Partida Rol por web

Ruby

Finalmente Mara sonrió y asintió ante la decisión de Rick, y por tanto a la ilusión cumplida de la coordinadora.

-Muy bien. Estoy seguro de que el profesor Oak no pondrá pegas, menos aún cuando se trata de una recompensa ranger, y además con estos resultados. Tramitaré los datos al profesor para que lo sepa y en cuanto al Skorupi le ponemos entonces la EO de tu amiga ¿Cierto? - Eran tramites a fin de cuentas...

Trasn hacerlo todo y quedar todos los papeles resueltos, Mara entregó la pokeball a Rick junto al dinero de recompensa por haber cumplido la misión - Ya se la puedes dar oficialmente a tu amiga. En cuanto a lo que nos has traido, me pondré en contacto con la guardia de Kanto y la Union Ranger para ver si pueden enviarnos efectivos aquí. Al tratarse de un aparato electronico, el asunto de los Arbok se vuelve más peliagudo. Gracias por todo a ambos Aprendices Ranger - dijo ahora con más respeto y luego dando ese respeto a sus ayudantes.

Ahora Connie poseia un nuevo amigo en su equipo y Rick podía sentirse mejor por haber solucionado un gran problema... Pero quedaban cuestiones que se quedarían sin respuestas... ¿Cual es el origen de los chips? ¿Quienes los usan? ¿Por qué a unos pobres pokemon salvaje?

Eventualmente cada uno lo iría averiguando según pase el tiempo

Al día siguiente podías notar dos cosas. Uno, al revisar tu mochila te encontrarías con algunos objetos extras que no entendías muy bien que hacían en tu mochila*. Y lo segundo, es que tanto tu Gastly, como tu Kakuna, Ekans y Skorupi, estaban al maximo de su energía.

Ahora tenías planeado entrenar, y sabías que no había nada mejor que entrenar contra otros entrenadores, pues la mayor experiencia se gana en combates inteligentes y no llevados por el instinto. La cuestión es... ¿Quien estaba dispuesto a entrenar?

Los combates habían sido largos, duros y tediosos pero no iba a desfallecer por ello. Siguió combate tras combate, preocupándose de darles comida pokemon a aquellos salvajes que dejaba lo suficientemente agotados como para que huyeran, con la esperanza de que volverían al lugar una vez se marchase. En cuanto a Nidoran, igual que había hecho con aquellos pokemon que no conocía, sacó su querida pokedex con ellos y al ver de qué tipo eran no dudó en capturar a ambas hembras, sonriendo para si misma por la idea que se le había ocurrido. Alimentó a sus tres valientes pokemon y los dejó descansar en pokeball y hombro en el caso de Midori, antes de volver con Miaka quien al parecer hacía un rato que había terminado. -¡Gracias por esperarme! Aparecía una Ruby feliz, zarandeando la mano a modo de saludo en la cual llevaba dos pokeball que se habían hecho pequeñitas para ser transportables. Cuando estuvo ya a la altura de Aiko y Miaka, frenó para respirar profundamente y enseñarle las pokeballs toda ilusionada a su compañera y conocida. -¡Mirad, he capturado dos Nidoran! ¿Como ha ido vuestro entrenamiento? Me lo contáis mientras vamos a cenar al centro pokemon? Creo que todos necesitamos descansito. Parecía agotada pero feliz, guardando en su huevera especial las pokeball que contenían las dos Nidoran junto a sus otroa dos pokemon y la casa vacía de Midori. 

Con todos los entrenamientos listos y ya el día acabandose, eventualmente os fuisteis al centro pokemon para descansar hasta el día siguiente

Al día siguiente podíais notar dos cosas. Uno, al revisar tu mochila te encontrarías con algunos objetos extras que no entendías muy bien que hacían en tu mochila*. Y lo segundo, es que vuestros pokemon, estaban al maximo de su energía.

Aquel día parecía que muchos habían tenido la misma idea, la cual era entranar con algunos entrenadores de la ciudad, y en especial Ruby parecía querer entrenar con Miaka.**

No obstante también había más gente despierta en ese momento, pues podiais ver como Connie y Makani que habían despertado antes, ya estaban dirigiendose contra otros contra los que pelear. Aunque también podiais recordar a unos cuantos en el centro pokemon que habeis visto, además de los nuevos entrenadores que ahora veiais.

