Partida Rol por web

Tras llevarte por el patio Erika se acercó a los más pequeñines y empezó a sacar unos pocos hacia alante - No te puedo dejar que te lleves uno grande, porque aún no eres un entrenador con suficiente experiencia, y los más bebes necesitan crecer un poco más. Estos son los únicos en estados optimos para que pueda darte, pero solo uno ¿Vale? Y prometeme que lo cuidarás tanto como al resto de pokemon. - Tras aceptar sus condiciones, los pokemon elegidos por Erika dieron un paso alante

Por un lado había un Oddish saludable y que se veía un tanto fuerte, o al menos con ganas de demostrarlo

Un Bellsprout que parecía sentirse fuera de lugar fue el siguiente en avanzar mirando a todos los demás

El siguiente fue un Seedot que si bien no parecía expresar nada con su cara, parecía estar bastante tranquilo

Le tocaba ahora el turno a un pequeño Budew que parecía más juguetear al presentarse dando saltitos

Y por último un timido y desconfiado Bulbasaur avanzaba mirandote con cierta intensidad.

Ya después de la comida y con vuestros compañeros de aventura repuestos, pusisteis camino hacia bosque Verde. Quizás no era vuestra idea inicial estar todos en un mismo grupo, pero cosas del destino o no, teniais provesiones suficientes por si había que pasar la noche en el bosque.

Desde fuera parecía un puro bastión hermoso cubierto de maderas y hojas, vestigio de las pocas zonas de naturaleza que quedaban en pie y que el mundo prefería transitar antes que las carreteras. Pero una vez empezasteis a entrar un quejido de un pokemon sonó a traves de los arboles que iniciaban la senda. ¿Un maltratador de pokemon? ¿Acaso alguien de la facción terrorista que os dijo Green? ¿O puede que solo pokemon grandes aprovechandose de uno pequeño?

Sea como fuere, más de uno de vosotros ya estaba empezando a sentir deseos por correr... y sin siquiera pensarlo

-No se si... has llegado a ver muchas fotos de tus padres juntos, o incluso  si tu madre te ha llegado a comentar algo medianamente bueno de Red en estos años... Pero, pensé que estaría bien que tuvieras un recuerdo de que, no siempre tu madre fue así por culpa de Red. A fin de cuentas su sonrisa era una de las más puras. - Sacó por un momento un pequeño album de un cajón y sacó la primera foto suelta - Tu madre quería perderla, y olvidarse de Red lo más probable, pero imagino que ahora que me has dicho eso de Yellow, querrá recuperarla algún día. ¿Y que mejor de su hija y su marido?

Te extendió la foto entonces y te comentó un poco más - El momento de mayor felicidad de los dos, o más bien de los tres. De Yellow, Red y... - señaló la barriga de tu madre, no había que ser un genio - Ese día estaba tan felices los dos, que resultaba imposible imaginarse un resultado como el actual... Sinceramente, soy de los pocos que piensan que Red no os abandonó, pero tampoco puedo imaginarme a Red secuestrado y torturado, por lo fuerte que era, así que algo tuvo que ocurrir, pero mi corazón me dice al cien por cien, que no fue su decisión el dejaros atrás. Encuentralo, junto con tus amigos, y traelo de vuelta con nosotros.

Y justo en el momento en que unos se acercaban y otros esperaban expectantes ver de que se trataba aquel chirrido, los dos grupos colisionaron.

Por un lado ya había gente y pokemon esperando en una posición de en guardia por aquel chirrido. Un chico con una cara muy familiar y su Pikachu, y junto a el una chica de pelo rojizo y muy bien maquillada, junto a un Gastly.

Del lado contrario accediendo al Bosque Verde, venian más de solo dos chicos, entre ellos un entrenador pelirrojo, un granjero castaño, una chica con cara simpatica, dos ranger una chica peliverde y un chico castaño, y... ¿Red en versión femenina? Cada uno venía con sus pokemon*

El chico sorprendido por el encuentro, en especial mirando a la chica de ojos rojos, se detuvo por un momento antes de decir - Viene de allí - temiendo que les fuerais a echar las culpas a ellos dos.

Donde el chico señalaba había un arbusto moviendose muy agitadamente, apenas si os dió tiempo siquiera a presentaros después de preparar en caso de que sea necesario vuestros pokemon y capturadores, cuando de pronto...

