Partida Rol por web

Finalmente la fortaleza se derrumbo con un estallido de luz blanca y lila. Cuando Nynaeve abre lo ojos, lo primero que ve es un color caramelo debajo suyo, suave y calido. Puede escuchar el sonido del mar muy cerca de ella. Al reincorporarse ve una esplendida playa que la rodea.

¿Qué hago aquí?¿Desde cuando Azafrán tiene una playa, y más una tan grande como ésta?¿O acaso no estoy allí?

Duditativa, me levanto apoyándome sobre un codo, mientras me pregunto por lo que ha pasado.

¿Dónde estaré? Y...¿y Luna?¿Y mis cosas...y mi bicicleta?

Alarmada al ver que no está a mi lado, me levanto de un salto, y, espolsándome la ropa, ojeo a mi alrededor rápidamente para ver dónde puede estar.

Al ver el agua, no sé por qué pero me da una sensación de extraño dejà vu...me da la sensación de que debería estar un azulado croconaw...Extrañada, doy un par de pasos hacia el agua, y en la orilla, la toco con una mano.

El tacto helado de la superfície del mar hace que me aparte con un extremecimiento, y mi cabeza embotada empieza a trabajar con más rapidez. Llevándome la mano con la que he tocado el agua a la cara, la observo como intentando desentrañar el misterio, y empiezo a hablar en voz alta, como cuando intento resolver un problema de clase.

-Veamos...No entiendo esto que me está pasando...¿Un Croconaw? -Con un resoplido despectivo, niego mis propias palabras - No seas tonta, Nyna, tú nunca has visto a ninguno nada más que en clase, cuando estudiamos pokemon acuáticos...¿Quizás lo he soñado justo antes de despertar?Quién sabe...

Pero lo más acuciante, ¿dónde estoy, cómo he llegado aquí, y dónde está Luna?

La mano que observo me la acbo llevando a la barbilla, pensativa.

Vaya asco de día, primero Luna no sale de la pokeball, la llevo al Centro y me toca salir corriendo a otro...¿dónde estará?

A pesar de intentar dar con alguna solución, por más que pienso sólo se me ocurren nuevos interrogantes. Llegando a la conclusión de que todo esto es más extraño cada vez, y que pensar no solucionará nada, doy media vuelta, y empiezo a alejarme de la playa, para buscar a Luna.

Paso a paso, voy observando atentamente todo lo que veo, intentando recordar algo, y presto atención a los sonidos queme rodean.

¿Y Michelle?¿Dónde estará esa entrenadora de plantas?

En cuanto le das la vuelta al mar, una voz gruesa pero a la vez triste dice: "¿Que ya no me reconoces?, aqui estoy". Y del agua una enorme figura aparece saltande desde el interior de la misma.

Con un respingo, doy media vuelta con la sospecha de lo que me voy a encontrar, y mi mente, esta vez, no me decepciona.

-¡Entonces era cierto lo del Croconaw!Me resultas tan familiar...¡pero no sé por qué, mi mente está llena de agujeros que me encantaría rellenar!

Extrañada, entrecierro los ojos, como aquella vez.

-Debería preguntarte el cómo es que hablas, pero me resulta tan normal, que creo que ya te lo pregunté, o esa sensación tengo. Dime, Croconaw, ¿puedes responder a todas mis preguntas? Y...cuéntame todo lo que quieras decirme, que soy toda oídos.

Con paso vacilante, aún dudando de si esto es real o no, doy unos cuantos pasos hacia el Croconaw y, tan curiosa como siempre, levanto un brazo vacilante, hasta rozar con las yemas de mis dedos su cabeza.

La criatura acuatica mira con la mayor alegria que su feroz rostro puede expresar: "Jo jo jo sigues llamandome Croconaw... vaya... hacia mucho que nadie me llamaba de esa manera. Que por cierto, yo no soy Croconaw. Mi nombre es Feraligtr. Y es un placer finalmente volver a verte, aunque veo que no me recuerdas... incluso haces las misma preguntas que aquella vez".

El Feraligtr nadaba de un lado a otro por la orilla, su voz se escuchaba claramente aunque provenia por debajo de la espuma que las olas producian.

-Mmm ya veo, ya. ¿Entonces este es el  mismo sitio que aquella vez, MI sitio? - Ttitubeante al nombrar tan extrañas palabras, ya que me parece extraño que algo sea mi lugar en especial...sigo hablándole, confundida - ¿Hace mucho tiempo?¡Pero yo recuerdo a un Croconaw, estoy segura!¿Acaso has evolucionado desde entonces? Al fin y al cabo, eres el guardián de este lugar, ¿no?

Contenta por recordar que es alguien conocido, me quito los zapatos y me siento en la arena, moviendo los dedos entre la arena. Sólo he visto a Croconaw (ahora Feraligtr) una sola vez, pero no sé si es por este lugar o por qué, pero me siento segura y tranquila.

Mientras lo observo nadar de un lado para otro, suspiro feliz, y me atuso el pelo con una mano.

