Partida Rol por web

Lucas te coge la lista de las piezas y las mira. Se queda pensando unos segundos mientras se rasca la barba. Ajam, entonces quiere el coche reparado para antes del fin de semana. El problema que veo es que la correa no nos llegaría hasta el jueves, viernes, con lo que no lo tendríamos hasta la otra semana. Puedes ir a mirar al desguace de Gregor. Aunque sea de segunda mano, siempre suele tener buenas piezas. Con suerte para mañana las tendríamos y entonces para el viernes estarán reparadas. Te devuelve la lista algo pringosa de grasa, y se limpia las manos con un trapo.

Si necesitas vehículo, puedes llevarte mi moto. Las llaves están colgadas en la garita.

Asiento con la cabeza y sonrio, la mejor parte de trabajar era poder utilizar la moto del jefe, cojo el casco y comienzo arrancarla. Salgo hacia lo de gregor.

Con la moto de tu jefe te desplazas hacia el desguace La Torre. Era el único desguace de Santa Barbara, pero su tamaño era inmenso.

Desde la zona de caja se podía ver la extensión llena de coches de todo tipo: desde los más economicos hasta los más lujosos. Lo tenían bien estructura y no como otros descuaguaces donde tenían los coches todos amontonados en pilas de hierro. A lo sumo habían dos o tres coches encima.

No era la primera vez que venías, y te llevabas de forma excelente con Gregor, un tipo que había estado en la cárcel como tú. Pero que tras cumplir condena, construyó el negocio de chatarra, como lo solía llamar. Era un tío super enrrollado y con puntos de humor, pero que para el trabajo era estricto y le gustaba el orden por encima de todo. Por ello compró varios terrenos anexados con lo que expandir su zona de almacén. En la tienda propiamente era una pequeña nave donde tenía en estanterías enormes y de gran longitud todas las piezas aprovechables de tamaño pequeño. Su cara reflejaba aún ciertos rastros de droga, tema que le llevó al trullo por venta y toma.

Al verte, te saluda saliendo de la parte de atrás de la barra y te estrecha la mano. Que tal Alan!! Que se te ofrece hoy!!!

Arrancas el coche y os poneis en marcha hacia delante. Entre la calle se podía ver a mas gente asustada gritando y ver grupitos aleatorios de 3 y 4 seres extraños atacando la gente y revolviendo entre la basura.

Oye, no parece que esten buscando algo? Dice Miriam extrañada mientras señala a un grupo en unos contenedores. Ya son muchos los que revuelven entre la basura.

Su forma de atacar es bien extraña. Parecen asustar mas que dañar a la gente. Comenta Jo mirando hacia delante y luego hacia atrás según dejais otro grupo.

La gente se iba apartando para no ser atropellada, pero derepente se te echan 2 encima.

 Sonriendo, cojo la llamada:

- ¿Hola?.

Hola Cariño, que tal? Ya has acabado las clases? Te habla Angela con ese tono dulce de su voz.

 Sonreí todavía más al escuchar la voz de mi media naranja:

 - Si, estaba a punto de darme una ducha... ¿Te apetece que luego salgamos a dar una vuelta por ahí?.

Te llamaba para ver si me podías venir a buscar. He llevado a reparar el mercedes que estropeaste. El que se te ocurrio travesar el gran charco de la calle cuando llovio tanto?? Ahora mismo estoy en el taller.

Al llegar observo a mi viejo amigo que me sonrie del otro lado, con su cara todavia producto de las drogas eso me hace acordarme un poco mi pasado pero luego se esfuma tras el saludo. - Gregor gran dia no crees?, que tal el negocio?. Pues vengo por algunas cosas como una correa, vino una chica hermosa que gracias a su novio hizo pedazos el auto y quiere que se lo termine para antes del finde, esa chica no sabe muchos de autos y su novio no sabe como usarlos jaja..

Mientras sonrio y luego espero una respuesta. - Invitaras a un viejo amigo a pasar?

Voy conduciendo a izquierda y derecha, tratando de esquivar los problemas, tratando de llegar a clase.

"Sigh... mi marca perfecta, ninguna falta...  No hay tu tia, tendrá que ser así" pienso ¡Y de pronto, un par de payasos se me enganchan al coche! ¡Eso si que no!

"¡Tenemos que desengancharlos!" Primero miro a Jo, y entonces veo sus brazos super-encanijados, un chico tan flojucho que si quisiera hacer pesas, tenría que hacerla levantando LAPICES en vez de mancuernas de débil que es (Y no con un lápiz normal ¡Este ya estaría sudando con un lápiz del Ikea!) Despues me fijo en Miriam, que se las apaña para ser más frágil y delicada que Jo.

