Partida Rol por web

Aquel grupo fue rumbo desde aquel camino lleno de maleza que llevaba hacia la Sede Ruinosa de su Guild hasta el "Sendero Sandía" que nacía del Camino Carambola, también llamado "Camino Estrella" por su popularidad entre los viajeros que se movía de norte a sur siguiendo la costa y que también daba a la "Ciudad Calabaza" y que se movía hacia el interior, dando, entre otros lugar al "Pueblo Papaya", su objetivo.

Aquel grupo siguió caminando por el Sendero Sandía, ya casi era medio día por lo que el sol empezaba a picar en la piel por su soberanía sobre el cielo diurno. Realmente aún tardaríais algunas horas más en llegar hasta el Pueblo Papaya, probablemente a la hora de comer si se daban prisa y no había ningún tipo de inconveniente...

...cosa que, por desgracia había. 

Tras los árboles en una curva, en el suelo a unos 15 metros de distancia enfrente de aquel grupo, bloqueando el paso, se encuentra un Tauros tendido en el suelo, muerto que tiraba de una carreta que no dejaba el paso por el Sendero Sandía. Este noble Pokemon tiene marcas de que ha sido atacado a distancia y sucumbió a sus heridas.

En este lugar los bosques se cierran en torno a la senda, con un empinado terraplén y densos matorrales a cada lado.

Ver a semejante Pokemon muerto en mitad del Sendero alertó a Aneko Oyuki, la cual se llevó las manos a la boca para contener un grito de sorpresa y terror. Al parecer ver semejante imagen era demasiado para la pobre y joven Aneko Oyuki que jamás de los jamases se hubiera imaginado semejante desgracia.

-Oh, no... -Comentó con tristeza- Pobrecito... ¿Qué le habrá pasado?. -Pregunto al aire con pesar- ¿Hay alguien ahí en la carreta?. ¿Si hay alguien, estáis bien?. ¿Necesitáis ayuda?. ¡Somos Aventureros!.

No hubo respuesta por parte de nadie, quizás ni siquiera hubiera nadie dentro de aquella carreta que bloqueaba el camino, sea como fuera, al ser la única forma de pasar y tener que lidiar con un pesado Tauros, iba a ser una tarea más que dura para aquel grupo de aventureros. Una clara primera misión más allá del tutorial...

¿O es que seguimos en el tutorial?

íbamos caminando por el bosque con tranquilidad hasta que llegamos a mitad del camino y nos encontramos esa escena tan horrible inmediatamente me acerque a Airi y le pedí a Lumi que se acercara a mi.

Lumi, conmigo... Airi no te alejes mucho de nosotros.

Me acerque un poco al Tauros para observarlo a el y al entorno... pobre pokemon.

Chicos, estad alerta lo que ha hecho esto podría seguir por aqui. Sería mejor no gritar otra vez por si acaso, podríamos alertar a lo que no queremos.

Tuatha puso cara triste mientras se acercaba al Tauros.

-Toa una pena, lo Tauro tan rico tambien, dicen que hay que matalo cansandolo pa que esten mejo, peoncreonquebeso he una gilipolle.

Lo empujo, un poco tanteando si lo podria arrastrar a la base.

-Nah, creo que pesa demasiao, para arrastralo hasta la base.

Suspiro dandose por vencida.

-En fi, non tiee senti llora sobre lanleshe derrama.

Se acerco a la carreta para ver si habia alguien en su interior.

-Illos tais bie

  Al igual que mis compañeros la impresión de aquella escena fue suficiente como para generar una mueca de disgusto, después de todo estaba claro que no íbamos a pillar las ofertas de la mañana ... claro... también estaba lo de la carreta, pero... creo que esto ser plato de cada día en estas tierras.. 

   Hmmmm... - me acercaría al Tauro volcado a un lado, para luego juntar mis manos y musitar viejo cantico de mi tribu para enviar el alma del desafortunado de nuevo a la tierra, tras lo cual pasado unos segundos sacaría mi cuchilla de caza.

   Joven... firme... aún con 'iempo de sobla - comentaba a la vez que palmeaba el cuerpo a ver si por el olor y el calor podía identificar cuanto había pasado ... dicen que una vez muerto tu calida alma escapar y perderse... de allí que necesiten el canto...

