Partida Rol por web

Polvo de Escorpión

2. Un alto forzoso

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10/04/2018, 12:04
Nekaua

Es mi hermana, dijo por segunda vez. Una afirmación que sintetizaba trece años de relación con quien no solo había sido una de las personas más importantes de su vida, una de las más queridas, sino su propia sangre y piedra. Los lazos entre los humanos eran diferentes; sus comunidades eran más grandes, y muchos abandonaban sus familias y hogares para buscar su fortuna en otros lugares. Pero la familia era tan importante para ellos como para los suyos; había vivido bastante tiempo entre ellos como para saberlo.

Lo que el mago había encontrado entre las posesiones de los caídos era suficiente prueba

Tienes razón, replicó a Corianne. Balaka la mataría si tenía ocasión. La furia ya no ardía en su mirada, pero seguía brillando tras los ojos de su hermana. Su propio hermano la había traicionado, le había arrebatado su modo de vida. Y estaba atrapada, pues encontrándose en inferioridad de fuerzas, la rebeldía solo la conduciría a la muerte, y quizás la muerte de sus hijos, y el fin de cualquier aspiración de venganza o de recuperar la autonomía de su clan. Así que se había visto relegada al rol de líder de una partida de guerra, devorando los vestigios de su orgullo tras cada asalto.

Si su hermano la había traicionado, por qué no iba a hacer lo mismo su hermana, que ahora andaba con los humanos y portaba el símbolo de un dios ajeno. Nekaua, que había desaparecido y había provocado que Balaka no estuviera allí cuando su mundo se vino abajo.

Pero es mi hermana, repitió. La conocí, antes de que ocurriera lo que nos ha relatado, y era digna de admiración. La quiero, viva, y quiero darle la oportunidad de recuperar su orgullo.

Y a pesar de ello, sabía que podía matarla, del mismo modo que podría amputarse una pierna si fuera necesario. El dolor, empero, sería mucho mayor.

En el pueblo debería haber algún lugar donde retenerla, comenzó la explicación. Doña Clavilda, la mujer que me acogió, vive a una jornada de Bastión Celeste. Quiero enviarle un mensajero con una carta, contarle lo que ha pasado para que venga a hablar con Balaka.

Aunque no tenía derecho a pedirle nada más a la buena mujer, no sabía de nadie más que pudiera intentar razonar con su hermana. Por desgracia, Balaka no era Nekaua cuando la había visto por última vez, y en aquel momento, ni siquiera era la goliath que había conocido.

La llevaría yo misma hasta la granja, pero me comprometí a buscar el polvo de escorpión con vosotros.

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10/04/2018, 12:12
Corianne

Daha se equivocaba en la mayor parte de las cosas que pensaba sobre Corianne. Lo que era natural, teniendo en cuenta que estaba contaminando lo que la pirata había dicho con sus prejuicios.  Corianne también los tenía, aunque no trataba de esconderlos bajo una fachada de beatífica superioridad moral.

Lo cierto es que nunca se había quejado de la injusticia de una ley como aquella, ni se sentía sofocada u oprimida bajo su yugo. Más al contrario, consideraba natural que el estado quisiera matar a los bandidos y a los piratas como ella. Sabía qué podía empujar a un santurrón de Alcor a promulgar una ley que mataba a la gente en vez de tratar de redimirlos y reintegrarlos en la sociedad. Porque Corianne sabía que toda persona tenía un lado oscuro. El caudillo de Kurnah era una persona, como Daha o como ella. Que la sacerdotisa se creyera por encima de esa oscuridad intrínseca al ser humano la convertía en el monstruo más peligroso de todos: uno que no sabe que lo es. 

Observó como Daha no respondía, y aguantó con dignidad el gesto de condescendencia que le dedicó. No respondió, ni le pegó una patada en el trasero por muchas ganas que tuviera de hacerlo. El tiempo daría cumplida réplica a la ingenuidad de la semielfa.

En cambio asintió en dirección a la goliath cuando dio su explicación.

—Comprendo —dijo, con cierto énfasis en el tono de voz.

