Partida Rol por web

Os alejáis de los dos hombres hasta encontrar un pequeño desnivel en el camino. Apenas son unos diez metros en los que la carretera de tierra avanza un par de metros por debajo de sus lindes, pero será suficiente para que no os vean.
Atáis los caballos a una distancia prudencial para que no sea detectados antes que vosotros y os situáis uno a cada lado, ocultos por el tronco de un árbol.

Notas alrededor de tu cuerpo la presencia del hechizo de protección que has lanzado, apenas se aprecia a simple vista pero cuando te apoyas en el árbol sientes como si hubiese algo blando entre tu hombro y la corteza.
Tras unos minutos de espera nerviosa aparecen los dos cazarrecompensas. Tess toma la iniciativa y hace uso de su bastón, un haz blanco sale disparado contra el mas grande de ellos y lo tira al suelo tras impactar en el pecho.
El otro se gira hacia ella y desenfunda su arma, dándote la espalda y ajeno a tu presencia.

Enzo estaba nervioso, no le veía la ventaja a meterse en un combate pudiendo no hacerlo. Pero la bruja estaba empeñada en sacarle información a esos tipos y parecía que era mejor para ellos que participara, aquella chica tenía un deje violento preocupante. Esa era solo la escusa. La verdad es que quería saber más sobre los que ejercían la magia al margen de la jerarquía. No le gustaba que le ocultaran la verdad.

Lo peor era la espera, sabiendo que aparecerían, pero sin saber cuándo. Teniendo que estar en silencio, escuchando los insectos y la suave brisa en la quietud del bosque.

Conjuró protección para ambos y espero en lo alto del terraplén. Aunque hacer que la sangre llegara al suelo le daba cierta aprensión, no tenia ningún reparo moral en atacar por sorpresa y en golpear por la espalda. Con apenas dos palabras gritadas en alto, conjuro unas llamaradas que salieron de sus manos directas a la espalda del bajito. Era una suerte que le tocara el bajito, le tenía especial manía, su odio y su ira alimentan al fuego mágico que proyecta con su voluntad.  En cuanto se vuelva y le encare se dejara de magias y recurrirá a la espada, todo tiene su momento.

La lengua de fuego abrasa la espalda del cazarrecompensas, su alarido hace salir volando a los pájaros que descansaban en los arboles cercanos.
Tess y tu descendéis por la pequeña ladera para atacar cuerpo a cuerpo a los dos hombres. No tienes tiempo de ver si la bruja tiene algún arma mas allá del bastón, en cuanto te acercas el hombre se gira hacia ti con la espada en alto.
Sin embargo su defensa es débil y logras desarmarlo en un hábil movimiento.

Mientras obligas al bajito a permanecer en el suelo a punta de espada ves como la bruja patea el cuerpo inconsciente del alto. La sangre todavía gotea de su bastón y las patadas se suceden con violencia hasta que el cansancio obliga a la bruja a detenerse.
No sabes si está vivo, lo que está claro es que no se levantará con facilidad.

En cuanto recupera el aliento Tess pone su pie sobre el cuello del bajito y lo presiona con fuerza desmedida.

- Enhorabuena, ya habéis encontrado a la bruja. Ahora dime quien ha puesto precio a mi cabeza.

Levanta el pie para que pueda hablar y tras toser el hombre pone un gesto de confusión.

- Nuestro objetivo no eres tu, bruja, es él.

Lejos de sorprenderse Tess parece enfadarse aún mas, propina un puntapié en las costillas del hombre a modo de castigo.

- Estúpido, eso os hice creer, no fue mas que un rumor para que os mostraseis. ¿Quien os paga?

- Nadie nos paga por cazar brujas. Nuestro objetivo es un mago del colegio llamado Enzo Vertural. Moriré antes de desvelar quien me ha contratado, la peor muerte que podéis darme es buena comparada con lo que me espera si lo traiciono.

Tess parece relajarse súbitamente, te mira con suspicacia e interpone su bastón entre ella y tú.

