Partida Rol por web

- Parece que la fama no era infundada. - reconoció mentalmente, compartiendo aquel pensamiento con la chica. - Por cierto, lo estás haciendo muy bien, felicidades. Si te incomoda o necesitas tomarte un descanso, dímelo. Si te apetece charlar, también ¿Si? -  Aquel era un tono mucho más amable y cercano al que solía utilizar cuando hablaba verbalmente. Era posible que aquella fuera la forma en la que James se imaginaba su voz, o simplemente, aquella era la voz de James sin la pesada carga del pánico escénico a hablar delante de mucha gente.

- ¿Te apetece salir? La idea de Alex es buena. - le ofreció el también a salir junto a ellos.

Guardo silencio ante las palabras de Rowan, me parece que este tio se toma demasiado en serio todo eso de juez, ¿qué clase de apodo es ese? ¿Quien se lo habría puesto? En el Conservatorio había conocido a alguno demasiado chulito para mi gusto pero este era distinto, era como si se considerase por encima del resto, como si fuese el encargado de vigilar el mínimo desliz. "Nota mental: no te acerques demasiado al "juez".

La proposición de Luca me pilla por sorpresa, ¿tocar algo en la fiesta? Miro mi guitarra mientras sopeso la propuesta, la verdad es que sería una oportunidad de oro para darme a conocer en circulos interesantes. Lo miro sonriendo mientras me coloco el gorro en mi cabeza.

-Gracias por la proposición, dame algo de tiempo para pensarmelo y te digo.-

Antes de poder pensarmelo demasiado Luca sale hacía le jardin y James aparece por la puerta avisandome de que es mi turno, respiro hondo preparandome.Había esperado mucho tiempo por esto, era un momento importante y lo había logrado por los pelos.

-Bien, deseadme suerte...- digo con una sonrisa mientras me echo mi guitarra al hombro y me aseguro de que Crim está bien agarrada a mi hombro, antes de entrar en la sala escucho que todos van a salir al jardin, ahí iría al salir entonces. Veo que Emily entra a la vez que yo con la profesora Auris, le enseño el pulgar hacía arriba a modo de ánimo mientras la imito y abro la puerta del laboratorio del profesor.

-Vamos a ello compañero.-susurro a Crim antes de entrar.

En un momento dado, percibes que Flora detiene su mirada unos instantes sobre James. Al mismo tiempo, éste mantiene el contacto visual con ella. James rompe el contacto para hablar con los demás, pero acto seguido vuelve a buscar a Flora y ella, como si lo hubiese notado, vuelve a mirarle. 

Parecía mucho más que una simple mirada. ¿Qué podía estar pasando entre bambalinas? 

Dentro de la sala, estaba el profesor Oak. Apoyado en su bastón, levantó su bastón y te sonrió al entrar. 

—Hola, Ryan, al fin nos conocemos en persona —dijo cordial.

Sabías que tu padre y su hermana, Wisteria, trabajaban juntos. Pero nunca habías conocido al profesor personalmente a pesar de sí haberle visto en eventos y haber leído algún artículo. 

—Bueno, felicidades por la licencia, no son los momentos más fáciles para conseguirla. Ahora, como ya sabes, procederemos a la elección —siguió contándote. 

Se acercó, con su torpeza habitual, a una mesita donde había colocadas cinco pokeballs. 

—En condiciones normales, la elección sería entre tres. Pero la verdad es que sois... sois muy pocos este año. Por eso mismo, tenemos más opciones entre las que dejaros escoger. Te voy diciendo qué tiene cada una, ¿de acuerdo? 

Se colocó detrás del mostrador y te las empezó a señalar. 

—Aquí tenemos a un bulbasaur, lo hemos criado nosotros. ¿Sabías que en su ritual evolutivo se reúnen todos en un claro del bosque y cantan? Es una de las cosas más fascinantes de este pokemon. Este es un totodile, también de aquí. Por aquí... sí, minccino shiny. Es muy bonito, y también muy goloso. Tendrás que aprender a esconder bien pos pokecubos. La de aquí es un swablu, tiene una voz muy bonita pero es una pequeña cotorra charlatana. Y este es un litten de Alola que ha traído mi sobrina en su viaje, es uno de los starters clásicos de allí. Lo cuidaron en el Santuario. Puedes tomarte unos minutos si lo necesitas. 