El día anterior fue agorador pero increíble, esperaba con ansias poderle preguntar a Miaka si deseaba entrenar con ella tras el desayuno, aunque viendo como Connie ya se estaba adelantando para ir a entrenar, corrió tras ella y la frenó agarrándole de la manga. ¡E-Espera! Tengo... No podía hilar la frase entera -Algo...pa..h...Sin tomar aire entre palabra y palabra a causa de la carrera sprintada que se había metido desde donde estaba. -Ra ti... Le soltó la manga y saludó también a Makani tras recuperar el aliento. -Buenos días chicos. Tras eso sacó de su bolsillo dos Pokeballs, de las cuales hizo salir dos Nidoran hembra que las miraban a ambas con curiosidad. Ruby se acachó a acariciarles la cabeza a ambas y miró desde abajo a Connie. -Tenía que hablar contigo cuanto antes Connie. Aún no tienen nombre, las vi y quise capturar una, solo que en cuanto la Rotomdex me dijo qué tipo de Pokemon era recordé que buscas esta clase de pokemon y que los amas. Sonrió y miró a las Nidoran de nuevo. -Ella es Connie, una amiga y querrá y dará toooodo su amor a una de las dos. ¿Quien quiere ir con ella? Dejaría que fueran los mismos pokemon quienes decidieran quien de las dos se quedaría con Ruby y quien marcharía con Connie. -Prometo que podréis veros seguido. Una vez se hubieran decidido, le entregaría a Connie la pokeball pertinente y se incorporaría, sonriendo. 

-Mucha suerte en vuestro entrenamiento, yo aún tengo que desayunar... ¡Me muero de hambre!  Se despidió con la mano mientras corría de nuevo hacia el interior del centro Pokemon cuando chocó contra la espalda de un tipo que llevaba una chaqueta, corte y color de cabello así como una gorra y unos guantes que conocía muy bien por las fotos. Antes de que se diera la vuelta no pudo si no exclamar... 

-¡¿PAPÁ!?

     Combate 1: ehhh...s...sera mejor que nos vayamos de aqui Maggie - le decia a mi malherida compañera que apenas había logrado salir en pie de tal escaramuza, lo cierto es que este sitio era demasiado complicado para nuestro nivel actual.

    Combate 2 & 3: C...chicos... s..sera mejor que vuelvan - mientras activaba el lazer remoto de las capsulas, pues en ambos casos, el esfuerzo había sido demasiado para los pequeños ... al menos había valido para que Maggie se pusiera de nuevo en pie...

   Combate 4: Ohhhh... mierda... - decia asustado al notar como una extraña explosión se generaba en aquella cobra, lo cierto es que tenia miedo de ellas por lo innecesariamente poco naturales que se sentian.. pero tampoco mis intenciones eran la de lastimarles al punto de que - J..joder... e..espera... - mientras me acercaba con una de esas bayas que apenas me quedaban en mi bolsa para meterla en su boca.

     ¡¡ N..no soy bueno con estas cosas !! - le exclamaba a Rick al notar como el mismo me juzgaba por mi actuar - q...queria intentar s..siquera llevar a una a la ciudad... q..que la enfermera las viera, p..pero la primera de ellas casi derriba a Maggie de un solo mordisco y.. y..el miedo me pudo. ¿ V..vale ? - dejaba botar, ya viendo a la misma... y con el peso de la tarde me estaba costando siquiera mantener la compostura - Y...y no se....no se ¿ vale ?, p..por eso t.te llame, n..no conozco a nadie mas en este region que sepa siquiera usar de esos trompos... d..de echo no conozco a nadie mas en este pais... y..yo solo queria estar tranquilo en mi granja... p..pero ahora estoy aquí... y...yo... no se...

Poco a poco los combates tan extraños acabaron terminando y tu huyendo en algunos casos, hasta que te quedaste en dos solamente. Uno al que intentaste curar a aquella cobra y otro el cual tendrías una charla pendiente con Rick.

Mientras lo curabas, cierta brujita acabó llegando hasta a ti para ver a aquel pokemon - ¡Oh, dios mio! - Corriendo llegó a tu lado para ayudarte con el pokemon - ¿Que le ha pasado? Esta herida es... muy fea. Debemos llevarlo a un centro pokemon, antes de que le pase algo peor - Aun con tu baya, el pokemon cobra seguía muy debilitado, por no decir herido.

-Te ayudo a llevarlo si quieres - Se ofreció Moetan entonces a llevarlo contigo.

- ¡¡Por fin!! - gritó Amber con alegría. Frente a ella, Aipom dio un salto también realmente contenta y, como si lo hubieran ensayado, Amber chocó su mano con la mano-cola de su Pokémon. - Aaaah, creo que eso ha sido suficiente por ahora. - murmuró la entrenadora dejando caer su espalda contra un árbol cercano. ¡Estaba agotada después de tanto combate! Pero sonreía, contenta. Había ganado experiencia para sus Pokémon y también había capturado un par más. - Estoy un poco más cerca de atraparlos a todos. - dijo mirando al cielo. Se hacía tarde. Aipom hizo un ruidito, le había traído la Pokéball con el Scyther recién capturado. - Ah, ¡gracias! - le dijo a su Pokémon, y éste se subió a su hombro. - Vamos a volver al Centro Pokémon, ¿te parece? - le dijo a Aipom. - Tenemos que curar a Totodile, que se ha debilitado por el bien de la captura... y también curar a nuestros nuevos compañeros, claro. - dijo, mirando las Pokéball de Nidoran y Scyther.

Aipom asintió contenta, y Amber hizo lo mismo. Las dos regresaron al Centro Pokémon, curaron a todos sus compañeros Pokémon y durmieron a pierna suelta durante la noche...