Partida Rol por web

Polvo de Escorpión

7.3. En memoria del Pelegrim

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03/03/2019, 19:26
Corianne

Ya había pasado lo peor: habían noqueado al gañán legañoso; ahora sólo faltaba esparcir las tripas de los suficientes muerdesartenes para que los demás salieran con el rabo entre las piernas. Corianne habría salido corriendo si hubiera tenido la oportunidad.

—¡Más vale que hagáis caso a mi amiga, babosas de mar! 

Corianne se sacó una puñalada trapera de la manga y clavó su espada en uno de sus oponentes. Giró sobre si misma, buscando una posición ventajosa, y sacó la otra espada de un tirón.

—¡No tenéis nada que hacer, tengo la técnica de un maestro de la esgrima! —mintió.

 

A. Estándar: Corianne ataca a rufián verde. Ataque 23, daño 6.

A. de Movimiento: desenvaina su segunda espada corta.

A. gratuita: paso de 5' a N15.

- Tiradas (2)
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08/03/2019, 15:45
Narrador

Los dos rufianes cayeron ante los sendos ataques lanzados por las aventureras. Pero como con todo lo que tenía que ver con el Polvo de Escorpión, el comportamiento de los rufianes también fue extraño pues en lugar de huir continuaron con sus ataques. No había duda de que estaban dispuestos a morir o a matar.

¡Nos iremos con vuestros pies por delante!—exclamó uno de los rufianes mientras le propinaba un nuevo corte  a Nekaua.

¡El mar te coge muy lejos bonita!—exclamó otro.

Rufián amarillo ataca a Nekaua, hace amenaza de crítico pero falla. Aun así el golpe acierta provocándole 3 puntos de daño.
Rufián azul ataca a Corianne y falla.
Rufián Rojo ataca a Nekaua, hace acierto automático pero falla la confirmación del crítico. Le provoca 5 puntos de daño.
Nekaua lleva en total 12 puntos de daño. Corianne lleva en total 5 puntos de daño.

Mapa del combate actual.

- Tiradas (7)
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11/03/2019, 14:05
Nekaua

La predisposicción de los rufianes a seguir luchando, incluso cuando la mitad de ellos había caído, contrarió a Nekaua. Los miembros del Martillo de Hueso no dudaban en correr en todas direcciones, dejando atrás a sus compañeros si era necesario, para sobrevivir y luchar otro día; no esperaba una actitud diferente en aquellos hombres. No había dejado la tranquilidad de la granja para matar humanos, y sin embargo, esa era la tesitura en la que se encontraba, arrinconada con Corianne en la taberna.

Incluso protegida por el escudo, la goliath fue incapaz de evitar que los cuchillos encontraran los puntos débiles de su armadura. Una puñalada en el muslo que la hizo sangrar profusamente, y una segunda en el interior del codo que estuvo a provocar que soltarar el escudo.

Cuando el primero de los matones arrancó el cuchillo de su carne, levantó el escudo y lo descargó sobre su cabeza expuesta, como un martillo golpeando un yunque. El segundo esquivó su golpe torpe, pero le dio la oportunidad de adoptar una postura más defensiva, doblando las rodillas hasta desaparecer casi por completo tras el muro de acero.

Ataque a power ranger rojo: ataque 25, daño 7.
Ataque extra (-3 puntos de acción) a la defensiva a power ranger amarillo: ataque 4.
CA moficada (a la defensiva): 20.

PG: 2/14.
PA: 1/6.

- Tiradas (3)
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12/03/2019, 11:40
Corianne

—¡Ja! ¡Y yo que pensaba que sólo sabías decir tonterías! —replicó Corianne cuando la llamaron bonita.

La pirata se escurrió por un lado, buscando una posición favorable. Lo cierto es que distaba mucho de tener la técnica de un maestro de esgrima, como se había jactado sólo unos instantes después, pero de dar puñaladas traicioneras sabía un montón. 

Corianne clavó su espada acertando a su rival en los riñones. El pobre diablo cayó al suelo inmediatamente, presa de indecible agonía.

—Nene —le dijo al que quedaba en pie—. Ahora es tu turno, tus amigos te estarán esperando en el infierno. O donde sea que vayáis los cultistas de Izar.