- No eres un recién graduado, ¿verdad? ¿Que está ocurriendo aquí?

Da un paso hacia atrás, para evitar ser aporreado. -Claro que soy un recién licenciado, soy uno más entre los alumnos de mi promoción. Bueno, tengo cuatro hermanastros mayores. Teóricamente mi padre puede nombrar heredero a cualquiera de los cinco para sucederle como líder de la familia. Si mis hermanos creen que voy a ser yo, es que lo están haciendo muy mal. Pero eso de "la peor muerte que podéis darme es buena comparada con lo que me espera si lo traiciono." suena muy ominoso, como si es hubiese contratado alguien muy bizarro.

A ver si me aclaro, tú -señala a la bruja- pagaste a unos tipos para que te dieran el nombre del siguiente alumno que abandonara la escuela, y cuando aparecieron estos dos preguntando por una bruja les diste ese nombre. Y ahora ellos pretenden hacernos creer que es el nombre que buscaban desde el principio. ¿Pero que historia de opereta es está? Yo creo que al menos la mitad de todo esto es falso.

Se vuelve al tipo. -Creo que voy a ver si tu compañero esta vivo, si puedo sanarlo lo haré. No quiero que muráis. Pero ten presente que no te voy a soltar ni a dejar de sanar nada de lo que ella te haga hasta que no nos digas lo que queremos oír. Si tan terrible es quien te paga, piensa que yo soy lo que él, o ella, necesita saber muerto para poder dormir. 

Dicho y hecho, Enzo se acerca al otro guerrero. Si está muerto negara con la cabeza tristemente. Si está vivo tratara de mantenerlo con vida y, una vez bien atado, desarmado y sin armadura, le aplicara el conjuro de sanación. 

Examinas al otro hombre y ves que, pese a estar inconsciente, sus heridas no son graves y su vida no corre peligro. Es posible que tenga algunas costillas rotas, pero el desvanecimiento se debe a la magia y no a daños internos.

Tess se ofende de sobremanera cuando pones en duda su veracidad, algo que no deja de ser irónico cuando hasta ahora solo ha contado medias verdades.

- No me encargué en persona de todo, solo hice llegar la información. Si me hubiera presentado ante ellos para llevarlos hasta ti me hubieran reconocido y capturado en el momento. Cuando fueron a por ti supuse que eran los que me perseguían, era impensable que tu tuvieras tus propios cazarrecompensas.

Cuando comienzas a sanar al tipo alto la bruja se enfada aún mas.

- ¿Qué haces? ¿Curas a los enemigos que hace apenas una hora te querían matar sin compasión?

Enfadada con tu comportamiento Tess golpea con su bastón el estomago del bajito. En cuanto se recupera del intenso dolor el hombre sigue hablando.

- Pagan una cuantiosa suma de monedas por tu cabeza. Eres el Cazador, acabas con seres como aquel que nos ha contratado. Nos dijeron tu nombre y el día en el que abandonarías la escuela. Lo sabíamos desde hacía semanas, puede que incluso antes que tu mismo. Solo teníamos que capturarte y ahorcarte con una cuerda de plata, entonces nuestro cliente sería libre y nosotros nadaríamos en monedas.

Su historia, pese a aportar datos, no identifica a quien paga tanto dinero por tu vida. El hombre no tarda en detectar cual es la información que exiges.

- No puedo nombrar a aquel que desea tu desaparición. La traición es peor que cualquier muerte, el castigo es era tan desproporcionado como la recompensa. Pero nos cegó la promesa de oro... y ya no hay vuelta atrás.

La bruja parece mas confusa que tú, te mira con recelo como si fuese tú quien oculta algo y estuvieses jugando con ella.

-¿Qué más te da lo que quieran hacerme, si por lo visto pasan de ti? Mañana los entrego en el pueblo, son ladrones de armaduras del tribunal. De esta no libran sin al menos cinco años de trabajos forzados, o algo peor. Tiempo más que suficiente para descubrir que es esta mierda del cazador, y encontrar al verdadero para advertirle o matarle, según lo que sea.