- Parece que la fama no era infundada. - reconoció mentalmente, compartiendo aquel pensamiento con la chica. - Por cierto, lo estás haciendo muy bien, felicidades. Si te incomoda o necesitas tomarte un descanso, dímelo. Si te apetece charlar, también ¿Si? -  Aquel era un tono mucho más amable y cercano al que solía utilizar cuando hablaba verbalmente. Era posible que aquella fuera la forma en la que James se imaginaba su voz, o simplemente, aquella era la voz de James sin la pesada carga del pánico escénico a hablar delante de mucha gente.

Hubo un breve silencio entre vosotros. Nuevamente, parecía que la chica trataba de no hacerte sentir incómodo. Parecía que era su mayor problema. 

"Gracias" escuchaste simplemente, aunque era un tono más relajado y quizá hasta con tonos de alivio. 

Después, tras otro breve silencio, añadió: 

"Quizá en otro momento podamos... hablar más, de otra forma" sugirió. 

Notaste que tuvo ligeros problemas al decir "hablar", como si fuera aún uno de sus demonios. Sabía que hablar no iba a poder. 

 - ¿Te apetece salir? La idea de Alex es buena. - le ofreció el también a salir junto a ellos.

 En lugar de contestarte esta vez, viste que asintió brevemente con la cabeza antes de disponerse a coger a Momo en brazos*. 

—Lo del jardín me parece una buena idea —dijo Ian, pero aún no se levantó—, pero creo que deberíamos esperar a que Lilla vuelva. Es... no sé, un poco descortés ponernos a corretear por el laboratorio. Alex, tu quizá conozcas a los Oak, pero el resto no lo tengo tan claro... 

Skye, a su lado, tampoco se había movido y os miraba con cierta sorpresa. 

—Ah, ¿pero queréis ir ya, ya? Yo iba a esperara también... —murmuró tímido, como parecía ser su habitual. 

En ese momento, mientras Alex ya estaba tomando la iniciativa por su mano, Lilla apareció por los pasillos y miró con cara de confundida al ver que todos os estabais levantando. 

—Hola... ¿os pasa algo? —preguntó—. ¿Buscas el servicio, Alex? 

Mientras tanto, Momo se restregó amistosamente contra la palma de James, dejando toda la mano de James impregnada de su dulce aroma. Era como un gatete marcando a las personas que le caían bien.

Flora miró a James y sonrió divertida, sin añadir nada en su cuaderno. Después, cogió a Momo en brazos, a la espera de ver cómo se gestionaba lo de ir al jardín en grupo o no. 

Mi rostro es un muro de piedra impenetrable mientras escucho la charla de Luca. Mis ojos no se despegan de los suyos y no muestro el más mínimo gesto de amedrentamiento ante su mirada. Le sigo con mi propia mirada mientras se retira al jardín, y cuando finalmente se marcha, soporto la avalancha de broncas y malos comentarios de los demás.

Me cruzo de brazos y apoyo mi espalda en el sofá, mirándolos a todos por turnos mientras hablan, pero opto por no contestar nada. Recuerdos de Lavanda me vienen a la cabeza. La gente cuchicheando a mi paso, las críticas, los insultos velados, las miradas de miedo. Allí, como aquí, no entienden la auténtica gravedad de la situación, ni el por qué de lo que hago. La justicia requiere grandes sacrificios, si alguien sabe esto soy yo. Pero parece que soy el único.

Entonces siento un peso en mi regazo. Deino ha saltado sobre mis piernas y golpea mis manos con su hocico. Pobre...El único que parece compartir mi camino y entenderme. Sonrío levemente, ocultando en su mayor parte el cansancio mental que tengo encima y le acaricio la cabeza.

-Tranquilo amigo. Estoy bien. Lo primero es lo primero.

Al psíquico le había parecido buena idea lo de ir al jardin -De acuerdo, sin problemas- le dije confirmando que podía venir -Ruto es tu nuevo pokemon ¿no? ¿Que escogiste?- le pregunté al chico... aunque no se porque por el mote me imaginaba una de esas foquitas azules de Alola; y si no pues algún pokemon agua.

La verdad es que a Rowan después de haberle dicho todo no creo que le vuelva a dirigir la palabra... es idiota; y encima parece que se ha pasado todo lo que le hemos dicho por la entrepierna. Esa clase de personas es horrorosa, que se creen superiores a todos... en fin, paso de pensar más en el.