Un Riolu salió rodando de espaldas, aunque no llegó muy lejos clavando una rodilla mientras miraba al mismo arbusto en el que salió. Este pequeñin tenía algunas heridas pero... ¿Podría ser el pokemon que habría chirriado? Podría ser pues tras este un Scyther furioso salió de los arbustos para lanzar una cuchillada, un detalle extraño de este último pokemon, esque tenía una cicatriz reciente. El Riolu esquivó el ataque pero entonce el Scyther quedó frente a vosotros cabreandose aún más.

Era logico que era un pokemon salvaje, pero en ese estado, sufriendo, estaba aún más asalvajado.

Erika, en un gesto bastante amable por su parte, aceptó entregarme alguno de los Pokémon que tenía, aunque con ciertas condiciones. La seguí mientras ella me tiraba del brazo y me indicaba que no podía entregarme Pokémon demasiado experimentados o demasiado jóvenes, a lo que yo asentí. Entendía que esos dos tipos de Pokémon no eran adecuados para mí, y aguardé pacientemente a que ella me mostrara los que tenía preparados.

Finalmente llegamos a otra zona y vi los Pokémon de los que se trataban. Todos ellos eran bastante adorables, aunque los que me llamaban particularmente la atención eran Budew y Bulbasaur. Sin embargo, ninguno de ellos era el Pokémon que yo buscaba, y no quería llevarme a uno de esos pequeños para más tarde dejarlo de lado para entrenar a otro tipo planta, no sería justo.

-Lo siento pequeños, pero será mejor que sigáis esperando a otro entrenador que sea capaz de apreciaros y cuidaros.- les dije de forma afectuosa mientras acariciaba a algunos de ellos. Entonces me volví hacia Erika -Gracias por enseñármelos, pero ninguno de ellos es el que busco, y creo que estarán mejor contigo que en mi PC.- le expliqué a Erika, agradeciéndole por tomarse la molestia de llevarme hasta allí y ofrecerme uno de sus valiosos Pokémon. Tras aquello caminé de vuelta a la casa para volver con los demás.

A pesar de no conseguir mi Pokémon de tipo planta, no dejé que aquello me afectara y mantuve mi espíritu en alto. Tras regresar a la casa, tomé mis pokeballs y salí junto a los demás, que también estaban listos para partir. Asentí a la petición de Erika, aunque me pareció algo peculiar, ¿sería que no veían mucho a su hijo? Sea como sea, evité preguntar por si era un tema peliagudo. Tras despedirme de ambos entrenadores, y aceptando un objeto que nos daban, me marché junto con el grupo en dirección al Bosque Verde.

Tras salir por la ruta norte de la ciudad, tardamos muy poco en llegar hasta el inmenso bosque. Sin duda hacía honor a su nombre, era una inmensidad de árboles, arbustos y demás plantas, las cuales formaban un paisaje verde majestuoso.

-Es inmenso.- fue lo único que logré decir mientras lo admiraba. Quizá hubiera podido pasarme algo más de tiempo observando el lugar, pero el destino tenía otros planes para mí. Un grito Pokémon llamó mi atención, parecía estar en apuros. Sin siquiera pensarlo dos veces, o consultarle a los demás, salí corriendo en dirección al bosque para ayudar a aquel pobre Pokémon. Al mismo tiempo, saqué a mi Charmander de su cápsula por si lo necesitaba.

Nada más cruzar la muralla de árboles que conformaban el límite del bosque, casi me doy de bruces contra un par de personas, aunque por suerte logré detenerme. Les miré sorprendido, se trataban de un chico con un peculiar parecido a nuestro reciente anfitrión, Green, y una chica guapa acompañada de un Gastly. Iba a preguntarles si sabían de dónde había venido aquel ruido, pero el chico se me adelantó y señaló en una dirección.

Como di aquella acción lo hubiera invocado, un arbusto se agitó y de él salió un Pokémon que yo conocía muy bien, un Riolu. Adoraba a ese Pokémon, y ya estaba pensando en atraparlo cuando otro Pokémon salió de los arbustos. Comencé a sudar frío al vez al agresivo Scyther plantarse delante nuestra. Sabía que estos Pokémon podían ser muy feroces y territoriales, quizá por eso estaba atacando a ese pobre Riolu. Fuera cual fuera el motivo, debíamos de ayudarle.