Se vuelve hacia el bajito mientras saca de su bolsa una moneda de plata y la sostiene en la mano. -Mira imbécil. Ni me quema, ni hace humo, ni me pica siquiera. 

Vuelve a dirigirse a la bruja -Aunque quizá todo esto es algún plan de mi hermano, el segundo. Lo suficientemente cruel para matarme, lo suficientemente astuto para evitar que lleguen hasta él. El poderoso hechicero que les hará algo peor que la muerte si le desvelan, será un actor que a estas horas estará flotando por un canal de Gran Mercado. Aun así quiero investigar lo del cazador. No apuesto una mierda por esa historia, pero nunca se sabe. 

Y vosotros ya podéis confesar de quien son las armaduras y donde enterrasteis a sus dueños. O dejo que se haga lo que ella quiera. 

El bajito sigue hablando pese al miedo a su fracaso.

- Las armaduras, las armas y los caballos nos fue cedido por la misma persona que nos contrató. Es poderoso en todos los sentidos, desconozco de donde sacó las armaduras ni que suerte corrieron sus propietarios originales.

Tess se acerca a ti sin dejar de apuntar al cazarrecompensas con su bastón.

- Si estos no son los hombres que me buscan significa que hay otros cazarrecompensas detrás de mi. O mejor dicho, buscan a Enzo Vertural. Si quieres entregar a estos dos adelante, pero no me voy a separar de ti hasta que acabe con quien me busca.

La bruja obliga al bajito a darse la vuelta y ponerse boca abajo. Sujeta el bastón contra la nuca del hombre mientras rebusca con la mano libre en su mochila. Saca la cuerda de plata y ata las manos del cazarrecompensas. Te lanza el otro extremo para que hagas lo propio con el alto, el cual comienza a recuperar la consciencia aunque los efectos de la magia le impiden reaccionar con rapidez.

Enzo procede a atarle con cuidado y desarmarle. Mientras lo hace trata de fijarse si realmente la cerda está llena de polvo o esquirlas de plata.

-No pienso matar si puedo evitarlo. Ya verán estos dos como se entienden con el tribunal y con su patrón. Los caballos nos los quedamos, una pequeña contraprestación por la molestia. Ahora en marcha, creo que el mejor sitio para entregarlos seria el pueblo de ___ .

Luego solo tendremos que esperar a que acudan a dar explicaciones a su jefe, o a que huyan y este los encuentre para ver quién es. –Piensa, ilusionado con la idea de resolver este misterio en el que se ha visto implicado sin buscarlo.  Por supuesto esto no puede decirlo en voz alta.

Una hora de viaje, al ritmo de vuestros prisioneros a píe, es lo que habéis tardado en llegar al pueblo mas próximo. En cuanto aparecéis todas las miradas se clavan en vosotros. Pensándolo fríamente no es una imagen muy habitual y su explicación puede resultar compleja, lo que todo el mundo ve es a dos miembros de tribunal atados y capturados por una bruja y su guardaespaldas, ayudante, compañero o lo que se le ocurra a cada uno.

No tardáis en llamar la atención, como consecuencia de ello se acercan un par de hombres con aspecto de aventureros. Los clásicos buscavidas que están de paso en ese pequeño pueblo y han visto una oportunidad de hacer dinero por la región.
Sin decir nada caminan a vuestro lado, bien esperando vuestro próximo paso o a una oportunidad de intervenir.

Llegáis a la plaza del pueblo y vuestra presencia interrumpe lo que parece ser el discurso del alcalde, todas las cabezas se giran hacia vosotros. El alcalde hace un gesto a dos hombres para que lo acompañen, parecen ser la única autoridad del lugar.
Se pone delante de ti y levanta la mano para que os detengáis. Ves a un hombre mayor, con un ligero sobrepeso y una hilera de canas que separan su alopecia de lo que hace mucho tiempo fue una mata de pelo negro.

