Partida Rol por web

A medida que os vais subiendo en las naves de transporte observáis la diversidad de todas las razas que suben a bordo, todas con el mismo destino: la luna selvática de Dxun.

El transporte en cuestión a pesar de ser enorme con capacidad para miles de personas se estaba llenando preocupantemente de todo tipo de razas grandes y pequeñas, acomodarlas a todas era un dolor, sobre todo tras cada escala. los ánimos de los pasajeros se iban caldeando con cada parada.

Algunos pasaban el tiempo jugando se unos créditos al paazak, otros trataban de conocer a los que serian sus compañeros y otros mas preocupados por la falta de espacio marcaban territorio dentro de la nave y amenazaban con golpear violentamente a aquellos que se les ocurría transigir la linea.

              - ¡Buen día camaradas!    Me llamo Meave y tal vez colaboraermos juntos por un tiempo, así que será mejor que llevemos la fiesta en paz! -      Propone la Twi Lek a los prospectos que tiene a su alrededor, tratando de reconocer posibles buenos aliados dentro del lugar mientras que si le es posible hace algún calentamiento físico, juega algún juego con créditos que carga y tarta de conseguir información valiosa de su destino 

En el transporte durante el viaje comenzaste hablando con los que tenias a tu lado, intercambiando historias y jugando al pazaak apostando poco y perdiendo poco, había gente muy variopinta yt podías ver a gente de todos los estratos sociales, refugiados, mercenarios, exclavos fugados de mirada huidiza y temiendo hasta de su sombra, también había gente que fumaba indiferente al malestar a su alrededor y si alguien se atrevía a decirle algo le apagaba el cigarro en el ojo.

todo estaba en relativa calma hasta que alguien grito:

-¡tiene una bombaaaaaaaaa!-el grito silenció la nave que se reanudo al momento de ver al gato tuerto con un Explosivo activado en la mano.

La gente en un estallido de pánico, corre a los extremos de la nave abalanzandose unos sobre otros tratando de situarse lo mas lejos del terrorista y usando tantos escudos "humanos" como fuese posible.

          - Por favor señores, si nos organizamos tendremos la gran mayoría oportunidad de zafarnos de la explosión! -    Dice la Twi Lek con voz alta.  Si tiene tiempo y espacio Meave Katan saca de entre sus cosas la lanza Mandaloriana para abrirse espacio con ella para salir de entre la muchedumbre para tratar de escapar de la posible explosión, si no trata e hacerlo con el blaster, sin disparo alguno

en medio del caos, el gungan es pisoteado y dejado inconsciente, el Itkotchi y la hermosa Twi'Lek no salierón mejor parados, aunque conservaban la consciencia sangraban por varias heridas, El humano corpulento al tener la cabeza en las nubes no se dio cuenta hasta que fue demasiado tarde y ahora estaba en el suelo luchando por respirar con 4 aliens encima de el.

el "humano de ojos blancos" rechazaba furiosamente y sin un apice de piedad a todos aquellos que osaban acercarse lo suficiente, lanzando puñetazos a la garganta, golpeando partes sensibles o pinchando cuencas oculares.

al otro lado del caos se encontraba el causante de todo ello que miraba con una mezcla de sorpresa, diversión y preocupación.

.        - !Basta señores!   !Disciplina por favor!    O alguien más se le quiere unir? -.   Dice con voz alta Meave molesta mientras que se descubre, toma su arma, le apunta al pie al tipo que ocasionó la estampida y se rie estúpidamente

Mientras observo el alboroto ...beep.. que se ha generado en apenas unos instantes ..beep. recojo el detonador y tras la comprobación de que funciona de manera correcta lo desactivo .piuuu... Al ir a incorporarme, para aprovechar la amplitud de espacio que hay en estos momentos, detecto una sutil desaceleración del transporte y como parece situarse en una orbita estable alrededor de algún planeta... presumiblemente Dxun. "Bueno, parece que hemos llegado a nuestro destino", comento mientras estiro mi engarrotada espalda, erizandose cada pelo de la misma, "se me ha hecho más corto de lo que pensaba". Doy un par de pasos y observo a un alienígena (gungan) poco agraciado por la genética de su especie en el suelo, visiblemente magullado e inconsciente... "¿Eso de su cara es una huella de bota?", pienso mientras me agacho para comprobar su estado, momento en el que percibo su fuerte olor y decido que sea otro el que le asista... "¡Puaj, ni que hubiera salido de las entrañas de un Norlac".

