Partida Rol por web

Situados en el año 2030, la vida placentera discurre por las calles de Santa Bárbara, California. El sol ha amanecido temprano y se alza por encima de la Bahía Sureña, donde mucha gente disfruta del Surf y el sol. A pesar de estar en Junio, el sol aprieta. Todo parece seguir igual que años atrás donde el mal acechaba cada rincón. Ahora incluso la delincuencia es baja y la policia cumple bien su función. Desde hace un par de años en la ciudad se ha abierto un museo dedicado a la historia de los Trenes, donde se pueden ver máquinas de todas las épocas. Está teniendo bastante éxito, a pesar de que no ha llamado tanto la atención. Se celebran 200 años de historia desde que llegó en ferrocarril a la ciudad.

 Me encuentro preparando las cosas para la primera clase del día. Hoy parece que va a hacer un tiempo estupendo y tengo la sensación de que será un día glorioso. Me siento particularmente de buen humor y silbo alegremente mientras termino la tarea en la que estoy ocupado...

Jueves por la tarde.

Lleva tres dias estudiando sin descanso, sin separar los ojos de los apuntes, de los libros, del monitor y los cuadernos. Pero esto está pactado: El Jueves, ese es El Dia.

Los viernes sólo tiene una clase por la mañana (Biología Andaluza y es a las 11 AM) y los jueves por la noche no hay tanto niñatillo en las salas, así que se puede salir y pasarselo de escándalo. Y es lo que va a hacer.

Dominique está frente al espejo, ya ha elegido lo que va a ponerse, y está a punto de terminar su ritual de más de media hora de sombra de ojos, mascarilla en el cabello y otros productos desconocidos para el hombre varón... pero que no dejan de mirar cuando una chica guapa los lleva.

Se mira en el espejo. "Más de lo que se merece un mortal" piensa, poniendose el Anhk, el último retoque.

Entonces, el chirrido estridente y estrambótico de todos los dias y a todas las horas

"Mamááááá ¡Que Dominique ha cogido mi champú"
Es Dick, mi hermano pequeño. Dick el Pequeño. El pequeño Dick metomentodo, un correveidile que no sabe donde meterse ni como sacarse los mocos el solo.

"Dick, te he dicho que no es `Tu` champú. Que es de todos" Esa voz de santa -en todos los sentidos- es Sarah, mi madre. Papá nunca está en casa, siempre está viajando con los negocios, y cosas por el estilo, así que Mamá ha tenido que ser firme... Conmigo lo ha sido, con el pequeño Dick, parece que no.

"¿Te vienen a buscar?" me pregunta, arrastrandome a la mesa de la cena
"Jo y Miriam vienen de camino, asi que si" ¡Yummy! mamá ha hecho hamburguesas caseras! Jo, tómate tu tiempo
"¿Te vas a llevar el coche, pues?"
"Sabes que no me gusta mucho beber, asi que si"

Ding-dong...

"Maldita sea, Jo... ¿De todos los dias, hoy tenias que darte prisa en venir?" pienso

Me acerco al espejo, me miro... Si. Más de lo que se merece un mortal.

Ya en el coche...

"¿Vamos a ir hoy a la Nostromo?" pregunto
"Nah, ultimamente hay pocos chicos, y los que hay son muy... raritos" dice Miriam, haciendo gestitos amanerados. Miriam se tiñe el pelo de blanco, y le encanta vestir como un fantasma "¡Yo quiero ir a la Sala Saratoga!"
"¿Ahi? Lo unico bueno de ese sitio es que el ron es de garrafa y sale a un pavo el cubata" tercio
"¡Claro! ¿Acaso hay algo mejor?"
"Mirad, me han dicho de un nuevo local... el Bronze" corta Jo. Que por cierto, es china.
"¿Bronze? ¿Como el de Buffy?"
"Igual"

41 segundos más tarde, estamos en la sala...

Me levante con el sol saliendo y su luz me dio en la cara, al levantarme vi mi reloj el cual estaba apagado como de costumbre, me faltaba unas pilas para que funcione pero ahora tenia otras cosas que hacer. Me pegue un baño y fui a desayunar un poco de huevos revueltos y tocino, estaba solo en mi apartamento gracias de mi jefe.