Cuando Ian dijo lo de Lilla, me pareció lógico lo que dijo -Si, tienes razón. Esperaremos a Lilla antes de ir para allá- le asenti a Ian y a Skye, pues era verdad que podría ser de mala educación irme sin avisar a ella. Ya me iba a volver a dirigir a los asientos de vuelta cuando la chica de Alola llegó a donde estaba -Ahh, hola- la saludé otra vez -No, no iba al baño. Ibamos a ir al jardín para que me diera el aire un rato y dejar jugando a los pokemons, y de paso presentarles a Sunny y Green... al principio iba a ir directamente porque se como llegar; pero al final iba a esperarte junto a los demás para ir todos- le expliqué a la chica -¿Te parece bien?- le terminé preguntando.

De mientras, Tetra y Garou no habian perdido el tiempo en conocerse... parecian llevarse bien, al menos asi me parecia al ver a Rockruff retregar la cabeza cariñosamente contra el Porygon. Y a mi no me paso desapercibido que tanto Flora como James no paraban de mirarse mutuamente sin decirse nada... cosa que ya sospechaba porque sería, sabiendo de la capacidad psíquica del chico y que Flora tuviese un Espeon (un pokemon psíquico)... si, quizás era eso, ya lo preguntaría en el jardín.

Melissa se limitó a escucharte sin decir nada. No quería influenciar en tu decisión. Cuando al fin te decidiste, te sonrió. 

—Me alegro mucho por Popplio, seguro que será muy feliz. El collar de Riolu puedes quitarlo, pero no salgas a la calle así a menos que tengas la licencia. Estás en propiedad privada, y esto es un hospital, así que no hace falta. 

Dicho esto, se acercó a un armario y sacó una bolsa sellada. Te la dio y espero a que la abrieras. 

—Esto es para ti. La cámara es un modelo especial para concurso. Las pokeball son para que captures a tus primeros pokemon, fuera os daremos la inducción. Los tubos de pokecubos es para que se mantengan frescos, acuerdate de comprobar que no se han puesto malos antes de darselo a los pokemon. Las pociones, no tienes, pero úsalas siempre que veas que la salud de tu pokemon se deteriora. Cuida de su estado tras cada combate. No fuerces a los pokemon y acude regularmente al centro pokemon. Sé que es de sentido común y que seguramente lo sepas, pero es un sentido que abunda poco...

Dicho esto, se acercó hasta la puerta. 

—Esto es todo por ahora. Enhorabuena de nuevo. Dale recuerdos a tu familia si la ves antes que yo. Creo que eres la última, así que me reuniré con vosotros en breves en el jardín para el cursillo. Hasta entonces —dijo mientras esperaba a ver si tenías más dudas o si decidías salir ya. 

Sonrío al profesor según entro en la sala a modo de saludo.

-Encantado profesor, mi padre me ha hablado mucho de usted. Crim y yo estabamos deseando que llegara este dia ¿Verdad amigo?- digo a mi compañero mientras este me contesta con uno de sus ruidos caracteristicos.- Por fin la licencia...

Me acerco a la mesa que me indica el profesor y le doy varias vueltas a lo que me enseña, todas las opciones son muy interesantes. Bulbasaur y Swablu podrían añadir unos tonos muy interesantes a mis canciones pero Litten, Totodile y Minccino eran pokemon muy activos que podrían añadir la parte coreográfica que tanto insistia mi madre que me faltaba.

Doy varias vueltas a la mesa sin dejar de pensar, esto de decidir se me daba peor de lo que pensaba... Cuando llevo varios minutos pensando se me enciende la bombilla, se perfectamente a quien debo llevarme para que sea mi nuevo compañero. Me acerco a la mesa decidido y cojo la pokeball que quiero.

-Creo que lo tengo profesor, la verdad es que no ha sido una elección facil pero volver a encontrarme con Flora aquí me ha recordado que toda buena música debe acompañarse por un espectaculo, mi estilo no se parece al suyo, es mucho más "movido" y "ruidoso" como díria mi madre así que necesito a alguien con mucha energía que pueda seguirme. Me quedo con Totodile.-

Mientras observo la pokeball en mi mano susurro a Crim.