Después de un alarido al final del pasillo siento un dolor en la boca. Un codazo en toda la mandíbula me hace perder el equilibrio. No entiendo muy bien que pasa hasta que consigo ponerme en pie y veo a la gente corriendo en dirección contraria a... Otro golpe me tira contra una columna esta vez. Es imposible que tenga tan mala suerte, me digo, pero así es.

Todo se había descontrolado y me llevé unos cuantos golpes y contusiones y varios cortes por culpa de la marabunta de gente que huía cobardemente del Togariano. El pobre Jar Jar se había llevado la peor parte, puesto que se había quedado inconsciente. 

El Togariano había desactivado el detonador para cuando había llegado y estaba estirandose a medida que la nave se aproximaba a Dxun:-Veo que se desenvuelve bien en combate, señor...-digo mientras espero una respuesta de parte del arkaniano. 

Mientras trazaba un perímitro a base de codazos y rodillazos en su rincón oigo una voz por el fondo. Era un ikochi... itochi... ¿iktotchi?, bueno, da igual, uno de esos tipos cornudos. Recordaba haberle visto en el otro extremo, ahora, bastante más cerca tras ser arrastrado por la marabunta de aspirantes a soldados. Parecía sangrar por un golpe en la cabeza y... - ¡Eh! Sin empujar, respeten el espacio vital de un docto médico que dedica su vida al bienestar, - acompaño las palabras apartando de un rodillazo a uno y apagando el cigarro encendido el el primer centímetro de piel visible de otro, rugiendo y mascullando maldiciones en arkaniano e intentando mantener mi espacio...

   Cuando se calme un poco la estampida, contesto (si tal cosa es posible, lo de remitir la estampida, no el contestar)

   - Gracias, Morbis, de traumatología y esas mierdas, ya sabés, soldar huesos, cauterizar con fuego heridas, serrar apéndices para salvar heridos graves... matasanos de campo. - Tras estás palabras me palpo el pecho y pongo mala cara. - ¡Mierda!, ¡Oh no! ¡Creo que se me han roto dos! -

   Mientras sostengo un extintor que he arrancado de la pared a modo de lanzallamas apuntando a la turba (por si acaso) con cuidado me meto la otra mano en el interior de la camisa y me palpo, encuentro lo que busco y con un gémido saco la mano temblorosa y la examino con el rabillo del ojo.

   Mis temores se confirman al mirar el paquete de tabaco, no dos sino tres cigarrillos se habían partido en la refriega mientras trataba de manternerse en el sitio. Al menos la petaca es metálica y sólo estará algo abollada. Vuelvo a guardar el paquete y agarro el extintor con las dos manos, dispuesto a usarlo también como porra si hiciera falta. - En este desastre tendrán algo parecido a tripulación, seguridad o algo así, a ver si aparece alguien con galones y medallitas y calma a esta gente - murmuro para mí.

Un pitido enmascara cualquier sonido del exterior. No oigo a la gente gritar ni los golpes pero con mi nublada vista veo que el caos en el pasillo continua...

Caigo redondo al suelo y me cubro la cabeza lo mejor que puedo. Todo se desvanece mientras oigo mis latidos como un tambor lejano.

Solo alcanzo a susurrar un par de palabras antes de perder el conocimiento.

-Le...ón... joputa

Al ver que el peligro ya había pasado, la gente consciente de los que habían caído empezaban a hacer sitio a los demás pero solo los mas valientes/cabreados se acercaban al Gatete cabroncete. (incluso una llegó a disparar sin mucho tino)

La situación era muy caótica, por un lado estaba la gente que había aguantado de pie y se estaba despegando, otros con heridas leves, por otro lado estaban los menos afortunados, gente aplastada o en condición critica.

Y en medio de todo ese caos no había nadie que impusiera el orden que se necesitaba.

de pronto sonó el altavoz con una voz mecánica aterciopelada que silencia toda la nave

-señores pasajeros, les habla el droide de protocolo BO-TBOS, el piloto les informa de que en breves momentos aterrizaremos en espacio puerto de Dxun, esperemos que hallan disfrutado su viaje y que no duden en volver a solicitar nuestros servicios en un futuro próximo, recuerden pasar por la zona de carga para recoger sus enseres y equipamiento, recomendamos que para evitar colas prolongadas vayan con su holodisco de embarque en la mano, gracias y que disfruten de su visita.-beep 

Cuando se calmó la histeria colectiva y dejaron de intentar aplastarme contra la pared eché un vistazo a mi alrededor. Gente tirada por todos los lados, algunos amontonados unos encima de otros en una parodia de esos partidos que jugaban los salvajes de un planeta que visité, algo que sonaba gurby o rugbi o similar.