Luego de un rato me puse mi uniforme y abri la puerta de la calle, como siempre los negocios abrian temprano y la gente comenzaba a caminar por las aceras, pase por un poco de pan y fui de a poco hacia mi trabajo. El dia parecia bueno hasta llegar al lugar, estaba lleno de autos y eso significaba un gran trabajo para mi.

Entre y marque mi tarjeta de entrada, luego tome mis herramientas de mi locker y comence el dia con mis autos, era muy bueno reparando y con mi fuerza me ayudaba para levantar las cosas pesadas.

- Hoy sera un buen dia.

No soportaba aquel calor… Menos mal que quedaba solo un día para terminar las clases… Apenas un exámen para tener todo el verano libre… Aún no había planeado que iba a hacer… Probablemente disfrutaría de la playa con las amigas de la universidad, aunque no era de su agrado, prefería leer un buen libro con el frescor de la brisa del mar en el balcón de su casa… Cosa que pocas amigas suyas entendían…

Me encontraba en la biblioteca dando un último repaso al último examen que tenía al día siguiente y mientras buscaba el último libro en las estanterías, vi en el panel de información el cartel que anunciaba la exposición de trenes y me gustó la idea, siempre me había gustado la historia de aquellos aparatos, bueno me gustaba la historia en general, y aprender cosas nuevas, así como me encantaba el ambiente de los museos, por lo que me dije para mi misma que en cuanto terminara el último examen me acercaría a visitar la exposición.

Gabiel chan. Despues que acabes lo que hagas, prepara los bokken y limpialos un poco. De aquí media hola empezalemos la plimela clase y vendla la gente.

 El maestro Usui era el dueño del dojo. Era un hombre ya mayor, de carácter abierto y espontáneo. Llevaba años viviendo en EEUU, pero a pesar de ello su acento chino todavía se le marcaba en las palabras. Los alumnos no tardarían mucho en llegar y la mañana empezaría como de costumbre.

No muy lejos de allí estaban dos compañeras tuya de clase: Elizabeth Krauss y Rocío Moreno. Las dos recogían sus libros y pasan al lado tuyo. Aunque no eran tus amigas, tampoco te llevabas mal con ellas, pues ya habías salido de juerga alguna vez.

Hola Tania. Todavía sigues estudiando? No se como tu cerebro no arde con tantas palabras. Te dice Elizabeth mientras sostiene la carpeta junto al pecho. Llevaba un bolso negro de marca, y ropa cara. Siempre le gustaban vestir modelitos negros y restregar su estatus adinerado. No era mala persona, pero tampoco soportaba mucho entablar relación con gente de escalones sociales mas bajos.

A su lado Rocío miraba el temario que estudiabas. Ella era latina, el cual su nombre reflejaba bien y su color de piel hacía indicar que tenía herencia maya. Rocío era amiga y vivía en la zona pobre de Santa Bárbara. Nadie entendía como Elizabeth podía estar con ella, pero como Rocío le hacía bastante la pelota y era su única amiga, la mantenía a su lado. Ella era de salsa caliente, y disfrutaba mas de la fiesta. Su caracter abierto resaltaba y parecía encajar la espontaneidad de Elizabeth.

Tania, deberías distraerte un poco de vez en cuando. Te apetece venirte con nosotras a la Exposición de Trenes? Allí han abierto una cagetería con nuevos sabores de zumos. Dicen que sus granizados son los mejores de la ciudad. Rocio se acercó a la mesa, y te cerraba el libro que tienes delante.

  Asentí ante la petición de Chung Fan:

 - Ahora mismo me pondré con ello, maestro, no se preocupe...

 Me apresuré a terminar lo que estaba haciendo y me puse a hacer lo que me había pedido, con el fin de que todo estuviera listo a tiempo...

Tras salir de la sala a donde estabais, os fuisteis los tres a la nueva sala que abrieron en la zona. Sin duda la zona de más marcha de Santa Bárbara. El nuevo local se llamaba "Bronce". Un local donde creó a imagen y semejanza al de la serie, solo que para no recibir daños de Copyright, cambiaron la Z por una C.