Si la calle es bastante ancha y tengo espacio para hacerlo, probaré con un derrape con el coche, para tratar de sacudirmelos, y si no funciona...

"Vale, vuelvo en un momento... los desengancho, y a casa" digo bajándome del cochecito. Me acerco a ellos con la mirada baja, y los brazos un tanto separados...

"Es así: El camino de una chica en la vida es la sumisión..." declaro

¡¡Y les doy con todo, haciendoles técnicas de sumisión!!!

"¿Creeis que llevo estos anillos, estas botas, y estas cadenas SOLO por moda? ¡Ya estaba realmente HARTA de que me metiesen manoen los bares, o que intentasen robarme el bolso!"

"PERKY-GOTH-PUNCH!" digo, dejando que mi mosqueo salga libremente, y usando mi arsenal bélico gótico

"Pero que peligro..."

 Me apresuré a quitarme la ropa, dispuesto a darme una ducha rápida, mientras le respondo:

 - Dame 5 minutos y estaré ahí enseguida, ¿vale?.

Estoy en el taller California Motorbikes. No tardes mucho. Besitos.

 - Besos a ti también... Hasta ahora... - Le respondí, sonriendo como un tonto, antes de colgar, para ducharme rapidamente y ir a buscarla inmediatamente, ya que no quería hacerla esperar más de la cuenta.

Coche tía novio destroza? Seguro que han de ser ricachones. Como tienen dinero no se preocupan del tratado en los coches. Luego cambia la conversacion para centrarse en trabajo. Anda, dejame la lista para ver que tenemos aquí hoy. Gregor coge el papel con las piezas necesarias. Entonces necesitamos una correa para un mercedes CSK 200 del 2008 y pastillas de freno. Ya son algo viejas para ese modelo pero tengo repuestos adentro. Fue un modelo bastante famoso en su época. Creo que estás de suerte.

Gregor se mete adentro del almacén para buscarte las piezas. De mientras tu pones a mirar por la ventana a la extensa cantidad de coches que había. Algunos mas sanos y otros pura chatarra. Por el centro puedes ver a 4 "hombres" vestidos de traje negro con sombrero de copa buscando algo entre los restos. Se subían por encima de los coches, rebuscaban por dentro de otros y sino golpeaban con una especie de herramienta. Te quedaban algo lejos para descifrar lo que realmente eran.

Miraba de muy mala cara a esos tipos, revolviendo y golpeando. -Chicos los puedo ayudar en algo?, no golpeen un buen auto asi. Me quedo mirando y esperando a Gregor para comentarle.

Intentas hablar con esos tipos extraños, pero no te escuchan ya que estan a bastante distancia tuya, unos 30 metros, y por la ventana, el sonido pierde mucha fuerza. Así que deberás hacer algo más para interferir o alertarles de tu presencia. Gregor todavía no viene ya que busca las piezas y se pierde por dentro del almacén.

Mirando con mas atención logras descifrar su silueta, donde ves que su extraña cara. Sin duda no tenían cara humana.

-GREGOR!! TU TIENDA y intento abrir la ventana o buscar una puerta para salir en busca de esas cosas.

Que sucede Alan!!! Te grita desde el fondo del almacén. Ya voy joder!!!!! Ahh!!!!! Y cosas de metal se escuchan por el suelo y un fuerte grito.

Sales por la puerta principal de la tienda y llegas hasta la verja. La puerta de la verja que hay cercana encuentras que está cerrada con una cadena y candado. La verja tenia unos dos metros de altura. Era la típica de alambre que se usaban en las obras respaldada por barras de acera.

El hombre te agradece la explicacion y en base al premio que le ha tocado te regala 5$ para que sigas jugando. Muchas gracias caballero, hoy me siento generoso y le regalo estos 5$ para que siga jugando. Luego de ello se retira.

Con ello usaste 5 dolares para jugar y suerte o no, con la ultima moneda te toco un buen premio: 100$. No te permitiría pagar las deudas, pero si darte algún caprichito. Contento por el resultado, decides salir ya del casino. A pesar de tener ludopatía, de vez en cuando, sobretodo si tenías suerte, te permitía desconectar del juego. EL buen humor y una sonrisa se marcaban en tu cara. Saliendo de la sala de juegos decides irte a darte una vuelta por la playa.