelante, acompáñame. Mientras se internaba en la cuenta le contó todo lo que había sucedido, lo de los pokémon atrapados, lo del combate y lo que había hecho ese granuja y lo que estaba intentando hacer. 

Tanto la agente Mara, como Mari, siguieron tus pasos al interior de la cueva hasta donde habías dejado atado e inconsciente al malechor. A la agente Mara no le cupo ninguna duda de tus palabras y menos aún cuando identificó al hombre como un miembro del Team Geoplasma.

- Son una organización criminal que llevan varios meses dando problemas en toda la región de Almia. Parece que llegaron a la vez que la Liga Pokémon - comenta la agente Mara - Me encargaré de poner a buen recaudo a este individuo. Todavía desconocemos sus planes pero ha sido todo un alivio que le hayas parado los pies, Hiroshi. En cuanto a los pokémon que has salvado de las garras de este rufián, puedes quedártelos, estarán mejor en manos de un entrenador de buen corazón. Pero lleva cuidado, al no ser tú su entrenador original, es posible que no te hagan caso o incluso que se vuelvan contra ti.

Con la ayuda de Herdier, la agente Mara consigue sacar al hombre de la cueva y lo mete en el coche de policía. Todavía no se había despertado así que se llevaría una desagradable sorpresa cuando recuperase la conciencia y viera que estaba entre rejas.

Mira Mari, dijo ahora que la agente Mara se había marchado. Mira los pokemon que he obtenido. Dijo sacando las cuatro pokéball que había conseguido. ¿Tú cuántos pokémons tienes? La verdad que me gustaría retarte a un combate. Quiero ver qué tal se portan estos dos pequeñines. Dijo acercándose a ellos y frotándoles el cuerpo de forma cariñosa.

- Vaya, que pasada! Nunca había visto a esos pokémon en Hoenn - Dice Mari al ver a Fletching, Timburr y a Roggenrola. Timburr mira a su alrededor, extrañado, y se muestra un poco nervioso ante la presencia de Magnemite y Fletching. Roggenrola por su parte no parece inmutarse, aunque también es difícil percibir las emociones de este pokémon ya que ni siquiera tiene cara. 

- Está bien, si insistes, vamos a disputar otro combate! Aunque tus pokémon parecen cansados. Déjame que los cure antes del combate para que recuperen sus fuerzas. - Mari saca un cuenco y una botella de leche Mu-Mu. Tus pokémon se beben la leche y enseguida se nota que están como recién curados en un centro pokémon. 

- Sin contar con Juvia - su recién adquirido y poco útil Feebas - ahora mismo tengo a tres pokémon preparados para combatir. Salid chicos! - Mari saca de sus pokéball a un  Poochyena, un Torchic y un Rals.

- Te presento a Pollico, Elvissa y Poochie. A éste último ya lo conociste en nuestro primer encuentro. Poochie, saluda a Hiroshi - Poochyena te mira y muestra sus colmillos en una expresión de desafío. -¿Qué tipo de combate te gustaría disputar, Hiro-kun? 

Hiroshi acarició a Pochie y después miró a los otros dos mientras sacaba su pokéball. ¡Oh! ¡Son adorables! Dijo viendo a los dos. La verdad es que me encantan. ¿Te gustaría hacer algún intercambio conmigo antes del combate? Roggernrola y Timburr acaban de unirse a mi equipo, pero quizá quieran unirse alguno de los dos a una entrenadora tan guapa como tú. ¿A qué sí? Dijo mirándolos a los dos por si alguno se anima. Pero si no te interesa, ¿qué tal si probamos un combate, los tres contra los tres?

Mari se sorprendió un poco cuando Hiroshi le propuso hacer un intercambio y luego se ruborizó. - Vaya, es un halago Hiro-kun. Pero a mis pequeños nos los cambio por nada del mundo. Quizá más adelante podamos hacer algún intercambio - La chica sonríe y después su expresión cambia, su mirada pasa a ser algo más severa y se aprieta el lazo que lleva en la cabeza - Chicos, es hora de luchar. Poochie, prepárate, serás el primero!