Sin duda una noche llena de marcha, bebida e intentos de ligoteo. Tus dos amigos también les gustaba el estilo gótico y juntos no fallabais en ninguna salida. Aunque no tenías tendencia de beber, esa noche entusiasmada por el local, fiel a una serie que te gustaba, te dejaste llevar.

Tras el cierre del local y ya siendo casi las nueve de la mañana llegasteis hasta la playa medio borrachos. AL ser la inauguración, la fiesta en el local se alargó algunas horas más.

"Menudo sitio has descubierto, Jo" Declaro, sacudiendome como hacia tiempo que no hacía

"Ya lo ves ¡Mira! ¡El camarero se maquilla como Spike transformado!" dice el chico

"Jo, en serio ¿Como es que te fijas en el camarero, y no en la chica del vestido rojo?" dice Miriam

Algunos nos invitan a bebidas... hoy no puedo: Cada semana nos toca a uno conducir, y por lo tanto, no beber. Soy la orgullosa propietaria de doce boquillas de alcoholimetro, pero... que demonios, si esto se va a alargar, puedo tomarme un trago, si... total, para cuando nos vayamos a ir, ya se habrá "Bajado".

Quien dice uno dice dos...

"Hey ¿No es ese Charles Barkley, del equipo de baloncesto?" digo cuando ya he perdido la cuenta

"Estas muy borracha, Domina." me dice Miriam... desde que me disfracé con el látigo en Halloween, insiste en decirme "Domina" de vez en cuando, como diminutivo de Dominique "Barkley se fue a Los Angeles el año pasado"

"Pues yo creo que es Barkley ¿Que hará en un bar gótico?"

"No se... quizás NO ser Charles Barkley. Anda, acompañame a la playa, que me empiezo a sentir `pitosa`"  dice Miriam

"Somos tres pitosos, con aliento a.... da igual" termina Jo

Al cabo de unas horas, estamos viendo amanecer.

"¿Que hora es, Miry"
"Las nueve, casi"

"¿¿LAS NUEVE?? ¡Que yo tengo clase dentro de dos horas! Colega ¿Donde está mi coche?"

Alan trabajaba en un taller mecánico junto a Lucas Smith, un viejo motero experto en motos. Cuando se retiró de sus aventuras por todo el país, se monto su propio negocio en Santa Bárbara. Sin sabía un montón de motos y las reparaba continuamente, pero dado que en los últimos tiempos la faena bajó por la decadencia de estas, sobre todo la marca Harley, tuvo que buscar opciones, y también añadio coches a su taller expandiendo el negocio. Dado que no era su fuerte decidió contratar a alguien. En ello aparecio por allí Alan, el cual sabía del tema. No tardaron mucho en hacer migas y él, por recomendación de su padre, lo contrató.

Lucas estaba orgullos de taller, llamado, California Motorbikes. No era un taller grande, pero con el suficente espacio para coger un par de coches y varias motos. Cada uno se ocupaba de su especialidad.

Alan, sal un momento a la calle. Ha llegado un cliente. Lucas estaba ajustando varias piezas de motor de una vieja moto. Una bocina llegaba de la calle y un lujoso Mercedes se paraba en frente del taller. Una hermosa mujer joven rubia se bajó de el y se quedo a su lado.

Hola, buenos días. Alguien puede atenderme? Decía mientras se arreglaba un poco pelo mirandose en el retrovisor. Vestía un traje veraniego en estampado de flores no muy llamativo, junto a unos zapatos de tacones blancos.

Estaba trabajando en una moto cuando el jefe me manda haber un trabajo, solo con verla bajar la quedo mirando. El jefe sabia como era con las chicas no se porque ameritaba que viera un trabajo con una linda chica. Me acerco al auto. -Buennnos Diass... Soy Alan y cual es tu problema? . Digo el del auto...

Sonreí como pude, aunque no me gustaba que me distrayeran en la biblioteca, y menos que me cerraran el libro como imponiendo que fuera con ellas, pero la verdad es que me encontraba ya un poco agobiada de tanto estudiar, y me sorprendió mucho que las chicas quisieran ir a un museo, así que asenti sonriendo para no tener que ir sola.

