Partida Rol por web

"Tu sueño no tiene nada que ver con este mundo, solo vinísteis aquí por las retorcidas directrices de eso que os transportó aquí."

"Lo que has tenido es una premonición, suele pasar cuando hay un gran disturbio en la magia de un mundo, revela un posible futuro. Se puede evitar, pero no está al alcance de todos, es más, me atreveria a decir que por lo que me dices ya ha ocurrido en otros mundos, el tuyo solo es otro que le ha tocado su fin."

Entráis por las puertas. Una sala de aspecto decrépito se revela ante vosotros, el polvo y la ceniza estan acumulados en una alfombra raida de color rojo. En un extremo hay unas escaleras hacia la parte superior, en otro y algo más apartado, van hacia abajo, lo que suponéis que son las catacumbas.

" y qué harás en nuestro mundo? puedo ayudarte en algo? por lo que veo ya has estado en él..."

"Nunca he estado y dudo que puedas hacer algo para ayudarme. Lo que haga no te incumbe."

"vaaaale vale, entiendo... bueno, conoces algo de ese libro del nigromante? tal vez podría aprender algo de magia con el..."

Al entrar huelo a ceniza y polvo, guardo mi espadón aunque estoy alerta por cualquier peligro inminente.
- "Merebor, subamos, no tenemos tiempo que perder vayamos a por el libro y después podremos explorar el castillo" -

"Si tu objetivo es volverte loco, abrelo. No hay nada para ti en ese libro, salvo revelaciones horribles."

Nada.

Sin duda alguna, subís por las escaleras. Mientras vais por los primeros escalones, escucháis algo muy rápido ir detrás vuestra y dirigirse a las catacumbas, casi ni lo veis, solo una silueta humanoide.

A los treinta segundos los gnolls empiezan a entrar a la torre. Despreocupados ambos, subís hasta la cima. Tardáis un buen tiempo y atravesáis infinitas salas oscuras donde se han realizado experimentos horribles, aunque otras parecen albergar algún secreto. No tenéis tiempo que perder, pensáis que después lo exploraréis.

Exhaustos debido a las escaleras y la altura, llegais a la antesala al pico de la torre.

Algo custodia la puerta, está pegado a la pared.

Una masa de carne repugnante se encuentra a la izquierda de la puerta, podeis olerlo desde vuestra posición, es un hedor indescriptible y asqueroso.

"¡NO PODÉIS MOLESTAR A NUESTRO REY, MARCHAOS U OS ARREPENTIRÉIS!"

La horrible criatura os hace retorceros de horror por dentro.

Como es algo referente a la nigromancia, te és extrañamente interesante en vez de horrible. Parece que prolonga su vida a través de esa forma lamentable, aunque no se puede despegar de ahí sin morir.

Me acerco a esa masa de carne con vida - " ¿Cuanto tiempo llevas viviendo así?"- Digo mientras preparo mi espadón - "Tenemos que pasar, no podemos perder tiempo contigo" -

Una vez Bael se acerca, la monstruosidad empieza a golpearle con los tentáculos, pero los golpes no parecen afectarle a Bael, son demasiado flojos. Solo grita desesperadamente.

"¡NO PASÉIS, NO PASEEEEEEEÉIS!"

- " Eres un incordio "- y levanto mi espadón para atacarle directamente a la cabeza.

Bael alza su espadón y destruye la cabeza de lo que parecía ser el último nigromante al servicio del rey.

Los tentáculos caen al suelo y el cuerpo sujeto a la pared empieza a despegarse a trozos.

Sacudo mi espadón para limpiarlo de sangre y sesos, me acerco a la puerta y la abro.

Ambos entráis a la sala del trono, Merebor lo hace alejándose todo lo posible de los restos de la víctima de Bael.

La sala a la que accedeis no tiene techo, la luz del Sol incide directamente en la mayor parte de la sala. Está más limpia que todas las demás que habéis visto. El suelo está lleno de símbolos rituales, sangre y una sustancia negra.

Al fondo, os encontráis al rey en su trono y con una copa en la mano. El libro está pegado a su pecho. Su zona está cubierta de la luz solar.

No está en esta posición, solo mira al frente. Cada brazo suyo en el reposo del trono. Con la mano izquierda suya sujeta una copa.

Al entrar a la sala veo al Rey, en su trono, descansando , miro al suelo y veo los símbolos rituales. Es extraño todo esta muy silencioso, parece que no hay nadie. Antes de moverme me concentro para detectar la fuente de poder de la sala.

No hay ninguna fuente de poder que puedas percibir, es decir, no percibes nada en la sala.

Saco de mi mochila la cajita con monedas. Y lanzo 1 moneda de cobre al interior de uno de los circulos mágicos.

- " Merebor, aquí pasa algo extraño, no percibo ninguna fuente de poder en esta sala, pero tenemos que movernos. Intenta no pisar los círculos mágicos" - Mientras hablo a Merebor miro los círculos detenidamente.