- Hijo, ¿a que se debe esta situación? Cualquier diría que has arrestado a dos agentes de Tribunal. ¿Que han hecho estos hombres para ser tratados como prisioneros?

Se acerca a ti para bajar el volumen de su voz y que nadie mas pueda escucharlo.

- Ella tiene aspecto de bruja. ¿Te está obligando a hacerlo? ¿Es eso? ¿Te ha hechizado?

Parece que tenían el don de la oportunidad. Llegan al pueblo justo cuando el alcalde está dando un discurso. Aunque igual era mejor que todo el mundo estuviera a la vista de todos.

-Nada más lejos de la realidad, actúo por propia iniciativa.- Habla con voz lo suficientemente firme para que los aldeanos de primera fila le puedan oir -Y esta mujer me ha salvado la vida. Estos dos rufianes me dieron el alto y me desarmaron, luego me golpearon y me tiraron al suelo, uno de ellos me puso la espada al cuello para amenazarme. Les suplique por mi vida, les pregunte que por qué no me llevaban a un juicio acusado de algo. Ese –señala al bajo- se rio y me pregunto que si era imbécil y el otro le comento lo fácil que les había hecho la vida estas dos armaduras. Creo que me habrían matado por mis cuatro monedas y mis botas si ella no hubiera pasado cerca.

Todos escuchan muy atentos tu relato, parece que es lo mas interesante que les ha ocurrido en mucho tiempo.
El alcalde hace una seña a sus hombres para que retengan a los dos cazarrecompensas, Tess se asegura de recuperar la cuerda de plata.
Una vez se han llevado a los dos hombres el mandatario local vuelve a dirigirse a su pueblo.

- A esto me refería vecinos, el mal está en todas partes y en cualquier momento puede alcanzarnos. Por eso necesitamos protección, voy a reclutar una nueva guardia para asegurar que no nos ocurre nada en nuestro pueblo. Nadie quiere ver su vida peligrar como le ha ocurrido a este joven. ¿O alguien prefiere que sus hijos y su casa esté en peligro por ahorrarse unas miseras monedas?

Los presentes niegan con la cabeza y las manos, algunos aplauden la decisión cuando el alcalde se marcha ignorantes de la inminente subida de impuestos.

Uno de los guardias regresa de encarcelar a los cazarrecompensas. Has podido ver que los han llevado a un pequeño edificio de dos plantas a pocos metros de la plaza. Los barrotes en las pequeñas ventanas del primer piso indican que allí están las celdas.
El guardia se acerca a vosotros, su aspecto es descuidado y la espada que cuelga de su cinto es vieja y apenas está afilada.

- Ni siquiera se han resistido, no se que brujería habéis usado sobre ellos pero son dóciles como un cordero. Hemos avisado a Tribunal, si no los reconocen ellos se encargarán de juzgarlos. Si queréis esperar a una recompensa de Tribunal hay una posada allí. - señala una casa baja en el otro extremo de la plaza - Supongo que vendrán mañana o esta noche, vimos un par de agentes por los caminos próximos.

A esto me refería vecinos

Era tan dulce cuando los intereses coincidían en una misma dirección.

Si queréis esperar a una recompensa de Tribunal hay una posada allí.

Oh no –Esta vez Enzo habla más bajo, en tono normal, como si perder de vista a los dos rufianes le hubiera calmado- No podemos jugárnosla a llegar tarde a Vidiringe, aun quedan varios días de viaje y tenemos prisa. Le propongo un trato: si dan una recompensa, guárdemela usted. Por supuesto quédese la mitad a cambio de custodiarla,  que es lo que suele hacerse en estos casos. Si no consigo el trabajo en Vidiringe, tendré que volver, pero si en una luna no he vuelto es que he tenido suerte. Así que puede donar mi mitad al templo o a las cuentas del ayuntamiento en agradecimiento.

-Aunque vamos justos de tiempo, probaremos un bocado en esa taberna, ¿verdad?-Le pregunta a su compañera aunque era una pregunta retorica.