Comprendía, realmente, aunque no compartiera el modo de pensar. Tal y como había intuido, no iba a entregarla a las autoridades, exactamente. Aquello hubiera sido estúpido si se preocupaba de la vida de su hermana. En cambio, quería que aquella doña Clavilda hablara con ella. Parecía lógico pensar que Nekaua tenía las esperanzas de que aquella mujer hiciera a Balaka recapacitar, tal vez como había logrado que hiciera ella misma.

—¿Quién es esa doña Clavilda? —le preguntó a la goliath—. ¿Una sacerdotisa?

Tras escuchar la contestación de Nekaua, palmeó el hombro de Iskal y le dijo:

—Es una forma de hablar, amigo mío, no te lo tomes como algo personal.

Y por último alzó la cabeza en dirección a Petrick y al Panocha y sonrió.

—Yo me apunto a esas cervezas. ¿Nos vamos?

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10/04/2018, 13:02
Nekaua

Es paladina del Martillo Tronante, respondió. Sin darse cuenta, dirigió la mirada hacia el este. Fue soldado, y después aventurera. Ahora, ella y su esposo tienen una granja.

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10/04/2018, 15:02
Daha Phiatabel

- Beltegueuse… - Pronunció Daha al escuchar el sobrenombre del dios al que doña Clavilda servía. – Quizás sea buena idea. – Susurró la sacerdotisa.

Aquel dios defendía el bien y los actos que acababa de protagonizar Balaka sin duda alguna no iban encaminados en esa dirección. Las reglas tribales muchas veces hacían que los miembros de los clanes salvajes contradijeran a sus propios dioses sin saberlo. Tradiciones ancestrales que a ojos de cualquier persona de bien serían actos terribles, estaban admitidos por el mero hecho de que siempre habían sido así y por la creencia de que eran los propios dioses los que los orquestaban.

- Si alguien puede redimir el alma de tu hermana, esa sin duda puede ser la persona de quien hablas. – Dijo la semielfa. – Nunca he conocido a nadie más recto que un paladín. Esas personas están rodeadas de un aura divina que invita a todo aquel que le rodea a respetarles y a comportarse con ellos de una manera casi servicial. – Daha se paró unos momentos a pensar llevándose la mano a la boca. – Es buena idea la del mensajero. Sin duda la paladina se personará en Bastión Celeste si recibe una petición como ésta. ¿Crees que podemos fiarnos de ella hasta llegar a Bastión Celeste o tenemos que vigilarla día y noche?

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10/04/2018, 18:01
Iskal

—Por supuesto que sí—respondió Iskal dejando de mirar su propia cola y dándole dos golpecito con ella a Corianne en el brazo como quien pica a alguien dos veces con el dedo—. Hiere mis delicados sentimientos masculinos. O felinos... ¡Todos ellos!

Se rió entre dientes e hizo un gesto de restarle importancia a algo con la mano.

—Vale. Ya paro con el teatro—abandonó el tono de jocosidad por uno algo más serio para volver a dirigirse a Nekaua—. Bueno, para Bastión Celeste vamos de todos modos así que no es como si resultara incompatible. Envía esa carta a ver qué te responde. Pero pongámonos en marcha o se nos pasará el día aquí.

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13/04/2018, 12:56
Nekaua

No soltaré la cuerda hasta que lleguemos, aseguró a Daha. Un extremo de la cuerda sujetaba los codos y muñecas de Balaka a su espalda. Otro estaba enrollado alrededor del codo de Nekaua.

A la hermana que había conocido le hubiera confiado su vida. Lo había hecho en más de una ocasión. A la goliath en la que se había convertido durante su ausencia, solo podía confiarle esperanza.

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14/04/2018, 15:05
Narrador

El destino de Balaka estaba decidido después de haber llegado a un consenso. Con el mayor impedimento para continuar el viaje salvado, los aventureros comenzaron a empacar el botín encontrado en el carro. Petrick por su parte no tardó en localizar a su caballo invocado. Poco después el viaje se reanudaba

El grupo continúa aquí.