Partida Rol por web

"Seguramente acabes cortándole el cuello..." - me rio por lo bajo.

-Sí. Tú mataste a tu amigo. Yo mataré al mío si es necesario. Es lo justo. Y también me gustaría matar al enano, pero eso por puro placer personal. 

"Oh, sí...Sería divertido matar al enano...Ver como sufre, despellejarlo poco a poco. Que implore clemencia...Decidido entonces" Tiendo mi esquelética mano hacía Yador "Matemos al enano ¿Si?"

-Eh... uh... sí -le estrecho la mano con algo de asquito-. Y ahora vamos, huesitos. El mesías nos espera.

Os dirigís hacia la fortaleza, llegáis en cuestión de minutos. Las pocas patrullas de la zona os interceptan, hasta que aparece el mismo drow que cuando entrásteis por el portal.

"Ugh, ya decía yo que tenías que ser algo desagradable." - Dice mirando a las facciones élficas a Yador.

"¿Y el otro? ¿Y quién es este?"

-¿Te acuerdas de Bael? El otro elfo que no toma el sol. Pues digamos que se ha puesto a dieta.

Intento que no se me vea mucho la cara para no tener problemas.

"Hemos vuelto como prometimos, para unirnos a la causa de Akhal Zaus"

"No daba nada por vosotros, veo que no me he equivocado." - Comenta el drow mofándose. Dando un suspiro, sigue. - "Akal lleva unos días fuera intentando recuperar la daga que perdiste, desgraciado. Supongo que no le faltará mucho para llegar. Tengo órdenes de llevaros a los barracones, así que marchando."

El drow se dirige a los niveles inferiores de la fortaleza.

-Que simpática -le susurro a Baäl.

Sigo a nuestro guía y comento mientras andamos “ Necesitaría una túnica cuanto antes...”

"No te pases de listo." - Dice Zymet con una voz severa mientras continua dirigiéndose al poblado que se situa bajo el puente de la fortaleza.

Es un pueblucho con bastante densidad de gente, todos son aldeanos con la peculiaridad de que coexisten elfos, humanos, enanos, gnomos... parecen enfrascados en sus propios quehaceres.

El drow os guía a través de la muchedumbre hasta unos barracones gigantescos, donde se concentran gran cantidad de guerreros y magos. Una vez dentro, os indica vuestras camas.

"Mañana a la primera luz del día os necesito listos y equipados. Id al principio del puente sin demora. La cocina es por allí." - Os señala una puerta abierta que da lugar a un comedor. El drow se acerca a Baäl al oir su petición. - "No soy tu criada, si necesitas algo ve a la armería. Está a las afueras del barracón. ¿Algo más?"

-¿Qué nos encomienda Akal, si no es mucho preguntar?

“Sí, necesito hablar con Akhal cuando vuelva...Vendrá aquí o ¿Se nos avisará?” Después de esto me dirijo hacia la armería.

El drow sonríe.

"Mañana lo sabréis. Haced lo que os digo."

Inmediatamente abandona la sala y os encontráis rodeados por goblins, drows, orcos y algunas razas que temen mostrarse. No se fijan en vosotros mucho, la mayoría habla en susurros o pasan el tiempo como pueden.

-Hola a todos -les digo, exhibiendo mi mejor sonrisa.

Al ver lo que Yador está haciendo decido separarme de él un momento y me dirijo a la armería ocultándome entre las sombras.

Los encapuchados se esconden más, los orcos le ignoran y los goblins junto a los drows con los que hablan se giran y se rien de Yador.

No parecen muy amigables. En un intento de ocultarse mientras se dirige a la armería, Baäl tropieza con la pata de una cama y se cae. Sus huesudas piernas sobresalen un poco y las risas se apagan. Todos empiezan a miraros con una mezcla de temor y de asco.

-Creo que no nos hemos presentado. Yo soy el elfo Yador. Ese de ahí es mi compañero. Estamos en el mismo bando, así que vamos a llevarnos bien.

"Si, si... pero no os acerquéis mucho." - Contesta un encapuchado al fondo.

Baäl se levanta y se dirige a la armería.