Partida Rol por web

Ya fuera por que un Ditto los había teletransportado hasta allí o porque habían tomado uno de los portales, todos llegaron a la vez al Battle Royal Definitivo. Bueno, realmente todos no, pues de Kumi Hoshi no parecía haber rastro todavía. 

Habían pasado 30 asaltos y la Arena había decidido que era hora del combate final. 

Algunos de los entrenadores, como Motoo tenían su total de vida completos, lo cuál le convertían en el aspirante favorito para ganar el título. Por otro lado estaba, Arion que tan solo le quedaba un intento y cuyas posibilidades eran bastante escasas, pues además tenía a su Salamence algo tocado. El resto de entrenadores tenían aún un par de oportunidades y sus pokémon estaban más o menos tocados.

Fuera como fuese, el combate definitivo daba comienzo en ese instante y ahí podía pasar cualquier cosa. Cuando un pokémon fuera eliminado, iría automáticamente al centro pokémon donde se recuperaría y en cuanto pudiera volvería al campo de batalla para seguir luchando, así hasta que se quedase sin oportunidades.

Además, estaban en un campo de batalla cambiante, que cada dos asaltos cambiaría y se transformaría en una nueva sala de las que habían visto en la arena. Y justo en ese momento, el campo empezó a cubrirse de hierba y un montón de flores empezaron a brotar recuperando la salud de los pokémon presentes.

ENTRENADOR	SU POKÉMON
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Misma estrategia mismo movimiento ^.^

Vaya sorpresa se dio Lara al comprobar que no había aparecido en el Centro Pokemon.

Por fin se encontraba en la fase final del campeonato. Geoda y ella habían conseguido su objetivo, al menos en parte. Lo que hizo que abrazase a su Rhyperior.

"-¡Que bien Geoda, ya estamos más cerca de ganar el campeonato!"

Se fijó en que Arion también se encontraba entre los últimos entrenadores y lo saludo efusivamente, dando unos saltitos que en parte no eran necesarios para hacerse notar.

"-¡Arion!, ¡Hola de nuevo!".

Recuperó la compostura al darse cuenta de que todos la miraban... tampoco era bueno llamar la atención en un "Todos contra todos"

"-Espero que recuerdes ese favor que me debes...", terminó añadiendo mientras le guiñaba un ojo

Cuando Arion apareció al otro lado del portal se sorprendió al ver que no sólo había más gente en esa sala, sino que además eran 4 entrenadores en total. No sabía si eran todos los que quedaban, pero por el tiempo que había transcurrido debía de ser así. Arion observó con atención a sus rivales, todos ellos podrían representar un peligro para su compañero. Lo único bueno de esta situación era que su compañero Pokémon se había recuperado de las heridas, y falta que le haría en esta batalla.

Salió de sus pensamientos cuándo Lara, la chica del Rhyperior que se encontró anteriormente, le saludó efusivamente y dando saltitos, destacando totalmente con el ambiente tenso de la batalla. Una vez fuera de su sorpresa inicial, Arion no pudo  evitar sonreír levemente por la actitud de la chica en esta situación -No lo he olvidado.- se limitó a decir mientras alzaba un pulgar. Aunque le costara la derrota, un favor era un favor. Entonces, su mirada pasó de la chica a otro entrenador.

-Esperaba volver a verte. No sé cómo se desarrollará la batalla, pero primero voy a cumplir mi venganza personal.- dijo el chico mientras extendía su mano hacia el Machamp que anteriormente había derrotado a su Salamence y miraba desafiante a su entrenador -¡Dracoaliento devastador!- exclamó el moreno mientras hacía el extraño y peculiar baile para invocar el poder Z. Estaba seguro de que eso sería suficiente para acabar con él, o eso esperaba.

A Jorge le pilló completamente desprevenido aquello, por lo que se tiró al suelo con las manos cubriendo su cabeza. - ¡TERREMOTO! ¡TERREMOTO! - gritaba con gran desesperación, hasta que finalmente todo paró de moverse y todos pudieron verlo en aquella pose. Levantó un poco la cabeza y tras ver que todos los demás se encontraban allí, de un salto se puso de pie. - ¡Terremoto es el ataque que más me gusta de tipo tierra! - comentaba intentando salvar su imágen.