A. gratuita: paso de 5' a M15; ahora está en posición de flanqueo con Nekaua contra el power ranger azul.

A. de asalto completo: primer ataque amenaza crítico (27), trata de confirmarlo con un 16. Daño: 8; si confirmo el crítico son 14 de daño. Segundo ataque 13, daño 8.

- Tiradas (6)
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20/03/2019, 23:31
Narrador

Una vez más los dos rufianes cayeron ante los ataques de Corianne y Nekaua. Dos golpes terribles y mortíferos sin duda alguna. Y en ese momento, el rufián que estaba enfrente dudó si retirarse. Seguramente lo habría hecho de no ser por el ruido de unos pasos a sus espaldas renovó sus fuerzas. Un nuevo grupo de matones acababa de entrar en la sala dispuestos a terminar lo que sus compañeros habían empezado. Y lo malo es que quizás no fueran los únicos.

Habéis venido a buscar pelea al lugar equivocado—gritó uno de los ladrones mientras se acercaba a las aventureras con una espada corta en la mano.

¡No pueden salir de aquí!—gritó imitando al primer Merantia y con un tono igual de dessesperado el rufián que estaba frente a la goliath mientras lanzaba otra cuchillada.

Entran en escena los Merantias Rojo y Verde y los Rufianes Naranja y Turquesa. Que sepáis que los Power Ranger la última vez que lo vi tenían un chorro de colores no sólo los cinco.
Ignorad la segunda tirada de iniciativa del rufián naranja.
Dado que el Merantia Rojo ha sacado un 6 y tiene la misma destreza que Nekaua he tirado 1d2 para ver quien iba primero. Ha salido el Merantia Rojo
El Rufián Turquesa (que no el naranja) se mueve de O6 a N12 ataca a Nekaua y falla.
El Merantia Verde se mueve de N7 a M13
El Merantia Rojo se mueve de O7 a M12
El Rufián Amarillo ataca a Nekaua y falla.

Mapa del combate

- Tiradas (8)
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22/03/2019, 08:17
Nekaua

De nuevo superadas en número, y esta vez heridas. Podían seguir peleando hasta la muerte y llevarse a tantos como pudieran con ellas. Pero para qué, si ni siquiera sabían contra qué estaban luchando exactamente, o si tenía relación con el polvo de escorpión o se habían topado con algo diferente.

¡Corianne! gritó, gesticulando con el escudo hacia la puerta de la taberna. Lo que me has dicho antes. Es el momento. 

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25/03/2019, 08:17
Corianne

Corianne pateó el suelo con rabia a duras penas contenida.

—¡Bien! —dijo echando a correr a la salida—, ¡pero nada de heroísmos! ¡Como no salves tu pellejo azul pienso resucitarte para matarte otra vez yo misma!

Siento la brevedad del mensaje, pero no tengo mucho tiempo y la semana pinta peor que la anterior.

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26/03/2019, 20:36
Nekaua

Había prometido que iba a proteger a la humana, y desangrada en el suelo de una taberna no iba a ser capaz de hacerlo. En cuanto Corianne se puso en marcha, Nekaua se dispuso a seguir sus pasos. Como toda respuesta, la goliath gruñó y sacudió el escudo de un lado a otro para abrirse camino alrededor de los rufianes y los Merantia, retrocediendo a grandes zancadas hasta el centro de la taberna, tratando de mantener las mesas entre ella y la manía asesina.

¡Retirada! Dando un rodeo para evitar AdO, Nekaua llega hasta E8 (E9 si la casilla de la que parte cuenta como terreno difícil), si no me equivoco.

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04/04/2019, 19:56
Narrador

Corianne y Nekaua no tuvieron problemas en salir de la taberna sin más inconvenientes, eso claro, obviando el grupo de malhechores que corrían tras ellas. Entonces se inició una tensa persecución por las calles de Mena de Oro a empujones, empellones, gritos y voces. Alguna saeta voló por encima de las cabezas de la goliath y la pirata pero con tanto movimiento y gente, las posibilidades de acertar eran escasas.

