Partida Rol por web

Finalmente encontramos una gran cantidad de información en el centro pokémon, poco a poco nos vamos acercando a nuestra presa, pero entonces se me ocurre algo en lo que aun no había pensado. "¿Y si encontramos a esos tipos que?", Zorua es un buen pokémon, pero dudo que pueda hacer frente a un vaporeon o un charmeleon, y mucho menos si me atacan con más de un pokémon a la vez. Así que aunque ya tengo decidido el rumbo, iremos a la granja de eevees, decido aprovechar para llamar desde el centro pokémon a la orden, ya que Nadia sigue entretenida recopilando pistas.

No se si tendrán pokémons de sobra para suministrarme, pero espero que al menos me puedan dar algún pokémon algo más "rudo".

En la central no te ponen pegas para proporcionarte un nuevo pokémon, aunque sí te piden más detalles sobre el pokémon que necesitas. ¿Algún tipo en especial? ¿Debe saber hacer algo en especial? No es que la Orden disponga de pokémon de todas las especies, pero sí dispone de un amplio acervo*.

La orden me ofrecía una gran gama de pokémons, por lo que yo solo debía facilitarles los parámetros de la busqueda, debía elegir sabiamente, porque nuestras vidas podrían depender de aquello.

-Veamos, necesito ante todo que sea un pokémon combativo, acostumbrado a luchar. Los únicos rivales que conozco podrían tener pokémons completamente opuestos como son de tipo agua y fuego. Ningún pokémon tendrá ventaja contra estos dos, pero un pokémon de tipo dragón sería resistente a los ataques de ambos. Si no tienes ninguno de tipo dragón mándame alguno eléctrico, tendrá ventaja contra el agua y no estará en desventaja contra el de fuego...

Al terminar de habar me di cuenta de que le estaba soltando una buena retahíla, así que me callé en espera de su respuesta.

-Mm... Un dragón combativo... Tengo uno. Se ajusta bastante bien a lo que me pides, pero... es un poco difícil de manejar. ¿Crees que podrás con él?

Necesitaba un pokémon duro de pelar, y si era un poco rebelde podía ser un problema, pero también una ventaja, a este tipo de pokémons solo había que mostrarles que el entrenador estaba a su altura. Sonreí ligeramente.

-Claro, yo me hago cargo.- Contesté seguro de mi mismo.

Esperaba no estar equivocándome.

-Bueno, entonces, todo tuyo. Suerte.

Te indican que te lo han enviado a través del PC de Bill, solo tienes que ir a un ordenador y recogerlo.

Si no necesitas nada más, cuelgan.

Acabo la conversación con la duda de que pokémon será, así que me dirijo rápidamente a uno de los pc del centro pokémon para hacerme con la pokéball. Acto seguido llamo a Nadia y me dirijo fuera para ver de que pokémon se trata, al fin y al cabo, si es conflictivo será mejor no liberarlo dentro del centro.

-¿Eh? ¿Tienes un pokémon nuevo? -Pregunta Nadia al reunirse con Zero.

En cuanto han salido, el chico libera a su nuevo compañero de su ball -una ultraball-. El objeto se abre y, con el típico destello deja salir una forma oscura...

-¡Graaaaaa! :D

-Si... yo lo tenía guardado, ya sabes, en una guardería. Es que no es muy obediente ¿sabes?- Le miento con lo primero que se me ocurre.- Pero creo que vamos a necesitar refuerzos.

Lo miro con detenimiento, es perfecto, estoy seguro de que podremos hacer frente a cualquier peligro que nos espere en la granja de eevees, así que miro a Nadia con determinación.

-Iremos a la granja de eevees, puede que allí encontremos más información.- Después miro a mi nuevo compañero y le sonrío.- ¿Listo para la acción?

-¡Graaaaaaaa! :D -contesta el pokémon entusiasmado al oír la voz de Zero y a continuación echa a correr alegremente hacia su entrenador... placándolo.

Alcé una ceja al ver como el pokémon venía entusiasmado a placarme.

-¿Pero qué...? ¡quieto!- Grité inútilmente.

Al ver que el pokémon me iba a llevar por delante intenté saltar a un lado, aunque ya casi lo tenía encima.

Zero intenta esquivar el sorpresivo ataque, pero su nuevo compañero impacta contra él haciéndole bastante daño (-5 PV).

Nadia grita. No es un grito de terror, le grita al pokémon.