   Al fondo, me pareció ver a una figura aplastada y ahogándose bajo un montón de bichos peludos, aliens o gente que no se depilaba en mucho tiempo. Me dispuse a abrirme paso entre la multitud, ahora que se recuperaban del susto y algunos se acercaban a agradecer la gracia al felino ese.

   - Pasoo... a ver tú, saca tu ojo de mi codo... permiso - apartando sin ningún tipo de sutileza a la gente mientras pedía "por favor" a la vez que lo apartaba bruscamente.

   Una vez allí ayude a levantarse delicadamente a los que estaban asfixiando al de fondo a base de coscorrones, patadas y empujones a la vez que les exhortaba a cooperar y hacer sitió. - A ver, merluzos, - (si hay aliens tipo pez como aqualih o calamari cambio merluzos por cretinos), - ¿no véis que estáis aplastando a un compañero? ¡Venga arriba, que sois aspirantes a soldados!

Escucho el aviso por los altavoces mientras me percato de que parece que hay un médico en el pasillo, o al menos eso dice. Quién lo diría, viendo como atiende al personal que se le cruza, con una actitud más propia de un portero de discoteca de Nar-Shadda. "¿Quizá pueda hacer algo por este bicho?", me pregunto mientras echo una mirada piadosa al gungan. Haciendo de tripas corazón me agacho y agarrándole del tobillo lo voy arrastrando en dirección al médico. En el trayecto algunos parecen decididos a increparme con cierta actitud vagamente hostil. No tengo momento para chacharas y reproches inútiles, así que empleo una frase que usaba un viejo mercader estreñido cuando quería quitarse de encima un cliente molesto... "Mi no entendel, mi no entendel", y me planto frente al tipo que está rebuscando entre una pila de cuerpos. "Oye, bicho no tener sentido... bicho oler a muerto".

La situación se normalizó en cuanto el droide de protocolo habló y dijo que ya habíamos llegado a Dxun. El togariano había llevado a Jar Jar hasta donde estaba Morbis, que a su vez intentaba rescatar al humano con casco que había visto antes, pero estaba enterrado bajo un montón de gente. 

A pesar de mis heridas me acerqué y empecé a ayudarle a desenterrar a ese hombre. 

Tras la "colaboración" para levantarse de los que estaban encima del humano procedo a pincharle con un alfiler en un brazo para asegurarme de que no fingía y estaba inconsciente. Después de verificarlo, me puse a la labor de reanimarlo, mientras murmuraba... - Veamos... un par de golpes con la palma de la mano en la caja toracica para reanimar... - a la vez que realizaba el masaje, quizás de una forma algo brusca, para devolver la consciencia. 

   (En el caso de que se reanimará Dharen) Luego me volví hacia los dos bichos que tenía detrás, el felino y el runjan, gumban, ¿o era gungan?, bueno el alien del suelo.

   - Veamos que tenemos aquí - miro con una lupa... - mmm, no, ese ojo esta muy mal... igual hay que amputar y sustituir por uno de cristal - dirigiéndome a Grophar y señalando con un bisturí a su ojo derecho - pero no corre prisa, pase por el quirófano luego ahí abajo. Supongo que abajo tendrán anestesia o al menos correas de cuero.

   Le doy un par de suaves pataditas al gungan. - Sí, está inconsciente, - olfateo - igual tiene alguna infección y la multitud que le ha pasado por encima ha sido ya demasiado... veamos si puedo hacer algo.

   Veamos... donde tienen el corazón estos bichos... - Intento reanimar al gungan.

   Tras terminar... - este runjan o como se llame, deberá pasar por una ducha de desintoxicación, que lo rocíen con jabón hasta por dentro de las orejas.

-¿...Eres...Di...os...? Eres... tremendamente... feo para ser Dios... digo de manera entrecortada y con un zumbido en la cabeza todavía insoportable.

La gente no corre y parece que todo el mundo está sentado para aterrizar... Intento incorporarme pero la nave hace un trombo y gira 360 grados.

