Partida Rol por web

Aquel grupo salió de la cueva de la "banda berde" siguiendo el camino contrario al que habían tomado por el bosque con el objetivo de llegar al "Sendero Sandía" en un primer lugar. Este sendero nacía del Camino Carambola, también llamado "Camino Estrella" por su popularidad entre los viajeros que se movía de norte a sur siguiendo la costa y que también daba a la "Ciudad Calabaza" y que se movía hacia el interior, dando, entre otros lugar al "Pueblo Papaya", que era a donde se dirigían. También un pequeño camino lleno de maleza se conectaba hacia, perdida en el bosque, su Guild se encontraba.

Tras los árboles en una curva, en el suelo a unos 15 metros de distancia enfrente de aquel grupo, bloqueando el paso, se encuentra una carreta que no dejaba el paso por el Sendero Sandía. Esta carreta la pudieron reconocer como aquella que habían visto minutos atrás tirada por el Taurus (que ahora evidentemente faltaba).

En este lugar los bosques se cierran en torno a la senda, con un empinado terraplén y densos matorrales a cada lado.

La joven Yuri Takamiya, la persona que presumía que más sabía de cuidar a sus Pokemon, puesto que ella se consideraba como una gran experta en la materia tratar a los Pokemon con medidas efectivas, tales como los rezos muy-muy fuertes y las plegarias con cara triste; se encontraba al lado del carro, cuidándolo y meditando sobre algo...

Y así fue como, Touma Makoto, Airi Wada, Eula Lawrence, Ketten Xhup, Tuathanach Glasraich,  Levan Audex, Aneko Oyuki y Yumei Nozomi, junto con sus respectivos Pokemon, regresaron a la zona, donde habían dejado atrás a Yuri Takamiya cuidando el carro mientras pensaba en un Pokemon acorde al "Perro" que le dijeron.

Aquella muchacha parecía que en un principio iba a causar una escena, principalmente porque la habían dejado sola por mucho tiempo junto a aquel carro roto y atacado en mitad del bosque, a fin de cuentas, su estado anímico ya estaba por los suelos de antes, pero la visión de aquellos hizo que esta se aguantara las lágrimas de miedo.

-Ya habéis vuelto... -Comentó con un hilo de voz- Me habéis dejado sola por mucho tiempo y he pasado mucho miedo... ¿¡Por que habéis tardado tanto en volver!?. ¡Incluso vino un maleante a asaltarme!.

Aún temblando y aguantando las lágrimas esta se acercó a la lona que cubría aquel carro para revelar la presencia de...

...aquel tipo.

Este era un hombre joven de cabello gris y largo, con ojos azules oscuros. Lleva un vestuario color verde, con cinturón, así como una capucha de color verde oscuro, sujetada por un moño rojo. También lleva un sombrero ruso verde con una pluma blanca.

Y al parecer estaba inconsciente, con un gran chichón en la cabeza, al igual que lo estaban aquellos dos Pokemon que lo acompañaban, el Minccino y el Altaria.

La líder de aquella banda mantenía una sonrisa constante, a fin de cuentas no había más felicidad que la de no sufrir más encerrada en una jaula siendo torturada con un fen-sui negativo por la distribución de aquella cueva de los hombres y mujeres que se pintaban de colores poco imaginativos.

-Muy bien hecho, un gran trabajo protegiendo el carro. -Comentó asintiendo y levantándole el pulgar a Yuri, para luego girarse hacia su compañera- ¿Y esta quien es?. ¿Aquí no había un Taurus también?.

Aquella muchacha se giró hacia su compañera y jefa de la banda para simplemente susurrarle lo que esta sabía acerca de todo el tema que había ocurriendo en su ausencia; y aunque probablemente habría dejado muchas cosas en el tintero, en este momento no había que ser quisquilloso con la información.

-Es una loca que dice que puede curar a los Pokemon con rezos. -Comentó en voz baja a su compañera- Le dijimos que se quedara a guardar el carro que otra va a venir a reparar con una rueda de repuesto del pueblo...

Y nunca antes los astros se alinearon tanto como la coincidencia que acababa de ocurrir en estos momentos, quizás fuera el destino o simplemente fueran las ganas de acelerar un poco todo aquello, sea cual sea el motivo, un hecho estaba bastante claro y es que desde el camino que venía del pueblo llegaría la otra muchacha con su Ponyta y la rueda.

Aquella muchacha regresaba a lomos del Ponyta y junto a aquel Pokemon bajo el brazo traía aquella rueda de repuesto para poder finalmente arreglar el carro, así como un par de cuerdas y poleas más para poderlo enderezar y levantar sin demasiado problema.

-¡Hola!. -Exclamó saludando a los presentes- Me llamo Mei-Chan Dri y soy del Pueblo Papaya. -Dijo con tono risueño a aquella joven que aún no conocía, aunque por algún motivo miraba más a Levan y a Touma- He traído lo que me dijisteis, enseguida estará todo listo para poner en marcha la carreta. ¿Encontrasteis algo en la cueva?.

La líder de aquella banda mantenía una sonrisa constante, a fin de cuentas no había más felicidad que la de no sufrir más encerrada en una jaula siendo torturada con un fen-sui negativo por la distribución de aquella cueva de los hombres y mujeres que se pintaban de colores poco imaginativos.

-Muy bien hecho, un gran trabajo trayendo las cosas para arreglar el carro. -Comentó asintiendo y levantándole el pulgar a Yuri, para luego girarse hacia su compañera- ¿Y esta quien es?. ¿¡Y qué le pasó al Taurus!?.