-¡¡Pero qué haces, no le ataques!! -Y sin esperar ni un segundo se lanza contra el deino, intentando agarrarlo por el cuello para separarlo de "su chico".

La chica consigue reducir al pokémon con las manos desnudas, mientras el bicho se revuelve como un loco e intenta morderla.

-¡Graa! ¡Graa!

-¡No te atrevas a tocarle un pelo a Zero, maldito bicho!

Recibo un fuerte golpe del pokémon, si que era cierto que era un tanto revoltoso, pero espero que en combate me resulte útil toda la energía que tiene. Entonces veo la situación, Nadia batalla con el Deino, mientras observo expectante con ojos como platos.

-Esto... De... Deino vuelve...- Digo apuntándole con la pokéball y esperando que el pokémon regrese.

El pokémon regresa a su pokéball. Una vez desaparece de entre sus brazos, la chica se acerca rápidamente al entrenador de la criatura, con expresión preocupada:

-¡Zero! ¿Estás bien? -No se corta en palparle el abdomen a través de la chaqueta donde el dragón ha impactado contra él. -¿Te duele? -pregunta mientras le aprieta con los dedos. -¡Qué pokémon más peligroso! ¿Dices que estaba en la Guardería? ¿Y cómo lo conseguiste? Tuvo que ser una batalla increíble -mira a zorua, preguntándose si él tomaría parte en ella. El pequeño zorro la mira anonadado. No le ha dado tiempo ni a reaccionar ante la rapidez de reflejos de la chica; se siente algo culpable por no haber protegido a su entrenador demasiado eficientemente, pero tampoco hubiera esperado nunca algo así de un compañero de equipo.

-Mm... ¿Zero? -continúa la chica. -¿Crees que esos tipos serán tan peligrosos como para que necesitemos un pokémon como este? -Parece preocupada, aunque esta vez el foco de su preocupación no es Zero. -Alex... es idiota, pero tampoco quiero que le pase nada malo...

Me quejé levemente con una mueca cuando presionó de mas en una zona en la que probablemente me saldría un moratón, no había contado con que Deino saliera tan desbocado, había sido mi error, pues me lo habían advertido. Entonces noté el tono de preocupación en la chica y me volví hacia ella.

-No te preocupes... no doy nada por hecho, solo tomamos precauciones por si fueran peligrosos. Nunca está de más ser precavidos.- Dije cambiando mi rostro a una sonrisa.

La verdad es que me preocupaba bastante el peligro que podríamos correr, pero aun no tenía ninguna certeza, así que era absurdo asustarla, así que cambié de tema.

-Te aseguro que no fue fácil de conseguir, como ves es hiperactivo... mmmm, ¿vamos a la granja de eevees?- Pregunte, entonces me di cuenta de que había pasado algo por alto y me sonroje.- Por... por cierto... ¿tú estás bien?

-¿Quién? ¿Yo? ¡Ah! Sí, claro, no hay problema. -Sonríe despreocupadamente y hace un gesto de sacar músculo con el brazo. -¡Nada más pequeño que un ursaring puede conmigo!

Tras esto, los dos jóvenes se ponen en marcha, salen de la ciudad por el camino sur y, tras un rato andando llegan por fin a la granja.

Se trata de un caserón muy grande con campos, huertos, rediles para pokémon y demás, al que se llega siguiendo un desvío desde el camino principal que pasa por la guardería. En la granja se crían varias clases de pokémon, aunque principalmente eevees, y también se realizan actividades lúdicas y educativas. El edificio principal es además la vivienda de la familia Forrester, dueña de la granja, aunque la casa en sí es mucho más grande por lo que las habitaciones de sobra a veces las alquilan.

Me alegro al comprobar que la chica esta bien, y enseguida nos ponemos en marcha rumbo a la granja. Es un paseo agradable en el que mi mente se dedica a pensar que ocurrirá en caso de un combate, ¿se pondrá Deino de mi parte?

Cuando finalmente llegamos me entretengo observando la granja y a los diferentes pokémon, intento percibir si algo se escapa de lo normal, ya que si son tan peligrosos como creo no me extrañaría que llevaran todo tipo de irregularidades en la granja.

Después me dirijo a la puerta principal, pues la mejor forma de conseguir información es preguntando. Dirijo una sonrisa a Nadia y acto seguido llamo a la puerta.

Zero presta especial atención, pero no parece haber nada fuera de lo común.

Luego enseguida llama a la puerta principal y espera a que contesten junto a Nadia y Zorua.