Quedaban solo cinco participantes, lo cual sorprendió bastante a Jorge, eran un montón al empezar. Pero se fijó en Motoo. - ¡Ah! ¡Te encontré! ¡Es hora de la revancha, que me ganaste muy rápido Mooto! - le señaló con el dedo. - ¡Voy a por ti, prepárate!

El Battle Royal Definitivo acababa de dar comienzo y ya se había cobrado su primera víctima. Arion no dudó ni un instante en vengarse del Machamp de Jorge para aprovechar el cristal Z que había encontrado durante su aventura en el Battle Royal. Con éste enganchado en su pulsera, empezó a hacer unos movimientos ligeramente ridículos para entregarle toda su energía a Salamence. El pokémon se cargó de una increíble fuerza y echó a volar sobre Machamp golpeándolo con tanta fuerza que lo dejó debilitado al instante.

Los Dittos se llevaron a Machamp y a Jorge al centro pokémon sacándole del combate y haciéndole que perdiese su segunda vida y dejándola ya solo con una. ¡Sus posibilidades de victoria cada vez estaban más reducidas!

Mientras tanto, Raichu y Motoo se quedaron parados y Lara ordenaba a su compañera que se hiciese un pequeño ovillo para protegerse de sus futuros golpes. Una estrategia que llevaba usando desde el principio del Battle Royal y que le había servido para aguantar bastantes combates.

Después de aquello, el terreno se vio modificado, una pequeña vibración hizo que las plantas que llenaban de vitalidad a sus pokémon se desvanecieran para dar paso a una corriente  de aire que facilitaría la velocidad de los pokémon de tipo volador, es decir, la de Salamence.

El ataque de su Salamence resultó tan demoledor como esperaba, había destruido al Machamp de Jorge. Ahora que ya se había cobrado su venganza podía continuar el combate con normalidad. Observó que el gran Rhyperior fortaleció su cuerpo, mientras que el Raichu pareció quedarse paralizado, algo irónico teniendo en cuenta su tipo.

-Buen trabajo Drake, vamos allá de nuevo. Usa Terremoto.- aunque le había dicho a Lara que le debía una, usar los otros movimientos en esta situación podría ser perjudicial, por lo que esa era la mejor opción que tenía. Miró a la chica con expresión de disculpa mientras Salamence se disponía a atacar.

Apenas habían pasado unos instantes y el impresionante Machamp ya había sido borrado del mapa por un ataque fulgurante del pokemon de Arion.

Con Arion y Jorge con su última vida el oponente más preocupante se encontraba justo frente a ella... el Raichu de Motoo.

"-¡Geoda demuestra lo que vales, ataca a ese Raichu!".

El Rypherior liberó entonces la energía acumulada en un golpe giratorio hacia el pokemon que se encontraba muy pasivo mientras esperaba que su entrenador tomara partido en la contienda.

Hubiera preferido que Jorge se pusiera esta vez de su lado, para quedar ambos en duelo final. Pero una vez más el espíritu combativo de Jorge se anteponía, y Murray estaba señalado por todos los focos, sin duda sería el foco de todos los ataques. No le quedaba mucho remedio.

El terreno cambiará, lo más probable o inteligente sería que Salamence atacara a Geoda, quien se retorcería en su defensa aceptando o no el duelo. Murray solo podía defenderse del Machamp o intentar que Jorge hiciera equipo con él. Desechada la segunda opción y viendo que el voltaje de Murray subía erizándole todos los dedos, frente a lo extraño que le suponía enfrentar a varios enemigos.

-Murray - Motoo no sabía bien qué movimiento usar, así que decidió probar suerte. El terreno debía cambiar, pero el clima no parecía verse afectado - A bailar la danza de la lluvia - Murray miró extrañado a Motoo, hacía mucho que no realizaba este movimiento y estaba algo oxidado, pero empezó a menear su cola, que se encontraba del todo erizada mientras poco a poco y aún frente a lo que le viniera empezó a lanzar chispazos al aire, concentrando nubes grises sobre el campo de batalla

Salamence había aumentado su velocidad gracias al nuevo campo de batalla que había en la arena de combate y logró ser el primero en actuar golpeando el suelo y generando múltiples grietas en todo el terreno. Una de ellas logró enterrar a Raichu que no llegó a salir de ella. 