Caminaba en la parte trasera del grupo mientras calmaba una herida con forma de pellizco en uno de mis mofletes con caricias por lo que tuve la oportunidad de ver a los primeros detenerse cuando aún me faltaban un par de pasos para llegar dentro de ese pequeño "bloqueo". Desde esa distancia revise el Tauros rápidamente y acto seguido fruncí el ceño dirigiendo mi atención hacia lo alto de ambos escarpados.

- No os acerquéis más al Pokémon -ordené con, por primera vez, firmeza en mi voz y es que había visto trucos como estos miles de veces así que prefería prevenir antes que pagar las consecuencias- Ketten, sube ahí arriba para ver si hay alguien o algo -le señale el terraplén de mi derecha (sur) mientras yo caminaba hacia atrás para hacer precisamente lo mismo con contrario, si no había nada de todas formas era mas fácil cruzar por aquí que mover un cadáver de algo tan grande así no era una perdida de tiempo.

De camino al pueblo nos encontramos con un Taurus que parecía que estaba herido, aunque no se movía.

- Pero, ¿no deberías ayudarlo? Parece que está herido, yo podría curarlo, sé algo de medicina - dije rebuscando en mi mochila algunas hierbas medicinales.

El taurus no se había movido, por lo que puede que estuviera dormido.

Saliendo de detrás de un arbusto un joven de piel verde, -claramente pintada- preparó a sus dos Pokemon para una más que evidente emboscada. Estos dos Pokemon que lanzó eran un Nidoran Macho y un Zubat. Probablemente los causantes de derrotar al Tauros que se encontraba tirado en medio del camino.

-¡A-Alto ahí!... y... esto... -Al parecer tenía problemas en encontrar las palabras correctas.- ¿Qué más era?.

Por fortuna, desde detrás de los árboles saldría otra muchacha joven con también esta particularidad de tener la piel pintada de verde, claramente parecían pertenecer a la misma banda, puesto que, al menos, estaban trabajando juntos. Esta muchacha se encontraba en la zona trasera de aquel cuello de botella en el que se habían metido ellos solos-

-Alto ahí y entregadnos todos los objetos de valor. -Dijo la muchacha, confirmando así que era una emboscada, o al menos un más que evidente asalto en toda regla- No es tan difícil... tenías que haber prestado más atención al Jefe... pero bueno, al menos hemos atrapado a otros pardillos.

Sus Pokemon eran un Nidoran Hembra y un Venonat.

Al otro lado de la carreta un tercer muchacho también pintado de verde, algo más grande que los otros dos también salía de detrás de los árboles que continuaban el camino; este muchacho tenía en su posesión a un Ekans y un Slowpoke.

-Por favor, no os peléis. -Pidió a sus dos compañeros- O Jefe nos echará la bronca...

Viendo que los tenían rodeados y que les exigían darle todos los objetos de valor, aquella muchacha, la líder de aquel grupo de aventureros, se llevó la mano al pecho agarrando algo que tenía debajo de la ropa a modo de acción involuntaria de acto reflejo. Tras un par de segundos, esta miró al frente.

-No os daremos nada. -Dijo sin dudarlo- Vosotros sois bandidos y nosotros somos aventureros. Nuestra primera misión será derrotaros y llevaros ante la Justicia. -Tras decir esto, la joven salió corriendo con su Vulpix Albino al lado y ambas saltaron por encima del Taurus para entrar en combate con este último- ¡Yo despejaré el camino!. ¡Encargáos de los otros!.

Una vez que ambas hubieron atravesado el Taurus el clima de aquella zona cambió drasticamente, empezando a nevar por doquier y a caer granizo. Al parecer el Vulpix iba a darlo todo en ese combate también, por lo que no habría que preocuparse de que le pasara nada malo.

Ahora la cuestión es ver qué hacían con aquellos otros dos, Goble y Goblina.

¡Lo sabia! Como imaginaba saltaron una panda de bandidos de la nada. Me mantuve en el lugar a la espera de ver que hacíamos y al momento Aneko salto hacía uno de ellos. Supongo que nos toca pelear otra vez. Mire a Lumi que parecía lista para atacar para defendernos, la cual salto y avanzo hacia la chica. Instantaneamente avancé hacía ella

 Me has leído la mente, vamos pequeña, démosle una lección. ¡No os llevareis nada! Vais a pagar lo que le hicisteis a ese pobre pokemon.