Mari, me refería a los tres a la vez. Dijo tomando tres de sus cuatro pokéball pero sin sacarlos aún a escena. No quería elegir antes de tiempo, no fuera a ser que su amiga y rival no estuviera de acuerdo.

- Ah... vaya - Mari se quedó atónita ante la propuesta de Hiroshi - Nunca he tenido un combate de ese tipo.... - se quedó parada unos instantes aunque enseguida reaccionó - Siempre es buen momento para hacer cosas nuevas! Pollico, Elvisa, acompañad a Poochie en el combate. Vamos a hacer nuestra primera batalla triple!

¡Adeante! Dijo emocionado de hacer también su primer combate triple. Lo había leído en los manuales y en internet, pero nunca lo había probado ni había visto uno. Pero sería genial hacerlo.

¡Piedra, machaca, Flethling! ¡Los tres a escena! ¡Comprobemos qué tal os complentáis!

¡Machaca, patada baja contra Poochy!  Pedrada contra Pollito y Ataque rápido contra Poochy

Mari se tomó un momento para registrar en su pokédex a los pokémon de Hiroshi. - Pollico, usa Ascuas contra Timburr. Elvissa, confusión a Roggenrola. Y tu Poochy, Mordisco a Fletching. Vamos con todo, al ataque!

El combate triple daba comienzo. Tres pokémon por equipo, un total de seis pokémon en el campo de batalla moviéndose a la vez. El primero en atacar fue el Fletchling de Hiroshi, que se adelantó a todos con Ataque Rápido, un movimiento prioritario con el que golpeó a Poochyena. 

El pokémon siniestro de Mari no dudó en devolverle el golpe a su rival ya que había tenido la cortesía de acercarse a su rango de cuerpo a cuerpo, y le asestó un potente Mordisco al pokémon volador de Hiroshi. Pollico y Elvissa fueron los siguientes en lanzar sus ataques. El pokémon de tipo fuego roció a Machaca con unas potentes llamas que lo dejaron mal herido. Lo mismo ocurrió con el movimiento Confusión de Elvissa contra Piedra, si bien el pokémon de tipo roca era muy resistente, el golpe de Ralts lo dejó muy agotado.

Pero los pokémon de Hiroshi no habían dicho su última palabra. Sus dos nuevas adquisiciones eran lentas, si, pero potentes. Machaca aprovechó que su compañero Fletchling había golpeado ya a Poochie para rematarlo con una Patada baja, un movimiento de tipo Lucha que era muy efectivo e hizo que Poochyena cayera de bruces contra el suelo, debilitado. Por su parte, Piedra apuntó a su objetivo y lanzó desde el agujero central de su cuerpo dos devastadoras Pedradas que tumbaron sin mayor esfuerzo al Torchic de Mari.

Viendo el resultado de un solo turno y que su Ralts se había quedado a solas contra tres pokémon, Mari decidió retirarlo y poner fin al combate.

- ¡Vaya, ha sido fugaz pero muy intenso! Siento haberme retirado, pero ya estábamos tres contra uno. No iba a dejar que Elvissa sufriera cuando ya no había nada que hacer. ¡Te felicito, Hiro-kun! - Un fuerte rugido llamó la atención de Hiroshi y Mari. La chica empezó a ponerse colorada como un tomate y le entró la risa nerviosa. Había sido su estómago - Creo que es hora de comer, jiji. ¿Qué harás ahora, Hiro? Yo voy a regresar a Ventópolis antes de que se haga más tarde. ¡Me han dicho que hay un bufete donde puedes comer hasta reventar!

Pues que aproveche. Le dijo a su amiga. Yo creo que estoy preparado para ir a mi primer gimnasio. ¿Sabes dónde tengo que ir para encontrarlo? ¡Tengo unas ganas locas! Y me temo que mis dos nuevos pokémon no me obedecerán a la perfección hasta que no les demuestre que soy un digno entrenador. 

'Ha sido un placer compartir este combate contigo!