-Si tan sólo Luna estuviese aquí...se lo pasaría genial. Podría jugar contigo, y entrenar juntos, hacer tantas cosas...Dime, Feraligtr, ¿crees que alguna vez podrá venir aquí Luna? Aunque no sé dónde está ahora, y debería estar preocupada...Pero aquella vez no estaba tampoco, quizás esté en algún lugar durmiendo...

Feraligtr se alegra de que finalmente Nynaeve se tranquilice y disfrute del entorno. Despues de todo no deberia haber otro sitio mas agradable que aquel para ella. Pero cuando habla de Luna, no puede evitar mostrar cierta tristeza. Tampoco puede evitar responder con sinceridad a la joven: "Claro. Luna podria venir cuando quieras. Posiblemente en algun momento lo haga, y asi lo deseas con fuerza. Pero por ahora... -el Pokemon de Agua abre sus fauces, lo que resulta sorprendente, llegando a una altura de casi ochenta centimetros entre mandibula y mandibula. Mete una de sus garras dentro y haciendo fuerza y poniendo cara de un poco de dolor, se quita un colmillo. Lo laba un poco para quitarle la sangre y luego se lo extiende a Nynaeve. "Por ahora, quisiera que lo tengas contigo. Te servira en el mundo real".

-¿Podrá venir? Es genial...tendré que practicar entonces para poder traerla algún día, ¡porque pienso hacerlo cueste lo que cueste!

Empecinada en mi nueva idea, asiento con la cabeza, aunque enseguida miro extrañada a Feraligtr, cuyas fauces son tan grandes que podría meter la cabeza dentro sin rozar con ningún diente. Al ver que se arranca un colmillo, abro los ojos sorprendida y me acerco hasta él.

Cojo el colmillo, y lo sumerjo en el agua para quitarle la sangre y que se quede reluciente.

-Gracias, pero eso ha tenido que doler. ¿Quieres que intente taparte un poco la herida para que deje de sangrar? Con un trozo de camiseta o algo...Y, ¿cómo crees que me ayudará el colmillo en el mundo real, acaso es un amuleto o algo así que me da suerte?

Cuando Nynaeve toma el colmillo y lo lava, pregunta por su utilidad, pero las respuestas nunca le llegan. Feraligtr esta enfrente suyo con una transparente apariencia y cuando una ola pasa por su lado, se desvanece del todo. Pequeñas particulas de luz comienzan a deshacer el sitio, comenzando por el agua a toda velocidad. Antes que Nynaeve viese aquel mundo desaparecer, ve un huevo apoyado en la base de una palmera, color caramelo con manchas marrones. Finalmente, todo se vuelve de un intenso y brillante blanco.

Cuando Nynaeve abre los ojos, siente el olor a humo y quemado cerca suyo. De hecho, apenas toma conciencia comienza a toser con brusquedad. Una vez recuperada, se da cuenta que tiene una movilidad escasa. Se encuentra atada a una silla por manos y piernas, en un habitacion vacia con muchas flores y kimonos colgados de una ventanas hechas de bambu,

-¡Feraligtr! - grito asustada, creyendo que le ha pasado algo. Pero cuando todo empieza a desaparecer, apenas tengo tiempo de parpadear rápidamente un par de veces antes de empezar a marearme de la impresión. Al ver el huevo, lo único que llego a pensar es: ¡qué colores más extraños!

De nuevo, todo blanco. Es tan tremendamente extraño, y a la vez, me está pasando tanto en tan poco tiempo, que empiezo a acostumbrarme. Aun así, cuando abro los ojos vuelvo a estar desorientada. Estaría medio dormida, si no fuera por el hecho de que estoy tosiendo con fuerza, tanto que me duelen tanto los pulmones como cuando me da un ataque de alergia al polen. En esta ocasión está claro que no es el caso, porque el penetrante olor a humo y fuego inunda mis fosas nasales, irritándolas levemente.

Tras unos segundos, consigo obligarme a parar de toser e inspirar fuertemente, para a continuación toser un par de veces más y parar. Parece que funciona, aunque se me ha quedado la garganta bastante irritada.

Maldita sea...ahora tendré la voz tan ronca que pareceré un adolescente al que le acaba de cambiar la voz.

Cuando intento levantarme del todo, me doy cuenta de que estoy...¿atada de manos y pies?¿a una silla?

Bastante sorprendida, y al mismo tiempo empezando a enfadarme, porque nadie tiene el derecho a amordazarme como si fuera un pichón listo para la cena, entrecierro los ojos mientras intento separar mis muñecas y estiro con fuerza.

Pero en vez de funcionar, las cuerdas, o lo que sea que las amordace, me lastima las muñecas, y eso añadido a la pérdida de circulación, hace que se me escape un pequeño ¡Auch! entre dientes.

Intento pensar a toda velocidad una forma para escapar de aquí, pero no se me ocurre nada, y de todas formas mis posibilidades, vista la situación en la que me encuentro, son bastante pocas. Así que dedico mi tiempo a pensar en dónde estoy.