No les vendrá mal una comida caliente. Y lo más importante, si dejan a los presos y salen corriendo, la gente sospechara. En cambio si toman un poco de guiso, repiten un poco la misma historia de que tiene que llegar a un trabajo y compran una hogaza y un poco de panceta o queso para el camino todo cuadrara.

Así que agradeciéndole al alcalde sus atenciones y despidiéndose con educación de él, se encamina a la posada.

El alcalde acepta gustosamente tu propuesta de guardar una posible recompensa. Para él es dinero fácil y sabes que estará deseando que no vuelvas para quedarse con la totalidad, por mucho que tu voluntad sea donarlo.

Tess te sigue hasta la posada sin articular palabra, su mirada vigila a los presentes de una forma poco sutil.

La posada, y taberna, local es realmente pequeña. El lugar no parece un pueblo de paso y el negocio está enfocado a los vecinos del pueblo. De hecho la taberna está vacía e incluso el tabernero tarda unos segundos en emerger de la cocina y casi se sorprende al ver clientes en su local.
No tarda en servir todo lo que pides, la bruja por su parte no parece tener hambre y se limita a beber lo mas suave que sirven.

Tras casi una hora de comida y compras de víveres se puede confirmar que no ha ocurrido nada extraño con los prisioneros. El mismo guardia que los encarceló permanece sentado en la puerta del puesto donde están los cazarrecompensas, observando con tranquilidad a la gente que pasa por la plaza. No sabes si hay otro dentro, vigilando mas de cerca a los presos, pero apuestas a que si huyen todo el pueblo se enteraría.
Los agentes de Tribunal, los auténticos, no han llegado aún. Llevará horas ir a buscarlos y que regresen, y puede que no tengan prisa alguna sabiendo que los criminales están encerrados.

Queda poco para el atardecer y no ocurre nada. La posada está frente al puesto de la guardia, al otro lado de la plaza, parece un lugar adecuado para vigilar si algo ocurre con los presos. Aún así no tienes claro que, de ocurrir algo, sea tan inminente como para suceder antes de esta noche o incluso en los próximos días.

Tras adquirir las viandas para el viaje, felicitar al tabernero por su guiso y pagar todo es hora de partir –Si nos damos prisa llegaremos justo a la puesta del sol a la posta que hay de camino a (aldea más cercana). Esos kilómetros que adelantamos.

Por favor no estés asi. Esos malhechores ya están detenidos-Le susurra a su compañera la bruja cara-palo cuando salen de la taberna. En un tono intimo de enamorado preocupado pero que evidentemente será audible por alguna de las marujas que cotorrean en la sombra de una higera. –Buenas tardes- Dice cuando pasan al lado de ellas y marchan para el camino que les llevaría a Bidiringe. La historia mas creíble es la que ellos mismos construyan.

Por supuesto, en cuanto el pueblo deje de ser visible se meterán en la maleza.

-Cuando el tipo maligno que contrato a esos dos sepa que están detenidos intentara matarlos o liberarlos para que no le delaten. Solo tenemos que esperar a ver qué pasa con los prisioneros. ¿Cual crees que es el mejor lugar para espiar el pueblo sin exponernos a que nos vean?

Una vez fuera del pueblo Tess parece relajarse ligeramente, sin embargo aún queda esa sombra de preocupación por los otros cazarrecompensas que todavía no han aparecido.

- Si envía a alguien a por sus hombres, para liberarlos o silenciarlos, seguramente lo haga desde este camino. - señala al camino de tierra que lleva hasta el pueblo - No creo que lleguen desde el Sur, allí solo están las Seis Torres. Y si tu enemigo está allí seguramente hubiera acabado contigo mucho antes.