-Ahora solo nos queda elegir un nombre para nuestro nuevo amigo.-

Esperé a escuchar todo lo que tenía que decir la profesora Auris, en especial todos los consejos. La verdad es que no era la única que me había dado todos aquellos consejos. Además de Alex mientras estudiabamos, papa y mama siempre me lo recordaban casi como si no hubiera ayudado a cuidar los pokemon de casa, al menos lo de las pociones. Lo de los pokecubos solo había leido de ellos, y ver a mi madre cuando los hacía

-No se preocupe profesora, no olvidaré sus consejos. Además no me gustaría que Ike y... - pensé por un momento como llamar a Popplio, el tema de los motes hacía que los pokemon fueran más personales, más cercanos a uno mismo, al menos así lo aprendí desde pequeña - Siren se queden con heridas graves. - Sonreí - Muchas gracias por todo profesora. - y a la vez que se lo agradecía, guardaba las pokeball, camara y tubo en la mochila.

Una vez todo guardado y colgada de nuevo la mochila a mi espalda le pregunté a la profesora - Entonces... ¿Podemos ir directamente al jardín? Lo decía para saludar a Sunny y Green antes de las lecciones. Hace mucho que no les veo, al igual que a usted. - Fue la única pregunta que tenía en mente. Los concursos iba a encontrarmelos y el tema de Rowan y Luca... era mejor dejarlo apartado. - Si es así, allí la veré profesora. - Sería lo último en decir antes de salir por la puerta con Ike a mi lado

Aunque estaba de acuerdo con Ian, solo lo estaba en parte. Encontraba más descortés no estar cuando salieran los demás, cosa que no había pensado, que corretear por el laboratorio. Según el plan ilustrado por Alex, solo iban a salir al jardín. Visto desde aquel punto de vista, quizás podría agradecerle a Luca la invitación después, y quedarse a esperar a que los demás salieran.

Pero no tuvo oportunidad de pronunciarse, cuando notó a Chikorita restregarse contra él, lo que le arrancó una sonrisa sincera, haciendole agacharse junto al pokemon y acariciandolo durante un rato. - A mi también me caes bien, Momo. - se tomó unos segundos para disfrutar sin tener en cuenta a los demás, y en cuanto quiso darse cuenta de la presencia ajena, carraspeó y ampliando un poco más la sonrisa, se incorporó.

Cuando se dio cuenta de que Flora le estaba mirando, se puso algo nervioso y como gesto reflejo, paso la mano por debajo de la nariz, notando ahora el dolce aroma a flores que le había dejado el pokemon. Era un olor agradable, aunque no estaba acostumbrado.

- Bueno. - carraspeó, intentando que se le pasara la vergüenza. Y la pregunta de Alex le vino que ni pintada para desviar el tema. - Sí, Ruto es mi nuevo pokemon. - Movió la mano de lado a lado, sin tocar la pokeball y esta se abrió, dejando salir a  Froakie.

- Debo reconocer que me llamó la atención su forma de ser. Estoy seguro que nos llevaremos muy bien. - Le dedicó una mirada a Ruto, y durante unos segundos se lo quedó mirando sin decir nada. - ¿Te apetece quedarte un rato fuera de la pokeball? - le pregunó, asintiendo con la cabeza poco después.

- Aunque no salgamos, podriamos dejar que jugaran un rato juntos. - Se giró hacia su Abra, Rauru. - Tu también, ve y diviertete un poco, anda. - le motivó. Rauru solía ser demasiado correcto y poco social. Le vendría bien estar con más pokemons para que sociabilizara.

Desde donde estabas, no podías ver a Luca, pero te lo imaginaste sonriendo. De ese tipo de sonrisas del que "sabe cosas", como que estabas haciéndote la dura. Sin embargo, no podías saberlo, y el chico te siguió la corriente nada más. 

—Bueno, te pondré en la lista de invitados. Tendrás un sitio para ver el espectáculo —dijo simplemente. 

A su lado, Green parecía realmente interesado. 

—He estado muy poco en el Persian Palace, la verdad. En la sala Starmie únicamente... —dijo como si le costara reconocerlo. 

La sala Starmie era la discoteca del primer piso. Muy moderna, lejos de la temática inspiradora de las demás salas. La planta superior era la sala Glameow, que era la que tenía escenario, mesas con una rosa, no se podía entrar en zapatillas y además el menú no era nada que se pudiera pagar con la calderilla de un entrenador. Había más salas, pero no te sabías ni los nombres. No es que fueran accesibles para ti de todas formas. Seguramente Luca supiera más. 

—Bueno, no te preocupes, hoy podrás entrar en la sala Glameow —contestó éste mientras seguía con el cepillado. 