Finalmente tras diez minutos de dura carrera, las dos aventureros consiguieron dar esquinazo a sus perseguidores escondiéndose en un callejón. De momento estaban a salvo.

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05/04/2019, 12:22
Corianne

Corianne se detuvo un momento a coger aliento. Apoyó la espalda contra la pared y se dejó caer hasta quedar de rodillas. 

Y entonces empezó a descoyuntarse de risa. 

Se acababa de dar cuenta de que estaba jadeando, de rodillas ¡con Nekaua!. La situación que la había llegado a ello distaba mucho de incluir sábanas húmedas y sexos en llamas. Pero eso era precisamente lo que lo hacía tan hilarante. 

Se agarró las costillas con las dos manos. Sentía un dolor punzante, fruto de haberse puesto a reír con la respiración tan agitada de tanto correr. ¡Pero no podía parar!

Se levantó y caminó a Nekaua con la mirada chispeante. Echó los brazos en torno al musculoso cuello de la goliath.

—Gracias por cubrirme las espaldas —le dijo a la goliath—, me has salvado la vida.

No era exactamente cierto. Ella misma había luchado como un diablo de las profundidades oceánicas, pero le venía bien como excusa. Se puso de puntillas y depositó un rápido beso en los labios de la goliath. Se separó de ella, pero sin soltar las manos de su cuello. Por si quería repetir...

Total, ella lo había hecho en sitios peores que un callejón oscuro, y con mucha peor compañía.

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05/04/2019, 20:49
Nekaua

Disgustada por la necesidad de huir, Nekaua saltó sobre los cadáveres, pateó sillas y volcó mesas, y salió corriendo tras Corianne. Ya en el exterior, tuvo que reducir el paso para no adelantar y perder de la vista a la pirata. La siguió por callejuelas tan estrechas que los edificios parecían a punto de caer los unos sobre los otros, apartando a empellones a los necios que no consideraban que una goliath a la carrera fuera suficiente aliciente como para apretarse contra los muros.

Los Merantia y sus secuaces las persiguieron con denuedo durante unos minutos, pero la desesperación que los había empujado a luchar con ellas no les daba el ímpetu que necesitaban para seguir el ritmo de las dos mujeres. Las perdieron de vista y, pronto, dejaron de escuchar sus gritos tras ellas. Habían sido derrotadas en combate, y debía aplicarse más duramente a su entrenamiento, pero al menos podían sentirse orgullosas de su habilidad para correr.

Cuando se detuvieron, Nekaua no tenía la menor idea de dónde se encontraban, en qué dirección se encontraban la taberna de la que habían huido, o cómo volver al punto de reunión.

Mientras Corianne recuperaba el resuello, la goliath examinaba sus heridas. Ninguna parecía profunda, y ya no sangraba, a pesar de haber tensado los músculos durante la carrera, lo que era una buena señal.

De tal modo estaba atareada, que casi dio un respingo cuando la mujer humana le rodeó el cuello con los brazos y le tocó los labios con los suyos.

No era ajena al contacto físico. Había practicado la lucha cuerpo a cuerpo, aunque siempre había sido torpe sin un arma en la mano, o sin su escudo. Sin embargo, lo que Corianne estaba haciendo no tenía que con tratar someterla por la fuerza en una competición de fuerza y habilidad. Era diferente. El toque de la pirata le producía al mismo tiempo ganas de rodearla a su vez con sus brazos, apretándola contra sí, y de apartarla de sí de un empujón.

Un calor tan incómodo como el propio abrazo subió a sus mejillas, que quedaron pintadas con un rubor violeta.

Ah… te la apañabas bien sin mi ayuda, respondió, evitando a propósito examinar con detenimiento las sensaciones que le producía tener a Corianne colgando del cuello. Deberíamos movernos, dijo, señalando la sealida del callejón, por si nos siguen buscando.

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05/04/2019, 22:18
Corianne

En lo que a Corianne respectaba, esperaba más el empujón que el hecho de que Nekaua la apretara contra si. Tomó el rubor en las mejillas de la goliath, y el hecho de que no la rechazara frontalmente como un auténtico triunfo. Lo interpretó como que lo más probable es que fuera la primera vez que se veía atraía por una mujer. Era algo natural para ella, habiendo nacido en un burdel, pero entendía cuán confuso podía ser para alguien con una infancia más... convencional.