-¡Riolu, escóndete detrás de nosotros!- aconsejé al pequeño luchador. No sabía si me obedecería, o siquiera si me entendería, pero esperaba que se diera cuenta de que trataba de ayudarlo. Entonces miré a mis compañeros -Vamos juntos contra él, es probable que sea más fuerte que nosotros, debemos unir fuerzas.- tras pedir apoyo, esperé a que todos sacaran a sus compañeros mientras pensaba en una estrategia.

-Drake, usa Ascuas.- ordené a Charmander. Quizá fuera un plan simple, pero los bichos temían al fuego, y quizá con eso lograra persuadir al Scyther de atacarnos sin que nadie saliera muy herido.

   ... Galaxy tropper... de ellos debemos tener cuidado entonces...

  La conversación fue bastante provechosa en todos los sentidos, tanto así que nos querían dejar una cuerda.

 G-gracias... pero con el cepillo Maggie y yo estamos bien... - mientras dejaba a otro que la tomara.

  El bosque tenía un encanto apaciguador... o era nostalgia recordándome a los alrededores de las granjas, por lo que tenía las intenciones de tomarme con toda la calma del mundo mi paseo por el mismo...

... Hasta que aquél chillido nos alertó a  todos...

     S-saludos... ehhh... creo que llegamos en curioso momento... - llegando al lado de los dos nuevos junto a mi fiel Marep, aunque al instante pudieron ver mi cierta molestia del accionar del pelirrojo ... En un bosque... ¡¡¡ NO SE USA EL FUEGO!!! ... 

   Rick... Angie... ¿ creen que puedan usar sus trompos para calmar al insecto gigante ? -  poniendo a Maggie por delante - podemos ganarles tiempo... _{pero hay que evitar que se alargue aquel combate... -} musitaba mientras apuntaba al combate del pelirrojo y su Pokémon que podía quemar medio bosque verde.

Yo ya tenía entendido que Brock era entrenador de pokemon tipo Roca y Tierra... ¡por eso pienso que un Lotad sería perfecto para Arion! Ojalá en el Bosque Verde los haya... además de bichos claro. Aunque volviendo a Brock, no me esperaba que fuera un "blando" como dice Erika... entonces debería haber escogido otro tipo de pokemon más acorde... creo yo.

Por otro lado, escuché con atención y seriedad lo que Green hablaba, pues no era un tema de broma: los Galaxy Tropper, los que se quedaron siendo malos del Team Rocket y seguramente de más organizaciones criminales. No me importaba que no dijera más del tema... si eran las normas de la Guardia de Kanto no podíamos obligarle que las rompiera... que todas las Guardias son muy serias con eso. También estuvo hablando sobre Red... cosa que seguro les interesaría a Ruby y a Arion, una sin duda con más razones que el otro... aunque me extrañó eso que dijo -¿Alguien similar a él?- le pregunté. ¿Quizás era un hermano perdido de Ruby? Porque ella también es similar a él... ¡quizás toda la familia de Red sea similar a Red! Vale, no tiene sentido, pero molaría.

Erika y Green ya nos fueron devolviendo nuestros pokemons... haciendo lo primero sacar a mi Skiddo y dándole un abrazo. No pienso dejar que le vuelva a pasar algo así. Cuando la lider dijo lo del criadero, sonreí -Yo también quiero verlo- simplemente dije, acompañando a Erika y a Arion sin necesidad de que me agarraran a mi del brazo. Yo solo era por verlos, no por quedarme uno. Una vez todo listo, se despidieron de nosotros, dándonos una Cuerda Huida y una advertencia -Tranquila Erika, que de verdad se guiarme muy bien. Si nos perdemos siempre puedo subirme a un árbol y encontrar la dirección- dije sonriendo con las manos tras la nuca. Y viendo que nadie la cogía y que el guía seguramente fuese yo, tome la Cuerda Huida -Esta bien, buscaremos a Jade para regañarle... ¡adios!- terminé despidiéndome.

Ya por fin estábamos en el Bosque Verde. Encabecé al grupo para intentar guiarle por el montón de árboles y matorrales que era el lugar... ¡yo me sentía como en casa! Totalmente tranquilo y sin problema ninguno en caminar e incluso patinar un poco cuando el terreno lo permitía. Lo único que me decepcionó fue ver en la pokedex que en el bosque había muy pocos pokemons tipo planta, sino que abundaban los pokemon de tipo bicho.