En ese instante, Green saltó de la silla y puso las manos en jarras. 

—¿Sabes qué? Que me muero de curiosidad, para qué mentir. Si me dices que estarás por allí, no me moriré de vergüenza por estar en un sitio con... tanta clase. 

Dicho esto, fue a ponerle de comer a Musy (una bolsa en torno al morro donde se le empezó a escuchar masticar pokepienso). 

—Gracias, Luca —dijo contento mientras acariciaba a Musy, que estaba entretenido por completo con el tentempié. 

El profesor te sonrió y recogió las  pokeball restantes. 

—Muy bien, me alegro mucho por Totodile —dijo mientras se acercaba a un cajón y sacaba una bolsa cerrada—. Estoy seguro de que tendrás ocasión de encontrar un Swablu más adelante —añadió tras haberte visto mirar la pokeball con indecisión, antes de escoger a Totodile—. En Kanto no son demasiado comunes, pero no es imposible. 

Dentro de la bolsa, había varios objetos. Cojeando, se acerco de nuevo a ti y te la dio. Se trataba de un cinturón, unas pokeballs y pociones. Era el equipo inicial de entrenador. 

—Esto es para ti. El cinturón te ahorrará tiempo en los combates. Las pokeball son para que captures a tus primeros pokemon, fuera os daremos la inducción. Las pociones úsalas siempre que veas que la salud de tu pokemon se deteriora. Cuida de su estado tras cada combate. No fuerces a los pokemon y acude regularmente al centro pokemon. Sé que es de sentido común y que seguramente lo sepas, pero es un sentido que abunda poco...  —cuando dijo esto, pudiste ver una sonrisa cómplice. 

Por último, se acercó hasta la puerta. 

—Esto es todo por ahora. Enhorabuena de nuevo. Creo que ya estáis todos, así que será mejor que os vayáis reuniendo en el jardín. En cuanto termine de rellenar el informe, empezaremos con la inducción. ¿Algo más que quieras comentarme antes de marcharte? 

- espero que sea en primera fila - respondía dándose importancia - sería una lástima ir a un lugar de gala y no estar cerca de quien nos invita - sentenciaba esta vez buscando el toque de humildad en la pretensión anterior, que no se notara la emoción y casi como si fuera en parte su deber sentarse cerca del Corleone.

Pensó un poco, debía escoger un vestido a la altura, prefería un aspecto más cómodo y masculino, pero procurar por el respeto era también importante, deberes de la etiqueta, que si bien con un traje masculino seguramente podría entrar igual, iría contra su lógica ir vestida de dicho modo, vestir como lo hacía no era por ser menos femenina, solo era por comodidad, y un traje masculino le quitaríaa comodidad y femeninidad.

—Oh, ah, vale —dijo Lilla ante lo que Alex le había dicho—. De todas formas, el cursillo se hará en el jardín. Es la puerta del fondo. Si ya conoces a mis primos, creo que puedo confiar en que harás las presentaciones. Me quedo a esperar a los que faltan —añadió mirando a las puertas donde aún estaban escogiendo pokemon. 

Ian, aún sentado, levantó la mano. 

—Me quedo contigo, Lilla. No hace falta que estés sola aquí. Los demás podéis ir tirando, ahora os alcanzamos —dijo con su característica sonrisa despreocupada. 

Skye se levantó de la mesa y se acercó a los demás. Llevaba el huevo en brazos. 

—Yo voy con vosotros. 

Así, comandados por Alex, que había sido nombrada la avanzadilla oficial, fuisteis en dirección al jardín. Flora, con Momo en brazos, también se unió a la comitiva. 

Luca, terminando ya de cepillar la parte que le tocaba, miró a Aqua de reojo. 

—Créeme, yo que tú no desearía estar tan cerca de mi hermana... La distancia de seguridad es una práctica sensata —dijo con un tono entre medio en broma y totalmente en serio. 

Algo te decía que no se llevaban tan bien como las revistas querían hacer entender. Parecía que Chiara era una persona difícil de tratar por cómo se refería a ella. 

En ese momento, Sunny, acompañada de Sombra y de más pokemon apareció de nuevo en el jardín. 

—Hola, chicos —saludó Green—. ¿Os habéis divertido? —preguntó a Sombra. 