Aquella muchacha se giró hacia su compañera y jefa de la banda para simplemente susurrarle lo que esta sabía acerca de todo el tema que había ocurriendo en su ausencia; y aunque probablemente habría dejado muchas cosas en el tintero, en este momento no había que ser quisquilloso con la información.

-Ella fue lo que le pasó al Taurus -Comentó en voz baja a su compañera- Le vendimos los restos del Taurus a cambio de una comida y que nos ayudara... es la de la taberna "El Snorlax Dormido" del Pueblo Papaya.

Esta era una aventura para nada divertida, habíamos desmantelado una organización criminal orquestada por extraños humanos verdes, mas bien Ogros, aunque ahora mi mayor duda era sobre esa extraña gema eléctrica que cayo al fondo del lago, quizás en un futuro podríamos encontrarnos mas quizás recuperar la gema eléctrica en un futuro -Ese grupo estaba loco, es una lastima me hubiera gustado tener un Gyarados para navegar- Solté un suspiro mientras íbamos caminando hasta darme cuenta de aquella escena alrededor de la carreta mire molesto esa situación empezando a correr -¿¡Te encuentras bien!?- Iba corriendo hacia Yuri Takamiya totalmente preocupado pero cuando finalmente estuve frente a ella la sujete de los hombros con fuerza -¡Quítate tu!- Empuje a la chica a un lado para seguir derecho sujetando a Yukiteru Midori de los hombros sacudiéndolo -¿Estas bien?, ¿Esta loca te lastimo?, Seguro hizo algo horrible pero no la culpes solamente es muy estúpida para ver la diferencia entre un Mercader y un maleante.

Con un lado del rostro completamente enrojecido, pero una sonrisa de felicidad como pocas, iba haciendo el camino de regreso por todo el sendero. Me había intentado quedar más atrás del grupo para buscar alguno de los Pokémons inconscientes que hubiéramos enfrentado en toda la guarida para ahora cargar con ellos de vuelta al pueblo.

- Mejor que intentes criar uno, los del "Jefe" eran especialmente violentos... Tal vez porque estaba bastante ido de la cabeza... -respondí a Touma justo antes de ver a Yuri en la distancia, para variar estaba lloriqueando sin ser capaz de estar o actuar por su cuenta, aunque al ver que le había dado una paliza a quien habíamos rescatado no pude evitar soltar una leve risa, se lo merecía por cobarde.

Aunque para Touma fue mucho más alarmante, por alguna razón, de hecho tuve que sujetar a Yuri para que no acabara en el suelo tirada por como la lanzó, con una ceja alzada observaba la escena entre el muchacho y el supuesto mercader. Mientras por otro lado estaba llegando Mei-chan- ¡Mei-chan, dulzura! ¿Conoces a este tipo? Dijo que trabajaba en la Ámbula Rugido del Pyroar.

   Con una ligera diferencia del resto, tanto La gorda, mi compañera y yo* veníamos cargando unas cuantas cajas ... cantidades distintas debido a nuestros tamaños... , eso si... mi rostro reflejaba que estaba aun ligeramente alterado de un susto sorpresivo, por lo que iba moviendo mi vista de un lado a otro mientras se iban suscitando los eventos alrededor de la carreta.

    O-otla chica pelo azul - mentaba intentando captar la atención de la chica que descansaba en los brazos de Levan - ¿ d-dijist'le q-que elas palte de un sant'ualio ? - para apuntar hacia el interior de la cueva pero sin llegar a cruzar miradas con la entrada de aquella caverna- a-alli dent'lo le olaban al Cent'aulo neglo y....y c-cleo... que selia mejol q-que alguien pulifique est'lo ant'e de que se ponga to~oh chunga la cosa....

Caminé hacia el exterior de la cueva bastante molesta y nerviosa, trate de ir por delante para no mirar a nadie y sobre todo que no me vieran. Iba cargando uno de los eevees  con Lumi trotando a mi lado.

Una vez fuera me quedé un tanto apartada viendo a los das y vigilando a Levan que ahora tenía una sonrisa de idiota... Esta me la paga... El chico que salvamos antes estaba KO en el suelo.

Mmmm creo que no era necesario dejarlo KO

Una vez llegó Mi volví a acercarme para ayudar .

Gracias por ayudar. Ahora podremos reparar esto.

Salí de la cueva con Kana a la espalda pues no quería que se cansara. No me interesaba nada de aquella cueva de ladrones, seguro todo era robado, salvo tal vez la piedra de rayos que se había hundido en el agua. Y a ver quien era la guapa que se metía a cogerlo.

Al llegar junto a la peliazul, y viendo que íbamos a estar un rato allí, dejé a Kana en el suelo mientras esta hacía sonido de alegría. Le acaricié la cabeza y miré al resto de pokemons. Todos estaban heridos y necesitaban un poco de atención. Sacudí mi cantimplora. Allí no quedaba agua.

- Mmmmh - caminé hacia Nozomi y me planté delante de ella con la mano extendida y una sonrisa en mi rostro - mi piedra verde, me prometiste que me la devolverías. 

Aquella muchacha prefirió ignorar el hecho de que en efecto había atacado a un aliado y por el contrario, esta se centró en responder lo que parecía ser más importante.

-Pues... -comentó con cierto nerviosismo- la piedra esa está bien, de hecho quería crear unas cuantos bidones más de agua curativa pero... no tengo agua que valiera para hacerlo así que... Je...

La muchacha entregó la piedra a Airi Wada, a fin de cuentas en eso habían quedado. 

-Si me la dejáis en otro momento, en el pueblo, puedo daros un barril ^_casi gratis.