Todo iba tranquilo, hasta que empezamos a escuchar un ruido... algo que claramente parecía un pokemon pasándolo mal, ¡y eso no podía dejarlo pasar! Así que me alegré mucho que cuando empecé a correr hacia allí mis compañeros además de mi Skiddo me acompañaban. Cuando llegamos nos encontramos con otros dos chicos... pero sinceramente, y no por mala educación, ahora lo que más me importaba era el pokemon que pedía ayuda.

Y entonces salió del arbusto... ¡un Riolu! Eso me descolocó un poco -¿Pero que hace aquí?- pregunté confuso... este pokemon no salía en esta ruta... ¿tal vez sea un pokemon extraviado? No lo se, pero tampoco tuve tiempo de pensar, pues detrás de él vino un Scyther cabreado y parecía que herido por algo recientemente que atacó al pokemon azul aunque él lo pudo esquivar -¡Ostras! Parece muy cabreado, ¡debe de estar doliéndole mucho!- pensé mientras desplegaba mi capturador y miraba a mi amiga -Angie, parece que vamos a tener que calmarle- le dije... ¡por fin un trabajo hecho a la medida de un Ranger! Si no estuviera preocupado por los pokemons estaría contento. Miré a Levy y asentí -Si, nos podemos encargar nosotros. No peleemos o se pondrá más enfadado. Que alguno se encargue de curar al pequeño y...- le fui respondiendo al chico.

Pero entonces, vi a Arion hacer algo que me hizo correr: le vi lanzar una Ascuas al Scyther -¡ARION NO!- dije corriendo, llegando a saltar con los brazos frente al pecho para ponerme en el camino de la Ascuas y que me impactara a mi y no al pokemon insecto -¡Auauauauauau! ¡Duele quema duele quema duele quema!- me empecé a quejar rodando en el suelo de un lado a otro, lamentándome con la mano en el brazo contrario que fue donde me impactó... aunque aún así miré a Arion -¡No le ataques Arion con fuego! ¡Que le vas a hacer más daño y enfadar aún más! Auuuu... como duele...- le dije al chico tan serio como dolorido. Auch... duele... espero no deje marca y que Angie pueda encargarse mientras me lamento... ¡porque con lo que duele ahora mismo no es que pueda lanzar mucho!

La curiosa y agradable plática con el de ojos verdes se vio interrumpida por la susodicha “voz de la naturaleza”, o en otras palabras, el mote provisional que decidió ponerle Connie a lo que no conocía, sin embargo a pesar de su ignorancia en ese campo y de su falta de experiencia práctica altiva asintió de cara a la final advertencia de su compañero de viaje: solo faltaba ver lo que les deparaba el destino.

…Y al final no fue un tipo veneno genial que captara el “ojo artístico” de Constanza, sino otro grupo mucho más grande personas con sus respectivos acompañantes pokémon y lo que parecía una pelea bastante intensa (aunque dispareja) entre un Riolu y un Scyther.

— ¡Kya! — la no-guerrera se agazapó tras Jade junto a Nebbia, que por más morbosa que fuera en su curiosidad tenía instintos que le ayudaban a reconocer el peligro inminente; no nos confundamos, la chica Hemlock estaba lejos de ser una cobarde que huyera ante algo así…pero tampoco era tonta como para decidir meterse entre ellos con una bolita fantasma recién obtenida… ¡y menos si ninguno poseía el tipo que le interesaba!

Por si lo anterior no fuera suficiente, de manera súbita un pelirrojo del grupo ajeno ofreció ayuda al pokémon más pequeño…solo para luego arremeter con fuego, que sí, que probablemente asustaría al gran bicho…pero rodeados de plantas quizás no era muy buena idea — Oye…¿no es una salvajada hacer eso? — tanto así que la chica no pudo evitar preguntar en voz alta hacia al ajeno, pese a ignorar si este podría escucharla y si le haría o no caso…