Sunny llevaba un pichu muy pequeño en el hombro. Se agarraba con esmero a sus rizos y miraba todo con ojos grandes y aventureros. De sus mofletes, a pesar de ser tan pequeño, ya se podían ver chisporroteos. 

—Sneas sel sneas —dijo Sombra con orgullo mientras se cruzaba de brazos. 

—La verdad es que tienes toda la razón, ¡lo has hecho estupendamente! —contestó Sunny contenta, manteniendo una conversación con Sombra. 

Ante lo cual, Luca observó con curiosidad la escena. 

Green y él intercambiaron una mirada. Luca iba a preguntar algo, casi seguro. Pero Green atajó la pregunta y la respuesta simplemente encogiéndose de hombros. 

Ante aquello, Luca cerró de nuevo la boca antes de murmurar algo para sí que sonaba algo así como: "interessante".

—Por cierto, Sunny, te presento a Luca. Ha recibido la licencia hoy. Luca, ésta es mi hermana Cornelia, Sunny para los amigos. 

Luca salio de detrás de Musy, bajó de la silla y salió a presentarse como era debido. 

—Un placer, Sunny —dijo estrechando su mano. 

Pero Sunny, en ese momento, empezó a ponerse ligeramente colorada. 

—E-encantada, Luca —dijo mientras sus mejillas se ponían rojas como farolillos. 

Y es que había reconocido al chico. Sin embargo, no dijo nada más por vergüenza. Luca se limitó a sonreir con cordialidad, antes de soltar su mano y empezar a bajarse las mangas de la camisa. Había terminado de peinar a Musy y el pokemon ahora estaba masticando feliz su comida. 

Green sonrió de forma felina al ver cómo su hermana cambiaba de color poco a poco, y supusiste que se la iba a guardar para chincharla en privado. En parte, te compadecías un poco de la pobre Sunny. 

—Vaya, ese pichu tiene mucha fuerza para ser tan pequeño —observó Luca. 

—G-gracias, lo hemos criado nosotros. Se llama Sparky —comentó un pel

Sin embargo, a vuestra espalda, la puerta del jardín se abrió de nuevo y empezaron a salir los demás. 

En ese preciso instante, viste que Luca volvió a ponerse tenso. Ese momento fugaz en el que parecía una persona más abierta, pasó. 

Los nuevos entrenadores entraron en el jardín donde Aqua estaba cepillando a un enorme Mudsdale subida a una banqueta de lo enorme que era el pokemon. A su lado, Green Oak estaba dandole de comer. Una chica rubia, Cornelia Oak, hablaba con Luca mientras un pichu se encaramaba en su hombro y sus mofletes chisporroteaban. No muy lejos, había un Chimchar y un Sneasel, a este último ya lo conocíais bien por casi acabar siendo el desayuno de Cerveros. 

Cuando llegasteis, Green Oak miró a Alex y la saludó con la mano. Cornelia, al ver a su hermano, no tardó en darse cuenta de que habíais salido y, contenta, también saludó. 

—¡Alex! —llamó Green—. Cuánto tiempo sin verte, ¿cómo estás? 

Cornelia, más efusiva, fue a abrazar a Alex (con pichu en el hombro agarrado a sus mechones rubios y todo). 

—Hola, Alex. ¿Cómo estás? ¿Qué pokemon escogiste? 

Después, recordando que había más gente, se presentó. 

—Hola, me llamo Sunny. Encantada de conoceros. Y ese de ahí que está dando de comer a Musy es mi hermano Green. 

Flora dejó a Momo en el suelo y sacó su cuaderno. Se presentó una vez más con papel y boli, reticente a usar su Espeon intérprete, Lili. 

Skye, por su parte, se presentó sin llamar mucho la atención. Green pareció reconocer al chico, pero no hizo más que presentarte también. 

Entonces, fue cuando Flora vio que Green estaba dando de comer a Musy mientas Aqua le daba de comer. Contenta, se acercó hasta Green y le escribió una frase en su cuaderno. 

—¿Ayuda? ¡Ah! No, gracias, tranquila. Ya hemos acabado por hoy. Este chicarrón se ha dejado peinar estupendamente, ¿verdad, Musy? —dijo contento. 

Muchos de vosotros, nunca habíais visto a un pokemon como ese en vuestra vida. Era alto y esbelto como un castillo y tenía pinta de ser como una apisonadora si se ponía en movimiento. Tenía una elegancia bruta propia y característica. No se os pasó por alto que tenía una pata delantera vendada por completo.