Os ocultáis aún mas cuando escuchas el trote de unos caballos. Veis pasar a dos agentes de Tribunal, sus relucientes armaduras y los brazaletes con sus característicos colores lo confirman. Ajenos a vuestra presencia se dirigen al pueblo.
Observáis la salida del pueblo a la espera de que vuelvan a aparecer, tras casi una hora veis como regresan. Tras ellos, atados a las monturas de los agentes, caminan pesadamente los dos cazarrecompensas. A lomos de los caballos están las armaduras y armas que portaban los dos criminales.
Pasan por delante de vosotros en dirección norte, supones que se dirigen a alguna prisión o ciudad cercana. Si realmente han matado a dos agentes para obtener las armaduras serán ahorcados, si solo han robado les espera una buena temporada entre rejas.
Sin embargo, si su historia es real y les proporcionaron las armaduras es posible que les interroguen mas en profundidad.

Sea como sea están conduciendo a los dos hombres al norte y hasta que no se detengan es imposible saber a donde se dirigen exactamente.

Da una patada a una piedra -Mierda, no soy tan listo como pensaba. ¿Los seguimos? ¿Buscamos alguna biblioteca y tratamos de averiguar si hay algo de verdad en eso del cazador?-

Prepara el caballo, él era partidario de seguirles en la cómoda distancia, rastreándoles sin mostrarse, aunque tampoco quiere lanzarse sin saber la opinión de su compañera. Aparta una mosca que se acercaba a por su sudor y hace visera con la mano para ver por donde sigue la nube de polvo. De repente se le ocuerre una idea.

-Si el que los contrato tenía acceso a dos armaduras del tribunal, quizá tuviera acceso a cuatro. Y esos dos tipejo estén tambien en el ajo.- Ya nunca más se fiaría del tribunal, a partir de ahora todos sus miembros eran “presuntos miembros” para él.

Tess niega con la cabeza ante tu segunda opción.

- No encontrarás una biblioteca a la que puedas acceder, a no ser que vuelvas a las Seis Torres. Prefiero seguirlos, no quiero estar en el mismo sitio mucho tiempo, a mi me continúan siguiendo y no se quien puede ser.

Mientras cabalgáis tras el grupo la bruja, que parece haber estado pensando durante su mutismo, saca a relucir algunos hechos que abren nuevas incógnitas.

- Esos dos tipos no se han defendido en ningún momento, no han protestado ante el alcalde ni han intentado escapar. ¿Y si querían que los encerrasen para ser "liberados" por agentes de Tribunal? Puede que realmente pertenezcan a Tribunal, aunque lo nieguen siempre se aseguran de eliminar cualquier posible amenaza. Pero su comportamiento es mas propio de los Siervos de la Luz, aunque desconozco a que se refieren al llamarte Cazador.

El viaje continúa y observáis en un poste lo que parece ser el final del viaje: Puerto de Ryten.
Por lo que sabes no hay prisión alguna de Tribunal en ese lugar, de hecho no es mas que un pequeño puerto pesquero desde donde parten barcos hacia Isla Blanca o hacia la península Sur de Praan.

Al llegar veis como se dirigen directamente al puerto, allí espera un barco sin distinción alguna guardado por varios hombres cuyo aspecto no tiene relación alguna con Tribunal. Los dos agentes, los que custodiaban a los prisioneros, entran en la única taberna del pueblo. Los cazarrecompensas son conducidos al interior del barco, el cual sigue amarrado al puerto.

Un barco era un sitio cerrado lleno de gente, no era buena idea, en cambio los dos que iban a la taberna eran un buen hilo del que seguir tirando. -¿Conoces algún truco para poder entrar en la taberna a escuchar que dicen sin que nos reconozcan? Podemos jugárnosla a nuestra propia discreción, pero si tienen nuestra descripción podrian descubrirnos fácilmente.

Se moría de ganas por escuchar que es lo que hablaban esos dos entre sí cuando tomaran un par de tragos.

Tras buscar en su bolsa durante unos segundos Tess saca un pequeño colgante.

- A ti te será mas útil que a mi.