En paralelo a ello los que seguramente eran compañeros de aquel pelirrojo comenzaron a moverse también, destacando el que sin más se puso entre hoces y fuego con tal de garantizar la seguridad del salvaje. Si algo podía opinar Connie allí, era que al menos dos del otro grupo estaban tan o más locos que ella, pero además que eran muy valientes y hasta organizados, pues el resto de los ahí presentes también comenzó a moverse…

— Jade ¡debemos ayudar! — así que de alguna forma conmovida o motivada por lo que acababa de ver la compañera de la Gastly  fue hacia el desconocido que para ella era Rick…aunque bueno, no es como si supiera tratar quemaduras o algo así…

Continué mi comida con atención, me costaba creer que alguien hiciera cosas malas por que si, pero Green no parecía dado a réplicas, y tampoco tenía un argumento más allá de '' yo no lo haría ''.

Un nuevo grupo se había formado, quizá me les encontrara, descubriría la verdad sobre sus intenciones, algo tenían que querer. 

Cogí la cuerda huida con un gracias, y una enorme sonrisa, mientras pensaba como irían mis tipos contra los de Brock, quizá necesitara algún pokemon, aunque la idea de capturar a alguno solo para el combate me chirríaba un poco, quizá podría usarlo para el combate y pedirle a Oak que se encargara de él, tendría una buena vida. Tantas dudas me aturdieron todo el camino hasta el bosque verde, donde, cambió mi perspectiva hacia la búsqueda de bayas y cocinar algo rico para el grupo cuando llegara la noche.

Al oír el chirrido corrí en su búsqueda, y al salir ambos pokemon pensé rápido, aunque por suerte, me dio tiempo a escuchar como todos elegían no tener un combate, y echaban la bronca al entrenador que había usado fuego, decidí no avivar la llama y dejarlo pasar, con algo de tristeza, aunque incluso aquello no había sido con afán de hacer el mal, solo por ser un chico de acción.

Una mala acción con una buena intención, ¿querrá eso ese equipo? 

Entre unas cosas y otras no me di cuenta que había dos más en el grupo, me presentaría después, ¡brisa! Si ese bicho con espadas ataca a alguien atácale

Dije mientras asistía a Ryolu, lo ponía cómodo y miraba su herida, limpiandola con un poco de agua. 

No te preocupes pequeñín, te curarás. Dije mientras limpiaba la herida y miraba de reojo como los demás se apañaban con el sciter. 

Después de comer y de recibir de manos de Green la Pokéball de su Pokémon ya recuperado, Angie siguió a sus compañeros de viaje en dirección al norte. Tocaba atravesar el Bosque Verde, y Erika les había advertido de que podía haber dificultades, pero Angie no estaba nada preocupada. En primer lugar porque sus compañeros de viaje eran muy capaces, y Rick en concreto estaba muy confiado en poder encontrar la ruta correcta dentro de un bosque. La segunda razón era, por supuesto, Pollo.

- ¿Ves, Pollo? ¡Esa es la entrada del Bosque Verde! ¿A que estás emocionado? - le decía Angie a su Pokémon, al cual por supuesto llevaba en brazos y achuchado contra ella en todo momento. El Pokémon de fuego se había recuperado de la batalla de antes, y la peliverde había procurado eliminar cualquier resto de aquella agua lodosa que pudiera haber quedado en las preciosas y brillantes plumas del Pokémon. Con una sonrisa de oreja a oreja, Angie caminaba junto a sus compañeros pensando sólo en disfrutar del día, en el que a pesar de haber tratado asuntos un poco tristes y serios en casa de Green, estaba siendo de lo más divertido. ¡Ahora tocaba viaje por el bosque y acampada con los compañeros!

Al menos eso pensaba hasta que todos escucharon el grito de aquel Pokémon. Todo pasó muy rápido, el encuentro con aquellas dos personas y la aparición del pequeño Riolu herido, seguido por su atacante, un Scyther con un enfado considerable. Angie contuvo un gritito al verlo aparecer y dio un pequeño salto en el sitio por la sorpresa, haciendo rebotar a Pollo en sus brazos, pero después de las palabras de Rick acabó por reaccionar.

