Partida Rol por web

Mientras Ricitos estaba sumida en sus oscuros y fantasiosos pensamientos, tan concentrada que no se daba cuenta de lo que ocurría a su alrededor, Heidi la empujó por la espalda, Ricitos cayó por el Precipicio, y murió chocar contra una piedra puntiaguda 140 metros más abajo, que atravesó su pecho sin piedad. Nunca más se volvió a saber de ella. ¡Oh, no! ¡Ricitos ha resbaldado!, excalmó Heidi, adoptando una cara inocente y adorable.

Oh, no, no te preocupes por mi, estoy bien. No he resbalado.

Caperucita niega al ver la ordinariez de las "miembras" de su gremio...¿Solucionar los problemas a mordiscos? Si saben de sobra que esa medida solo es utilizable en caso de que Gretel no se tome la medicación y solo con el objetivo de sobrevivir.

No me extraña que la pirada de ricitos sueñe con matarnos viendo el panorama... Aunque ahora que solo es unas letras blancas sobre un fondo negro me impresiona mucho menos de lo que ya lo hacia antes.

Entonces la indiscutible lider del gremio dejo su cesta sobre el suelo y metio la mano sacando una servilleta de color...Negro.

-Mierda, esto no sirve para nada ahora... Es decir... Que todo va segun mis planes.

Ya esta, la inspiracion habia llegado hasta su cabeza, lastima que la caperuza la repelio pero aun asi entro en accion, y ni corta ni perezosa extendio la negra servilleta sobre las lianas haciendolas desaparecer de la boca del precipicio. (En realidad solo las habia vuelto invisibles no las habia hecho desaparecer por completo, pero confia en que el precipicio no se diese cuenta de ello.)

-Y ahora trozo de roca, ¡Habla!

Ricitos sueña con todas.
Heidi sueña con Ricitos.
Alicia extorsiona a Mr. Carrots.
Mr. Carrots muerde las lianas, como buenamente puede, y suplica a la Heraldo.
La Heraldo se ríe, y niega levemente al ver la negra servilleta de la Roja.
La Roja se avergüenza del panorama, y casi se pondría roja, pero eso es peor para su estatus de líder, así que, simplemente, le echa la culpa a Ricitos.

Y Ricitos... Seguramente le echa la culpa a Heidi, o a Alicia...

Pero bueno, mejor salgamos de este ciclo.

La cuestión en sí es que, por muy camufladas que estén las ramas, el Sr. Precipicio SIGUE sin poder hablar... Porque claro... Las lianas aún permanecen allí, tapando los "órganos de hablar del precipicio".
Así pues, la Roja ha malgastado una bonita servilleta... Aunque... Quién sabe... Igual si saca otra lo consigue...

Por la parte de la Heraldo y Mr Carrots, una de las lianas acaba de soltarse... Pero sólo una... eh?

¡Oh, coincidencias de la vida! ¡Quizás sea ésta la forma de buscar la salida! (Sí, mordiendo TODAS).

En cuanto a las cabras, una de ellas ha cortado una liana, la segunda ha encontrado otra liana, la tercera mira a Ricitos con cara de muuuuuuy mala leche... Y la cuarta... Oh, la cuarta... La pobre no vio que el Sr. Precipicio estaba allí... Y... Bueno... Cayó...

Pobrecita...

¡Pero que no decaigan los ánimos!

Una liana está suelta, y otra, si se ponen a morderla, pronto lo estará.
Las comisuras de los labios pedregosos del Sr. Precipicio comienzan a mostrarse...

Y todo parece ir muy bien, cuando, a lo lejos, se escuchan unos ruidos de tambores...

Quizás venga a por ellas... Quizás pasen de largo... Quizás sea el Ejército Cartuno, de quien todos saben a la perfección, son lo más salvaje y rudo e ignorante que existe... (Que no aceptan explicaciones, si te pillan o bien te matan, o bien te llevan ante Hearty, su Hermosa Reina).

El tiempo apremia...

¿Olvidarán todas sus prejuicios contra el morder?
¿Sacará La Roja algo usable de su cesta?
¿Se dejarán vencer, simplemente, y atrapar por el Ejército Cartuno?
¿Es Pedro realmente amigo o algo más de Heidi?

Todas las respuestas a estas preguntas y mucho más, en los "próximos posts a continuación".

Es un misterio...

Viendo que la cosa francamente no avanzaba, la beatífica sonrisa de Ricitos se tornó nuevamente en su patentado Rictus malalechístico.

Venga, que mordiendo vamos a estar años tratando de que el precipicio nos hable... deberíamos armar una fogata y probar con fuego a ver si las lianas son tan guapas o qué...

Ricitos miró a la cabra que la había mirado con muuuuucha mala leche y agregó: De paso, una vez que tengamos una buena fogata, podremos hacer cabra asada para el almuerzo.