Antes de que puedas responder te lo pone y comienzas a sentir un fuerte picor en la cara. Cuando te vas a rascar notas una gran cantidad de pelo, de repente posees una barba digna de cualquier ermitaño o de algún vagabundo de una de las grandes ciudades.

- Yo me quedaré por aquí para vigilar ese barco, puede que reciban alguna visita o vuelvan a trasladar a los prisioneros. Si entro contigo es mas fácil que llamemos la atención.

La bruja se aleja hasta situarse tras la esquina de una casa, en un callejón donde su presencia no sea tan visible.
Por tu parte entras en la taberna con tu nuevo aspecto, te gustaría mirarte en un espejo pero no ves ninguno y las ventanas son casi opacas debido a la suciedad.
Con total naturalidad te sientas en la barra junto a los dos agentes, el local tiene los clientes suficientes para justificar tu ubicación tan próxima.

No tardan en comentar su última tarea, ajenos a oídos curiosos y sin ser conscientes de como puede ser usada esa información.

- ¿Entonces trabajamos para los Siervos de la Luz? Son unos fanáticos, nosotros no somos así.

- No, seguimos siendo agentes de Tribunal. Si alguien requiere nuestros servicios nosotros aceptamos o no su petición. Esta vez las ordenes eran concretas, ni siquiera ha existido riesgo. No veo el problema.

- El problema es que no me gusta esa gente. - El agente mira alrededor después de lo que ha dicho, como buscando alguien que lo haya podido oír y se haya ofendido por el comentario - Están obsesionados con eso de la luz y la oscuridad. Esos dos hombres no parecían tener ni idea de magia, dudo mucho que sean nigromantes o algo parecido.

- Las ordenes son ordenes. No es nuestra labor juzgar las decisiones de nuestros superiores. Ademas, se han hecho pasar por agentes de Tribunal, es suficiente para detenerlos.

- Esa es otra, ¿de donde han sacado esas armaduras? No hemos tenido bajas a los que hayan robado las armaduras, y si lo hicieran nadie es tan tonto como para pasearse por ahí fingiendo ser uno de nosotros.

- Estas dando demasiada importancia a un trabajo ya terminado. Cuando lleguen los Siervos de la Luz, si es que vienen, podrás preguntarle todo lo que quieras. Ahora déjame beber y comer tranquilo.

La conversación termina y se dedican a terminar su cena. Cuando vuelven a hablar los temas son variados y ajenos a tu interés, parece que no podrás obtener mas información de ellos.

Enzo,en su versión barbuda, apura la jarra de cerveza de un trago. Aquella conversación había sido reveladora y aterradora a partes iguales. ¿Los siervos de la luz? ¿Se pensaban que era un nigromante o que iba a revelarse? ¿De que iba eso del cazador y la plata? Ojala esto hubiera sido una conspiración de alguno de sus hermanastros para acabar con su vida, eso sería más asumible. ¿Qué iba a hacer ahora? Esa gente eran fanáticos chiflados, si se les había metido en la cabeza matarle, no iban a cejar tan fácilmente. Debía asumir una identidad nueva, aunque con esa identidad no podría hacer magia de manera legal. Quizá debiera hablar sobre el tema con su madre, a lo mejor había algo en su linaje que justificara las suspicacias de la orden.

Abandona la taberna tras escucharles  charlar de cotidianidades unos minutos, parece que eran meros ejecutores ignorantes del fondo de todo ese asunto, que no tenían más información que  ofrecerle.

Vuelve donde Tess. Con voz muy baja le susurra lo que ha escuchado, palabra por palabra. –¿Que les ha dado conmigo? Yo no soy ningún “cazador” signifique lo que signifique eso. Y no practico nigromancia ni he practicado magia de manera ilegal… bueno conozco el conjuro de resurrección, pero como todos los que nos matriculamos en la torre de sanación. No sabía que eso era nigromancia hasta que lo has dicho. No podemos llegar hasta el centro de este asunto, esa gente están chalados y viven en una fortaleza inexpugnable, si te quieren muerto acercarte a ella es un suicidio.