Algo solitario asomó en los ojos de la pirata un latido de corazón antes de que deshiciera el abrazo y depositara la palma de la mano en la mejilla de la goliath. 

—Tienes razón, por supuesto —le respondió, desviando la mirada y dirigiéndose a la salida del callejón—. Sígueme y no te preocupes. Sé exactamente dónde estamos y cómo encontrar a los demás.

Corianne reprimió el deseo de bambolear sus caderas delante de la goliath para pavonearse delante de ella. Era consciente de que le había dado suficientes cosas en las que pensar para una noche.

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09/04/2019, 20:40
Nekaua

Nekaua conocía las montañas que se cernían sobre Mena de Oro, probablemente lo bastante como para orientarse por ellas y encontrar los pasos accesibles, a pesar de los años pasados desde la última vez que estuvo en la zona. Pero era la pirata quien había crecido allí abajo, en aquel laberinto fabricado no por la naturaleza, sino por hombres y mujeres.

De poco hubiera servido que Corianne bamboleara las caderas, porque Nekaua, una  vez en marcha, dirigió sus sentidos hacia la seguridad de su deambular; tenía la mirada puesta en otros lugares —y, a decir verdad, aunque la humana lo hubiera hecho, y Nekaua hubiese tenido la mirada puesta en ella, no hubiera entendido el motivo de esa extraña forma de caminar—. Observaba todos ellos al mismo tiempo o, al menos, eso parecía intentar, moviendo cabeza y ojos de un lado a otro. Observaba los callejones que podían albergar rufianes ocultos en las sombras, las puertas cerradas que podían abrirse en cualquier momento, los tejados de los que podían descolgarse asesinos como si fueran murciélagos, el rostro de cada persona que se cruzaban. Y escuchaba, aunque el murmullo de la ciudad, al que todavía no estaba acostumbrada, hacía difícil que prestara atención a nada.

¿Has sacado algo en claro de lo que ha pasado en la taberna? preguntó a la mujer, en voz baja. Has dicho que eran cultistas de Izar, pero entonces... ¿por qué se marchan de la ciudad?

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11/04/2019, 10:16
Corianne

Corianne caminó en silencio durante un buen rato. Justo cuando Nekaua pensaba que no iba a contestarle, lo hizo:

—Veiner aseguró que la droga no estaba aquí. Buscábamos un indicio de alguien que pudiera tenerla... o consumirla.

Dejó un momento para que Nekaua uniera los puntos.

—He vivido toda mi vida rodeada de asesinos, criminales y ladrones. Son todos unos cobardes, tienen miedo, y son inteligentes. Estos, en cambio, tenían unas ganas terribles de tener un sable en las tripas. Puede ser fanatismo religioso, pero... —miró a Nekaua a los ojos, hacia arriba—, ¿cómo explicar entonces la actitud errática del Merantia que nos entrevistó? Estaba como ido, desesperado. Yo creo que iban todos puestos de Polvo hasta las cejas, o que estaban con el mono. Y que se van de la ciudad a donde sea que está realmente la droga.

Volvió a mirar hacia delante.

—No sé qué piensas tú. A mi me parece una pista prometedora, a falta de que los demás nos digan si han encontrado algo mejor. Una lástima que no pudiéramos llevarnos a ese infeliz para echarle un cubo de agua encima y hacerle un par de preguntas más.

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11/04/2019, 21:45
Nekaua

Sin dejar de pasear la mirada por los alrededores, Nekaua escuchó a Corianne y caviló sobre sus palabras. La descripción que había hecho de los criminales no era muy diferente de la que ella hubiera hecho de los miembros de la tribu. Con una diferencia fundamental, raramente eran inteligentes. Aunque a menudo demostraban una astucia instintiva, atávica.