Instantes después de aquello, un par de Dittos se introdujeron en la grieta y teletransportaron a Raichu y a Motoo al centro pokémon. Motoo acababa de perder su primera vida, así que eso significaba que aún le quedaban dos intentos.

Luego, Arion pudo ver que aunque el terremoto había golpeado con fuerza a la Rhyperior de Lara, se dio cuenta de que no le había hecho prácticamente ningún daño gracias a la increíble defensa que poseía.

Por desgracia, Lara había ordenado golpear también a Raichu y no había servido de nada, pues aquel pokémon ya estaba fuera de combate.

Un par de haces de luz se proyectaron en un extremo del campo de batalla y tras ellos salieron Kumi y su Mimikyu. Se podía sentir una potente ventisca que aumentaba la velocidad de los pokémon volador. 

Kumi apareció allí, en mitad de la arena de combate y frente a ella tenía:

	--------------- EN EL CENTRO POKEMON ---------------			--------------- EN EL CENTRO POKEMON ---------------

Gracias al clima que hacía en la sala, el Salamence podía volar a una velocidad muy superior a la habitual, lo cual le vino de perlas a Arion para acabar de un golpe con el Raichu de Motoo. Observó que el otro Pokémon no había recibido mucho daño, algo que se esperaba teniendo en cuenta tu gran defensa. Para desgracia de Arion, otro integrante se unió al combate, y tenía... un tipo hada.

-Oh, genial...- murmuró el moreno llevándose una mano a la cara. Si antes tenía pocas posibilidades, ahora eran nulas -Si vamos a caer lo haremos luchando, ¡usa Terremoto!- ordenó de nuevo a su dragón. Lo sentía por el Rhyperior, pero no tenía otro movimiento válido que usar contra estos rivales. Al menos podría anular la habilidad de Mimikyu para Lara.

Por su parte Kumi al llegar y ver a aquel gigantesco Rhyperior y al Salamander no pudo evitar temer por su pequeño Pikachu, a fin de cuentas, los Pokemon de tipo eléctrico eran débiles contra los Pokemon de tipo roca y tipo tierra, y aunque tenía cierta ventaja contra el tipo volador del Salamander, el asustaba que la parte "Dragón" le apaleara, pues era bien sabido que los Pokemon de tipo dragón eran super-poderosos. Ya habiendo hecho esta técnica anteriormente, la pequeña Kumi trató de repetirla, quizás no tendría el mismo resultado.

-¡Pikachu Baila! -Exclamó- ¡Si bailamos quizás no nos ataquen!.

Los ataques del pokemon de Arion estaban resultando fulminantes y, aunque no tenían a Geoda como objetivo, el último ataque le alcanzó de refilón. Mientras hubiera más pokemon en la contienda no dudaba que mantendría sus ojos apartados de su Rypherior pero no había que confiarse... al fin y al cabo solo podía quedar uno. "-Geoda, ¡recuperate!", ordenó a su pokemon. Y el gran pokemon se durmió en medio de la arena.

Arion y Salamence volvieron a recurrir al ataque más ofensivo del que disponían con el objetivo de derrotar al mayor número de adversarios posible. El terremoto no fue suficiente para acabar con Geoda, que decidió echarse un sueñecito para descansar y recuperar toda su energía. Mientras que el Mimikyu de Kumi se ponía a bailar en mitad del combate, haciendo que una estela de energía súper poderosa lo volviese más fuerte.

Un par de haces de luz se proyectaron en un extremo del campo de batalla y tras ellos salieron Jorgei y su Machamp. De pronto la ventisca que había se calmó, y la luz del campo de batalla se hizo muchísimo más tenue dificultando la precisión de aquellos pokémon que no fueran de tipo fantasma.

Jorge apareció allí, en mitad de la arena de combate y frente a él tenía:

				--------------- EN EL CENTRO POKEMON ---------------

¡Esta vez no me vas a dar tan rápido Arion! ¡Voy a por ti que me has hecho mucha pupa antes! - gritaba mientras ordenaba a su Machamp ir a por el Salamance.

El nuevo ataque de terremoto del Salamence de Arion no le pilló por sorpresa y acertó con su estrategia conservadora. Ahora Geoda no estaba bajo sus órdenes, y no podía hacer nada para influir en sus acciones, así que opto por cruzar los dedos. La Rypherior se colocó mientras dormía en posición defensiva y ejecutó uno de sus movimientos...