- ¡S-Sí! ¡Vamos a calmarlo! - dijo Angie. Dio impulso a Pollo, quien entendió el mensaje y bajó al suelo de un saltito, mientras Angie echaba mano de su capturador. ¡Después de todo, era una ranger! - ¡Pollo, ayuda a los demás a proteger a Riolu, ¿vale?! - le indicó a su Pokémon, y mientras tanto, de alguna forma, Rick se las arregló para salir ardiendo por un ataque del Charmander de Arion dirigido al Scyther. - ¡Rick, no! - exclamó, pero suspiró aliviada al ver que no le había pasado nada grave. - ¡No es el momento de hacer cosas raras! - le recriminó, y se encaró al Scyther dispuesta a ejercer su puesto de ranger. - ¡Calma, Scyther! ¡Aquí estamos todos contigo!

La respuesta de Green le dejó un sabor amargo, bastante decaída. ¿Cuanto podría tardar en encontrarlo una niña de 13 años que no sabía nada de la vida en comparación a la persona que le hablaba, que ya lo había estado buscando y... Que tenía una amplia experiencia? Le entró el miedo pero sintió a Midori frotándose suave contra su pierna y se relajó, acariciándole sobre la cabeza como agradecimiento antes de seguir comiendo. Entonces su Pokemon aprovechó para ir a comer junto a su padre mientras los humanos disfrutaban de la comida y charla en la mesa. 

Ya tras haber comido y Green yendo a por las pokeball, aprovechó para dirigrse a Erika. - ¿Necesitáis ayuda con los platos? *Tras la negativa de Erika ya no podía insistir más, quedaría feo así que miró a Levy. - ¿Me dejarías el cepillo para tu pokemon? Mi manta térmica está llena de electricidad estática ahora y me gustaría poder usarla sin calambres.Rió un poco y en caso de que la respuesta fuera afirmativa se levantaría e iría al salón para sacar la manta y empezar a cepillarla sacándole todo el exceso que tuviera. (En caso contrario se quedaría esperando al resto pacientemente hasta que Green le pidiera hablar a solas un momento)

-¿Eh? Claro... Estaba cepillando/esperando** cuando Green le pidió ir a hablar a solas por lo que dejó sus cosas en el salón lo más colocadas posible en los pocos segundos que tuviera por no hacer esperar al hombre y lo siguió hacia donde el quisiera hablar. 

Por fin a solas, Green se puso a rebuscar en un álbum, dándole una foto que hizo sorprenderse a Ruby. No podía dejar de mirarla, hipnotizada y... le temblaba un poco el pulso. Era la primera vez que veía una foto de... los tres.  Sonrió, un nudo se le formaba en la garganta, sintiendo muchas cosas a la vez que creía que la volverían loca. Pero la convicción de Green en que su padre no las había abandonado le hacía sentir mucho más tranquila por lo que asintió guardándola en su cartera con sumo cuidado. Ahora tenía tres fotos en su cartera, una de Red cuando era más jóven, una de su madre y una de ambos juntos... Eso le gustaba, ¿Podrían algún día tener una en la que Ruby saliera junto a ellos? Deseó eso con todas sus fuerzas, sin duda, su mayor deseo pues... Si su madre volvía a tener esa sonrisa sería la niña más feliz del mundo. 

-Gracias... Lo... Encontraré. Entonces cayó en la cuenta de algo.  -¡Ah! ¿Me das tu número de pokegear? Quisiera poder contactarte en cuanto sepa algo por pequeño que sea.  
Sonrió al hombre y pronto bajaron las escaleras para seguir su viaje. 

Por fin bajó con todos y recogió sus cosas así como pidió a Midori que se despidiera de Vee ahora sí para un tiempo de larga separación. Puso rumbo al bosque verde junto a sus nuevos compañeros y con su pokemon al cual metió en su pokeball sabiendo ahora como se hacía correctamente. 

Nada más empezar a explorar la zona se escuchó un chillido y todos fueron directos a ver qué ocurría aunque eso propició que se topasen con dos personas, una de ellas la señaló rápido, era difícil no saber de quien se tratara. - ¡Tú! ¿Eres Jade, verdad? ¡Tu madre está disgustada!Entonces hizo una muy breve pausa. ¡Mal hijo! ¿Como te atreves a olvidarte de ir a comer con ellos otra vez? Entonces tras decir eso bajó el dedo y rió. - Eso dijo que te dijéramos. Perdona si te asusté.