¿Pero todos? lanzó la pregunta al aire, escéptica. Todos esos hombres había estado dispuestos a entregar sus vidas para acabar con ellas. La abstinencia conducía a la desesperación, y sus acciones eran indudablemente las de hombres desesperados, pero cuál era la probabilidad de que toda la banda estuviera sufriendo lo mismo. La idea del culto a le parecía, preocupantemente, más probable. Lo cual no descartaba que pudiera haber una relación con la desaparición del polvo de escorpión.

Todavía es todo muy extraño para mí, dijo, sacudiendo la cabeza. No sé qué pensar. Pero tengo claro que esos hombres tenían miedo... ¿Tú sabes algo de Izar?

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12/04/2019, 09:26
Corianne

Corianne pensó sobre ello.

—Quizá no la hayan tomado por voluntad propia, sino que se la hayan escamoteado en la bebida o forme parte de algún ritual. ¿Qué mejor manera de encadenar a alguien que hacerle adicto a algo y después quitárselo? 

»Tal vez lo sospeches, pero tuve la formación de una sacerdotisa de Betria —sonrió la pirata, guiñando un ojo en contestación a la segunda pregunta de Nekaua. Avinagró su expresión cuando empezó a hablar de Izar:—. Ella es la diosa de la muerte y de la oscuridad. Sus adoradores son de la peor calaña: desde nigromantes a asesinos y ladrones. Se supone que deben extender su don, y su don es la muerte. Creo que eso de que Izar haya marcado Mena de Oro sólo puede significar que quiere matar a todos.

Hizo un gesto apotropaico.

—Dudo que tengan poder para hacerlo. Creo que son los delirios de un maníaco.  Y de todas formas: una cosa es matar por una deidad, si te concede algo a cambio. Cualquier idiota puede blandir una espada y matar a alguien. ¿Pero morir por algo en lo que crees? Eso es una cosa completamente distinta, y eso es lo que nos hemos encontrado hoy. Por eso pensaba que podía haber algo más que un simple lavado de cerebro. 

Se encogió de hombros.

—Vale, no es una explicación perfecta. Pero es un hilo del que podemos seguir tirando si los demás no consiguen nada mejor.

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15/04/2019, 23:34
Nekaua

Nekaua sabía que la muerte era inevitable, y que incluso entregarse a ella para un buen fin podía ser encomiable. Adorar a la muerte, sin embargo, le parecía enfermizo, propio de locos dañinos. Quien rendía pleitesía a la muerte y no se quitaba la vida, sin duda buscaba la muerte de otros.

La oscuridad, por otro lado, era el enemigo natural de los goliath. Cada clan adiestraba al menos a un Cantor Sereno para que los guardara y protegiera cuando el sol se ocultaba en las tierras bajas y todos los demás descansaban. Alguien de valor excepcional, capaz de enfrentarse a los miedos que le acechaban en la noche.

Sabía que Izar era una diosa desagradable, dijo, pero no hasta qué punto.

De Betria, por otro lado, no recordaba haber escuchado mención, ni en la granja ni en su clan, ni entre los miembros de la Tribu. Tenía curiosidad por conocer la clase de diosa que adoraba Corianne, una diosa que permitía una sacerdotisa tan terrenal, pero no era aún el momento de satisfacerla.

Que los fieles de una diosa maligna tengan planes en una ciudad, sean los que sean, replicó, me parece una buena razón para marcharse de ella.

No había forma de dilucidar si Corianne estaba en lo cierto o si, como le decía su intuición, los Merantia estaban aterrorizados, pero el siguiente paso que debían dar era, para Nekaua, el mismo.

Si no han encontrado algo más claro, cuando nos reunamos con los demás y recuperemos las fuerzas deberíamos volver a la taberna. Aunque no espero que encontremos a nadie allí. A nadie vivo, rectificó.

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15/04/2019, 23:37
Corianne

Corianne se encogió de hombros.

—Entonces vaciaremos la licorería. Me sigue pareciendo un buen plan. 

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21/05/2019, 20:14
Narrador

Finalmente, dando más de un rodeo y pasando por más callejones de los necesarios, Corianne y Nekaua consiguieron llegar a El Oso y el Cazador sin más sobresalto y sin encontrarse con ninguno de sus perseguidores. De momento parecía que estaban a salvo pero, ¿por cuánto tiempo?

Corianne y Nekaua continúan aquí.