Bien, veamos. La playa fantástica, donde está Feraligtr, el Guardián, ha desaparecido, así que seguramente esté en el mundo real. Porque, ¿dónde si no? Mmm...¡y Luna sigue sin estar a mi lado! Maldita sea, siempre igual...Pero...antes de ir a la isla...estalló el volcán, y los macarras se fueron corriendo, asustados. ¿Eso quiere decir que estoy cerca del volcán? Porque este olor a quemado es asqueroso. Le habrá...¿le habrá pasado algo a Luna?

Me gustaría cruzar los dedos, deseando que esté bien, y a ser posible a mi lado, pero además de ser algo estúpido, ni siquiera podría hacerlo, así que decido buscar con la mirada, mirando hacia mi camiseta, el amuleto que me ha dado Feraligtr.

Aun tosiendo de tanto en tanto, llega a los pulmones de Nynaeve el dulce aroma de las flores, aunque aun mezclado con algo de humo. Pero una vez mas el aroma de las flores se interponia entre el olor a quemado. Entonces una puerta tipica japonesa corrediza se abrio, dejando a una mujer con un Kimono entrar.

"Veo que estas despierta. Intente suplir el apestoso humo con las flores, pero el humo aun es muy fuerte. Mi nombre es Erika, y soy Lider de esta Gimnasio Pokemon tipo Planta".

-¿Erika?Ya, ya veo que has metido olor a planta...la verdad, no sé que prefiero.

Como se le ocurra la feliz idea de traer algún bicho con polen, me marcho de aquí, decidido.

Dirigo una elocuente mirada a mis manos y piernas atadas, y luego la miro con suspicacia. Aunque, ya qe se ha presentado amablemente, lo hago yo también, aunque con una sonrisa tirante algo cínica.

-Hola, yo soy Nnynaeve. ¿Dices que estamos en un Gimnasio?¿Dónde, exactamente? Y...no sé si habrás visto un Eevee revoltoso por aquí, pero es mi amiga y me gustaría recuperarla.

Decido ignorar el hecho de que estoy amordazada, y me niego a comentarlo. Al fin y al cabo, empiezo a creer que nada de lo que me quejo sirve para algo.

Respondiendo con total naturalidad como Nynaeve lo hacia, Erika, mira un poco despistada pero a la vez divertida al techo y dice: "¿Un Eevee?... No lo se... pero si he visto un Pokemon distinto desde que tu llegaste...Oh... alli viene".

En ese momento un Pokemon de verdosas tonalidades llega al trote a la habitacion. Se trataba de un Leafeon, evolucion tipo hierba de un Eevee.

Mordiéndome la lengua para no decir un par de comentarios de los que luego seguramente me arrepentiría, miro hacia donde indica Erika y sonrío con alegría, porque estoy segura de que ese Leafeon es Luna. Al verla, siento una alegría inmensa, porque el que esté aquí indica claramente que no le ha pasado nada por el maldit volcán. Deseando estar desatada para poder abrazarla y acariciarla, forcejeo un poco intentando soltarme, pero lo vuelvo a dar por imposible.

-¡Luna, me alegro de que estés bien!Cómo...cómo has cambiado, ¿no? Te veo algo más verde.

Sonriente, empiezo a reír cuando Luna se lanza contra mí. Al cabo de un rato, las preguntas vuelven a cobrar importancia. Giro la cabeza como puedo, ya que Luna está revoloteando a mi alrededor, y me dirigo hacia la medio despistada entrenadora.

-Erika, tengo muchas preguntas. Para empezar, ¿cómo he llegado hasta aquí?¿Cómo es que Luna ha evolucionado? Estudié hace tiempo las posibles evoluciones de mi amiga, y sé perfectamente que necesita rozarse con una piedra para convertirse en Leafeon, ¿acaso se la has dado tú? Y...¿dónde está Michelle?Una chica que entrenaba a plantas, como tú.

Me entra un irrefrenable deseo de preguntarle también qué es todo lo que ha pasado desde aquel día lejano de resaca, pero prefiero que empiece a contestar antes de abasallarla con más preguntas.

Ante la felicidad de Nynaeve por ver a Luna, sin importar su evolucion, el rostro de Erika se ensombrecio. La misma agacho la cabeza, y lentamente se dirijio a la salida. Antes de cerrar la puerta de madera de la habitacion, le respondio a la chica: "Lo siento. Nos equivocamos. No tengo nada mas que responderte. Creimos que apreciabas a los Pokemon y nos podias ayudar. Pero antes debias pasar una prueba. Y... has fallado. A nosotros. A ti misma. Y sobretodo... a Luna".

La Entrenadora de Pokemon de Planta hablaba con total sinceridad y una profunda tristeza. Sin miramientos, cerro la puerta, creyendo que no seria necesario volver a abrirla con buenas intenciones.

En algun lugar de la mente de Nynaeve, un huevo color caramelo sufria en soledad y dudaba de su existencia.