Estaba tan enfrascada en empezar la conversación que no se dio cuenta de lo que ocurría hasta que Rick gritó e hizo girar a Ruby quien profirió un grito y fue corriendo a socorrer al chico. - ¿¡Estás bien?! Se agachó dejando la mochila en el suelo y sacó un pequeño botiquín el cual se veía muy preparado pues tenía un poquito de cada, entre lo que se encontraba una crema para quemaduras. - ¿Estás loco? ¡te podría haber hecho mucho más daño! Le tendió la crema esperando que se la pusiera el solito.  Entonces miró a Arion y señaló hacia un arbusto cercano a lo que habría tocado su llama. - ¡estamos en un bosque! ¿Como se te ocurre? ¿Quieres incendiarlo todo?  Miró a la chica que se había acercado a Rick y se sonrojó entonces.

-Ah... Este... Siento todo... Esto. Se frotó por inercia las manos en los pantalones y le tendió la derecha. - ¡Ruby Eider, encantada!

Si no fuera porque era una chica, sería la viva imagen de Red. 

Jade puso los ojos en blanco al ver la reacción de algunos, en especial de la hija de Red - Podrías decirlo luego, incluso presentarte lugo, no creo que sea buen momento con un pokemon salvaje y agresivo en frente. Primero salvemos a Riolu, luego me regañas por mi madre si lo consideras oportuno. Connie, tu Gastly conoce Lengüetazo ¿No? Puede paralizar pokemon... Spike quedate atrás... - dijo mientras sacaba otra pokeball de la cual salió un Treecko - Este combate es para Toru

No obstante no le dió tiempo a realizar un ataque cuando ya todos habiais actuado haciendo cada cual una cosa diferente, en especial causandole gran impresión lo que hizo el ranger.

Riolu, por su lado viendo que se le acercó la castaña para intentar curarle, retrocedió con un pequeño salto e invocó una especie de bola de energía con la cual parecía intentar mantener a raya a la pobre Miaka que solo accedió a intentar curarle, pero realmente había algo más oculto tras ese ataque. Se giró sobre si mismo y lo tiró a los arbustos haciendo que otros cuatro Scyther más cayeran al suelo en mitad del enfrentamiento. Riolu, algo agotado restrocedió poco a poco. Si os fijabais bien, todos los Scythers tenían la misma herida reciente, un corte dado casi a maldad en el pecho.

-Ascuas es incapaz de generar un incendio en un bosque. - Mencionó Jade - Si acaso solo avivar una llama entre zonas secas y con descuido y algo de mala suerte generar llamas en zonas humedas. Pero si golpea a alguien el ascuas de un pokemon tipo fuego, esta desaparece provocando un daño más grande, salvo si quema al pokemon, cosa que podría derivar en el incendio, eso sí. - Sin quererlo, Jade rectificó a ambos bandos del ataque igneo - Por eso he sacado a mi Treecko. ¿No tienes otro pelirrojo? Toru, usa destrucctor y derriba al más cercano - ordenó de inmediato

Los Scyther por otro lado parecían todos cabreados aún.

Tras cruzar la ruta1 y para en Ciudad Verde a comer, te diriges hacia el Bosque verde para adentrarte en el. Ya sabias lo fantastico que era por muchas veces haberlo leido, pero entrar de verdad en el como entrenador, era otra historia, tanto que hasta empezaron los problemas, pues al entrar comenzaste a oir ruido de gente discutiendo, gente preocupada, gente gritando y... Combate pokemon. ¿Los entrenadores estaban entrenando entre si?

Sea como sea, al ir adentrandote en el bosque comenzaste a ver un grupo de unos siete jovenes frente a un grupo de Scyther. Entre los jovenes había un Pikachu, un Treecko, un Gastly, un Charmander, un Mareep, un Vulpix Alola y un Torchic, además de un Riolu

El grupo de los Scyther parecían realmente cabreados. Eran cinco y todos ellos mostraban en su pecho una marca, una herida de una cuchilla reciente, y no parecían sus cuchillas pues ninguna mostraba la sangre de los Scyther entre ellas.

Ok....eso fue extremo. Lo que parecía complicado ya de inicio, en cuestión de segundos escaló a niveles que Connie solo esperaría ver en una película de acción pokémon...pero vivirlo en la realidad catapultó su emoción todavía más; dada la situación, la aspirante a coordinadora apenas si podía seguir lo que otros decían o hacían, pues el pequeño Riolu demandaba la mayor parte de atención y eso sumado al mentado caos harían mella en la concentración de cualquiera...