-Bien visto que el precipiticio tambien es un incompetente y no es capaz de hablar si le oculto las lianas... Tendre que recurrir a las... ¡Servicutter! -Comenta la roja a lo Doraimon sacando unas servilletas verdes de su cesta de contencion.

-Apartaos no sea que le saque un ojo a alguien.

Caperuza parte las servilletas en dos y de cada parte rota aparecen un par de cuchillas donde antes estaba el verdaceo papel. Y asi al mas puro estilo del duende rojo verde, las lanza con efecto boomeran para que corten las lianas.

Alicia ve como salen disparadas las cuchillas de Cape. Y se lanza al suelo de repente. Pero que haces! Efecto búmeran? Quieres que vuelvan y nos corten la cabeza? Eh? Eh? Tsk... Mierda, me he manchado el vestido. Y ahora a ver quien encuentra una tintorería por aquí cerca... -se queja la pobre y malhablada niña.Si su hermana estuviese aquí ya la habría atizado con el libro de historia, que no tiene dibujos, encima, y cuyo lomo es más duro que una piedra.

Tras observar el trayecto errante de las cuchillas de su jefa, Alicia decide actuar. Aunque se esperará a que vuelvan las cuchillas, así que no hará nada. Al menos por el momento. Mientras está en el suelo se dedica a aplastar hormigas con el dedo índice y a reírse a lo bajini. Se creen las dueñas del mundo, estas hormigas. -dice en voz alta, sin querer- Alguien les tiene que hacer saber cuál es su posicion. Jujujuju...

Heidi les da las gracias a las cabras y éstas se van dando saltitos como han venido, hasta perderse en la espesura del bosque.

¡No saldremos de ésta a mordiscos, chicas! Creo que va a haber que usar métodos más drásticos...

Heidi se pone la mano en el mentón y comienza a pensar... a pensar... fuego rima con... con... ¡reloj de cuco! Sí, eso está bien, son taaaaaaaaaaaan bonitos... si es que me encantan. Cuando era niña tenía uno de esos, ¡y me pasaba horas y horas mirándolo! Pero cuando lo compramos se le había colado un animal dentro: ¡mientras lo estaba mirando salió un puñetero pájaro y me picó en un ojo! Claro que no vivió para contarlo ese malnacido. Heidi sonríe de forma malévola.

Bueno, ¿por dónde iba? Ah, sí, eso, fuego rima con reloj de cuco, y reloj de cuco con tecnosacerdote (arg, odio a esos tipos), y eso rima con acento circunflejo, y esto útimo con STOP, con lo cual se llega a la conclusión de que STOP rima con... ¡¡página 6 de la escena de "La Taberna"!! Oh sí, sí, qué lista soy. Heidi se marca el baile de adoradme todos porque soy super hiper mega guay de la muerte.

Después, mira fijamente a Caperucita, que acaba de lanzar una especie de surikens-bumerán a las lianas (¿pero quién se ha creído que es? ¿Link?), y con los ojos entrecerrados piensa con todas sus fuerzas: Caperucita, sé que puedes leerme la mente: miau miau miau miau miau miau miau. Cogiste una de las cerillas de la Niña de los fósforos. Pero, al no observar ninguna clase de reacción en ella, decide gritárselo

¡Caperucita, cogiste una de las cerillas de la niña de los fósforos en la taberna, ¿te acuerdas?! ¡Corre, enciéndela en mi barba y acabemos con esas lianas de una vez por todas! Pero, al acordarse de que la versión 6.0 de Heidi no viene con barba incluida, rectifica: Ejem... perdón, ¡ven y enciéndela en la pezuña de Blanquita!

Heidi mira el pelo de Ricitos con una cara que a esta última no le gusta nada. Um... pelo paja... Pero se lo piensa otra vez y grita: ¡mientras tanto Ricitos y Alicia pueden ir buscando ramas y hojarasca para hacer una hoguera! ¿Estáis conmigo?

Heidi llama a Blanquita para que se acerque a ella.

Sin dar más tiempo a que después de Heidi hable alguien más, las Servicuters de la Roja acaban de causar un gran pero, posiblemente, grave efecto:

El suelo comienza a moverse y tanto Roja, como la de los Rizos de Oro, como la Rubia que No Hace Nada, como la Hácker y sus Cabras, y la Niña de la Sonrisa de Oro... Digo, de la Sonrisa Rara, empiezan a descender junto a él...

Sí, la gente se hunde sin remisión posible. Y sin posible remisión también.

Horrorizadas, las pequeñas comprueban cómo no pueden hacer más que dejar que el Suelo pare cuando le de la gana... Si es que las cosas en esta partida van a su bola... Es lo que hay... Ains, estas "cosas" de hoy en día...

Cabe decir, que la única que parece divertirse con la situación es la Heraldo... Y, sí... Alicia también!!!! Aunque la niña super guay se cuida muy bien de no demostrar tal hecho a nadie...

Y entonces, al cabo de unos minutos...

Sucede lo predecible: ¡un cambio de escena!