Sii, venía para ver si me podían mirar el motor del coche. Hace un ruido raro.

Ahora mismo en el taller no solo teniais un par de motos para reparar, y una tercera en espera. Sin problemas podías meter el coche dentro para su revisión.

El dojo que poseía Wong era muy del estilo japonés a imitación de los mas antiguos y tradicionales del país nipón. Con la inversión de la empresa de tu novia, se le pudo caracterizar con todo lujo de detalles. Contrastaba la zona de prácticas, con la parte de ocio, moderna con un bar pequeño con algún futbolín, billar y máquina de dardos. El Bar estaba regentado por la hija de tu maestro, la cual se llamaba Li Wong.

En el bar se empezaba a escuchar juventud que entraba y un par de chicos alumnos entraron a la zona del dojo vestidos con chandal y camisa de manga corta.

Que vamos a hacer hoy, Gabi? Te pregunta uno al verte que limpiabas los bokken.

Llevais un rato andando buscando donde aparcasteis el coche. Como me molesta este puñetero anillo y me escuecen los pies de andar. Oye, tu Dominique, donde cojones has dejado el coche?

De las manos sudorosas y el calor, Jo tenia los dedos hinchados de la mano y le apretaban contra los 3 anillos que llevaba en ambas manos, dos en la izquierda y uno en la derecha.

Como otra vez se te ocurra dejar el coche tan lejos, me pido un taxi. Estas botas de tacón me hacen doler los pies.

Sin duda todos estábais bien cansados y el cuerpo os empezaba a doler algo despues de tanta fiesta y ruta por los diferentes locales. Aunque el coche estaba por la zona, todas las calles os parecían iguales.

"A ver, hay algo que no entiendo de ti, Jo. Las chicas nos tenemos que poner estas cosas en los pies para estar lindas, y gustaros a los chicos" digo levantando un poco la rodilla, y dejando ver este monstruo de acero y plomo que llevo en los pies y que me hace un palmo más alta

"Los chicos podeis salir de fiesta cómodamente llevando zapatillas de deporte, nadie os dice nada ¿Por que te pones LOS MISMOS ZAPATOS QUE NOSOTRAS?" Jo es un buen amigo, pero que demonios, el chico a veces hace cosas RARAS, muy MUY raras.

Como sea, voy apretando el botón de las llaves del coche. Esté donde esté, debería de iluminar los faros, debería de decir "Aqui estoy".

"Aparte, es un coche negro, con un par de lineas rojas pintadas. No pasa desapercibido... ¿Donde demonios está? ¿Donde se ha metido?" pienso.

Y entonces me lo encuentro. Es en otro bar bastante famoso. Uno que sigue funcionando desde los ochenta.
  

"Miriam ¿Como demonios, de todos los sitios de la ciudad, hemos ido a aparcar FRENTE AL BAR "LA OSTRA AZUL"?"

Y entonces, desde dentro, suena la melodia del bar, una que lleva sonando casi treinta años sin descanso. Como si estuviera preparado.

Junto con tus dos compañeras de clase llegais a la zona del museo. Este museo se ha creado en la antigua estación que quedó en desuso por la construccion de una mas moderna. Su estructura metalica todavía se mantiene en pie y se aprovecha, pero los alrededores ya son diferentes de como hace 100 años. En la entrada se podia ver una locomotora negra de vapor encima de un enorme pedestal.

Allí se podía ver la taquilla con gente haciendo cola a la izquierda y a la derecha, en una nueva construcción, un edificio pequeño con un nuevo bar: Bar Tropical Fruit. Desde la puerta se podía ver que era un bar bastante juvenil y lleno de chicos adentro. Música de los años 80 se escuchaba en su interior.

Rocío te indica con la mano donde esta el bar. Ves ahi Tania, ese es el nuevo Bar que han hecho. Tiene gran fama.

Su mirada ya no se fijo en el bar, sino en su contenido. Un grupo de tres chicos sentados en una mesa, entre ellos un morenazo algo musculado. Uahhh, aqui mojamos seguro!!!!