Por fortuna escuchó a lo lejos la voz de Jade, aquel que mostrando compostura la devolvió un poco a la tierra y de paso amainó sus miedos sobre que el ataque de fuego terminara en incendio, lo que no le agradó demasiado, sin embargo, fue la sugerencia del lengüetazo, pues ya suficiente violencia se veía que habían sufrido entre los ahora múltiples Scythers y el Riolu como para añadir más...y sobre todo, ¡No quería arriesgar demasiado a la pobre de Nebbia!

Tengamos algo en claro: por impulsiva y testaruda que fuese, Constanza ahí era quizás la que menos habilidades de entrenadora y luchadora tenía; lo suyo era la mente, los sentidos, las mañas...y ciertamente no veía a su Gastly siendo muy distinta de esto, ella tenía personalidad de estrella.

Por ende atacar como tal sería algo que la hija de los Hemlock estaba guardándose para cuando no tuviera opción, y en cambio, tampoco queriendo escaquearse de lo que sucedía, se quedó mirando a su fantasmita con cara determinada — ¿También sabes hipnotizar, cierto? — la bolita asintió, pues medio entendía — entonces hazlo: intenta dormir aunque sea a uno pero desde aquí...no sabemos qué tan fuertes sean, pero si puedes irlos durmiendo, seguro ayudamos — tras eso buscó resguardo aunque no dejaría de estar pendiente de su pokémon, al mismo tiempo la así llamada Nebbia se elevó un poco por encima del piso, haciendo brillar sus ojos mientras la atmósfera se enrarecía a su alrededor...

Esperaba que el ataque de fuego de mi compañero alcanzara al Scyther enemigo, pero inesperadamente, Rick saltó en medio de la trayectoria de las flamas y las recibió, quejándome anonadado, ¿se había vuelto loco? Encima de bloquear mi ataque, me echaba en cara haber atacado a un Pokémon salvaje. Estaba empezando a fastidiarme mucho ese afán ranger de evitar los combates. Así no podría hacer que mis Pokémon ganaran experiencia de lucha y se hicieran más fuertes.

Antes de volver a atacar, decidí mirar detrás de mí para ver qué hacían mis compañeros. Para mi desesperación y desconcierto, ninguno de ellos estaba atacando al enemigo, preferían adoptar posturas más pasivas. Sin poder evitarlo, me di una palmada en la frente mientras bufaba molesto. Para rematar mi mal humor, Ruby empezó a reclamarme por utilizar fuego, ¿tan difícil era entender que unas débiles ascuas de mi Pokémon no iban a incendiar una vegetación verde como esta? Iba a responderle a la morena, pero el chico que había visto previamente se me adelantó y manifestó mis pensamientos, aunque no estaba del todo de acuerdo con él. Además, para empeorar la situación, más enemigos salieron de entre los arbustos.

-No vuelvas a interrumpir una de mis batallas.- le dije a Rick señalándole con un dedo. Mi ceño fruncido y expresión molesta, junto con mi voz seria, indicaban que no estaba bromeando. Las batallas eran algo que me tomaba muy en serio. Quizá en otro momento habría actuado de otro modo, pero debido a la molestia que sentía y a la tensión del momento, mi tono fue algo más agresivo de lo que pretendía.

-Sí, tengo otro, y de hecho creo que su habilidad puede sernos útil.- le dije al castaño mientras tomaba la pokeball de mi Sandile. Hice que Charmander regresara a la suya, y seguidamente liberé a mi otro compañero. El pequeño cocodrilo salió al campo de batalla y miró a sus oponentes con fiereza. Me alivió saber que, al menos, el dúo recién incorporado sí estaba tomando acción y ambos habían lanzado ataques contra los enemigos. Mientras luchaba, dejaría que los demás se encargaran de cuidar al Riolu y a Rick.

-Sandy, usa Mordisco.- puede que mi compañero pareciera poca cosa ante los grandes y feroces Pokémon insecto, pero tenía mucho valor, y su habilidad era útil para estos casos. Además, esperaba que los demás también nos apoyaran al vernos entrar en acción. Mi compañero, siguiendo mi dedo, se lanzó a por el mismo Scyther que el Treecko del otro chico. Había que unir fuerzas para ir reduciendo su número.