Una voz femenina se escucha en el pasillo cuando Kôtetsume se dispone a salir.
Se trata de una joven entrenadora que acaba de llegar a la cabaña y se encuentra hablando en el pasillo con Hyôuta. Viste unos shorts vaqueros y una camiseta blanca bajo un chaleco negro, con una gorra oficial de la liga pokémon. Una larga melena castaña y unos enormes y azulados ojos complementan sus rasgos.
La mujer se siente algo avergonzada al ver a Kôtetsume salir solo ataviado con la toalla en la cintura y el torso desnudo. - Hola, mi nombre es Zenda... encantada de conocerte.- Dijo a modo de saludo desviando la mirada a cualquier parte del pasillo que se mantuviese lejos del cuerpo del entrenador.
Vengo de la región de Isshu... acabo de comenzar mi viaje como entrenadora pokémon al igual que tú... quizás podríamos combatir para practicar en algún momento.- Se mostraba osada en su petición, aunque el mimbre de voz la flojeaba por momentos por la incomodidad de la situación.
Será mejor que baje... así podrás cambiarte tranquilamente. - En ese momento en el que se dio la vuelta para encaminar el recorrido hacia las escaleras, se pudo ver que entre sus piernas se encontraba un pokémon desconocido en Sinnoh... Lillipup indicaría la pokédex de registrarlo.
Fallo mío... supongo que debí avisarte.- Se disculpó el hijo de Tôgan aunque en su rostro se notaba que le divertía la situación dada.
Zenda-san es pupila de la profesora Araragi... una gran amiga de Nanakamado. Ayudará a Genji con la investigación de Korugane no Iseki... por lo que seréis dos sus ayudantes.- Explicó Hyôuta.- La mina guarda misterios desconocidos y será mejor tener toda la ayuda posible... y sin duda podréis incentivaros mutuamente a mejorar como entrenadores.- Aclaró para luego dar una advertencia.- El camino del entrenador pokémon es duro, y no siempre encontrarás a quién enfrentarte a tu nivel, sobre todo al principio... en esta isla los entrenadores que vienen son experimentados, y no tendrás posibilidades contra ellos, por lo que te aconsejo no retarlos.- Un gesto de negación llegó con la mano.- Sin embargo, estoy seguro que otou-sama se mostrará agradecido si vosotros dos os medís en un combate, incluso si me impresionáis, yo mismo os retaré a uno de los dos cuando todo el asunto acabe.