-¿Quien conduce este trasto... ?

Pronto me doy cuenta que el trombo solo lo ha dado mi cabeza...

Mejor me quedo mirando al techo que esta nuevecito recién pintado... ¡Su puñetera madre qué mareo...!

         - ¡Será mejor que todos nos calmemos damas y caballeros, y sigamos las indicaciones para estar listos para el desembarque! -         Propone con voz baja pero clara Meave a quienes estén cerca de ella antes de quitarse de encima con buenas maneras a quien le estorbe para poder pasar por la zona de carga para recoger sus enseres y equipamiento con su holo-disco de embarque en la mano, esperando evitar colas prolongadas, pero cuando reconoce de camino a un doctor sabe la importancia de comenzar a tener ese tipo de conocidos allí, de manera que se acerca de vuelta hacia donde esta él y le sonríe n momento sin detenerse del todo, esperando que le responda con un saludo para presentarse:

         - ¡Buen día doctor!    Veo que esta muy ocupado con cosas mas urgentes como para revisar un pequeño golpe que recibí hace unos minutos

-¡eres escoria!

-¡Mirad! ahora esta usando al Gungan como escudo

-¡no tienes vergüenza ni la has conocido.!

-¡me acordare de esto gatito, te vas a arrepentir!

Grophar, que había optado por hacerse el gungan tarado avanzaba con el gungan inconsciente ignorando completamente las amenazas y los constantes insultos especialmente dirigidos hacia su persona, su familia y todo su clan. Era como una competición cada vez mas creativa de decir lo mismo pero con otras palabras.

El Itkotchi y el humano sin pupilas, ayudan al humano que pese a sus esfuerzos por respirar cae inconsciente, el médico saca un medpak y tras asegurarse de que esta completamente k.o le da un tratamiento completamente gratuito y desinteresado por su parte que hace que recupere la conciencia, el gungan por otro lado no da señales de despertar. Sin embargo ambos están en un estado en el que son incapaces de caminar por si mismos.

muy al fondo del transporte, se encontraba la maltratada Twi'lek cuyas palabras de auxilio no llegaban al Doctor extraño, sin embargo se las apaño para conseguir ayuda antes de caer inconsciente.

Mientras tanto se abren las exclusas y la gente va saliendo con mas o menos prisa.

Fuera hay una escolta que tras coger vuestras cosas de la bodega os guía hasta el final del espacio-puerto donde la gente hacía cola para ser atendido en las mesas de reclutamiento, cola que avanzaba sorpresivamente rápida, algo que hacia que el humor de la gente antes sombrío por las condiciones de la travesía charlara animadamente y se formaran pequeñas asociaciones.

cuando estabais a la altura de las mesas, sois testigos de como un crucero de lineas muy finas y elegantes aterriza en la plataforma que linda a vuestro transporte y como una patrulla sale a recibir a tan ilustre visitante.

Cuando por fin logro abrir os ojos, siento que estoy en otra galaxia, veo muy borroso y no entiendo que está pasando.

Trato de ponerme de pie, pero al recordar por que estaba en el suelo, me asusto y miro a mi alrededor cubriéndome la cara, para ver que ninguna otra avalancha me mande al suelo. Veo que todo el mundo está tranquilo y miro hacia arriba.

Tu eres el arkaniano con pinta de pocos amigos. Tu me ayudaste? Gracias. Al ver al togariano tan cerca, me asusto y me alejo sentado. Al no ver ningún tipo de intensión hostil de su parte, me incorporo con dificultad pues me duele todo y no se si tengo todas mis partes pegadas al cuerpo. Al estar de pie, me apoyo en una pared para no caerme de nuevo y recuperar la cordura.

En cuanto puedo caminar, doy nuevamente las gracias: Gracias amigo. Le digo al arkaniano y el togariano lo miro con cara de pocos amigos, aunque como se ve mas grande, lo dejo pasar.

Me dirijo hacia la zona de carga para ir por mi compañero fiel pues todo el viaje, o lo que estuve despierto, estaba preocupado por él. Al llegar a carga, busco donde estaba acomodado y lo saludo enérgicamente, abriendo su jaula para acariciarlo y abrazarlo.

Espero hayas tenido mejor viaje que el mío, amigo mio. Y camino junto con él hacia la salida, me percato del crucero y me paro a observar.